Partida Rol por web

Tras la puerta secreta se encontraban los objetos que les había descrito el espíritu de Vesorianna. Unos objetos que les ayudarían a derrotar a los más malvados de los fantasmas que moraban en Harrowstone. Pero habían sido advertidos de que desprendían mal por lo que su uso debía reservarse solamente para momentos de gran necesidad...

Loada sea Pharasma, estos objetos deberían mantenerse resguardados pues su naturaleza maligna puede afectarnos negativamente... Los guardaremos en su urna dentro de las mochilas y solamente se usarán si es menester contra los espíritus que fueron sus dueños....

Cuando hubieron guardado los objetos volvieron sobre sus pasos para continuar explorando aquel nivel.

Ishaya se dio cuenta de que aquellas aparatosas urnas eran muy difíciles de transportar. Les entorpecerían todo el rato. Pero tampoco debía dejarlas allí, aquellos objetos les serían muy útiles cuando aparecieran los espíritus de los ilustres de Harrowstone. Podía entender las reticencias de Desther pero si alguna cosa tenía clara el sacerdote pharasmita es que llegado el momento el inquisidor haría lo necesario por acabar con los seres malignos que llenaban la prisión, todo lo necesario... esa era su naturaleza, su camino...

Tendremos que sacar los objetos de las urnas para poder llevarlos cómodamente... envueltos en ropa y dentro de las mochilas, estáis de acuerdo?

Cogió una urna y le dio varias vueltas para ver si se podía abrir fácilmente o habría que romper el cristal.

Totalmente de acuerdo

Respondió el grandullón mientras sostenía en alto la urna que contenía el hacha de mano del Cercenador. Acto seguido la dejó caer rompiéndose la urna de cristal en miles de pedazos. Después apartó con el pie de entre los escombros el objeto y se lo colocó en el cinto en la parte de atrás bajo la mochila.

Aquí estará lo suficiente a mano por si hace falta y... jajaja justo encima de mi trasero, ahí seguro que dejaré adormecido cualquier mal que quiera corromperme la almorrana.

La cosa no tenia vuelta de hoja. Las urnas eran impracticables, y los objetos eran muy necesarios para combatir a los espiritus, así pues Erzsen imitó a Sicarius e hizo estallar la urna que contenía los extraños simbolos que según Lyria pertenecieran al embustero padre Charlatán. Con cuidado lso introdujo bien al fondo de su macuto, con la esperanza de que allí, semiolvidados, hicieran el menor mal posible hasta su inevitable uso.

Lyria optó por dirigirse al libro enmohecido del profesor Hean Faramin, el Salpicador. Empezó a inspeccionar la urna en busca de posibles aperturas para evitar el escándalo que habían producido Sic y Erszen, aunque estaba dispuesta a seguir los destructores métodos de sus hermanos sino encontraba otra forma de abrirla. Una vez abierta, procedió a quitarse la capa, descubriendo su esbelta figura con pronunciadas curvas encinta en un corpiño y un pantalón ajustados que realzaba su figura y dejaba entrever sus generosos atributos femeninos.

Recogió el libro, utilizando la capa negra, y lo envolvió con cuidado de no tocarlo. Cuando se giró, pudo observar cómo Sic la observaba, y dibujando una sonrisa pícara, y adoptando una pose más sensual, le comentó:

- Tengo un par de ojos un poco más arriba de dónde estás mirando.

Cuando hubo terminado de sacar los colores a su hermano, se dirigió al resto:

- Me quedo con el libro. Mis artes no necesitan de este estudio, con lo que no me pesará el poder destruirlo fácilmente.

Lyria había dicho estas palabras muy a la ligera, pero en su fuero interno evitaría tratar de destruirlo sino fuera estrictamente necesario, ..., despierta de todo, era una fuente de conocimiento a estudiar, pero debería de tomar precauciones para hacerlo .....

Visto como se rayaban haciendo las cosas, Jarik decidió quedarse con  el último objeto. El martillo , que no era algo que realmente necesitase, pero que Desther no cogería seguro...

