Partida Rol por web

Carnival

Capítulo II: El Rouge Café

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13/09/2011, 23:24
Leonard Archer
Sólo para el director

Leonard casi se sobresalta al relacionar a la mujer de su pesadilla con Minerva. Aquello no podía ser, era un locura absoluta. Minerva era un buena persona y miedo era lo último que querría infringir sobre Leonard. Aquello de las pesadillas y sueños lo estaba descolocando por completo, tendría que lidiar con ello. Hubiese preferido borrarlo de su mente, ignorarlo y no prestarle mayor importancia, sin embargo sentía que podía obtener algo útil de ellos y por eso se negó a encerrar aquellas cosas en algún lugar recóndito en su mente.

-Por supuesto, hay algo en esta mujer que no me gusta.- se tomó su cabeza que empezaba dolerle justo en la sien derecha detrás del ojo. Cerró sus ojos suspiró y volvió a abrirlos, no se sentía del todo bien, pero debía intentar concentrarse. -¿Qué es lo que has averiguado sobre ella?-

Notas de juego

Gracias!!!!
Besos

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14/09/2011, 02:15
Nicole Johnson
Sólo para el director

Mis ojos se humedecen  un poco por la reacción de él, estoy en un estado nervioso alto. Bueno, lo pregunto, porque fue que ella llegara a que tu cambiaras con migo, lo miro, no me pusiste atención a lo que te decia, y yo se que esa mujer lo único que hace es hablar mal de mi, o tratar de hacerme quedar mal, suspiro, cada vez te siento más distante, aunque estas a mi lado.. digo en son de queja, y adicionalmente, después de que este hombre ha venido con esas cartas de amenaza, no me has puesto atención...

Lo miro, ¿qué otra cosa quieres que piense?

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14/09/2011, 17:44
Director

- Cualquiera de las dos cosas son buenas – dijo Cécile, elevando los hombros. – Creo que la vida te da lo que te debe tocar y lo que no, pues no te llega nunca; y si hemos de tener parejas, eso ya se verá.

La chica sonrió con dulzura para luego dedicarle algún tiempo a su trago.

- Entonces estás aquí por lo del señor Von Hausen. ¿Vas a participar en el rescate del niño este? ¿Es Peter, no?

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14/09/2011, 17:44
Director

Minerva asintió con la cabeza, y empezó a sacar unos papeles de su bolso mientras hablaba:

- No hay nada truculento en su pasado, como ya te dije. Su nombre completo es Helena Salisbury Bonnet. Nació en Inglaterra, pero tiene varios años residenciada en Francia. Nació el 22 de octubre de 1987. Actualmente está estudiando Enfermería, trabaja de pasante en una clínica pequeña. También dice que fue modelo desde sus quince años y que a los dieciocho se retiro, y con lo que ganó es con lo que vive y estudia. No se sabe nada de su familia, aunque encontré que tuvo dos hermanas, una de las cuales está muerta y otra casada. Últimamente es algo famosa porque se la ha retratado con Antoniette Von Hausen, del que al parecer es sobrina. ¿Algo más que quieras saber?

A la vez que decía aquello, Minerva había deslizado por la mesa en dirección a Leonard dos hojas llenas de información y una tercera, con varias fotografías de Helena. Allí la veía, con su hermoso rostro, sus llamativos ojos azules y su larga cabellera rubia, como la recordaba, como se había entregado a ella horas antes.

Tan concentrado estaba en su estudio, que Leonard se sintió avergonzado al sentir cierto pavor cuando su celular empezó a repiquetear de repente. Cuando sacó el móvil del bolsillo de su chaqueta, observó que quien le llamaba era su jefe, George Tottle.

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14/09/2011, 17:45
Director

- Todavía no entiendo nada del asunto de las cartas – dijo Daniel, suspirando con cierto fastidio. – Estaba esperando que me explicarás lo que paso cuando llegó Jane, cosa que no quisiste hacer, así que no me eches la culpa de eso. Y con la policía, sabes bien que no nos tienen apreció, que te toman como una loca; por eso quiero saber bien lo que “ese hombre” te entregó, para ir con un caso fuerte a los federales.

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14/09/2011, 19:56
Nicole Johnson
Sólo para el director

Pense que le había explicado, posible no me estaba prestando atención. Amor, si te lo explique, es que no me escuchas!. Le digo nerviosa y con los ojos llorosos, el hombre me han entregado unas cartas de amenaza, que dicen que llegaron a la televisora donde el trabaja que dice que sabe donde vivo, pero lo raro es que él las haya recibido,  te estaba explicando eso, sí querian que nos enteraramos, entonces porque no nos llego nada directo a nuestra casa.

