Partida Rol por web

Dejas el salón de la partida atrás y rumbo a los ascensores subes a la planta donde están vuestras habitaciones. Te sentías lleno de confianza después de haber hundido a Ross en la última mano. Juntando casi ya 16 millones de dólares, el torneo te comenzaba a sonreír.

Ahora sólo quedaba solucionar el asunto que te había traído hasta allí. Habías dejado instrucciones a la recepcionista de que condujera a tu contacto a la habitación cuando preguntara por "El señor del As de Picas". Sí, era una contraseña chorra, pero qué demonios, tú no eras un espía.

La puerta sonó media hora más tarde, cuando ya te habías duchado, cambiado de ropa y degustabas una copa sentado en el acogedor sofá de la suite.

Nervioso, muy nervioso, Turk se levanto del sofa, movio la cabeza con fuerza para sacudirse el sopor del fuego y el licor, se estiro su traje y fue hacia la puerta.

Sin mas, abrio la puerta. Un espia quizas hubiera preguntado quien era, o habria estado preparado par cualqueir eventualidad sacando una pistola, pero el tan solo estaba en el necocio de fabricacion armas, no las usaba, ni siquiera llevaba una.

El hombre que te esperaba en el umbral venía acompañado de otros dos más. Tipos mal encarados vestidos con unos trajes que no ocultaban el hecho de que llevaban pistolas en la sobaquera. Tu contacto era un hombre de mediana edad, calvo y con unos ojos oscuros y profundos. Vestía un traje de tres piezas con la soltura de quien los utiliza como el tipo medio utiliza camisas deportivas.

-Señor Turk -te saludó extendiéndote la mano-. Que gusto me da conocerle por fin. No ha podido elegir un lugar mejor para encontrarnos que este hotel. Tiene usted un gusto exquisito ¿Cómo va la partida?

- Pasen pasen por favor - Se echo a un lado para permitirles el paso, tras ellos cerro la puerta.

- Si, lo cierto es que es un gran hotel, y tiene un gran casino. - dijo amable, intentando no parecer nervioso. - La partida va bien, aunque aun queda mucho, me temo que se nos alargar la noche. - Miro su reloj para saber de cuanto tiempo disponia antes de inicar la partida. - En un rato terminara el descanso, pero aun disponemos de tiempo, ¿quereis una copa? - dijo señalando el mueble bar. Alli no habia champagne, no se acordo de pedirlo, sin embargo tenian un estupendo bourbon del que Turk ya estaba tomando una copa.

Realmente estaba nervioso, no solia tratar a gente asi, de hecho hasta ahora casi nunca habia tenido que hacer de "comercial". Aunque intentaba no parecerlo, no estaba seguro de estar consiguiendolo.

Sí por favor, gracias -dijo el hombre entrando en la habitación seguido de sus dos guardaespaldas. Ambos sicarios se quedaron junto a la puerta mientras el contacto se sentaba contigo en los sillones-. Bueno, ya sabe por qué estamos aquí. Mi cliente está muy interesado en el tipo de mercancía que vende usted, señor Turk.

Enseguida John cogio un vaso bajo y ancho y lo coloco frente al hombre, sobre una mesita auxiliar que habia entre los sofas. Lleno hasta una cuarta parte el vaso sin hielo, al mas puro estilo gringo, solo bourbon.

- Por supuesto, estamos aqui para llegar a un acuerdo, de eso se trata ¿No? - dijo dando un sorbo a su licor. - Pruebelo, es Blanton's Straight Barrel, una autentica delicia de Kentucky - alzo su vaso para admirar su color ambarino y dar un nuevo sorbo.

- Exactamente, ¿en que estaba pensando su cliente?, ya sabe que mi empresa abarca todo tipo de productos. - dijo algo mas tranquilo, pero sin queitar ojo a los dos matones que guardaban la puerta. Habia visto demasiadas pelis de espias. miraba la ventana, pensaba en como escapar de alli y por mucho que lo hacia, no tenia ni idea. Calro que en la vida real no tenia por que pasar nada, esto era una reunion de negocios, sencillamente.

El hombre dio un sorbo del líquido ambarino cerrando los ojos para apreciarlo mejor.

-Ah, exquisito. Tiene usted muy buen gusto, señor Turk. Pero no quiero robarle más tiempo. Sé que tiene que regresar a la partida cuanto antes. Mi cliente está interesado en sus nuevos rifles de asalto y los lanzagranadas. Quiere encargarle una partida abundante. Es un hombre con muchas necesidades.

Siguió degustando el licor antes de levantarse.

-Nos quedaremos en el hotel hasta que termine la partida. Cuando hagan la pausa hasta el día siguiente venga a verme y cuénteme qué puede ofrecernos. Estamos en la habitación 711.

El hombre caminó hasta la puerta y te saludó con amabilidad antes de irse junto con sus hombres.

Turk se levanto a la par que aquel hombre, le tendio la mano y le contesto antes de que se marchase.

- Alli estare, descuide. Estoy seguro de que podremos llegar a un acuerdo. - le dijo amablemente. Estubo tentado de preguntarle el nombre, pero se reprimio, imaginaba que las cosas debian de ser asi.

