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CAZADORES DE SANGRE [Finalizada]

Crónica: "Cazadores de Sangre"

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15/09/2008, 15:51
Mariela

Salgo del circulo y poco después el que parece ser Hamza sale, sus pasos le descubren aún debajo de la mascara del anonimato, su gesto con el puñal, su vitae vertiendose, con eso acaba el ritual para nuestra pequeña manada.

Algunos vastagos retoman el ritual de un modo igual al nuestro, yo mientras tanto habiendo descubierto la posición de alguno de mis hermanos, me acerco al último, que ha sido el único que no he vuelto a perder en la multitud... pienso que es Hamza, pero sinceramente, lo mismo me llevo una sorpresa.

Después de unos cuantos puedo ver como algunos son reticentes a ofrecer su vitae por el alzamiento de Vasily, quizás antiguos enemigos, o quizás competidores en otras manadas... solo podemos saber el quizás ya que las mascaras tapan la realidad de la situación.

Noto un siseo en el aire algo conocido, y busco entre la gente. Esmeralda se hace notar entre todos con ese modo caracteristico de hacer vibrar su lengua, es bueno tenerla ubicada ahora que parece que las cosas se empiezan a torcer...

Sejmet sale más rápido que Esmeralda, encarando al grupo de renegados y quitandose la mascara, a ella la sigue Steff quitandose la mascara a su vez... no deberian haber hecho eso.

Silenciosamente me oculto entre la gente de mi alrededor, mirando al grupo separado ahora del resto...

El anonimato es un factor de ventaja en un lugar en el que nadie sabe quien eres, no caeré en la trampa de que me ubiquen como lo han hecho con ellas, quizás no sea la actitud más valiente... pero si la más inteligente ahora que parece que la sangre va a correr por el suelo del lugar.

De todos modos, no pienso iniciar un combate así de repente. La ceremonia de Vasily no debería ser mancillada con combates entre hermanos... confiemos en la seguridad del lugar...

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16/09/2008, 09:41
Dominic

 

Atento a mi alrededor, contemplo como mis hermanos van siendo participes del extraño ritual. Después como era de prever el resto de los invitados hace lo propio…de pronto todo parece agitarse, malditos gusanos ¿Cómo se atreven? Desconozco sus motivos, tampoco me interesan, mis hermanos y hermanas no me defraudan se enfrentan sin miedo a esa panda de fantoches. Yo deseo saltar sobre ellos y arrancarles sus malditas cabezas para usarlas como copa en esta celebración.
 
Asumo que eso seria del todo incorrecto…desconozco las consecuencias que generaría, no obstante una ofensa de estas dimensiones no puede quedar sin castigo.
 
Elevo mi voz, deleitándome en cada matiz de los ecos que produce el singular edificio.
 
-Tranquilizaos hermanas, seguro que no era la intención de estos…gusanos…el ofendernos, simplemente han considerado su sangre de alimaña, indigna de de mezclarse con la nuestra…todo un acierto me atrevería a añadir.
 
Sonrío piadosamente, y en un segundo todo cambia, abro mi tercer ojo, su fulgor ilumina mi rostro, comienzo a enseñar mis colmillos en una mueca macabra, mis músculos se tensan y comienza a hincharse levemente. En un instante mi espada describe una extraña parábola, rozando el suelo de piedra de la camara, produciendo un crujido agudo seguido de una hilera de chispas.
 
-Pensándolo mejor, si su sangre es impía, marcada y sucia…es tiempo de que sea purgada…¡Aquí y ahora!
 
Camino hacia ellos sujetando mi sagrada arma con solo una de mis manos, de modo que aun sigue arrastrándose, dejando tras de mi un camino de pequeños brillos escarlata.
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17/09/2008, 20:09
Hamza

Siento como senderos de sangre se derraman, tejiendo lazos, deudas, favores... Nuestra historia. La historia de la Estirpe en esta ciudad, ahora, a día de hoy. Las traiciones se susurran tras los bastidores, cada noche, continuamente, hasta que estallan.

La sangre danza, derramándose desde casi todos los ángulos, acercándose a nosotros, al cáliz, a Vasily... O al que creo que es Vasily. Asiento, complacido con la docilidad de los que nos rodean, entregando su sangre por mi hermano, estando seguro de que apenas han logrado conocerle.

Nuestro gesto es lealtad. El suyo es solo fe, ciega, conformidad con los ideales de la Secta.

Y sin embargo el apoyo que brindan a Vasily es algo que me hace sentir bien...

Hasta que la paz de sangre derramada se rompe.

Siento que algo sucede tras de mí, lejos del centro del círculo. Algo que tensa el aire e incomoda a mis hermanos más cercanos al origen.

Mi mirada busca la razón, hallándola.

Enemigos...

Indignos y enmascarados.

Me giro hacia a ellos meditando mis reacciones, con el pecho encendido, y la mandíbula tensa.

Y sin embargo hay respuestas anteriores.

Esmeralda sisea, llenando el aire de una amenaza sutil y tentadora, invitándonos a unirnos a ella, avisándonos como si de una jauría nos tratásemos. Se ha dado el primer paso...

Y Sejmet responde, salvaje y entregada a ese instinto que sé que todos compartimos ahora mismo.

Se acerca a ellos, y desvela su rostro.

