Partida Rol por web

Bellita, ignorando el hecho de que Leonsio II estaba a punto de convertirse en Leonsio III, (siempre y cuando los tramoyistas utilisasen correctamente la lanzadora de perros de repuesto) se rasco la cabesa. Aquello era un símbolo telenovelesco de que estaba pensando, asentuando por el hecho de que tenía los ojos fuertemente serrados. La sieguita, que sabía cantar muy bien se puso a repetir el asertijo al son de "Estaba el señor don gato"

♪Es-te-ban-co- esta o-cupaaaaaaaaado. Por un pa-dre y-un hijo jo, jo, jo, jo♪ —el ritmo de la música hizo bailar a la mismísima estatua de Kerrigan que empesó a perrear.Bellita paró y continuó Jo, Leonsio. Al que se le dá bien esto es a mi primo Carlos Esteban. Si, chiquitín...a Esteban dijo resolviendo el complejo asertijo

- Aaaay, pero que asco de pinche rata amarilla, ¡fuera, fuerita, fuera, rata! ¡largo de aquí! ¡Fus, fus, fus!-intentó espantarla Lupita en cuanto la vio apareser al picachu salvaje.

Entonses... en la ocuridad de la noche, aparesió ÉL. Un macho machote masculino aseitadamente aseitado con su pecho de macho relusiendo a la lus de las estrellas y farolillos que alumbraban el campo de cafetales (el primer dueño mandó ponerlas para saber dónde metía la minga, nomás). Lupita se quedó mirando los brillos que se desprendían de su aseitado pecho, goteando aseite o sudor, no lo tenía muy claro. 

Lo contempló, pasando del picachu salvaje que le gruñía e iba a atacarla, pero ella estaba demasiado consentrada en los movimientos tan aseitados y sensuales del caballero. Y en menos que canta un kakapo , el picachu estaba capturado en la poke-sombrero del misterioso héroe. El corasón de Lupita palpitaba como la lengua cuando comes unas enchiladas bien picantotas. Dejó que besara su mano y ella apartó la mirada, asorada. 

- No se preocupe, señor. Estoy bien. Yo casaba estas ratitas cuando era chica y mi mamá hasía un guiso de picachu salvaje que estaba chévere, ¿sabe usted?-le cuenta sus recuerdos de infansia- Grasias por salvarme, es todo un caballero y un héroe...-suspiró, perdiendo su mirada en sus ojos dorados como el aseite-... ¿Cómo puedo agradeser lo que ha hecho por mí? 

Carlos Antonio Javier Sanegunio Veracruz no había tenido tiempo para aceptar las implicasiones de su nueva condisión cuando fue interrumpido por un extraño ruido.

Quisa aquella maldisión le sirviera para arreglar los desaguisados de la hasienda, quisa realmente fuera una bendisión de la virgensita. Podría investigar y ayudar ¿Quién sospecharía de un caballo?*

El ahora caballo Carlos Antonio se lansó a la carrera en pos del ruido. Durante unos segundos...minutos, la escena se centró en mostrar los portentosos músculos del semental en carrera, sus crines moviendose al viento de la noshe, con una gigantesca y pechonuda luna de fondo.

Ya había llegado a su destino cuando cayó en la cuenta. -¿Qué me estaría queriendo desir Iván con lo de la Abuelatovich?

El equinántropo Carlos Javier vio, cuando llegó, a la abuela rodeada de ninjas de color morado. Uno estaba muerto y otro parecía el jefe, porque llevaba ropa de mejor calidad.

Abuela, lo que ves llegar es un caballo con un tolón realmente enorme. Va arando el campo tras él, dejando un surco que bien valdría para plantar nabos. El Ninja Púrpura te mira con irritabiliación y añade:

- Ah, Vieja Chocha Sama, no estal tú tan chocha como fingil. 

La vos en off ya estaba hasta las orejas. La habían puesto ahí para custodiar custodiadamente un objeto altamente custodiable y esto iba de mal en peor. Llena de ira, comenzó a trazar unas extrañas runas:

- ¡Pues vale, despeja la X y tira p'alante, que me tienes contento! -le chilló a la sieguita.

Obviamente, Leonsio estaba muerto remuerto tras su pis inapropiado, pero los guionistas tiraron otro perro al plató. Este perro ni era guía ni tenía dignidad, pero ya a estas alturas a quién le importaba.

