Partida Rol por web

Llegas a la puerta de una de las siutes y Jean te abre y te dice que pases, que el volvera lugo, su sonrisa es muy complice.

Cuando entras oyes gemidos de mujer en el baño y al acercarte la puerta esta abierta, la escena que ves es a Ginni desnuda de rodillas en el suelo masturbandose mientras le hace un cunilingua a Anaïs que gime de la manera mas deliciosa que has oido en tu vida.

Entro en la suite un poco esceptico, pensando en qué veré... Oigo gemidos en el baño y me acerco, viendo el cuadro.

Me apoyo en el dintél de la puerta, con los brazos cruzados y una sonrisa pícara y traviesa, con mirada excitada. Pues obviamente, el espectáculo no me deja indiferente, ni a mi, ni a mi entrepierna, que se endurece en cuestión de segundos, notandose enorme en mis pantalones...

De momento me quedo mirando, sin decir nada, dejando que los acontecimientos se desarroyen solos...

Suspiro y la miro. Acaricio con mi mano libre su vientre y con la otra me masturbo al ritmo que muevo mi lengua, al ritmo que succiono y busco escuchar cada vez más fuertes sus gemidos.

Sigo un poco, hasta que siento que me voy a salir de mi misma.

- Voy a por un regalito... Digo despegándome de su cuerpo antes de lamer mis labios, llenos de ella.

Me limpio con el dorso de la mano y me pongo en pie para comenzar a besarla, cuando veo que está Joseph, mirando, empalmado.

- Tenemos un polizón, Anaïs...pero creo que va a ser mejor que el vibrador con el que había pensado... Sonrío al chico y comienzo a besarle el cuello a ella, mordiendo su oreja, tocando sus pechos. ¿Se viene el consolador o prefiere seguir mirando? Bajo mi boca por el cuello de ella y comienzo a lamer y succionar uno de sus pezones.

Dios...Anaïs me pone tantísimo...y Joseph...mezclar a estos dos puede ser bestial. Ahora lo divertido sería que llegase Jean también.

Entre Anaïs y yo hay como un amor/odio, aún no me ha quedado muy claro, la invitación de Ginni me la podía esperar, pero aún Anaïs no se ha pronunciado.

-Por mi Ginni, sabes que gustoso voy, y perfectamente haría con creces la función del vibrador que ansías; si es del gusto de ambas..... No quiero incomodar a nadie.-

Comento sin perder la sonrisa, y la ultima frase suena hasta sensual...

Dejo que juguetee con mi cuero acariciando su pelo mientras de reojo sonrio a Joseph de forma maliciosa, estaba claro que no se lo hiba a poner tan facil por muy cachonda que estuviera ahora mismo.

- Te dejare ser su vibrador, pero a mi no podras tocarme, lo tomas o lo dejas... - Le digo en un tono entre orden y jugueton, volviendo a mirar a Ginni y cogiendo su rostro para besarla mienras le guiño un ojo a la joven

Beso la boca de Anaïs, sin dejar de mirar al que fue mi pareja la noche anterior. Juego con lso pechos de ella y me lo como con los ojos a él.

No le digo nada, no hace falta...ya lo invité a venir antes.

Devuelvo a Anaïs la sonrisa maliciosa. -Ok, si asi lo quieres...- Digo acercandome mientras me voy desnudando, me parece que con los egos que tenemos ella y yo, poco podemos hacer.... Pienso con una sonrisa.

Mientras Ginni sigue lamiendo los pechos a Anaïs, tiene una postura de lo más sugerente, con el culo en pompa, cosa que aprobecho para con mis manos separar sus nalgas y hundir mi cara entre ellas para lamerla, desde su sexo hasta su ano, mezclando sus fluidos con mi saliva y lubricandola más aún y dilatandola un poco su ano, jugando con el piercing de mi lengua en sus zonas más erógenas; poniendo una mirada maliciosa y traviesa a Anaïs. Queriendo hacer gemir de pura locura y placer a Ginni, en una especie de desafio de: Mira lo que te pierdes por no querer que te toque....

Se que solo soy un papel entre dos mareas que quieren enfrentarse, pero me da igual, de hecho, me encanta. No se qué juego se traen esos dos, pero mientras yo me lo pase bien...puede arder el mundo.

Abro mis piernas para dejarle paso a Joseph, y sigo besando y succionando los pechos de Anaïs, tocándola y comenzando de nuevo a masturbarla. la lengua de Joseph, mezclada con la excitación que ya traía yo de antes, y la que la nueva escena me provoca, hace que suspire de placer y que mi piel se erice.