Siento orgullo. Los míos no se enmascaran. Y sin embargo sé que éso desvela nuestra posición y nuestra identidad. Aún así no me importa. Somos los hermanos de Vasily, dónde sea, tapados o no, lo somos. Debería ser algo que se viera en cada uno de nuestros gestos, una segunda aura leíble palabra por palabra.

Fieles a él.

Pero ahora no soy sólo Hamza, no soy sólo yo. He de pensar en mis hermanos... Mientras los hechos continúan sucediendo.

Steff se une a Sejmet, siendo su sombra, el eco de mis pensamientos, libre de actuar como desea. Yo soy su conciencia, y observo, decidiendo qué debo hacer...

Mariela parece reaccionar ante la necesidad táctica, guardando nuestra retaguardia... Sé que es ella, reconozco su máscara y ese modo de pensar, frío, evitando a la Bestia dominarla.

Dominic, en cambio, sigue su propia naturaleza, dilémica, llena de paz y ardor... Su dualidad descontrolada hace que nos hallemos en un aprieto... Y a la vez hace que me yerga, digno y a su lado, dando un paso hacia todos ellos, uno por delante de mis hermanos, respaldándoles.

Si debemos sangrar esta ofensa, la sangre de su Ductus será la primera en caer. Tal vez no sea un gran estratega, un orador, un pensador... Pero les amo, y aprecio cada uno de sus gestos, les admiro y les respeto...

Y les protegeré cada noche, hasta el fin de mis días.

Mi mirada se clava en los aún enmascarados, dispuesta a ser la lanza que atraviese sus corazones...

- Hay un agravio entre nosotros... Vuestra ofensa será respondida.

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17/09/2008, 20:38
Ungido

La sangre que corona mi éxito se derrama, gota a gota. Mi futuro, rojizo, comienza a nacer... Fruto del sacrificio de la Secta, del ideal que me vio trascender, aceptar mi naturaleza.

Mis hermanos entregan la suya sin una sola duda, llenándome de orgullo, de satisfacción... y de nostalgia. Nuestros vínculos, los lazos que tejen nuestra lealtad, se forjaron en la manada.

Siento el olor de la vitae que ungirá mi frente como una despedida, catártica, pletórica. Hoy doy un paso más hacia mis objetivos...

Y sin embargo, entre los ríos de sombras que me rodean cumpliendo con mis expectativas, algo ocurre. Mis hermanos se alzan, se enfrentan...

Me giro, buscándolos, hasta hallar qué ha ocurrido.

Opositores...

Sonrío, bajo mi máscara.

No sé quienes son... Pero tengo algunas ideas...

No es algo completamente inesperado.

Sin embargo, son tan cobardes que ni siquiera despiertan mi ira... Buscan encender a los míos, hacer que su propia lealtad cese la ceremonia, lograr que no me encumbren como líder...

Y no lo lograrán.

Escucho a Dominic, lleno de una fe tan fuerte como el acero de su espada, y a Hamza, nuevo Ductus de los míos, buscando sabiduría, intentando hablar antes de actuar...

Siento que todos han crecido tanto desde que los conocí... Que todos hemos mejorado... Que somos dueños de nuestro Destino, así como soñamos, como nos prometimos...

Que estamos juntos, que logramos una unión real.

Me acerco a ellos, con paso firme, decidido, casi majestuoso.

Mi sonrisa no puede crecer más. Mi voz no puede ser más melodiosa cuando descubro mi rostro, junto a mis hermanos, siendo una última vez parte de ellos, publicamente.

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17/09/2008, 20:54
Vasily

- Ése agravio no te pertenece, hermano. Es mi nombre quien carga esa ofensa. Y será saldada, con la sangre que os negaís a derramar por mi causa... Lo juro.

Mi mirada casi puede atravesar la porcelana de sus rostros...

Sonrío de nuevo, lleno de una ansiedad que ya conozco, a punto de inundar mi cuerpo y cabarlgarlo... Esperando tan sólo mi permiso...

Pero esta noche no...

No ahora... No el día de mi nombramiento...

Los deseos no saciados crecen... Haciéndose más grandes, descargando tormentas de placer cuando se extinguen...

Ésa es mi promesa... Alimentar ese deseo... Soñar sus rostros, aún cubiertos, descubrir su verdadera identidad... Y destruírles, con la lentitud que todos los deseos se merecen... Despacio... Sintiendo el calor de la satisfacción cumplida.

- Pero no será hoy... Hermanos.

El desprecio que pronuncia ésa única palabra hace que ni siquiera parezca humana... Que no tenga nada que ver con lo que siento por vosotros, y por todos los que comparten mi credo.

- Seré electo con o sin vosotros, tal es la Voluntad del Sabbat. Sereís libres de oponeros a mí, tal es nuestra ley, nuestra libertad.

Sereís mis enemigos... ésa es vuestra elección.

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17/09/2008, 20:56

El grupo de enmascarados continúa observándoos, sin un sólo gesto bajo la porcelana que cubre sus rostros...

Permanecen impasibles mientras os acercaís a ellos, ignorando el siseo que les amenaza, el gesto abierto y firme que les reta con sangre en el suelo, las palabras duras y cortantes que piden un enfrentamiento, las frases concisas que buscan dejar clara una promesa de enemistad...