La vieja empiesa a juntar los dedos formando mudras, algunos chispasos dorados salen de su mano. Pero, por desgrasia, la artrosis y el sindrome Huntington Recklinghausen, le impiden entrar en el modo loco ese en el que su pelo se volvería rubio y se pondría todo "parriba" y podría usar sus dones de sensey ninja (pronunsiado“ninja”, no “ninya”)…  la cosa estaba muy puta, nomás. 

Por suerte Carlos Antonio Javier Sanegunio Veracruz entro en escena, lo que hiso que la vieja sonriera malévolamente sin que este le viera. De hecho ninguna cámara la enfocaba a ella, pues en cuanto el semental y su caballo entraron en escena, todos los sooms de las cámaras fueron derechos a lo que los productores sabían que las espectadoras querían ver. Aprovecho ese momento de discresión entre cambios de planos, fallos de racor y pausas publisitarias para meter la mano bajo su manta y armarse.  

-Corre Carlos Antonio Javier Sanegunio Veracruz, son unos ladrones ninjas, "ponete" a salvo. Déjame atrás y huye, tú que eres joven y tienes mucha vida por delante.

Tras desir estas palabras prosedió a arrojarle al ninja jefe el termo de café hirviendo a la cara y sacar el bote de laca y su mechero "sipo".

-No dejare que le hagan daño a mi familia y amigos, malditos ninjas del basar oriental, ¿Me oyeron pendejos?

La vieja abre fuego, ensiende el mechero y acsiona el espray de laca.

La vieja empiesa a juntar los dedos formando mudras, algunos chispasos dorados salen de su mano. Pero, por desgrasia, la artrosis y el sindrome Huntington Recklinghausen, le impiden entrar en el modo loco ese en el que su pelo se volvería rubio y se pondría todo "parriba" y podría usar sus dones de sensey ninja (pronunsiado“ninja”, no “ninya”)…  la cosa estaba muy puta, nomás. 

Por suerte algo distrajo a su enemigo, lo que hiso que la vieja sonriera malévolamente.

Aprovecho ese momento de sorpresa, cambios de plano, fallos de racor, relinchos y pausas publisitarias para meter la mano bajo su manta y armarse. Cuando el ninja jefe se giro para ver el caballo, prosedió a arrojarle el termo de café hirviendo a la cara y sacar el bote de laca y su mechero "sipo".

La vieja abre fuego, ensiende el mechero y acsiona el espray de laca.

-¡Ya muerete pendejo! Nadie se interpone en los planes de la Abuelita Carmen Antonia Lucia (risa malvada)

¡¡¡Pero eso es muy fasil!!! dijo Bellita mientras sacaba un Iphone última generasión (pero que curiosamente funsionaba con Windows ME) y se descargaba la aplicasión de Sheldon Cooper que diseñaron de la cuarta temporada. En una escena aparte se pueden observar a los manifestantes de PETA protestando por el uso excesivo de perros y por la lansadera que usan para sustituirlos mientras que muestra fotografías de los dos primeros canes con un rótulo debajo "IN MEMORIAM"

La sieguita enseñó entonses la respuesta que el movil indicaba....más ella no era conssiente de que en realidad el mensaje era otro:

Pero Bellita quería demostrar también que era inteligente así que diho la respuesta que ella creía correcta  mientras orgullosa mostraba su iphone-windows ME.

La respuesta es la misma que el famoso ingrediente secreto para haser la salsa de tomate a la cocaína de mi abuelita. Es Arístoteles. Pero claro, es su nombre completo en griego clásico.Y es que todos saben que Arístoteles tenía sangre latina y que por ello tenía diesisiete nombres más, ya que era antes de que la ley obligase a tener un mássimo de siete nobres en uno.

- ¡Usted es María Elena Angélica! - repitió una vez más alzando el rostro hacía otro lado creyendo que el posar dramático haría más cierto lo que estaba disiendo.

Acto seguido omitió toda recomendación médica y por necesidad del guión confesó su larga, largisima  historia.

- Sois mi hermanita. - le dio un par de codazos amistosos - y te diste un golpesito muy feo y te volviste loca pero loca, loca. De las que cantan y bailan en camisón por la finca y hasienda. ¡Pero ya no más! Ahorita recuperaras tus recuerdos ¿ah? - le frotó la cabeza cantando - cura sana, culito de rana. si no se cura hoy, se curará ma-ña-na.

El corasón del Aseitoso Aseitado empesó a palpitar con fuersa al fijarse en los presiosos ojos de la donsella que trataba de haserse la fuerte ahora que la había salvado. 