Así pues, lo propinó un golpe seco para romper el cuello de la urna y poder sacarlo fácilmente. Al girarse y ver las precauciones que su hermana tenía para con el libro, se preguntó si no tendía el que hacer lo mismo... Ya era tarde. Aún así cualquier medida de protección era poca. Busco donde poner el martillo que no estorbase.Sin contacto directo con su cuerpo, pero de facil acceso si era necesario utilizarlo.

Una vez colocado en un lateral de la mochila, miró al resto. 

Tendríamos uqe controlarnos mejor a partir de este momento. No sea que estas petenencias no vuelvan más susceptibles de las posesiones...

Tras esto, el grupo se dispuso a inspeccionar la última puerta que quedaba en toda la planta. Había sido un trabajo duro, pero no les cabía la menor duda de que la cosa iría a cotas mayores. Erzsen se adelantó para averiguar si la puerta no encerraba trampas. El recuerdo de la baldosa que Jarik estuvo a punto de pisar, había devuelto la concentración al cansado pícaro. Por suerte, no había trampas en las puertas dobles, o eso creía...

Todos excepto el recto inquisidor habían elegido su objeto. A buen seguro que serían de utilidad en su adecuado momento, pero el desconocimiento de sus efectos corruptores, hizo que durante unos minutos, el silencio que los envolvía se pudiera cortar con una afilada cuchilla.

¿Qué desagradables sorpresas les depararían tales fetiches?

Sicarius en su misión de ariete quebró las hojas de la puerta sin mucho esfuerzo, dejando ver una gran cámara olvidada. Varios bancos volcados cubiertos de moho y vegetación, mantenían su posición original frente a un estrado de madera carcomida... Un estrado para un jurisdeclaris...

Tan sólo pensar en la cantidad de gente que habría recibido su sentencia en esta sala, era capaz de poner los pelos de punta...

Cuando entras en la sala, tu corazón da un vuelco al ver que en la parte delantera de la mesa del jurisdeclaris, tu nombre se encuentra a medio escribir en sangre... "Lyr...". Parapdeas incrédula, y la visión desaparece.

El inquisidor se limitó a observar como el resto de los vengadores de Pharasma se apropiaba de aquellos misteriosos objetos y se preguntó si con aquella acción no encontrarían más peligros que los que ya esperaban tras las viejas puertas de la prisión.

- Habrá que actuar al mínimo signo de corrupción de vuestras mentes, como os he dicho esos objetos desprenden mal, un mal que debe ser purgado de toda la fortaleza.. los usaría sólo si fuera mi último recurso.-

La frente de Lyria se perló de sudor. Empezó a pestañear, primero de forma rápida, pero poco a poco más pausada, hasta que sus largas pestañas fueron imitando el lento aletear de una mariposa. La respiración se acompasó con el lento aletear de la mariposa, hasta que se detuvo. Sus ojos también se mantuvieron cerrados. Y como si de una letanía se tratase empezó a recitar un salmo no muy conocido de la Señora de las Tumbas, recitado a veces por el populacho en un intento de convertirse en una especie de guarda protectora:

- Pharasma es mi guía. Es el faro en el embravecido mar nocturno. Es el Sol que en el amanecer mitiga las sombras de la noche. Es la luz que lucha contra la oscuridad que se cierne sobre mis hombros ....

La relajación en Lyria se hizo presente, y aprovechando esta se sumergió en el archivo de su mente. Indagó en sus conocimientos antiguos y recientes. Conectó ambos. Y la evidencia surgió por si sóla:

- .... pasó a obsesionarse con el poder de los nombres y cómo podría usarlos para su terrorífico control, ...., había perdido su posición y había desarrollado una incontrolable obsesión por la unión del nombre de las personas y lo que sucedía a dicho nombre cuando la persona moría. Cada día escribiría de forma secreta una letra del nombre de la víctima. Cuando el nombre fuera completamente deletreado, podría hacerse con dicha persona matándola de forma sanguinaria y cruel, usando trampas o eventos preparados, a los que la víctima no se podría oponer, simulando un accidente perfecto, ... - los ojos de Lyria se abrieron lentamente, y en ellos ya no había temor, sino una clara determinación por terminar lo que habían empezado - ..., faltan dos días profesor Faramin, ...., faltan dos días.

Los objetos estaban a buen recaudo, a excepción de Desther todos tenían uno en su haber. La finalidad de aquellos enseres malévolos era clara, acabar con sus antiguos dueños. Se pusieron en marcha para explorar la última puerta de aquel nivel, siguiendo el procedimiento establecido.