Sin embargo, cuando Vasily descubre su rostro, algo ocurre...

Una especie de risa, inhumana y enfermiza, parece nacer en cada uno de ellos, contagiada, como un rumor...

No es sufcicientemente fuerte como para poder considerarse un nuevo desprecio... Pero es audible y continúa, volviendo a restarle el respeto que esta noche se le desea brindar.

Notas de juego

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17/09/2008, 22:54
Esmeralda

Orgullo.

Eso es lo que siento, mientras veo a mis hermanos reaccionar. Orgullo de manada. Orgullo familiar. Vasily no está con nosotros, pero le seguimos siendo fieles. Seguimos siendo su gente, su fuerza. Y lo hacemos con pasión, cada uno a su estilo. Con la fuerza de la unidad y la diferencia.

Nos complementamos.

A pesar del tiempo pasado juntos, nunca he llegado a comprender del todo lo que cada uno siente hacia Vasily. Para mi, él es un maestro, un mentor. Un padre. Me recogió del vacío sin sentido de una guerra encubierta que no era mía, y le dio un objetivo a mi eternidad. Me mostró el mundo, y me enseñó a vivir por él y a luchar por su futuro. Su fuerza se hizo mía, sus palabras me llenaron. Y me entregó una familia. Una familia de verdad, poderosa y pasional. Me dio libertad, y me enseñó como gestionarla. Incluso me enseñó a ser la fuerza de otros, fuerza espiritual, moral. Me dió una fuerza nueva que supliera mis carencias.

Él me lo ha dado todo.

No conozco las motivaciones de mis hermanos, pero sus actos hablan por ellos. Sejmet, mi pequeña salvaje, con la que tantos altibajos tengo en nuestra relación, es la primera en reaccionar. Chocamos en muchas cosas pero su actitud hace aflorar en mí una mueca de ternura. Su pasión la lleva directamente a enfrentar a los hostigadores, a los ofensores. Sin tapujos, sin intermediarios ni miedo a las represalias. Libre. Quitándose la máscara y mostrando su rostro, con valor, desafiante.

Tras ella actúa Steffanie, mi dulce Steffanie, mostrándoles su bello rostro con una sonrisa que ni yo logro comprender. Sobran las compensiones, está lista para actuar, más de lo que yo estaré jamás.

Siento los pasos de Mariela a mi espalda, desplazándose en silencio con fría decisión. Quizás sea la más inteligente, o al menos la más práctica. Siento cierto descanso al saber que algunos de nosotros saben guardar las espaldas de los otros cuando damos la cara. Trabajo en equipo, la esencia de la organización en manadas.

Dominic supone una piedra de toque, con su ira siempre contenida para estas ocasiones. Normalmente es tan tranquilo, tan frío... que cuando se deja llevar por el calor del momento y su convicción incluso yo llego a temerle. Me alegro de esar en su mismo bando.

Y finalmente, mi asesino favorito se muestra convertido en amo y señor, en su nuevo papel de Ductus. Los desafía, muestra su poder, nos prepara para lo que está por venir. En sus palabras veo la lucha inminente, el inevitable duelo por el honor de nuestro señor, maestro, padre, amigo, hermano. No soy buena luchadora, todos lo saben y me llena sin demostrarlo de vergüenza. No soy nada al lado de mis hermanos. Pero las palabras de Hamza me llenan de valor. Lista estoy para entregar mi sangre si es preciso. No me verán flaquear, no me verán retirarme. No les dispensaré la misma vergüenza que yo siento. Mis puños se cierran y siento mi piel tensarse para el cambio. Pronto todos los poros de mi piel exudarán las placas que conformarán mis escamas protectoras. Es todo lo que el mundo de las cobras pede ofrecerme a modo de protección. Para el ataque, cuento con la lengua del áspid.

Es lo que tengo. Es lo que soy.

Sin embargo, mi piel no llega a cambiar completamente. La poderosa voz de Vasily interrumpe mi parcial transmutación. Fuerte, poderoso y sabio, pero también orgulloso. Algo me dice que todo este escándalo no le ha tomado por sorpresa. Lo tiene calculado, nos detiene. hemos dejado patente nuestra lealtad, la fuerza que siempre acompañará al nuevo Obispo, y eso le parece suficiente por el momento. Es más inteligente que todos nosotros. Sus opositores tan solo desean interrumpir la ceremonia con una escaramuza, y él lo ha visto, al contrario que nosotros. Ibamos a entrar al trapo, a cumplir los deseos de sus enemigos, así de predecibles somos.

Y ahora rien. Se oponen aún, con su máscaras de cobardía. Nos provocan, hieren nuestro orgullo. Despecian a nuestro hermano, a mi padre, buscando una reacción en nosotros. Una reacción lógica, valerosa. Un error.

En el que no debemos caer.

No lo haremos.

Les daremos su propia medicina.

Bajo mi máscara, aún puedo oír su risita sacástica, una voz baja pero constante, como un coro de voces bajas, un rumor. Pronto se mezcla con una nueva risa, que les acompaña, más sarcástica, con mejor humor. Mi propia risa resuena en el interior de mi cubierta de porcelana, un eco inaudible al principio, pero que pronto va ganando volumen. Cada nueva risilla es algo mayor que la anterior, hasta que no puedo encerrarla más y me quito mi máscara, y también mi sombrero. Sujeto ambos complementos con una mano, a mi costado, mientras con la otra me aparto el pelo del rostro.

