Partida Rol por web

Abrir el gran portón que daba entrada al castillo fue más sencillo de lo que os podíais haber temido. Era como si aquella puerta os invitase a pasar para que conocierais de primera mano los horrores que puede haber en su interior ¿pero podría ser peor que lo ya visto en los jardines?

Caminasteis por el pulido suelo que denotaba un excelente cuidado de la estancia; sin embargo la sensación de que todo aquello era mágico y siniestro seguía poniendo la piel de gallina.

Comenzasteis a moveros de manera muy sigilosa por aquel lugar, sin embargo aquella sensación de que estabais siendo observados seguía presente a pesar de que no había nada a vuestro alrededor. El hall era enorme y desencadenaba en un largo pasillo perfectamente iluminado; no había muchas alternativas por donde elegir ya que el camino era unidireccional, o seguíais adelante por los lujosos pasillos o dabais marcha atrás por la puerta.

De repente comenzasteis a notar un temblor bajo los pies, pensasteis que se trataba de un pequeño seísmo pero la combinación de varios sonidos guturales hizo que miraseis en dirección hacia atrás.

En cuestión de segundos visteis a más de una veintena de no-muertos que estaban surgiendo del suelo, rompiéndolo tras su paso. Todos ellos parecían muy violentos y con la suprema necesidad de atraparos, sus brazos siempre estaban extendidos.

Drake se prepara para el combate.

-Rog y yo haremos de cebo. Tu concentra tus hechizos, se que puedes con ellos. - dice, mientras mira a la pequeña Luz.

-Te has vuelto loco? Son más de 20!- Exclama con nerviosismo al ver que Drake quería pelear contra los incontables muertos que volvían a levantarse.

-Afuera solo nos enfrentamos de a uno a la vez- Proseguí diciendo.

Nervioso, por la desición que Drake se apresura a tomar, agarro mí hacha que tengo en el cinturón y me preparo para la masacre que sería eso...

De repente, nuevamente un fuerte dolor de cabeza me hace hincar de rodillas, en mí interior, una voz me susurra -Hazlo, déjate llevar, liberame- 

El sondeo por el pasillo se hacía extraño e inquietante. Luz nunca se separó de su libro, abrazándolo mientras caminaba junto a sus compañeros, sin parar de observar las estimables decoraciones de un pasillo que, debido a su inmensidad, imponía al apenas poder divisar un final.

De repente, aquel reciente temblor y la repentina aparición de los horripilantes seres en estado de putrefacción, hicieron que la chica se sobresaltase. Sin embargo, el consejo de Drake otorgó valor a la niña, que con la oscilación de una mano, hizo levitar su libro. - ¡... S-sí!

Y extendiendo su otra mano hacia el conjunto de monstruos, la niña invocó un círculo mágico.

- ¡¡Feuerbälle!!

Arrojando desde el círculo numerosas bolas de fuego que buscaban impactar de lleno en cada uno de los enemigos.

Encorajado por la reacción de sus compañeros, se sorprende y sonrie. 

Drake saca su latigo y ataca.

- Ahora vereis porque los Belmont luchamos contra demonios. Adelante, Vampirekiller!

Golpea en la cabeza a uno de los zombies. 

-Venid uno tras otro, malditos.

Finaliza, mientras sigue atacando al resto de los zombies. 

Manteniéndose con decisión firme, Luz prosiguió quemando a aquellos seres que bien ardían ante el fuego evocado. Con un grito de decisión concluyó la ígnea ráfaga, cuando una bola final, más grande y ardiente fue arrojada, explotando con fuerza, y fulminando por completo el resto de criaturas que, entre los tres héroes y con suma efectividad, abatieron.

Drake sigue con sus latigazos mientras que Rog, inhumanamente, decapita un montón de enemigos con su hacha. Para rematar, Luz los calcina con su magia. Finalmente la sala acaba vacía y Drake afirma con voluntad.

- maldita sea, hacia años que no me sentía tan vivo. - ​riendose - hacia donde vamos ahora? - observando la sala en la cual están.

Me dejo llevar, mi cuerpo se siente mas fuerte, mis brazos, se estremecen e hinchan, siento mas fuerza y mis manos.. mis manos comienzan a deformarse, mis dedos, adquieren mayor largura y mis uñas, se alargan, siento un frenesí, comienzo a pelear con los no-muertos, voy revanandoles la cabeza con el hacha, pero no me puedo contener mas. Suelto el hacha y comienzo a destrozar los cuerpos con mis largas y afiladas garras. La pelea terminó, cuando de repente me doy cuenta, todos los cuerpos yacen en el piso. La mayoría quemados, otros tajeados por el látigo de Drake. Pero los que yo había enfrentado, se encontraban mutilados, destrozados.