En ese momento podría haber pasado por su lado toda una banda de ladrones, que él no se habría dado cuenta por la atensión que tenía puesta en Lupita. 

Una sonrisa sensuarl y aseitada empesó a dibujarse de medio lado en los labios del Sensualoso Aseitoso con la pregunta de la joven, pero antes de responder, bajó tímidamente la mirada durante un instante en el que pudo apresiar sus pechotes, con esa maravillosa vista senital. Al volver a asender para mirar a sus ojos se detuvo mirando sus labios, sin llegar a soltar su mano todavía, y habló con esa vos grave y aseitada que se pasaba horas practicando cuando estaba a solas. 

- No me debe nada, señorita. Ha sido un plaser realmente plasentero salvarla y haber visto la lus de sus ojos ya es sufisiente pago. Pero... - Añadió, acarisiando los dedos de la joven con el pulgar mientras ponía su vos más seductora y hablaba en vos baja, asercándose a ella como si fuese un secreto. - Si quisiera darme un beso como recuerdo de esta maravillosa noche, creo que no lo olvidaría jamás. - Y como todo el mundo sabe, cuando uno pide corre el peligro de que no le den, pero si directamente coge algo, ese riesgo desaparese... Así que en cuanto terminó de hablar, empesó a asercar sus labios a los de la donsella con la esperansa de que ella no se apartase. 

La Vos en Off parese realmente mosqueada.

- Ah, sí, ¿eh? ¿Tengo que estar aquí seisientos sentenitra y dosmil años, para qué? Para nada! ¡Pues que te den morsillas tú!

La estatua de Gabriel Kerrigan  se iluminó. Tenía en las manos un sable de lus... y en la otra, de pronto, un grimorio mágico que se habían olvidado de poner antes los guionistas. Con un poco de suerte estaría en braille.

La sieguita cogió el sable... paresía diseñado para ella.

Una vos en su cabesa habló:

- ¡Ah, por fin vuelvo a la vida! ¡Soy todopoderoso, y muy interpretativo, mis análisis médicos no están nada munchkineados! ¡Vamos a matar cosas!

Y entonses, Bellita supo una cosa: tenía que elegir. Tenía que elegir entre ser la aprendis de Darth Kerrigan o de Diosnobi.

ESCOGE PUES!!

- Muuuuuuuuuuuuuuuuu!!

Ana Victoria empesaba a notar el efecto curativo de la canción de Perseo Alberto, o tal ves fuera que al echar la pota su organismo notaba la mejora de tener el estómago vasío. Entre las brumas del alcohol, la chica lo vio claro. No sabía si era la hermana o no, a ella no se lo paresía pero tampoco iba a llevarle la contraria al muchachote de pecho aseitado. Lo que sí creía es que debía serlo. Para haserle un favor grandote. El pobre muchacho paresía triste y desviado, y rico, tal ves rico, quisás dueño de una hasienda, probablemente rico, seguro heredero, con dinero, con riquesas, rico, de rico, de los ricos de toda la vida. Y a ella le gustaba ayudar a la gente. Y la riquesa. ¿Y ayudar a la gente por su riquesa? Aquella paresía una presiosa combinasión de hobbies.

- ¡Ola k ase! - mientras había estado meditando con cambiantes caras de interés sobre el deber y el plaser una llama aparesió de repente, y la enfermera, sin acordarse del guión, soltó lo primero que le vino en mente antes de que el apuntador empesara a chivarle lo que venía a continuasión -. ¡Ai, no mames! ¡Pues sí debo ser tu hermana porque acabo de ver una llama! ¿Y no dijiste que estaba reloquita? Seguro que ver llamas no es normal. Aunque el animal se ve relindo y presioso, y con una mirada tierna... Que su carne también se ve tierna. ¿Las llamas se comen?

Pues...ay no sé! Respondió Perseo Alberto Jairo Uribe a su hermanita Pero es relina, Se encaró hacia el animal y apoyó una mano en su mejilla y el codo sobre la otra mano avaluando al animal ¿sabe como estaría más sasona? Le pondremos collares y un tutú!  De vez en cuando repicaba con sus dedos sobre su mejilla pensativo ¡Reloca! Vas a ver como todos los yamos se giraran a verte.

Ay nena, voy a teñirte el pelo, rojo pasión.