El rumor de mi propia risa continúa mezclada con las risas de los desconocidos, cobardes y pendencieros. Su desprecio no es nada, comparado con el mío. Los miro mientras río, ya con un volumen mayor que supera su despreciable rumor. Mis ojos se cierran cuando mi risa se convierte en carcajada, una sonora risotada que resuena en el templo como las risas de decenas de voces.

¿No reían? Riamos todos. ¿No estamos aqui para celebrar? ¡¡Pues celebremos!! Riamos y bailemos, somos libres y estamos orgullosos...

Mis carcajadas me llevan a apartar la mirada de ellos, buscando a mis hermanos. No se si comprenderán mi actitud, pero poco importa. Los ofensores buscan una reacción violenta por nuestra parte, no pienso dársela. No les daré tal satifacción. Me río. Me rio de ellos. Con ellos, si es preciso.

Y río con mis hermanos, invitándoles a acompañarme con una simple mirada. Incluso busco a Steffanie y Sejmet, acercándome a ellas entre carcajadas, poniendo mis manos en sus respectivos hombros para apartarlas de ellos. Traerlas de vuelta al descompuesto círculo, celebrar, reir, dar la espalda a los traidores, despreciarles a ellos como han hecho con los que les son superiores.

Habrá tiempo para otro baño de sangre, cuando éste concluya...

Notas de juego

Manda huevos, escribir un turno en que me siento orgullosa de vosotros, sabiendo lo que vendrá luego ¬¬

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18/09/2008, 17:37
Sejmet

El resto de Hermanos dejan claro que se han sentido tan ofendidos y agraviados cómo yo misma, algunos de forma más sutil que otros, eso me complace... Exceptuando a Mariela que se esconde por algún lado cómo una rata. Quizá sea lo más inteligente, ¿pero es que acaso tiene miedo? Es una de esas reacciones que no alcanzaré a comprender del todo, supongo.

El propio Vasily decide quitarse la máscara para responder a los todavía desconocidos, los cuáles ríen pretendiendo seguir con el "juego" del cual ya no pienso participar.
He hecho todo lo que creía apropiado, el agraviado ha respondido y por esta noche será suficiente puesto que lo importante es la ceremonia y no los insultos de unos cobardes que ni siquiera dan la cara.

Esmeralda empieza a reír descubriéndose también para luego acercarse a Steff y a mí.
La observo con una sonrisa torcida debajo de la máscara que vuelvo a llevar puesta pero no respondo a su intento de dar una vuelta de tuerca a al situación, no creo que valga la pena... Sin embargo la sigo mansamente hasta el círculo de Hermanos Leales, dejando bien clara mi actitud. Lo importante esta noche es el alzamiento a Obispo de Vasily, lo demás carece de sentido pro ahora... Sin embargo cuando esto acabe la cosa cambiará por completo, hasta que supliquen ahogándose en su propia sangre.

Notas de juego

Deja ya de hacerte el calimero que no eres una santa xDDD

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24/09/2008, 22:56
Steffanie Wilson

Las palabras de Vasily, los gestos de mis hermanos y de mis enemigos. Se que tengo que hacer a pesar que Esmeralda me lleva hacia un rincon con el resto no pierdo de vista a ninguno de ellos, sus gestos los delataran.

Seguid riendo, sera lo ultimo que hagais, esa risa os servira para llegar al infierno antes y que os reconozca el demonio, os ha librado su intervencion por que esta noche vuestra sangre hubiera lavado esta afrenta. Lo hara otra

No me uno a las risas, solo es seguirles el juego, tenemos que ser mas pacientes. Tendre mi momento y entonces veran todos y cada uno de ellos.

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25/09/2008, 09:47
Dominic

Siento como mi ira fluye, mis sentidos se agudizan y comienzo a ser más consciente de todo lo que me rodea. Solo un pestañeo me separa de arrancarles el alma a tiras, a los indeseables que tengo delante.

 
Entonces Vasily interviene, reprimo mi ira…es una sensación desagradable, dolorosa…siento como una mano invisible aprieta mi corazón, mi espíritu mientras todos mis instintos van cediendo a mi voluntad…tras unos instantes de lucha consigo calmarme, al menos en parte…mis enemigos jamás entenderán lo afortunados que han sido esta noche…de todos modos solo es cuestión de tiempo. En un ultimo acto reflejo grito desde el fondo de mi alma, para expulsar los últimos restos de rabia, el sonido rebota y se amplifica en aquel lugar, por un instante se vuelve casi ensordecedor ….mi tercer ojo se cierra lentamente y su brillo escarlata deja de cegar mis ojos…mi corazón.
 
Enfundo mi sagrado filo, mientras escucho los murmullos que provienen de mis enemigos…pero la decisión ya ha sido tomada, no será esta noche, pero siento que será pronto cuando su sangre sacie mi sed…y su alma quede encerrada en la mía para siempre.
 
Me quito la mascara y cruzo mi mirada con la fría porcelana que oculta la de mis nuevos enemigos, mis palabras brotan melódicas fluidas, casi parecen ensayadas.
 