Cuando hubieron entrado en la enorme sala que había tras aquella puerta pareció que algo le ocurría a Lyria, Ishaya escuchó como pronunciaba una oración de la fe pharasmita y se temió lo peor... Se acercó rápidamente y poniéndole la mano sobre el hombro le otorgó la bendición de Pharasma...

Tras la letanía empezó a relatar una historia que al sacerdote enano le era familiar, estaba en el borde de su conciencia, justo a su alcance pero que por alguna razón no era capaz de recordar...

Hermana, ¿a qué te refieres? Me suena de algo pero no consigo saber el qué....

Sintió la presencia y la seguridad que siempre acompañaban a la figura de su hermano Ishaya. Se giró lentamente hacia él y dibujó una tierna sonrisa. Aunque la tranquilidad se había adueñado de ella gracias al autocontrol impuesto por el conocimiento de a qué se enfrentaba, el tener cerca a Ishaya y al resto de sus hermanos, terminó de sosegarla. Era la hora de las explicaciones:

- Recitaba los conocimientos que adquirimos en la biblioteca del padre Grimburrow, sobre uno de los cinco espíritus, el profesor Hean Feramin, ..., el Salpicador. - se giró al resto, y recitó todo lo relacionado con dicho espíritu, repitiendo en gran parte lo que acababa de decir - El profesor Feramin era un reputado académico de Antroponomástica (ciencia que estudia el origen del nombre de las personas) en Los Archivos del Cuarto de Imitación de Caliphas. Pero tras una accidental asociación con un súcubo, su estudio fue degenerado y deformado, convirtiéndose en una obsesión. Feramin pasó a obsesionarse con el poder de los nombres y cómo podría usarlos para su terrorífico control. Pronto su reputación se arruinó. Había perdido su posición y había desarrollado una incontrolable obsesión por la unión del nombre de las personas y lo que sucedía a dicho nombre cuando la persona moría. Cada día escribiría de forma secreta una letra del nombre de la víctima. Cuando el nombre fuera completamente deletreado, podría hacerse con dicha persona matándola de forma sanguinaria y cruel, usando trampas o eventos preparados, a los que la víctima no se podría oponer, simulando un accidente perfecto.

Cuando hubo terminado se giró de nuevo y señaló a la mesa del jurisdeclaris:

- Por un instante he visto tres letras de mi nombre escritas en sangre en la mesa, ...., una visión sugerida por uno de los espíritus?, ..., o la manifestación del "arte" del profesor Feramin?, ..., no lo sé, pero en caso de que sea cierto, no le voy a dar tiempo a que finalice mi nombre.

Se giró de nuevo a sus hermanos atacando la decisión inminente:

- Toca decidir: arriba o abajo? - Hizo una pequeña pausa y añadió - Aunque la prudencia de la visión me instigaría a seleccionar el sótano, o mejor dicho, las celdas, soy partidaria de subir al piso superior, dónde muy probablemente encontremos nuevas habitaciones del alguacil o de otros soldados de la prisión, que pudiesen poseer algún objeto que aún fuese de utilidad para combatir a los espíritus que a buen seguro nos esperen en el sótano, ...., lugar dónde fueron condenados en vida.

Por el amor de Pharasma!

Exclamó Sicarius algo nervioso por lo sucedido a Lyria respecto a las letras que había visto procedentes seguramente del propio Salpicador.

No digas gilipolleces hermana, bajemos de una vez a ese sótano y acabemos con esto lo antes posible. Subir arriba tan solo nos demorará y desgastará. Tal vez encontremos más pócimas y documentos super-interesantes, pero seguro que también encontraremos más almas en pena y embrujos y mierdas del tamaño inverso de la hombría de Jarik...

Se giró hacia Jarik y comentó en forma de inciso:

... no te ofendas pistolitas, es tan solo un chiste...

Luego prosiguió dirigiéndose a todos intentando ejercer de frustado líder, como siempre:

Votemos, la decisión es fácil, subimos o bajamos? yo voto bajar y rajar a esos mierdecillas de fantasmas de una vez. Tenemos sus armas, no debería ser tan difícil ya. Que me decís?