Partida Rol por web

Tras escuchar a Marvin, no tardo demasiado en decirle:

-Me parece que lo mejor será que busques un lugar elevado y un buen rifle, ahí dentro se pueden poner las cosas muy difíciles. Y por cierto, tendríamos que contar con más apoyo, otros agentes del FBI. Esta gente no se anda con tonterías, y es seguro que llegaremos a las armas.- Y aquello le preocupaba, ya que podían tener muchos enemigos en ABC, además de los acompañantes que viniesen con el gran hombre. 

  Gracias a su experiencia militar Fessenden identificó el objeto rápidamente.

- No no no! ¡Es una granada! ¡Fueraaa! -gritó. Al momento reparó en que la chica no podría salir de allí. Entonces se movió rápido, sin parase a pensarlo. Arrancó hacia la posición de Crystal con la intención de sacarla como pudiera de la caravana. La agarró por el brazo y tiró con todas sus fuerzas, buscando precipitadamente la salida antes de que todo volara por los aires.

- ¡¡Corre Sinclair!!

Sinclair asustado por la repentina acción de aquel loco, salió corriendo de la caravana, viendo que Fessenden arrastraba a Crystal.

-Si, vámonos corriendo. Menudo hijo de puta.- Tenía que haber dejado que la chica lo reventase por completo, un puto loco. 

FESSENDEN y SINCLAIR.

Salís de la caravana empujando a la aturdida Crystal. Corréis resbalando con la grava hasta lanzaros detrás del coche. Pasan tres segundos... Y el mundo salta en pedazos. Vuelan cristales y chapa. Cuando recuperáis el aliento y baja un poco el pitido de vuestros oídos, veis como se encienden las luces de todas las caravanas del barrio, ladran perros y suenan alarmas de vehículos. Hay una traca secundaria cuando explota la munición que llevaba encima el Norsefire. Buen viaje al infierno.

- ¡Mi casa! ¡¡Me cago en todo, mi casa!

Crystal abrazada a sus rodillas, llora y maldice. 

Hay que irse enseguida antes que lleguen policía y bomberos. Subís al coche y os largáis campo a través.

Sinclair ayudo a Crystal, la animo, la pobre lo había perdido todo.

-Ánimo Crystal, buscaré la forma de tratar de ayudarte. No te preocupes por la caravana, seguro que puedo conseguirte algo mejor.- Y tal vez hubiese la posibilidad de ayudar, ya fuese con dinero, o incluso con un buen trabajo a aquella valiente joven. El desde luego trataría de ayudarla, las jóvenes desvalidas eran una de sus mayores debilidades.

-Vámonos corriendo, antes de que llegue la policía.- Dijo mientras se dirigían al coche y abandonaban la zona. Tenían que cmbiarse, y meterse con el tren en ABC.