-“Risus abundat in ore stultorum, Aquila non capit muscas”
 
Hago un medio giro exagerado, en una muestra de desprecio infinito y vuelvo junto a mis hermanos…Vasily ha sido generoso en esta noche de fiesta os ha regalado unas horas mas de vida, aprovecharlas para poner vuestra alma en paz o para hacer nuevos amigos en el infierno…por que muy pronto es allí donde voy a enviaros…
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25/09/2008, 16:41
Mariela

Vasily aparece entre la multitud, enseñando su rostro, sofocando la ira y el derramamiento de sangre que parecía inminente y irrefrenable.

La respiración se había agitado dentro de mi, aunque no lo necesitaba era un sentimiento puro humano ante una situación de tensión como la que se había podido vivir.

Tomo un último aliento antes de calmar mi respiración y apagarlo al fin, me quedo con la posición de mis hermanos cuando retroceden de nuevo hacia el circulo y lanzó una última mirada de odio a las risas que provienen del interior de las mascaras.

Me vuelvo a introducir entre el tumulto intentando acercarme de nuevo a la posición de mis hermanos y intentando olvidar por el momento la falta de respeto para la coronación de nuestro anterior Ductus.

Quizás merezcan la muerte... pero ahora no es el momento...

De nuevo inspiro profundamente para soltarlo de nuevo y calmarme por completo, aireo un poco mi pelo debajo de la capucha y cruzo las manos moviendo los dedos instintivamente, luchando por la calma que casí pierdo aun después de buscar la estrategia.

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25/09/2008, 20:59
Hamza

Mi hermano acude a nosotros, como una lluvia cálida, apaciguando nuestros corazones, ansiosos de tormenta. Me siento sediento, como el Desierto que me vió nacer y morir, siempre carente de sangre dentro de mi cuerpo. Nunca es suficiente... Siempre hay Hambre nueva. Hambre que despiertan las almas deshonrosas.

Infieles... Cobardes.

Dejo que sean las palabras de mi Ductus, de mi Obispo las que hablen por mí, por todos los míos, y acepto su tregua temporal. Sé con certeza que nuestra irá devorará sus rostros, ahora ocultos. Ya he cazado a enemigos de Vasily, a nuestros enemigos.

Esta vez la caza nos pertenecerá a todos, y hallaremos unión al desollar las presas, como una Manada, real, física. Predadores nocturnos, instintivos.

Las risas tras su intervención hacen que mi sangre hierva, candente y excitada, deseando guerra. Y sin embargo se esperar, como espera el veneno, mortal en su esencia, tímido en su llegada.

Poco a poco, cada uno de los míos con su propia reacción, volvemos a la "paz" de la Ceremonia, incómoda de principio a fin, agobiante y carente de espacio... De cordura. Deseo, ahora más que nunca que la celebración concluya, Vasily sea nombrado, y la venganza fluya.

Deseo el aire nocturno, fresco y vigoroso, y el silencio que no manchan las dudas y las conspiraciones.

Les sigo, retomando el espacio que ocupamos en principio, volviendo al círculo, con los ojos aún prendidos en los traidores que se oponen a nuestra causa, a nuestro hermano, a nuestro líder.

 

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25/09/2008, 21:12
Vasily

Los míos aceptan mi palabra, como antaño, sin discutir mis intenciones o motivos, fieles y leales, parte de mi mismo. Como un único ser que ocupa varios cuerpos, perfectamente cohesionados.

Sonrío ante su burla, deseando abrir con sangre la sonrisa que tiñe su rostro... deformándolos por siempre... Más aún si cabe, dibujando la risa que ahora me dedican en su piel muerta, grabando este momento en su recuerdo. El momento en que perdieron mi favor y hallaron mi odio, eterno.

Despacio, sin ocultar mi rostro de nuevo, retomo mi posición en la ceremonia, orgulloso y firme, más grande que nunca, más digno, más preparado.

Este es sin duda mi momento...

Observo el cáliz que el Sacerdote empuña... oliendo la sangre de mi Secta, de mi filosofía, de mi estilo de vida. Sangre de camaradas que me aceptan, que me ungen como un nuevo elegido por sus voces. Como un líder capaz de hallar un foco en nuestras sombras.

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25/09/2008, 21:16
Sacerdote

Observo la escena sumergido en un desprecio atávico, curioso y depravado, que sin embargo no augura sangre. No ahora, no esta noche, no así. Conozco a nuestro Ungido, su hambre por el favor que se le concede esta madrugada. Digno de él.

Sé que sabrá comportarse.

Esta noche es un salvador negro, que se entrega a la Secta, para servirla durante su eternidad. Esta noche es más nuestro que nunca, y se ata a cada uno de nosotros en una promesa humilde, que le obliga a ser un líder y un sabio, a tomar decisiones por el bien de todos nosotros...

Esta noche se une a mí, como un pensador nato, como un orador y un puño implacable. Como la fuerza que necesita esta ciudad para revitalizarse y olvidar su mancillado corazón.

El enfrentamiento concluye en risas, y mi rostro sonríe... Siempre el mismo dolor en el alma, siempre la misma ambición, la misma envidia. Durante eternidades, repitiéndose en cada generación. Esclavos de unas pasiones impías.