Le muestro las cartas.

¿acaso no te parece sospechoso?

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15/09/2011, 17:50
Leonard Archer
Sólo para el director

Al parecer Helena era Helena y no había nada extraño en ella, sin embargo un detalle hizo ruido en su cabeza, había vivido muchos años en Francia. ¿Tendría alguna relación con Alexander? Se encontraba meditando acerca de esto y leyendo el resto del informe cuando el teléfono sonó y vibró sorprendiéndolo.

-Archer al habla- dijo sabiendo que quién llamaba era su jefe

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15/09/2011, 21:16
Susan Fox

Susan se despertó tomándose la cabeza. Le dolía tanto por dentro como por fuera. ¿Era posible que incluso en sus sueños terminara golpeada y en peligro de muerte?

Miró a su alrededor y allí estaba Tatiana hablando por teléfono. No llegó a entender lo que decía, pero infirió que estaba recibiendo buenas noticias por la sonrisa que tenía dibujada en la boca. Se levantó con dificultad y se acercó a ella.

_¿Me han drogado, o algo? No puedo creer cómo me quedé dormida.

Susan sentía cómo las imágenes del sueño se iban perdiendo, como suele ocurrir, por lo que quiso ponerlo en palabras antes de que todo desapareciera.

_¿Sabes? He soñado y en mi sueño había una niña muy parecida a tí, de ojos azules y cabello negro. Estábamos en un edificio muy hermoso, pero que se estaba incendiando. Vi un circo cerca de allí. Esa niña me llamaba Juliette. Raro, ¿no?

No es que Susan quisiera hacerse amiga de Tatiana, pero mejor llevarse bien con ella. Además por el momento no tenía nada mejor que hacer.

Notas de juego

Y se agradecen, pero como te he dicho: Por más que me des buenos consejillos, e incluso por más que yo quiera seguirlos, Susan al final termina haciendo lo que quiere, nunca hace caso.

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19/09/2011, 00:42
Director

Daniel, aunque parecía confuso y algo molesto, tuvo que aceptar que su esposa tenía razón. Asintió con la cabeza, pero dijo con una calma y serenidad que para los nervios de Nicole fueron como uñas chirrando sobre una pizarra.

- ¿Te parece si analizamos la situación con calma, vemos esas cartas y mañana temprano vamos a la policía? Si es alguien de esa secta maldita, no te va a hacer nada, te lo juro por mi vida. Pondré a tantas personas a tu alrededor que quien se te acerque deberá ser estúpido.

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19/09/2011, 01:04
Director

- Hijo - empezó Tottle, hablando rápidamente como si estuviera muy emocionado. - ¿Estás libre? Necesito que hagas algo que nos podría ayudar mucho en la investigación. Von Hausen pretende ir sin ninguna protección al Café, lo que me parece sumamente estúpido. Sería de gran utilidad que le acompañaras, y llevarás una cámara para registrar todo lo que pase allí dentro. Lestrade dice que seguramente en aquella reunión está el secuestrado, sino su complice. ¿Será que ya te sientes bien para pasar por la comisaría un rato?

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19/09/2011, 01:06
Director

Al oír a Susan, Tatiana volteó su cabeza en un movimiento rápido, como si la muchacha le hubiera sorprendido.

- Sí, es muy raro - dijo, y luego se apresuró a agregar: - No te he drogado, te dormiste sola.

Recuperando un poco su aspecto de chica mala, la mujer se levantó del asiento donde estaba y camino de frente, donde Susan pudo ver una percha envuelta en una bolsa blanca. Tatiana la agarró y la puso sin mucho cuidado en la cama donde su captiva estaba.

- Póntelo. Tus demás cosas están en el baño.

Dicho esto la mujer regresó a su asiento, dejando ante Susan ante aquella percha que, cuando le retiró la envoltura de plástico, tenía colgado un vestido negro que reconoció como suyo. 

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19/09/2011, 14:39
Leonard Archer
Sólo para el director

Leonard escuchó a su jefe. ¿De donde había sacado este la información de que el secuestrador o al menos un cómplice de este estaría en aquel lugar? Sin más decidió preguntárselo.
-Jefe ¿De donde sacó esta información, podemos fiarnos de ella?-

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19/09/2011, 16:18
Nicole Johnson
Sólo para el director

Pues tomalas.  Se las doy. Aunque el sujeto que me las trajo no me parece nada confiable... digo de manera cauta, además, no se porque siento, que estoy siendo útil a sus intereses, o a los de esa familia,  me parece que todo esto a sido una coincidencia  extraña,  lo de ayer, lo de hoy... no se,  digo pensativa, a veces siento que no puedo confiar ni en mi propia sombra...