- Joder...Vamos a la cama... Los miro a los dos, esperando que me respondan de manera afirmativa

Asiento a Ginni mientras miro a Joseph con una maliciosa sonrisa - Pequeño mas vale que te emplees con tu poll no la haras disfrutar con tu lengua mas de lo que podria hacerlo yo - Le dige cogiendo de la mano a la preciosa mujer que teniamos entre nosotros para dirigirme a su cama, podia sonar prepotente mi frase pero si en algo no podia igualarme era en conocer el cuerpo de una mujer, de como lo queria y cuando lo queria.

Al legar a la cama me recoste en ella dejando mi cuerpo a la disposicion de Ginni.

Simplemente sonrio a Anaïs, Ginni ya ha probado a hacerlo conmigo, asi que no tengo que demostrarla nada....

Ésta lleva a Ginni a la cama, y se acuesta dejando su cuerpo a la disposición de Ginni, espero a ver que hace Ginni para acoplarme...

Me muerdo el labio de abajo viendo cómo se están desarrollando las cosas. Un escalofrío me recorre, en parte porque tengo el pelo mojado y la piel medio húmeda, en parte porque estoy poniéndome MUY caliente.

Mientras Anaïs se acomoda voy a mi maleta y rebuscando saco un juguetito rosa. Es bastante discreto, de hecho, sus formas suaves pueden llegar a describirlo como "mono" pero pretendo usarlo para cosas muy malas, así que, ahora su forma y color son lo de menos.

Me voy a la cama y me subo sobre Anaïs, a cuatro patas, dejándole campo libre a Joseph. La beso acaricio y le susurro cosas. Juego con mi lengua en su boca, dejando, por ahora el consolador a un lado, para poderla masturbar suavemente con los dedos, mientras mis labios se llenan de ella.

- Me estáis poniendo muy mala...los dos...

Digo sin dejar de mirarla a ella.

Me arqueo para ella cuando comienza a masturbarme jadeando  a cada roce . Y mas que te vamos a poner princesa... Imaginatelo... el follandote y comiendote... - Susurro entre pequeños gemidos que van apareciendo en mis labios, dejando mi mirada clavada en la suya, haciendo que mis amnos recorran su torso para comenzar a estimular sus pezones, tirando de ellos, apretandolos, frotandolos...

Ginni se sube sobre Anaïs y se me ofrece, en una postura a cuatro patas, me pongo en posición detras de ella, penetrandola lentamente por el ano, haciendola sentir cada milimetro de mi sexo entrar en ella, mientras una mano va a su sexo masturbandola y la otra a sus pechos, que acaricio y masajeo, atrapando sus pezones entre mis dedos....

Lamo su columna vertebral hasta su nuca, la cual succiono sensualmente entre gemidos...

Cuando veo que comienza a penetrarla analmente sonrio de forma maliciosa... Que predecibles son... Le dejo via libre sobre el cuerpo de Ginny el cual parece querer todo para el, Agarro la cabeza de la muchacha con ambas manos y la aparto un solo segundo d emis pechos para llevarla a mi boca y susurranrle un - Gime...- mientras mis manos viajan de nuevo a su cuerpo recorriendo sus costados, anunciando alguna travesura.

La penetración de Joseph me eriza la piel. Si bien antes había estado humedeciéndome entera, la poca dilatación hizo que un par de punzadas dolorosas me recorriesen, aunque estas hicieron que se me pusieran los pezones duros y me mordiese el labio de abajo.

Anaïs me besa, y le respondo, y cuando me dice que gima, mirándola a los ojos, aprieto las sábanas y lanzo un gemido, al compás de la penetración de Joseph. Le sonrío y vuelvo a gemir, más suavemente, como si antes me hubiese dado un arrebato y ahora me controlase. Quiero ver que trama ella.

Me giro un poco y lamiéndome los labios, entre jadeos, miro a Joseph y jadeo su nombre. Mis manos se posan en el pecho de ella, y dejando de mirar al chico, comienzo a besarla.

Sigo penetrando a Ginni, cada vez aumentando más la velocidad, pero muevo la mano de sus pechos a sus nalgas para apretarlas en torno a mi sexo y estrechar un poco más su entrada para aumentar la fricción, asi dejo algo de cuerpo para que Anaïs la acaricie....

Mi otra mano, en su sexo, no para de acariciarla e introducir un par de dedos en él, para acompadar mis movimientos.

Ginni y yo cruzamos algunas miradas, y la sonrio embriagado de placer. A Anaïs hago caso omiso....