Todavía no se muy bien que ocurrió, pero se sintio fantástico

Tienes un hambre atroz, te ves capaz de alimentarte de los cuerpos inertes de tus enemigos...

Mientras me recupero del frenesí, repentinamente comienzo a sentir un hambre voraz, el olor de la carne descompuesta de los no muertos me volvía loco.

Intenté recobrar la calma, tome mí mochila colgada de mí espalda y agarre unas frutas que había traído. Por mí sorpresa, mí hambre no se había ido. Solo me quedaba resistir, me aparte lo más que pude de los cadáveres e intente calmarme, de seguro no duraría mucho hasta que necesite comer algo más que solo frutas.

Aquello fue lo primero que mató en su vida. No sintió remordimiento pese a ello, pues eso que se desvanecía entre sus llamas no lo tomó en más estima que una putrefacta injuria a Dios.

El calor producido por el propio círculo mágico, el cual se desvaneció posteriormente, hizo que Luz tuviese que secar el sudor de su frente con su propia ropa. Miraba atónita el resultado que los tres habían conseguido al acabar con todas aquellas aberraciones. Mas el verdadero desconcierto fue ver al cazador cambiar de forma de forma tan estremecedora. Tal fue este, que incluso hizo que la niña diese varios pasos hacia atrás, sin guardar aún su conveniente grimorio, por lo que pudiese ocurrir.

- ¿Q-qué sois? - preguntó a Rog con voz nerviosa. – Creo haber visto en vos una exteriorización no humana... – torciendo la mirada entonces a Drake, para contrastar su valoración con la turbación que en aquel momento experimentó.

Aceptando la mirada de Luz, Drake prosigue - Hay algo que nos has estado ocultando, y si queremos rescatar a tu amada, saliendo de aqui con vida, tenemos que saber que ha sido eso. - dice, decisivo. 

Espera la respuesta de Rog, antes de continuar explorando, ya que le parece de vital importancia. 

Luego de comenzar a buscar una pista o camino, me doy cuenta de las miradas de Drake y Luz. Luego, la pregunta que le hace Drake, termina de hacer click en su cabeza.

-Esto no es normal, a una persona común no le ocurren esas cosas- pienso en mí interior y volteo a mirarlos.

-No tengo idea de lo que me ha ocurrido, ni bien entre al castillo sentí un fuerte dolor de cabeza y una voz susurrante que me decía que me libere, que no me contenga. Luego de unos segundos paso... Pero en este momento, cuando nos enfrentamos a los no muertos, sentí que iba a ser un reto mayor al de la bestia que enfrentamos afuera, esa voz, nuevamente me susurró que me deje llevar. Luego de eso, sentí una gran presión en todo mí cuerpo y mis manos se tornaron garras, sentía mucha más fuerza que de costumbre y luego de que los no muertos fueron derrotados, sentí que el frenesí desaparecia y volvía a mí estado natural. Es la primera vez que me pasa.-

Miro mis manos, toco mis brazos y son los mismos que siempre fueron, manos normales.

-Luego de eso, sentí un fuerte apetito por esa carne de los no muertos. Se que está putrefacta, por eso decidí agarrar de mí mochila un par de frutas y comerlas... Aunque siendo sincero, todavía el olor de la carne y más la quemada por el fuego de Luz, sigue haciendo a mí estómago crujir.-

Termino de comentarles al joven Drake y a la pequeña Luz

Aquellas palabras no hicieron sino incrementar el progresivo escepticismo de Luz, que temblando, daba un par de pasos más hacia atrás.

- ... He leído mucho sobre eso... son los llamados “Licántropos”... “Hombres Lobo”... cambian drásticamente su forma, desgarran con sus garras y colmillos a los humanos para alimentarse de su carne y su sangre. Seres del mal que no se dejan dominar por nadie más que por el propio Drácula... – mencionaba con incredulidad y con angustia la asustada niña.

-NO SOY UN LICAN... COMO LO LLAMES, HOMBRE LOBO! Y menos que menos seguiría las ordenes de un vil ser que ha secuestrado a mi esposa o alguno de sus despreciables secuaces...- 

Comento en un tono bastante molesto, por no saber ni siquiera yo, lo que estaba ocurriendo.

-Ademas, vos misma lo dijiste, tienen colmillos y, segun las historias, no son peludos y se transforman con la luna llena? A mi lo único que me cambiaron son las manos. Nada mas.- 

Concluyo mi argumentación un poco molesto de que me compararan con los horrendos seres que secuestraron a mi esposa.

-Panplinas!  Mientras tus intenciones sean dignas, y sepas controlarte, para mí sigues siendo un gran aliado. - suelta Drake, despreocupado. - y tranquilo, que si te descontrolas, aquí estaré yo para recordarte quién eres. - sonriendo, con confianza.