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Castroviejo: El origen

Capítulo final: En el que un titiritero encuentra su sitio entre los héroes y un pueblo celebra su triunfo

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24/02/2016, 23:08
El titiritero

Los supervivientes corrían. Yo gritaba desde la torre viéndoles de nuevo aparecer cerca de la plaza. Trataba de advertirles en medio de la tormenta estridente de por dónde venía el lobo para que no les pillara por aquel laberinto de calles estrechas. Pero ellos sabían dónde esconderse. 

- ¡Rápido por aquí! En el burdel estaremos a salvo... de momento. 

Cuando Serafín sacó la llave con la que había abierto lo que otros creían que era un prostíbulo y para él era un laboratorio de experimentación del amor, sorprendieron a Miguel, el panadero, desnudo y medio inconsciente bajo lo que era... ¡UN MUÑECO DE TELA RELLENO! Ayudado con vapores y drogas que flotaban en el ambiente enmascarando otros olores más carnales, las víctimas nunca sabían con quién estaban fornicando. 

Ni Catalina, ni María, habían sabido nunca quién era esa puta que se acostaba con hombres, mujeres y monjas, ni querían saber tampoco cómo se las apañaba el viejo Serafín para satisfacer así a los clientes.  Mientras despertaban a Miguel y le ponían al día de lo que había ocurrido, el alquimista se explicó: 

- Todo era un experimento químico sobre la naturaleza del amor... y cuando los lobos llegaron me di cuenta que podía usarlo para mantener a salvo a la gente y...

- ¡Oh Dios Mio, un muñeco, he estado copulando con un muñeco!- Gritaba Miguel que sufría la peor de las resacas hasta que las mujeres le contaron que había asuntos mucho más importantes que atender. 

¡Como la vida!

El terrible Hombre Lobo que fue una vez Adela Lastra aporreaba la puerta como si fuera a derribarla. 

- ¡No podréis escapar mucho más tiempo! ¡No acepté la oferta de esos cuatro lobos para morir en la horca! ¡Demostraré a mi nueva raza que una mujer lobo puede hacer lo que cinco lupinos no consiguieron!

Los cuatro empujaban al otro lado del burdel pero sabían que no resistirían más tiempo. 

Yo me asomé por el hueco del otro lado de la celda y vi que El Capitán había logrado levantar las ramas y cojeando ir a por su arma. 

Pero no llegaría a tiempo. 

Entonces la luna brilló en lo alto y la lluvia cesó por un instante. 

Y cuando el hombre lobo estaba a punto de tirar la puerta y los últimos cuatro supervivientes rezaban por aguantar más, unidos como siempre y para siempre... cinco sombras se dibujaron en el callejón acercándose allí. 

Adela Lastra se dio la vuelta y pudo ver las siluetas de Francisco de Córdoba, Lázaro, Fray Olegario, Pedro Montes y Bartolomé de Castro

¡Los cinco lobos se reunían a su lado! ¡La raza de Hombres Lobo resucitaba de entre los muertos para unirse a ella en su venganza final!

La licántropo paró entonces de aporrear la puerta mientras esperaba que las sombras le respondieran: 

- ¿Qué queréis que haga, HERMANOS MÍOS? ¿Queréis que os de parte en este festín? ¿Aún tenéis sangre para convertirles a ellos? Decidme. ¿Cómo habéis vuelto de los muertos? ¡Habladme! ¿Qué hacemos con ellos? ¿POR QUÉ NO ME CONTESTÁIS? ¿QUÉ...? 

Las sombras nunca se terminaban de materializar. Solo sus siluetas se veían en el muro que llegaba al burdel. Y entonces la Licántropa comprendió el engaño. 

MI ENGAÑO. 

Porque a la luz de la luna y asomando mis títeres de lobos, fui yo quien desde la torre proyecté la sombra de mis muñecos para engañar así a la maestra de los engaños. 

Adela aulló a la luna furiosa y cuando quiso volver a cargar contra el burdel, un disparo en la cabeza acabó con su vida. El Capitán pudo llegar a tiempo gracias a un titiritero preso que quiso formar parte del cuento de estos héroes que acabaron contra los monstruos. 

 

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24/02/2016, 23:29
El titiritero

Y llegamos al fin de esta historia, queridas niñas y niños. 

La historia de un pueblo llamado Castroviejo que venció la amenaza de una raza de hombres lobo camuflados entre ellos. 

Pero seguro que lo que queréis saber es qué pasó con los habitantes del pueblo que sobrevivieron. 

Serafín Grimón siguió con sus inventos y aunque tuvo que deshacerse del Muñeco del Amor el día que la Inquisición le visitó, siguió siendo un sabio y encontró amparo en la Corte del Emperador. 

Miguel de León y Catalina acabaron juntos, sí, teníais razón las que os dabais codazos cuando salían sus muñecos. Y se fueron de aquel pueblo castellano ¿cómo culparles después de aquella masacre y de que sus vecinos hubieran muerto casi todos? Pero además tenían un sueño que cumplir. Dicen que emigraron al Nuevo Mundo, a tierras vírgenes e inexploradas y que ambos repoblaron toda una isla para vencer sus lutos y sus traumas de burdel. 

María de Velli en cambio sí permaneció en el pueblo. Su decisivo voto y su valentía fue recompensada con el título nobiliario que siempre había ansiado y se convirtió en la Marquesa de Castroviejo cuando el comendador volvió a decir a los lugareños que volvieran al pueblo y aumentaran la población de aquellas maltratadas tierras. 

El pueblo siguió su historia de siglos. En la plaza de la higuera plantaron un nuevo árbol y en la del pozo pusieron una estatua a SANTA MARÍA LUCRECIA. En la inscripción de la estatua el nombre de todos los habitantes que hicieron historia con su sangre. Y con sus migas de pan: 

Beatriz Bocanegra, Diego de Narváez, Inés de Suarez, Mireille de Remu, Pablo, Ramiro Benavente, Ramón Gutierrez, Rodrigo Belmonte de la Poza y Rodrigo Pies Oscuros figurarán por siempre en la memoria de Castronegro. 

Así que ya saben, señoras y señores, niños y niñas, es posible descubrir el mal si el bien aúna fuerzas, porque recordad que hasta la luna de los lobos arroja sombras que, en ocasiones, pueden ser instrumentos de la luz. "

Notas de juego

La música de los siglos tornó en polvo a los que alguna vez presenciaron la historia y a los que contaban la historia y a los que de ellos escucharon esta historia. Pero mientras todos se reúnen en el cementerio.... bailemos que hoy es día de fiesta.