Jim toma la mano de Molly. Su piel, cálida, contrasta con la fría tes de la mujer inglesa. El guía puede sentir la tierra en sus dedos, en sus poros. No... le susurra. Guárdala para alguien que aún pueda salvarse.
Toce, pero su mano es una tenaza en la de la muchacha. Con la fuerza de los enfermos la retiene, su ronca voz y los ojos afiebrados casi hipnóticos. Si la tormenta amaina, o cuando asome el sol... llévatelos de aquí. Convence a Maurice, marchen a la ciudad. Marchen y no miren atrás. Empuja su rifle hacia ella. Eres fuerte, Mary. Siempre lo fuiste. Y al final, viviste más que yo. Vete, déjame como yo te dejé a tí. Este es mi hogar ahora, las sombras y la tierra.
Habiendo dicho esto entrecierra los ojos, rumiando aún más palabras por lo bajo, que Molly no puede entender.
Exacto, no se deja. El cuchillo era para sentir el "frio" de la hoja contra la piel afiebrada, pero la intención era que se fueran y lo dejaran atrás. Todavía lo es :)
Luchando con las lágrimas que acuden a sus ojos, Molly escucha las palabras de un moribundo Jim, al que no quiere dejar. Toma el rifle que él le ofrece y lo deja a un lado. Se pregunta quién fue esa Mary que lo marcó tanto que la recuerda en sus delirios, y qué ocurriría entre ellos...pero no puede obedecer las peticiones de Jim. Mientras quede quinina, ella intentará salvarlo, pero sabe que él no la tomará voluntariamente. Por ello, mientras el guía permanece con los ojos cerrados, Molly vacía la quinina en la cantimplora, en la que quedan un par de tragos de agua. Luego incorpora un poco a Jim y se la acerca a la boca.
- No te abandonaré todavía. La noche será larga. Bebe un poco de agua, Jim. Te sentará bien.
Por supuesto que Jim notará el sabor amargo de la quinina en el agua, pero como son un par de tragos espero que Molly sea capaz de impedir que la escupa o la rechace.
El refugio ya está montado pero veis que Jim y Molly siguen hablando, por los movimientos de Molly esta parece bastante afectada y veis que intenta darle agua a Jim de su cantimplora
perdonad la tardanza, pero estaba esperando que estos dos concluyan y les cuesta bastante
Lady Cottonwell miró tristemente a Molly y el Sr. Farewell, suspiró y se quedó pensativa dentro del refugio, recién construido. No sabía si era mejor interrumpirles o simplemente esperar que terminaran de hablar. Tenía la extraña sensación de que interrumpiría si se acercaba, de que era mucho más importante esperar a Molly que ir a por ella.
Mientras ayudó a acomodarse a la anciana y los niños, a los que cubrió con la única manta que tenían.
Todos estaban protegidos por las lonas, o al menos, medio protegidos. Todos salvo Boring, que rifle en mano vigilaba el infame campamento. Se acordó de sus años de soldado y de las guardias que tuvo que hacer. Eran buenos tiempos, muy buenos si se comparaban con el actual. Intentó pensar en ellos para no hacerlo en aquel demonio siniestro que les había atacado. Rozó el disco con sus dedos, le hacía tranquilizarse. Sabía que las balas podían hacer poco contra el monstruo, pero aquel disco...aquel disco era algo diferente.
Mientras Jim y Molly siguen su conversación se acerca a ellos la niña llevando un puñado de hojas en las manos y se las ofrece
-abuela dice bueno herida, dice no prisa muere-
En cuanto se las ha entregado vuelve corriendo junto con su abuela, a la que no habíais prestado atención mientras se dedicaba a recoger plantas por los alrededores mientras montabais vuestro improvisado refugio
aplicar las hojas requerirá otra tirada de medicina, descubrir que son (o una aproximación) es botánica
Jim tragó el líquido. Notó un gusto extraño, pero toda su boca sabía a metal, a mierda y barro. Aunque estaban desperdiciando recursos en él, ya no tenía fuerzas para combatirlo. Hasta Molly era más fuerte que él en este momento.