El auto avanza lentamenre

Después de lo de nuestro bebe, pareciera que los problemas nos persiguen..

Digo algo triste, mientras pienso

A veces lamento haber nacido en una familia creyente, ahora hasta a veces dudo de Dios, qué en vez de amarnos como dice la biblia nos ha arrojado en este mundo lleno de tragedias, en un hogar con esa religión, con un psicopata lider que terminó por matarnos a nuestro pequeño, y ahora, sin la capacidad de consevir nueva vida, nos ha dejado vacios, no se cómo no me he suicidado, sólo el recuerdo de Harry me mantiene viva... y sus voces, sus murmullos..

No sé si pueda ser  una buena idea pensar en mudarnos.. digo por último tras un momento de silencio

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20/09/2011, 06:58
Director

Pocos segundos después de que Leonard formulara su pregunta, le llegó la clara voz de su jefe, que parecía más un regaño que una explicación.

- Piénsalo, Archer. Quién haya secuestrado al pequeño Von Hausen es alguien que todavía no hemos identificado, lo que cual sería provechoso para el sujeto. Se aparecía sin más en el Café y haría todo lo posible para agradarle al padre de la criatura. Von Hausen lo selecciona, y el sujeto en cuestión - o su complice - hace que Peter Von Hausen aparezca de la nada, embolsillándose esos cinco millones sin ningún esfuerzo. Por eso, hijo, si eres lo suficientemente listo - y lo eres -, y observas lo que pasa con tus propios ojos, podremos saber al fin de cuentas quién es el secuestrador y cerrarle su gran bocota de millonario metiche a nuestro querido Adolf Von Hausen. ¡Recuerda, antes de las ocho!

Notas de juego

No sé si "embolsillar" es un término más bien venezolano, pero en fin significa lo que parece: que se mete esos reales en el bolsillo xD

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20/09/2011, 15:43
Leonard Archer
Sólo para el director

-Jefe, usted se droga ¿Verdad?- fue el comentario de Leonard antes de colgar dejando con la respuesta en la boca a Tottle. Iría a ese lugar sólo porque sabía que detrás de aquel pedido había oculta una orden de su superior.
Miro a Minerva, no quería sobrecargarla de trabajo, pero su jefe no contribuía, si seguía los caprichos de aquel hombre se retrasaría y perdería tiempo, por eso necesitaba estar en dos lugares a la vez.

-Disculpa- dijo mirando a Minerva -Era Tottle, quiere que esté en un café a las ocho en punto para ver de quienes se rodea Von Hausen, insiste en que allí estará el secuestrador. ¿Podría pedirte que investigues los nombres por mi?-

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21/09/2011, 18:46
Ian Brown

Así es, participaré, pero no es sólo por el dinero. Supongo que sabrá que tiene un hermano y es abogado, bueno pues ese hermano suyo es amigo mío y lo hago por la amistad que me huye y se la debo.- Le sonrío levemente. -Perdona, tienes algo...¿Puedo?- Indico como si tuviera algo en la mejilla, a pesar de que no tenga nada, me apetecía tocarle el rostro.

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22/09/2011, 07:51
Susan Fox

_¿Lo has elegido tú? Es uno de mis preferidos -comentó Susan al ver el vestido que tenía delante de sus ojos-.

Ya estaba mucho más tranquila. De querer matarla ya lo hubiesen hecho, estaba claro que la necesitaban. Y por el momento no le quedaba más opción que seguirles el juego.

Tomó el vestido, lo admiró y lo volvió a dejar. Se quitó la ropa, cuidando de que Tatiana la observara haciéndolo.

_¿Y a tí, te gustan los circos?

Susan preguntaba eso porque quería que Tatiana la observara mientras se desvestía, y además porque le llamó la atención su reacción cuando habló de su sueño.

_A mi me encantaban cuando era niña, pero ahora hace muchísimo que no voy a uno. ¿Tú tienes alguna amiga que se llame Juliette? Si la tienes deberías ir a algún circo, pues eres idéntica a la niña de mi sueño. Quizás incluso les dé suerte.