Una vez se marcharon, cayo fulminado en el sofa por la tension acumulada. No habia ido tan mal, de no ser por los guardaespaldas que llevaba, nadie hubiera dicho que ese hombre pertenecia a alguna organizacion, una que necesitaba muchos rifles y lanza granadas

a los pocos minutos, cuando su corazon volvio a latir a su ritmo habitual, cogio su telefono, tenia que llamar a alguien, al coordinador de ventas de su empresa, necesitaba saber que era lo que realmente podia ofrecer. Claro que tenia rifles, a eso se dedicaban, pero tenia que saber de cuantos podia disponer, y de la manera de hacerlo sin levantar sospechas. Suponia que la venta no seria del todo legal, aunque si estaban dispuestos a hacer un contrato, tanto mejor.

No tardas en comunicarte con tu departamento de ventas. Se pondrán a trabajar en el stock disponible enseguida. Para cuando tengas el descanso de la partida ya te habrán proporcionado una relación de material y precios. Sin más que decir, cuelgas y bajas de nuevo al salón para continuar con la partida.

Se cambio de traje y de camisa, se apuro la copa y salió tranquilamente hacia los pasillos, camino de la partida.

Regresas a tu habitación y te pones en contacto con tu gente para solicitar información sobre tus participantes.

-No se preocupe, señor Duque. Mañana por la mañana tendremos los datos antes de que regrese al torneo. Que tenga mucha suerte.

Después de regresar a tu habitación y adecentarte otra vez, no te detienes a descansar. Es tarde, pero aún así te diriges al séptimo piso, habitación 711. Te abre la puerta uno de los gorilas que acompañan al tipo. Este está dentro, en el saloncito de la suite, vestido con una bata del hotel y bebiendo whisky.

-Señor Turk, estaba a punto de retirarme a dormir. Ya pensaba que usted no venía ¿Cómo va todo?

Después de lo ocurrido con el pobre Barque, temes que a Thomas se le ocurra algo parecido. Sin embargo cuando subes a la cuarta planta y vas hacia la habitación 423, que es la suya, te abre el propio Thomas.

Esto era una enorme sorpresa, de verdad esperaba lo peor, aunque en realidad no estoy completamente convencido, de verdad quisiera dormir, pero entre mas rapido aclare esto mejor sera.

-Señor Thomas, buenas noches, vine a despedirme y brindar, hubiera ido con alguien mas, pero dado el torneo, dudo que alguien mas tome a bien una visita mia-

- Muchas gracias, respecto a lo de Barque, olvidarlo, tendremos que buscar otro. - En cuanto cerre la puerta de la habitación, aproveche para quitarme la corbata, necesitaba tomar una ducha y descansar, despues de llamar al servicio de habitaciones y encargar algo ligero para cenar. No tenía ganas de salir a ningún sitio y me dispuse a esperar viendo las noticias, para ver si había alguna referencia a la partida y los sucesos acaecidos.

- Bueno, lo cierto es que un fallo, y una mala mano, me han dejado mellado. Pero no es problema, estoy seguro de que saldre adelante. - le dijo refiriéndose a la partida - Es muy amable, gracias por el interés.
Quedo de pie, esperando una invitación a sentarse y por que no, a tomar uno de esos whiskys. No era Turk el que quería sacar el tema de la compra, esperaría a que el hombre tomase la inicativa

Me levanto totalmente recuperado, acostumbrado a un ritmo de vida ajetreado este descanso me ha dejado nuevo. Me ducho mientras escucho las noticias de la mañana, las noticias sobre España y su crisis, me hacen sonreir, cada mala noticia es un posible voto más, se cumple el axíoma: "Cuanto peor, mejor para mí".

No puedo olvidar el suceso de Barque, tenía una mejor opinión sobre él, pero su comportamiento revelaba serios problemas, bastante tengo con evitar que la gente recuerde mi pasado reciente para tener que cargar con más problemas, llamo al servicio de habitaciones para pedir el desayuno, serán muchas horas por delante y hay que cargar bien las pilas, café, zumo, tostadas, una pieza de fruta y yogur me ayudarán a llevar el desgaste del torneo.

Mi cabeza da vueltas a todas las posibles variables, como reaccionar a posibles jugadas, comportamiento de los jugadores, seguir jugando como hasta ahora o aumentar la agresividad, sin dejar de lado otras cuestiones, por supuesto, tenía algunas dudas acerca de nuestro misterioso Sr. Bond y los extraños jugadores, pero debía mantener mi mente alejada de esto y centrarme en el juego, que ya era suficiente.

Me sumergí en el agua de la ducha, tenía el efecto de borrar y abstraerme de los problemas, un rato bajo el agua y ya estaba al cien por cien, la rutina diaria, afeitado y visita al canal de información económica Blomberg, viendo la apertura de Tokio y como cerraron los mercados, desde luego, este era mi mundo, las cifras, las finanzas internacionales, si todo salía bien, antes de lo esperado volvería a estar entre la élite que dirige el mundo. Debía ganar la partida, había muchas cuentas que saldar.

-Pase, la verdad es que no tengo sueño -dice Ross apartándose de la puerta para que entre Boner- ¿Qué desea tomar? ¿Cómo ha ido la siguiente mano?

-Pero no se quede de pie, hombre. Siéntese aquí, le serviré un trago. He oído que ha ocurrido algo grave hoy. He visto la ambulancia y a varios agentes de la policía. Por lo que le he oído decir al servicio, uno de los jugadores se ha suicidado ¿Qué ha ocurrido?

- Gracias - dije sentandome - No se lo que ha ocurrido realmente, al parecer se ha suicidado uno de los jugadores - informo Turk - Supongo que tendria deudas que no podria devolver, o sencillamente no aguanto perder quince millones, quien lo sabe.
Tomo la copa que le habian servido, le gustaba el whisky, de eso no habia duda.