Cuando la niña ofreció las hojas Jim las tomó, las observó y sin dudarlo se las metió en la boca, para comenzar a masticarlas y convertirlas en una pasta. Si eran malas, de todas formas ya estaba condenado. Si eran buenas... tal vez se salvaría.
Asumo que Jim en todos estos años entiende que las hojas se mastican y aplican en la herida. Es decir, no me parece algo muy "arcano" como para requerir tirada (como sí podría ser evaluar la profundidad de una infección, o como re-colocar un hueso...)
Modifico mi post si no es así.
no, bien visto, no hace falta saber medicina para eso, al menos tu que llevas un tiempo en africa y ya habrás visto el procedimiento
Molly agradeció al cielo que Jim se bebiese el agua con la medicina, y cuando el muchacho trajo las hojas y quiso tomarlas, se alegró todavía más. Sonrió a la niña y a la anciana, no sabía muy bien la efectividad de esas plantas, pero cualquier ayuda en ese momento era poca.
Ver a Boring montar guardia le hizo recordar el terrible peligro en que se encontraban, si aquél monstruo volvía a encontrarlos...Decidió apartar de su mente esa idea y centrarse en Jim.
- Gracias dijo Lady Cottonwell a la anciana y a los niños. Trató de decirlo en el lenguaje que conocía, no sabía si lo había dicho bien pero lo acompañó con gestos y con la palabra en inglés, con lo que supuso lo habrían entendido finalmente.
Miró a Jim y a Molly y se dio cuenta que echaba mucho de menos a su esposo, a pesar de que habían estado juntos mucho tiempo, habían estado mucho más distanciados de lo que estaban ahora... Le echó de menos y rezó para que estuviera a salvo.
Después miró a Boring, no podría aguantar él solo la guardia completa: Sr. Boring, no recordaba su nombre de pila, no va a aguantar todo el tiempo. Descanse un poco mientras yo vigilo y después continuará usted. Gracias. dijo mientras rifle en mano se ponía a su lado y le imitaba lo mejor que podía.
En cualquier otra circunstancia, Boring no habría permitido que Lady Cottonwell le sustituyese, pero no eran circunstancias normales y necesitaba descansar un poco tras la caminata. Estaba justo de fuerzas y estas bajo esa lluvia, mojado y hambriento le harían caer enfermo...algo que no se podía permitir en esos momentos. Sabía que dentro de ese grupo era el único capaz de enfrentarse al demonio, si volvía. Sus pensamientos se entremezclaban en la mente...¿volvería o lo dejaría marchar? Lo lógico era lo segundo. Si se había marchado, seguramente solo querría que se fuesen de su "territorio". Suspiró aliviado, pero la fugaz tranqulidad terminó cuando notó el disco rebotar en su costado, una vez se hubo levantado. Quizás vuelva a por esto. Es suyo.
Gracias señora Cottonwell, está usted demostrando un valor increible. - Le dijo con una sonrisa algo forzada por el cansancio. En cuanto este repuesto, volveré a la vigilancia.
Boring se alejó un poco y orinó detrás d euno árboles. Miró a un lado y a otro nervioso. No había nada ni nadie y esa maldita lluvia parecía que no iba a parar nunca. Después volvió al improvisado cobertizo y levantó la lona para entrar en la tienda. Miró con gesto preocupado a Jim y después Molly. Le preguntó a la muchacha: - ¿Qué tal está Jim?
Molly se queda un momento callada pensando qué contestar...quiere ser optimista pero...
- No está bien, Sr. Boring. Necesitaría un médico, pero tal vez esas hojas y la quinina funcionen y mejore un poco. Habrá que esperar a ver cómo pasa la noche, y emprender el camino a la civilización en cuanto sea posible.
Eso la llevó a pensar en si Jim sería capaz de caminar al día siguiente, o si podrían fabricar algún tipo de parihuela para él con la lona. aunque tuvieran que arrastrarla...
