Partida Rol por web

Cerrazón en Auro.

La Cerrazón de Auro.

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30/11/2011, 16:22
Director

Solamente veías la negrura de tus manos embarradas. El frío carcomía tus pies mojados con un agua pútrida. La respiración y el latido que sentías en las sienes de tu cabeza con fiebre te recordaban que estabas vivo.
Una pequeña luz entraba por la izquierda, desde una cerradura que te daba la más tenue luz verde. Te movías hacia ella y el mundo se desenfocaba, comenzaba a palidecer y giraba. ¡Chaz! un flash azul y un atardecer sombrío.
Solamente sabías que era una nueva alucinación, una, otra y otra más. Ya doce años, un mes y una tarde pasaban desde que cazaste aquel sapo gordo. Aquella vez estabas cagado de hambre, que ibas a hacer. Igual, era rico el batracio. Eso te hacía sentir un poco menos de vergüenza. Te convencías que la suerte buena o mala es el pretexto de los fracasados, como alguna vez escuchaste por ahí. Así que no fue suerte encontrar una joya entre intestinos verde negruzcos y romperte una muela. ¡La gema te eligió! Que gema puta –pensabas-, venía a esconderse en un bicho resbaladizo.
Ahora la tomabas en tu mano, mirabas su brillo verde un segundo como un humo fantasmagórico  y la volvías a esconder, colgante en tu pecho. La alucinación había pasado y volvías a la realidad dura y cruel. Pero ya volvería otra, como siempre. Siempre que tengas la gema.
Por suerte ya no hacía tanto frío y no, no sentías los pies mojados. Tampoco tenías las manos embarradas ni tampoco fiebre. Tenías buen humor, tu viaje se estaba acabando.
Ya habías tenido demasiado, ocho días de viaje no son poca cosa. Mirabas atrás con recelo y jurabas olvidar el nombre de la región que abandonabas, la que te vio crecer y la que ahora te perseguía. No importaba. Lo que pasó allá es cosa del pasado. No vas a volver nunca y tampoco te van a encontrar.
Ahora lo único que importaba es que volvías al lugar donde encontraste al gran sapo del destino. Volvías a Auro.
Las luces del día ya se extinguían, tiñendo la tarde en sepia y coloreando las nubes de naranja y amarillo. El viento desprendía las hojas de los árboles de los costados del camino y te rescatabas de que el otoño ya había empezado hace rato. Qué terrible –te decías-. No le habías prestado atención, y las primeras noches frescas ya comenzaban.
Apuraste el tranco, sorteando los pozos mojados de la senda pedregosa.
Para pasar el tiempo silbabas, fundiendo tu melodía con la de los largos pastos secos del costado.
La noche llegó. Y el frío. Y el viento. Y las luces de las ventanas. Y llegaste vos también.
Bienvenido a la cerrazón de Auro.

Notas de juego

Vos tenés esta información en la cabeza:

Auro es un pueblito costero olvidado, que vive de la agricultura, la pesca y el comercio (por no decir contrabando). Estas tranquilo acá porque no te van a encontrar, nadie te ubica.
Solamente conoces a tres tipos, que te pueden llegar a hacer la segunda en una que otra ocasión:

*Moner: Es un cincuentón que vive en el centro de la ciudad, con sus tres hijas y su esposa que lo trata re mal. Se gana el pan haciendo aberturas de hierro y algún que otro mueble. Sabés que tiene un primo que se llama Moguer y que siempre esta en el puerto, laburando como pescador. A este la única cosa que le gusta más que las minitas es el escabio.

*Ranerto: Es un gil de como dos metros, que de pedo sabe hablar sin escupir demasiado y esta más flaco que Enrra. Cuida los caballos de los que van a la posada “El cornudo felíz”. Sabés que queda cerca del camino por el que vas.

Por ahí te sirve la info.

 

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30/11/2011, 18:47
Veigar Vind

Volver de un mal viaje siempre era motivo suficiente para estar contento, y esta no fue la excepción. El viaje, sin embargo, le había servido para olvidar los sucesos que viví en la tierra de la que ahora está exiliado.
Se movía a paso lento, y aunque cansado, estaba entusiasmado, ya que podía vislumbrar la ciudad a un par de kilómetros. Pensaba que si no fuera por las extraordinarias ojotas mágicas que le robó al Loro, no hubiera llegado a Auro en tan poco tiempo.
Me vienen al pelo -fue lo primero que pensó al ver un montículo de piedras que le serviría para resguardarse del fuerte viento que corría. Cuando se acercó, se agachó y sacó un liyo y un poco de tabaco de un morral.
Mierda... -dijo en voz baja- voy a descansar un poco en la mugrienta Auro y me voy ni bien pueda.

Años de experiencia en armar cigarrillos y porros de la exotica hierba del este permitieron que el cigarrillo esté armado poco después de terminar la frase. Siguió viaje tranquilo, fumando su cigarro, y cuando quiso acordarse, ya estaba en Auro. La vieja y destartalada Auro.
Buenas noches. -le dijo con una leve sonrisa, acompañada de un leve gesto con la cabeza, al hombre que se encontraba en la entrada de Auro. Tranquilo como venía, entró en el pueblo.