Vasily vuelve a mí, junto a su Manada... Ahora perdida sin su antiguo líder, pero igualmente unida, de un modo digno de admiración. La lealtad es un lujo exclusivo entre los nuestros, negado por la Bestia en casi todos.

Alzo el cáliz con la Sangre de Méjico, y sonrío, mientras todos los vástagos retoman su lugar, dejándonos de nuevo a solas... Su rostro limpio, sin máscaras, el mío aún oculto, como hemos decidido.

Mis dedos sienten el tacto húmedo de la sangre, densa, mientras se acercan a su frente, trazando un símbolo.

Cierra sus ojos recibiendo mi bendición, y mis manos alzan el cáliz con amplitud, pudiendo ser observado por todos, en un silencio pulcro, casi beatífico, más blasfemo por el respeto reverencial que infunda.

Despacio, inclino la copa, y la sangre se derrama... goteando, poco a poco, diluyéndose en su rostro, ahora bautizado con nuestra sangre. Un rostro limpio sobre el que escribir un nuevo futuro, con sangre, de sangre.

Nuestro futuro...

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25/09/2008, 21:43

La sangre cae, y el Ungido recibe la bendición de la Secta, por entero. Nada interrumpe el momento, silencioso, de un modo casi absurdo al concebir quienes son los testigos.

El Baño de Sangre concluye mientras la vitae gotea por su rostro, y saborea el sabor de la lealtad de sus hermanos. El verdadero sabor del éxito. Cuendo sus ojos miran a su alrededor, de nuevo, hay un brillo distinto en sus ojos. El brillo de un hombre que alcanza sus sueños. De un ser que logra dar un paso más en sus objetivos. De una Bestia que se alcanza a sí misma como presa.

El Ungido oculta de nuevo su rostro, siendo uno más en la noche, compartiendo la celebración que él mismo ha destinado a sus hermanos.

El círculo se cierra nuevamente, mientras enmascarados retiran el trono del Gran Sacerdote. Una presencia menuda, igualmente ataviada, cuelga un botafumeiro dorado, que emana olores sedosos y estremecedores... Muy diferentes al incienso.

La sangre hierve, se quema, con el olor de la carne que desaparece entre las llamas, y el crepitar sumiso de la muerte que lame la piel.

El silencio parece bullir, arder... Hasta que su cetro golpea el suelo por vez primera.

Sin más, sin ninguna otra señal, 10 enmascarados, igualmente encapuchados, miembros exactos de la multitud, se aproximan hasta el centro, con pasos medidos y acompasados. Su cabeza se ladea, reverenciando a los presentes, y se arrodillan.

Sus capas se pliegan sobre el suelo, como un mar de oscuro oleaje.

Un nuevo golpe de bastón, y su espalda se pliega también, sobre sí misma, aceptando la reverencia que el propio Sacerdote hace, mientras sus cuerpos se someten a su voluntad, palpando el suelo y extendiendo sus manos.

El Sacerdote se incorpora de nuevo, lleno de una majestuosidad nueva, emanada de la aceptación de los 10 elegidos. Corderos de la Noche, sacrificio a la Secta y a la Bestia, comunión con el lado salvaje que habita en todos.

Dos nuevos golpes de bastón, y las figuras se incorporan de nuevo. Los pasos del sacerdote recorren el círculo de igualdad que simula la secta, reconociendo a todos, entregando a cada uno de ellos la ofrenda de sangre de la Secta.

El olor a muerte y a entrega inunda la sala poco a poco. La música renace, haciendo del momento un climax oscuro.

A través de su máscara, Vasily contempla su obra, satisfecho... Sintiendo en cada matiz del aroma su propio apetito. El bastón golpea el suelo, con el sonido opaco y firme de una orden que no admite réplicas...

En su esquina, Vasily sonríe.

El bastón muerde el terciopelo de nuevo... Y las capas caen, líquidas, derramándose contra el suelo, mostrando la desnudez de la sangre que aún late en las víctimas... Sometidas por el yugo de la voluntad.

Sus hermosos cuerpos parecen puros y perfectos, esperando los cientos de dentelladas que agotaran su vida, destrozarán su piel y harán brotar su sangre. Sólo las máscaras ocultan su identidad, irrelevante, mostrándose como ganado. Como lo que realmente son entre los vástagos. Sangre nueva con la que despertar las noches de cien eternidades.

El momento parece congelarse en el tiempo, regodeándose en la sensación de poder y maldad, que tal vez anide en cada pecho, de igual modo que en el de Vasily, henchido y extasiado.

El bastón dicta que se aproximen, arrodillándose de nuevo, cerrando el círculo, cada vez más estrecho. Después, los cuerpos se anudan, en un beso de muerte que se transmite poco a poco, como un susurro envenenado... El Beso de Judas que se oculta en el placer que todo vástago amamanta en sus colmillos, en una metáfora perfecta...

Arriba, en la platea, un rostro enmascarado se fija en el nuevo Obispo... de un modo un tanto extraño, asintiendo con cierta condescendencia.

La Ceremonia continúa, haciendo de la expectación algo sólido, casi cortante. Un nuevo golpe de bastón, y el movimiento parece ahondar entre las víctimas. El Sacerdote escoge, situándose en frente, y una a una reverencian su destino alejándose del círculo, entregándose a sus propios elegidos, besando su máscara, avanzando junto a él guiándole hasta perderse en el interior de una de las salas colindantes...