Perseo Alberto Jairo Uribe siguió dando opiniones de moda que podían resaltar el sex appel natural de ese animal mientras sacaba de debajo de su sombrero un kit de peluquería y de sus cartucheras de vaquero (que en la escena anterior no las llevaba pero nadie iba a fijarse en eso) un par de botes de laca de la abuelita que empezó a sacudir y a liberar el gas.

Se adentró en una nube de laca y cuando ésta se disperso apareció la llama más sexy del mundo.

El poderoso y malnasido Tsabrak... perdón, quisimos decir Kerrigan había hablado. Pero no había contado con una cosa...y es que al ser sieguita no más, Bellita no podía ver esos ojasos azules. Solo oía la vos que le paresia la de un mago shillon y llorón, que se creía muy poderoso, con el que había coinsidido una ves. Con el sable en sus manos y el grimorio en la boca de Leonsio III Bellita retrosedio dos pasos mientras los tramoyistas quitaban los trastos que había detrás. (No olvidemos que se trataba de un momento muy épico y caerse en aquel momento hubiese roto el climas).

La sieguita also el sable y una música comensóa sonar precedida de una explicasión en un idioma esstranjero.

Todos los allí presentes se quedaron paralisados hasta que uno de ellos se dio cuenta del error y quitó la eurovisionera cansión.¡¡Vaya error...¡¡Había fastidiado el climax!!! La grabación se paralisó.

[CORTEN. ¡¡¡¡¡REPETIMOS!!! Y DESPEDIR A ESE IMBECIL]
 

El poderoso y malnasido Tsabrak... perdón, quisimos decir Kerrigan había hablado. Pero no había contado con una cosa...y es que al ser sieguita no más, Bellita no podía ver esos ojasos azules. Solo oía la vos que le paresia la de un mago shillon y llorón, que se creía muy poderoso, con el que había coinsidido una ves. Con el sable en sus manos y el grimorio en la boca de Leonsio III Bellita retrosedio dos pasos mientras los tramoyistas quitaban los trastos que había detrás. (No olvidemos que se trataba de un momento muy épico y caerse en aquel momento hubiese roto el climas).

La sieguita also el sable y una música comensóa sonar.

Ahora sí. La música comensó a sonar mientras la lus del sable iluminaba los ojos de la sieguita. Oh diosnobi, primera vos que oí, ¿qué debo haser? preguntó mientras su movil continuaba emitiendo aquella melodía ¿Tiene esto relasión alguna con esta hasienda? ¿O con la hasienda de mi papça? Tardaremos quinientos capítulos en descubrirlo? ¿O solo dossientos sesentaisiete?

Carlos Antonio Javier Saneugenio Veracruz-de-Caballo había  acudido raudo y velos a la sona del conflicto, a pesar del aparataje que llevaba a cuestas, para contemplar, realmente horrorisado como unos ninjas tenían rodeada a la matriarca de aquella hasienda.

-¡Pinches pendejos, como podéis atacar de esa forma a una pobre, delicada e indefensa ansianita!- Todo es lo dijo en lenguaje caballil con lo que los ninjas vieron fue a un caballo relinchando como poseso, soltando espuma por la boca y bamboleando un enorme miembro al moverse. ¡Meteros con alguien de vuestro tamaño, wey!- Relinchó, a pesar de que él era, de hecho, bastante más grande que cualquiera de aquellos malhechores.

El caballo se avalansó hasia el ninja más cercano con intención de arrearle una cos en toda la feis y si de paso enganchaba a otro de un porongaso mejor que mejor.

Aquella fue la primera vez que Ana Victoria tuvo una sospecha en firme de que aquel hombre no estaba debidamente interesado en el sexo opuesto. Aunque no estaba demasiado convencida porque había notado algunas señales contradictorias en él. Como sea, es mi hermano falso y le quiero como tal, pensó con la convicción típica de la borrachera.

- Está presiosísima, claro que sí - dijo más por decir que porque en realidad le pareciera que el pobre animal se merecía aquella tortura. Aunque el rosa le sentaba extrañamente bien, por no hablar del tutú -. Estaba pensando, ¿serías capas de haser algo igual con el perro de la sieguita? Seguro que la niña linda te lo agradesería, ha pasado por tantas desgrasias... y tú eres tan bueno, hermanito... Seguro que la virgensita de Guadalupe te lo agradesería con una buena jamelga - la parte final de la frase parecía más una pregunta que una afirmación, como si la mujer intentara ponerle a prueba.