Hace tiempo que no estaba tan pobre, solo 16 míseras monedas y unos pocos objetos, que no eran para vender. Sabía que solo tenía dos opciones: visitar al viejo Moner, a ver si podía darle una mano, o en última instancia, robar, esa acción que se vió forzado a aprender a realizar en tiempos de necesidad peores.
Sólo en última instancia...

Se dirigió a lo de Moner, a ver si seguía viviendo allí y podía darle una mano.

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30/11/2011, 20:34
Director

El cigarro se estaba acabando y todos sabemos que las últimas secas son las que mas se sienten, así que guardó la tuca en un bolsillito de su mochila. La podía fumar más tarde.
Encaminándose a lo de Moner fue notando como las casas se hacían unas más próximas a las otras, hasta dejar las afueras rodeadas de huertos y llegar al centro de la oscura ciudad.
Caminaste por un par de callejuelas estrechas y encontraste fácilmente lo que parecía ser la calle principal. Estaba mejor iluminada que las demás, pero no dejaba de ser sombría. Recorriste unos metros. Los recodos y callejones no faltaban. No había nadie por ningún lado y solo se escuchaba un leve murmullo de gente reunida, posiblemente en la taberna o en la posada donde trabajaba Ranerto.
Las casas eran todas altas, algunas de dos pisos y otros de tres o incluso cuatro. En las plantas inferiores pudiste ver unos cuantos comercios y almacenes que obviamente estaban cerrados, pero que por la mañana podrían ofrecerte servicios si así lo requerís. Tenían techos a dos aguas en su mayoría  Estaban cerradas y no había nadie en la calle. Se vislumbraban velas encendidas en algunas, detrás de las cortinas que impedían ver dentro.
Mientras mirabas esto te percataste de que ya faltaba solamente unos cuantos metros para llegar a lo de Moner. Veías su casa erguirse iluminada en su planta baja y en una habitación del segundo piso, a mitad de cuadra. Entonces allí viste a las primeras personas de la ciudad. Eran dos tipos que conversaban entre si. Uno de tu edad, un poco bajo y flaquito y el otro un poco más alto y fornido. Ambos estaban bien armados con una espada corta envainada y una lanza en su mano. No pudiste evitar que se percaten de tu presencia y comiencen a mirarte fijamente, estudiando tus movimientos.

- Tiradas (3)
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01/12/2011, 00:35
Veigar Vind

¿serán de la guardia del pueblo?-fue lo primero que se preguntó al ver fugazmente a los dos personajes que lo miraban fijamente. En ese caso, probablemente llevarían algún tipo de uniforme que los identifique como tales.
Decidió seguir su camino sin mirar a los sujetos.

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01/12/2011, 00:42
Director

Sin mirarlos, notaste que no dejaban de seguirte con sus ojos. Te pusiste un poco nervioso, pero no dejaste de tener claro tu objetivo. Casi estabas frente a ellos cuando tocaste la puerta de la casa de Moner.
Pasaron unos incómodos segundos. La luna brilló sobre vos y volvió a esconderse, tímida. De pronto, una luz se movió al lado de la ventana y las cortinas se corrieron. Te olvidaste de los que estaban detrás tuyo. Una cabeza con escaso cabello y grandes ojos miraron por la ventana con extrañeza. Tardó en reconocerte, pero esbozó una sonrisa de felicidad al verte de nuevo y desaparecer de la ventana. Escuchaste que una madera se corrió tras la puerta, se movieron varias cadenas y dos cerraduras dejaron de estar activadas.
-¡Pasá rápido Veigar!- Te dijo la voz ronca tan rápidamente que casi pareció una palabra muy rápida y con múltiples acentos.
Tan rápido como pudiste pasaste al interior de su hogar. El viejo te recibió con calidez. dándote un fuerte apretón de manos, al tiempo que te invitaba a sentarte en una mesa redonda, rodeada por cinco cómodas sillas.
Mientras mirabas a tu alrededor, Moner se dedicó a cerrar la puerta con tantos mecanismos que parecía que se resguardaba de un troll. La habitación era pequeña y funcionaba como un comedor. Tenía un par de muebles rústicamente tallados y una chimenea que todavía tenía brazas. Sobre ella había colgada una enorme hacha, a modo de decoración. Sentiste una absurda cantidad de calor, tanto que parecías estar dentro de la misma chimenea.
-¡Hermano! –dijo, mientras se sentaba junto a vos- ¡Tanto tiempo! ¿Qué hacés acá? ¿Querés comer algo? ¿En que te puedo ayudar? ¡Estoy muy contento de verte!

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01/12/2011, 01:22
Veigar Vind

El gordo no pudo evitar sentir como le caía un rayo de satisfacción al recibir tan cálida (en más de un sentido) bienvenida. Sonriente entró en la casa del viejo y se sentó en una de sus sillas, corriendo la misma a una distancia considerable de la mesa para poder entrar.
¡el viejo Moner! - exclamó sin poder evitar reírse - ¡Seguís siendo tan precavido como siempre!. De repente le dieron ganas de terminar su cigarro, pero sentía que eso ya era ponerse demasiado cómodo. ¿Como estás, viejo? ¿seguís viviendo bajo el mismo techo que la arpía? -bromeó- Espero que esté un poco más calmada que la última vez que vine.