El ritual se repite varias veces... Hasta que una de ellas se dirige al recién nombrado Obispo, aún enmascarado, pero visible entre la multitud. Sus máscaras chocan, levemente, en un beso de porcelana, frío y distante, como el marchitar que anuncia.

Despacio, el Ungido se deja guíar hasta el interior de la Catedral, adentrándose allí dónde la lujuria y el hambre sean la única ley, y el silencio sea mancillado una y otra vez por gemidos, súplicas y gritos. Tal y como lo ha planeado. Tal y como desea en su primera noche como Obispo de Méjico, Capital del Sabbat.

La ceremonia continúa... Aún hay corderos que se entregan, mansamente, 5 jóvenes que esperan su momento, cuyo sino es la muerte de la sangre en vuestros labios.

Notas de juego

 

Vídeo que ilustra El Banquete de Sangre, paso a paso,  casi literal a lo descrito.

 

*Vasily ha abandonado la estancia.

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25/09/2008, 23:32
Sejmet

La ira me recorre de un modo salvaje e irracional, provocando que mi cuerpo se convulsione visiblemente aún y estando protegido bajo la capa.
¿Le ofrecemos nuestra lealtad más absoluta y esto es lo que nos brinda? Me siento ofendida, humillada de un modo sucio y traicionero. Ardo en deseos de acercarme al circulo y romperles el cuello una a una, finalizado con Vasily puesto que sé que sin duda la idea ha sido de él.

Doy un paso, pero me "engancho" en algo sin poder avanzar. Me percato de que se trata de la mano de Steff sujetando mi brazo con firmeza, incluso demasiada.
Puedo notar pro su presión que a ella tampoco le agrada el espectáculo, pero aún así es preciso respetarlo así que me detengo emitiendo un gruñido gutural y algo animal.

Al final las payasadas acaban, encontrándome en un estado casi frenético cuando por fin puedo quitarme la máscara, lanzándola con violencia contra una de las columnas y haciéndola añicos, desprendiéndome de la capa con un hastío que se refleja claramente en mi cara antes de dirigirme con decisión en dirección contraria a la de Vasily y sus putas enmascaradas.
Necesito salir al exterior con rapidez antes de que el descontrol me posea... O no, tal vez sea mejor así.

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25/09/2008, 23:41
Steffanie Wilson

El espectaculo que sigue solo me produce asco y...aprieto mi mano bajo la capa y sabiendo lo que puede pasar cojo el brazo de Sejmet con fuerza, se que no la hare daño, pero al menos no hara una locura mayor de las que se han producido esta noche. Mantengo los ojos cerrados mientras continua, el gruñido hace que los abra y vea como desaparece con algunas hacia el interior.

La suelto por fin y me doy la vuelta hacia la puerta quitandome la mascara, la capa y dejandola a un lado. Me apoyo en un lateral sin salir fuera en la puerta para que me de el aire un poco. Miro la mascara en mi mano casi a punto de caer al suelo, sosteniendola sin fuerzas. Cierro los ojos mientras dejo que caiga al suelo y se rompa, asi podre olvidar.

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25/09/2008, 23:46
Esmeralda

La ceremonia se me hace larga, lenta y pesada. Aún resuenan en mis oídos las risas odiosas de los opositores a mi maestro, y a pesar del desplante que les he regalado no logro apartarles de mi mente. Se que un simple desplante, por muy humillante que llegue a ser, no es más que desprecio. Y su ofensa no merece desprecio. Solo puede saldarse a sangre y fuego.

Sangre que ya saboreo, haciendo que mi lengua se relama con el sabor de la venganza.

Fuego que caldea mi corazón y mi pasión, reflejo de la sed que tengo de ellos.

Pero la ceremonia parece estar terminando. Las mujeres, sacrificios rituales de antigua tradicion, son el banquete de la noche. Dudo de la virginidad que se atribuía en el pasado a este tipo de sacrificadas, pero no están los tiempos para tales remilgos ni creo que nunca tuviera verdadera importancia. No hay nada místico en las ceremonias, solo es teatro para la mente.

Uno a uno, los presentes van recibiendo la invitación para el banquete. Casi resulta ridículo que sea el propio ganado quien seleccione al ser superior que le dará muerte. Me pregunto cómo harán conseguido lograr ese efecto ¿Quizás las incautas crean que va a ser convertidas? ¿Serán prostitutas, creyendo que se dirigen a una simple sesión de sexo extraordinariamente bien pagada? Es igual, ya están muertas. Solo nos resta esperar a que nuestra cena se acerque y...

Oigo un golpe. Cerámica rota. Me giro, sobresaltada, esperando encontrar a los opositores de Vasily causando problemas, más de lo que desearán haber encontrado. Pero no, es Sejmet, que parece haber arrojado su máscara contra una columna. Está irritada, furiosa. No puede ser por los despreciables objetores. Ya ha pasado un buen rato, debe ser algo más... Mientras se arranca la capa, veo a Steffanie. También parece encontrarse en un estado de agitación poco normal. Se quita la máscara y la capa, y deja caer la primera al suelo.