El vestido negro ya se ajustaba al bello cuerpo de Susan, quien no había dejado de mirar a Tatiana mientras se lo ponía.

_¿Estoy bien? ¿Me falta algo?

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23/09/2011, 05:02
Director

- Pues si tuviera una amiga llamada Juliette seguramente tomaría en cuenta tu sugerencia – respondió Tatiana con voz burlona.

Si Susan había querido poner nerviosa a Tatiana al mostrarse en ropa interior ante ella, no había logrado más que la mirada tranquila de su compañera, como si la visión del gracioso cuerpo de la joven le hubiera importado un comino. Aquella mujer fría como una daga mortífera no dejo traslucir sus sentimientos, ni cuando la señorita Fox se terminó de vestidor – decorando su vestido negro con unos zapatos altos rojos y joyas a juego – ni cuando el mismo mastodonte que le había roto la cabeza fuera a buscarla como si fuera un paquete.

Mientras la noche se cernía sobre su cabeza, Susan recibió nuevamente la compañía de una prenda negra a manera de venda. Se vio obligada a bajar un par de escaleras, luego a transitar por lo que se intuía un pasillo donde la humedad se había hecho huésped, y luego la acogió el sonido de las alarmas de un auto destrabadas y la puerta del automóvil abriéndose.

Casi golpeándose con el techo del vehículo, Susan se sentó un mullido asiento de acompañante. Otro sonido de la puerta del carro, ahora cerrándose, al que le siguió el del motor rugiendo, dándole a quien se había tomado el atrevimiento de despertarlo la señal que ya estaba encendido.

Quien estaba en el asiento de piloto arrancó, alejando a Susan de aquella celda provisional, sin augurarle que la llevaba a otra cárcel o a la ansiada libertad. Sin ser capaz de ver por culpa de la venda, la joven tomó nota mentalmente de la distancia recorrida, pero sin servirle de mucho. ¿Dónde estaba el lugar donde Miguel la había llevado? ¿Sería que tendría la suerte de escaparse ya que la llevaban a un lugar público?

Cuando minutos después el automóvil se detenía y una mano agarraba la suya para ayudarla a salir y quitarle la venda, Susan vio lo muy alejadas que estaban sus esperanzas de escape. El lugar estaba rodeado de gente, eufórica en su mayoría, pero también de hombres de aspecto fuerte, vestidos de negro y con toda la pinta de querer pasar desapercibidos; y aunque la muchacha no los había visto en su vida, y hasta aquellos podrían parecer policías de encubiertos, sabía que estaban allí por ella, para vigilar sus movimientos.

- ¡Anda! ¡Muévete! – oyó un grito a su espalda, y observó como el chófer, un hombre grande con una calva que se vería desde el espacio, señalaba al Rouge Café con un dedo enguantado.

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23/09/2011, 05:04
Director

- No creo que mudarnos sea la solución a nuestro problema, porque ese sujeto – del que creo que ni me has dicho el nombre – puede seguir mandándote las cartas, sin importar cuantas veces cambiemos de dirección – razonó Daniel.

Mientras hablaban la cola que hasta el momento había fastidiado el camino de la pareja se empezaba a mover, y Nicole observó como su esposo adelantaba un par de kilómetros la distancia que les restaba para llegar al Café.

- Pero si me estás hablando de los Von Hausen – continuó Daniel – realmente las veo negras con que podamos solucionar algo. Primero, no sé por qué esa familia, que tiene dinero acumulado a montones, nos ha de venir a fastidiar con lo de nuestro hijo.

Nicole suspiró, cansada de pelear con su esposo por las benditas cartas y aquella historia truculenta de Charles Von Hausen. Aquel hombre era de temer, y más cuando la gente que te debería apoyar no entiende hasta que nivel lleva la preocupación que cargas.

Dando un nuevo suspiro, giró la cabeza  en dirección a la ventanilla y se quedó observando el paisaje exterior mientras el carro se movía de a ratos. De repente, llevada quizá por el aburrimiento o por el cansancio, sus ojos se cerraron y se quedó dormida.

Sintiéndose tonta volvió a abrirlo, pero ya no estaba en el automóvil. ¿Qué era aquel edificio? Repentinos flashes se sucedieron en la mente de Nicole, mientras observaba aquella estructura en ruinas, donde las letras “C”, “R” y “V” danzaban por la acción de un aire misterioso.

- ¡Ayuda, por favor! ¡Ayuda! – escuchó de repente.

