Partida Rol por web

En PF la experiencia no va por "piezas", aunque cada máster lo aplica como quiere ^^

Volvéis a la ciudad en vuestras monturas prestadas, nada más cruzar las murallas, cae tras vosotros el rastrillo. Y una docena de guardias os rodean apuntándoos con sus alabardas.

- Estáis acusados de intentar ayudar la clériga disidente Nerisgwen a dejar la ciudad, ocultada en la patrulla a Torre del Lince.- os dice el sargento.- Por suerte fue arrestada a tiempo. Ahora intentáis introducir al paladín Rogen Igeren, también del culto disidente de Sarenrae. Os arresto por desobedecer un mandato real. Entregad las armas pacíficamente.

Ves que en las murallas hay varios ballesteros aprestando sus armas por si os resistís. Ves también que varios alabarderos parecen inseguros. Tú eres miembro de la Guardia y además clérigo de Abadar, un dios protector. Les parece desconcertante arrestar un compañero respetado.

- ¿Qué estupidez es ésa?- estalla Rogen Igeren con voz de trueno.- He luchado por la ciudad en docenas de ocasiones. ¿Acaso no vencí al Rey Rata? Estamos persiguiendo unos criminales que huyen tras esclavizar súbditos de Taldor. Dejadnos pasar.

- Quizá fuiste la hostia en el pasado, abuelo. Pero hoy es hoy. Y hoy el rey ha puesto fuera de la ley a esa diablesa furcia a la que adoras. Así que entrega tu espada.- suelta un guardia desde las murallas.

- Blasfemia...- murmura Rogen.

- ¡Calla la boca, tú!- grita el sargento. No está claro si se lo dice al bocazas o al anciano paladín. Pero Rogen está indignado. Se aparta la capa para dejar libre la empuñadura de su espada.

- ¡Sarenrae no es un diablo! ¡Sarenrae ha sido ungida en el cielo!- chilla una mujer que contempla la escena. Un guardia la empuja para que se calle y cae al suelo.

Sin tener ni idea de lo que pasa, Sylpher mantiene su bocota cerrada... demasiados problemas de golpe como para ahora tener la guardia en contra. Mientras no se dirijan a su persona va a mantenerse calladito y alejado de los problemas.

- ¿Así es como se recibe en esta ciudad a quienes acaban de derrotar a los bandidos que campaban a escasas horas de aquí asaltando a los viajeros? ¿Acaso estáis tan preocupados apuntando esos virotes al corazón de un enano, que ha derramado sangre como soldado de Colsifar que ni siquiera os habéis preocupado por lo que pasa aquí al lado? - sacude la cabeza indignado - Veo alguna cara conocida, alguno de vosotros ha estado en razias dando caza a los gnolls, y he de decir que me sorprende encontrarlo aquí.

Escupe al suelo con desprecio. Aquí estamos para aclarar este entuerto, no puede ser que el mundo se haya vuelto loco y hete aquí que estaba equivocado. Así que si dudéis de mi o de la palabra de un paladín como Rogen, - avanza unos pasos distanciandose del grupo y concluye que no tiemblen más vuestras manos y disparad. ¡Que vuestro corazón no se quede con dudas!

Te das cuenta que el ánimo está muy caldeado en la ciudad, la gente está muy agitada por el edicto real (especialmente los adoradores de Sarenrae, que en Colsifar son mayoría). Hace falta sólo una chispa para provocar una revuelta...

Algunos de los soldados vacilan con las palabras de Ulfgar. Se miran entre ellos. Pero son los menos. El sargento no se arredra.

 - Basta de tonterías, la ley es la ley. Entregar las armas... O os las quitaremos.

Anuruk estaba molesto y asqueado por la actitud de estos hombres, aun habiendo viajado mucho, no dejaba de sorprenderse por la facilidad que las personajas hacian injusticias por el hecho de que "es la ley" o "el jefe dice".

-¿Era tan dificil hacerme caso antes, eh, Rogen?- Le dice en voz baja al paladin, mientras da unos pequeños paso adelante. Para luego en un movimiento rapido dar un pequeño saltito y mover su brazo extendido con la palma abierta de atras hacia adelante y luego girandola, para provocar que del suelo se elevara entre ellos una niebla oscura que poco dejaba ver a su alrededor cercano, mucho menos para quien estuviera lejos.

-No hay tiempo, debemos irnos! Sigan mi voz- Les grito, mientras palmeaba la espalda de los que tenia cerca para salir corriendo para uno de los lados entre los edificios, ya que no podian ir por el camino principal. -Se como llegar al muelle por otro camino- Comento ya con voz mas baja, para que los soldados no escucharan su destino.

Con suerte, los soldados tardarian en reaccionar y ver hacia que lado salieron ellos corriendo. 

Al ver la situación tomo aire y me adelanto a mis compañeros, asintiendo a Anuruk

¡CIUDADANOS DE COLSIFAR! ESTOS HOMBRES ESTÁN INTENTANDO ARRESTAR Y CONDENAR DE TRAICIÓN A PERSONAS QUE HAN SANGRADO POR USTEDES, QUE HAN AYUDADO A PUEBLOS VECINOS Y CUYO ÚNICO CRIMEN ES ADORAR A LA FLOR DEL ALBA. ENTIENDO LAS DIFERENCIAS CULTURALES, PERO CONDENO ESTAS ACTITUDES! LLÁMENME TRAIDOR, PERO NO SOPORTARÉ UN MUNDO DONDE EL LIBRE ALBERDRÍO ES CONDENADO CON TRAICIÓN.  LEVANTAOS HERMANOS, UNÍOS CONTRA ESTA TIRANÍA Y DETENED ESTA LOCURA! LA DIOSA OS ACOMPAÑARA!

Grito gesticulando en medio de la multitud, termino con un brazo en alto cerrado en un puño* señalando el gran símbolo de Saranae que se aparece frente al sol, esperando que el caos reine en la ciudad para poder escabullirnos

- Abadar juez de los dioses, puño dorado. Señor de las ciudades y la ley. Danos tu bendición y haz temblar a nuestros enemigos. - Ulfgar muestra orgulloso su simbolo sagrado, aunque envuelto en la niebla duda que a parte de sus amigos llegue a verlo alguien más.

Aprovechando la oscuridad sigo a Anuruk y que pase lo que tenga que pasar... más lio no puede haber...

El se habia movido de la calle, pero se habia quedado en la entrada al callejon por los demas, para guiarlos, pero solo el mago habia acudido de momento.

-No sean estupidos y muevanse de una vez! Este no es el momento de un discurso maldita sea!- Les arenga Anuruk en una inusual muestra de brusquedad en sus palabras. La situacion no era para nada propicia y mucho menos alentadora. 

Su objetivo ahora era su hermana, y las reglas de los hombres de ciudad que no le llamaban en especial importancia ahora estaban interponiendose en su camino, asi como la decision de un rey a quien no le debia nada. -Vamos!- Les grita de nuevo, para esta vez si seguir por el callejon por su camino hasta los muelles. Alli tendrian poco tiempo para zarpar.

Dos guardias se abalanzan sobre ULFGAR al ver que intenta lanzar un conjuro, golpeándole con sus alabardas, pero el enano consigue eludir sus afiladas hojas mientras saca su símbolo sagrado...

Otro guardia se abalanza sobre ANURUK para derribarlo... Y consigue placar al druida arrojándolo al suelo de bruces.

En las murallas alguien dispara una ballesta contra SANDRU, alcanzándole en un hombro, el bardo grita...

SYLPHER no consigue escabullirse discretamente, pero el guardia que debería arrojarse contra él vacila...