¿Que sucede? ¿Que les pasa? ¿Que devora la paz de mis hermanas? Deberían estar gozosas con la ascensión de Vasily, celebrantes de su nombramiento...

Observo unos segundos a las mujeres que esperan su muerte con devoción. Su muerte es algo que yo también deseo. La idea de que una de ellas se me acerque ahora y me guíe por propia voluntad a una estancia tranquila donde arrebatarle la vida entre juegos que posterguen el fatal desenlace... me excita.

Pero mis hermanos están primero. Siempre lo están.

Me giro, dándo la espalda a los sacrificios humanos. Camino decidida en dirección a Steffanie, más calmada y racional. Nunca estoy segura de qué esperar de Sejmet, se me hace complicado comprender su mente salvaje e instintiva. Con Steff, en cambio, mantengo un vínculo especial. Probablemente sea la más afin a mi de todos mis hermanos. Mi confidente, mi amiga. Ni siquiera preciso del poder del vínculum para ello. Lo se, conozco el influjo. 

  • Steff -me quito la máscara, mas aún no la capa- Dime, hermana ¿Qué sucede?

Hay preocupación en mi voz. Pero también curiosidad, intriga, misterio. Necesito comprender. Necesito que me cuente. Porque no comprendo esta situación. Y no podré ayudar a mis hermanas si no se lo que les sucede.

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26/09/2008, 07:43
Steffanie Wilson

La voz de Esmeralda me hace abrir los ojos y terminar de ver la extraña parabola que hace mi mascara de porcelana antes de caer al suelo, de convertirse en mil pedazos. Una pena, era preciosa

Giro mi rostro y esbozo una debil sonrisa El aire que esta muy cargado ahi dentro y necesitaba algo de aire fresco. replico para quitarle hierro al asunto, no puedo hacer que la ceremonio sea mas conflictiva de lo que ya ha sido y menos como me siento. Dirigo una mirada hacia el interior

Estaba preparada para cualquier cosa, pero para esto. Es la ceremonia mas machista que he podido ver en todo este tiempo. Escomo si yo eligiera tambien a mis victimas por el simple echo de... Ni siquiera te estas oyendo, es su ceremonia de uncion, seguro que mas de uno de los presentes esta mas que encantado. Ya lo reprocharas cuando le veas en privado, si le volvemos a ver Estoy bien, se me pasara, vuelve con los demas te acaricio la mejilla suavemente antes de volver a mirar al exterior y dejar la capa en el suelo a un lado.

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26/09/2008, 10:26
Esmeralda

Se escuda en una ridícula excusa, demostrando encontrarse en un momento de debilidad. Es la excusa de un mortal, de alguien que necesita respirar. No hay aires demasiado cargados para los que no respiramos, no hay necesidad de aire fresco para llenar nuestros pulmones muertos y atrofiados. Pero trata con ello de desviar la atención, inútilmente.

Te conozco, y se que te pasa algo. Os pasa a ambas.

Me conoces, a pesar de mis formas poco comprendidas sabes que me importas. Que insistiré hasta que me lo cuentes.

Sin embargo, a pesar de su intento inicial, comienza a sincerarse. Machismo ¿Es ese el problema? Me resulta... No se ni qué pesar al respecto. Por alguna extraña razón, que posiblemente viera mi Sire antes de concederme el Abrazo e incluso le decidiera a darmelo, desde un primer momento fui capaz de aceptar mi nuevo estado y ver a los mortales como simple ganado. Útiles como herramientas y alimento, pero poco más. A un mortal no le importa el sexo del animal que se come para cenar. A mi no me importa el sexo de la bolsa de zumo que desangro. Sin embargo, ante mi se alzan dos vampiresas de indomable valor y pasión irrefrenable, dolidas por un concepto tan ambiguo para mi como el machismo.

  • No seas tonta -pongo mi mano sobre la suya que se apoya en mi cara, con dulzura- Me conoces, sabes que no te dejaré aquí en este estado de turbación.

Aparto su mano de mi rostro y me acerco más a ella, ofreciéndole mi abrazo sincero que la cubre con mi propia capa. Odio verla así. Odio verlos así. El ganado jamás debería ser una preocupación para nosotros, somos algo más, superiores, dioses entre los hombres.

  • Solo son barriles, bolsas de zumo, hermana. Su sexo es indiferente. Las ceremonias son solo ridiculizaciones de las ceremonias mortales, de cuya sagrada tradicion nos burlamos como secta, como seres superiores. Lo que hemos presenciado ahí dentro no lo hemos inventado nosotros, solo nos reimos de los mortales que las crearon. El uso de mujeres virgenes en los sacrificios a sus dioses es una tradición humana más antigua que todos nosotros, más que la iglesia católica a la que despreciamos burlones con los cargos de la Espada de Caín. -Me separo un poco, aflojando el abrazo, y miro directamente a los ojos de mi hermana. Con solo verla, y más en su actual estado emocional, siento el deseo de besarla, de ofrecerle mi cariño. Elevo la barbilla y pego mis labios en su frente durante unos tiernos segundos- Naturalmente, el ritual original podría haberse desvirtuado aún más poniendo algunos varones como sacrificio... -Río ligeramente, con la esperanza de despertar en mi hermana un toque de humor- ...pero supongo que les pareció suficiente que las virgenes no fueran tales ¿No crees?