Sorprendida, alzó la vista hasta un segundo piso de aquel edificio, donde por una ventana intacta se entrevía la figura de un niño. Nicole abrió la boca de la sorpresa. ¡Pero si era Peter Von Hausen, el chico secuestrado!

- ¡Ayúdenme! ¡Sáquenme de aquí!

Nicole alzó sus brazos hacia la figura del niño, y se disponía a salir en su búsqueda cuando sintió como sus pies no se podían mover. Observó hacia ellos, dándole cuenta de que eran rodeados por raíces de árboles, que poco a poco se iban convirtiendo en manos grises y negras.

Se tapó los ojos presa del miedo, y cuando retiró las manos de ellos, la escena había cambiado para situarla en una morgue. Había dos camillas delante de ella. Se acercó y levantó las sábanas que cubrían los cuerpos para observar los rostros pálidos de dos chicos rubios.

Se echó para atrás al reconocer uno como el de Peter y al otro como Harry; pero no pudo ir muy lejos. Sintió como un par de manos se le clavaban en cada brazo, produciéndole un dolor atroz.

- ¡Vaya, vaya, vaya! ¿Pero qué tenemos aquí? Pero si es Nicole… Mi querida Nicole – dijo una voz que conocía muy bien, la de Vincenzo Foscarelli.  

Llevada por la sorpresa y el susto, Nicole volvió a cerrar los ojos y finalmente, al abrirlos por una tercera vez, el familiar ambiente del auto que manejaba su esposo inundaba su mirada.

- Nico, ya llegamos al Café – escuchó la voz de Daniel a su derecha, mientras que de la puerta de copiloto abierta pasaba el viento fresco de una realidad palpable.

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23/09/2011, 05:05
Director

- Por supuesto – dijo Minerva displicente y con su alegre sonrisa.

Leonard sonrió a forma de agradecimiento y luego pidió un taxi para que llevara a la muchacha a su casa. Viendo a Minerva partir unos minutos después, recorrió a pie la poca distancia que separaba aquel restaurante de la comisaría de policía, donde Tottle le esperaba con sus locos planes.

Al llegar a destino, el joven le dedico casi una sonrisa amorosa a su moto, aún allí aparcada, y entró en el edificio donde él y sus compañeros solían trabajar cuando las cosas estaban peliagudas como aquella noche. Más rojo que nunca por la ofensa, Tottle le entregó a su policía estrella un pequeño micrófono, que Lestrade tuvo a bien ayudarle a ponerse mientras hacía chanzas de la conversación telefónica mantenida entre su amigo y el jefe.

- ¡Hay que ver que te pasaste Leonard! ¡Mira que insultar al jefe de esa manera! – decía éste, riéndose en medio de sus comentarios. - ¡Qué tengas suerte encontrando al secuestrador!

Unos minutos más tarde, hechas las despedidas, Leonard se reencontró con su moto y se montó en ella, arrancando hacia el Rouge Café con la velocidad aumentando un poco cada segundo.

Unos cuarenta minutos después, y sorteando más obstáculos – que se traducían en personas – que la mañana anterior, el joven policía se encontró a sí mismo frente al espectacular edificio con las aún más deslumbrantes letras de neón rojas que era el Rouge Café.

Apagó el motor y se apeó de la moto mientras un grupo de gente con cámaras corría al lado de un automóvil negro de lujo que Leonard conocía muy bien para su desgracia. Aquellos vehículos, importados expresamente de Alemania, pertenecían a los Von Hausen.

Como para confirmar sus sospechas, una vez que el auto se detuvo a pocos metros de la entrada del Café, se vislumbró en la lejanía las cabelleras rubias de Adolf Von Hausen y su esposa Antoniette.

Una tercera cabeza rubia salió del auto mientras que un grupo de personas daba paso al matrimonio, ofreciéndole así a Leonard una mejor visión de los personajes. La última persona en salir del automóvil era Helena. Estaba realmente hermosa con un largo vestido azul, que la hacía lucir como una sirena que, cansada de estar bajo el mar, había decido echarle un ojo a aquel mundo donde los seres humanos trataban de parecer gente cuerda y normal o al menos personas. Pero al igual que una criatura extraña y bella en un mundo vil, la joven mantenía en sus ojos una mirada apagada, como si se sintiera muy pequeña en un lugar demasiado grande.

De repente el grupo se abrió más y Archer, desviando la mirada de la atractiva mujer, observó como su tío le hacía señas, reconociéndolo a pesar de que aún tenía la protección del casco.

- ¡Vincent! ¡Aproxímate!