- Saldremos mañana, al amanecer. Tenemos que llegar cuanto antes a la ciudad y buscar ayuda. - Se privó de decir "o moriremos todos". Ya estaba el ambiente bastante espeso como para ennerviar más a la gente. Si Jim no puede caminar, yo lo llevaré. Ya inventaremos algo para que nuestro guía vaya cómodo. - En el ejército le enseñaron que bajo ninguna circunstancia se deja a un compañero malherido abandonado. Además su conciencia no lo dejaría vivir con eso a cuestas. Ahora debo descansar un par de horas, después sustituiré a Lady Cottonwell en la guardia. - Dicho lo cual se apontocó como pudo en un lado y cerró los ojos. Abrió un momento los ojos, acarició el pelo de la niña y le dijo: - Pronto estaremos a salvo, pequeña.
Las horas pasan con el único acompañamiento del monótono repiqueteo de la lluvia que en ningún momento afloja.
En este deprimente escenario procuráis descansar y comer un poco pensando en lo que podréis hacer a continuación, el camino hasta Mukardi aun es largo y la sombra de la criatura que os ataco sigue muy presente
En eso estáis cuando Lady Cottonwell os despierta apresuradamente al ver acercarse algo, no tardáis en distinguir la forma de hienas que mantienen una cierta distancia sin dejar de vigilaros, tal vez percibiendo vuestra debilidad
Comer un poco, el descanso y las hierbas de Rumbidzai parecen haberte sentado bien, te parece que ya no tienes tanta fiebre y te encuentras un poco mejor, aunque no te haces muchas ilusiones sobre tu herida
recuperas 1 punto de vida
El sueño de Boring había sido corto. En realidad durmió poco, pese al cansancio acumulado que llevaba. Las condiciones no eran las idoneas para ello. No obstante, se sobresaltço igual que los demás cuando Lady Cottonwell levantó la lona y les avisó del peligro. Boring salió apresurado y vio a las hienas. Era lo que les faltaba. No dudo ni un momento, apuntó a una de ellas y se dispuso a disparar. Estaban en la selva y estaba lloviendo, el disparo no se oiría demasiado lejos. Además era un riesgo que había que asumir, debían asustarlas. Si no había fuego, Boring no encontraba otra manera. Aquella maldita noche aprecía que no iba a acabar nunca. Esperemos que se asusten con un solo disparo. Sino tendremos que matar a unas cuantas. Apretó el gatillo y esperó a ver como reaccionaban los animales.
Motivo: Disparo a una hiena
Dificultad: 0
Habilidad: 0+11
Tirada: 2 3 5
Total: 3 +11 = 14 Éxito
Objetivo: Hiena
Tirada: 1d6
Tirada: 2
Total: 2 = 2
Te hago una tirada de año por si acaso.
Lady Cottonwell, una vez hubo avisado a todos, se apostó delante del campamento improvisado y se dispuso a disparar a los animales que les acechaban. Sabía que las hienas atacaban en manada y que no atacarían a un animal que podría defenderse, solo a los heridos y moribundos. Pero no sabía mucho más de ellas.
Trató de matar a una, eso creía, espantaría a la manada y les daría alimento para esa noche.
Un sonido sordo salió de su arma que impactó en el animal que estaba frente a ella, aunque aún a una distancia considerable para no ponerla nerviosa ni en apuros.
Motivo: disparo hienas
Dificultad: 0
Habilidad: 10
Tirada: 6 9 10
Total: 9 +10 = 19 Éxito
Objetivo: hiena
Tirada: 1d6
Tirada: 3
Total: 3 = 3
No sé si he hecho bien las tiradas, pero me he copiado de Boring :P
los rifles de caza hacen 3d6 de daño, además añaden un +1 por precisión
los dos habéis acertado, tirad el daño por favor
- Bang
Objetivo: Hienas
Tirada: 3d6
Modificador: 1
Tirada: 1 4 6
El dado ha explotado: 4
Total: 15 +1 = 16
Objetivo: daño hiena
Tirada: 3d6
Modificador: 1
Tirada: 1 6 6
El dado ha explotado: 5
El dado ha explotado: 5
Total: 23 +1 = 24