Partida Rol por web

Enarqué una ceja ante la pregunta de aquella mujer, desde luego la palabra televisión atraía tanto o más que la palabra dinero.

- Yo no. Yo sólo voy a tomar notas para mi... tesis. -Seguí con la vista la dirección que nos indicaba.- Muchas gracias, sólo espero que no haberme perdido mucho.

-Claro, somos estudiantes –concuerdo con la otra. -¿Este pasillo, verdad? A ver si no nos ponen pegas para entrar… Vamos, Gabi.

Esperad, voy con vosotros, me aburro -digo a los dos, tratando de saber más del extraño caso -¿que hizo ese hombre? ¿mató a gente? ¿han encontrado sus cadáveres?

XD ok. Ya he vuelto.

Sin detenerme, le voy contando:

-Raptó a un mongólico para experimentar con él, pero no está claro si le dio tiempo antes de que la policía los encontrase. ¿Tú trabajas aquí?

¿Que? No, que va, yo estoy aquí por un pedido desde la universidad, nada importante. Vamos a ver a ese tipo, los otros asuntos pueden esperar -respondo con clara curiosidad y algo de morbosidad.

Apenas presté atención a lo que los otros iban hablando, lo mismo me daba lo que estuvieran diciendo y lo que más me importaba era entrar de una vez en la sala del juicio.

- ¿Será aquí? -Dije señalando una de las puertas.- Será mejor guardar silencio y entrar sin que se fijen demasiado en nosotros.

Y dicho eso se dispuso a empujar la puerta para entrar.

Antonio se lamentó al ver el gesto de la juez. Pensó para si, que debía mirarle así por racismo. Para el, los payos siempre les han deseado mal, y solo les trataban bien a veces para demostrar que eran mejores que los gitanos.

Pese a todo se mantuvo humilde en su mascarada de niño bueno arrastrado por las circunstancias. Lo que menos necesitaba era darle más problemas a su familia. Después de todo estaba allí porque había intentado sacar algo de dinero para ellos.

Lucía asoma la cabeza tras abrir la puerta apenas unos grados, en seguida la cierra de sopetón. La puerta que acaba de abrir es la nº 6 y el Juicio se debe estar celebrando más adelante, en el nº 4 ó nº 5.

-No es ahí –me adelanto a decir. –Este lugar tiene más misterio que una película de Hitchcock, me cago en diez. Voy a probar con esta…

Abro una rendija en la número 4.

Cuando Raúl abre la puerta hacia dentro, del otro lado pegan un empujón y Raúl sale un par de metros hacia detrás. De la puerta sale un policía nacional vestido con botas negras militares, pantalón azul ajustado, camisola azul y una gorra azul. El tío es un auténtico armario empotrado de al menos 1,90 y mira con mala cara al periodista

- ¿Qué se te ha perdido? -dice en voz baja -están celebrando -Voilá! habéis dado con la Sala en cuestión.

-So… somos estudiantes –aquí me conviene fingir que soy un alfeñique. –El profe de Bioética nos dijo que no habría problemas. Nos va la beca en ello.

Mira con cara de mala ostia a Raúl

- Tú eres tonto chaval... anda sal de aquí y no vuelvas a tocar la puerta -dice entrando de nuevo en Sala. Antes de que cierre la puerta tras de sí os da tiempo a escuchar murmullos, toses y ruidos de sillas al moverse.

-Tonto lo será tu puto padre –murmuro en cuanto ha cerrado la puerta. Me encojo de hombros hacia Gabi aceptando la derrota. –Vamos a esperar por aquí, a ver si hacen un descanso y nos podemos colar.

- Genial, llegar hasta aquí para que nos den con la puerta en las narices. -Me quedé unos segundos callada mirando a Raúl y una sonrisa divertida se asomó a mi cara.- A algunos hasta literalmente.

Me moví impaciente por el pasillo pensando en una manera para poder colarlos, pero todo lo que se me ocurría eran planes completamente descabellados y absurdos. Por fin me senté en una de aquellas sillas de plástico pegadas a la pared esperando a, como bien decía Raúl en receso pudiéramos colarnos, o se nos ocurriera un plan mejor

Esta tía es infumable, pero me muerdo la lengua. Me dirijo a la otra:

-¿Eres universitaria entonces? ¿Qué estudias? ¿Vienes mucho por aquí?
 

Emmm... Yo sigo esperando a que continue mi historia...

Haz un Chequeo Complicado de Inteligencia (1d10+2) a ver si llegas al 9 y se te ocurre algo.

Si, soy estudiante de medicina y no, no suelo venir mucho, sólo cuando necesitamos muestras para nuestras prácticas de cirugía y anatomía -respondo mirando al tipo apuesto. No estaría mal salir con él una noche, algo que le fallaba en la mayoría de sus relaciones sexuales es que su compañero nunca decía nada ni se movía, todo lo tenía que hacer ella. Aun así el sexo con muertos era algo increíble.