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01/12/2011, 01:38
Moner Rigaton

¡Se ríe mucho de tu chiste mientras mueve la cabeza y mira hacia abajo.
-Sí, que voy a hacer. Yo tendré una Arpía, pero vos tenés un pozo sin fondo en el estómago…ahora parece no tener fondo y ser más ancho todavía.- contesta-. Ahora, ¡Contame que me impacientás! ¿Qué te trae por acá? No deberías andar solo a esta hora de la noche, este pueblucho no es el mismo de antes. Las ratas son más gordas, la luna más oscura y el pan más duro. Esperame. –Se va un segundo y vuelve con un plato con unos cuantos porotos y pedazos de carne, junto con un vino bajo el brazo- Lo guardé para alguna buena ocasión, y creo que esta lo amerita. Comé, pero tratá de hablar- te exclama mientras te sirve el alcohol-.

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01/12/2011, 02:21
Veigar Vind

¡Esperá! ¡me hacés sentir que me estoy aprovechando de tu hospitalidad! -sea como sea que le haga sentir, necesitaba comer algo. Sentía que se había abierto un agujero negro en su estómago y se estaba tragando sus entrañas.
Por lo menos dejame ofrecerte este trago. Se puede decir que también lo estuve guardando para una ocasión especial. Sacó de un pequeño bolso una botella de ron a medio tomar y lo dejó en la mesa. Bah, "lo estuve guardando" es una forma de decir, claro.
Miró a la puerta durante un instante, como si pudiera ver a través de ella, pensativo.
Por supuesto que te pondré al día sobre mis asuntos -desplazó su mirada hacia Moner- pero antes... Me gustaría preguntarte acerca de un par de tipos que vi afuera de tu casa. Me sorprendí un poco al verlos. ¿Es normal que la gente ande por ahí armada, o quizás eran guardias?

Notas de juego

¿lo que pasó en mi ciudad natal tiene que ver con la gema que me encontré adentro de la rana?
¿se algo más de la gema, además de que tiene un hechizo y me hace ser moooooy agil?
¿cada cuanto me dan alucinaciones?
¿Soy muy agil gracias a la gema o na' que ver? Capaz otro objeto

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01/12/2011, 13:54
Director

-Comé tranquilo, hermano. Si no te sacias, hay un poco más en la olla.- Te dice de manera serena.
Se toma el vaso de vino de un saque y se sirve un poco del ron que le ofrecés sin dejar de darte las gracias. Mientras lo bebe, escucha atentamente tu pregunta sobre el par de tipos, a lo que te responde:
-No son guardias oficiales precisamente. Mira…es un poco complicado. En la ciudad no hay ninguna cede de gobernación o si quiera defensas organizadas. La gente común y honrada del pueblo se organizó para crear una asamblea que discuta las principales necesidades de ciudad y así creo un grupo de hombres que se encargasen de custodiar las calles por las noches por el pueblo y para el pueblo. Es una misión muy difícil, pero no imposible. –Hace una pausa y toma un poco de su vaso antes de continuar- Verás, las cosas acá no son fáciles. Este pueblo es cueva de cada ladrón y asesino que anda suelto y eso lo vuele un lugar muy peligroso. Además el puerto es lugar de delito continuo. Hay contrabando, cuerpos flotando en el río y…es el pasaje a Ekdro.
¿No la conocés? –Te pregunta, y al encontrar tu negativa continúa con la historia, tomando antes otro sorbo de ron y que le de un poco de hipo - Ekdro es una pequeñísima villa al otro lado del río. En su momento fue un lindo lugar que servía de sustento para la alimentación del pueblo, pero hoy es tierra de muerte, lo más parecido a un cementerio. Nada crece ahí. Hay un par de granjas abandonadas, casas en ruinas y muchas cosas extrañas de las que no quiero hablar, como te imaginarás. Nadie en sus cabales vive allí. - Mientras decía esto en voz baja su rostro cambió; se volvió triste, con una mezcla de enfado y preocupación. Se acabó su copa y se sirvió otra más de tu bebida-
-Perdón, pero hace tiempo no bebía esto- Te mira un segundo y continúa hablando, ahora con la cabeza gacha- Verás, no tengo donde ir. Nací acá y acá me voy a morir. No pienso irme, pase lo que pase. –Hace fondo blanco, escuchas como traga y ves su nuez subir y bajar-
No puedo ofrecerte más que una comida de pobre y quizás unas pocas monedas, Veigar. Mis hijas ya duermen y  no puedo prestarte mi cama esta noche, aunque de todas formas no soportarías a mi mujer. - Entonces recobra un poco la compostura y ríe- Pero...sabiendo que te comés cualquier cosa y que las mujeres no son la excepción  quizás la confundas con una vaca, ja ja ja- ríe-

-Pero creo que quieras eso. Contame más. ¿Hay algo en lo que te pueda ser útil? –Duda y se sirve otro vaso, y te invita a compartirlo-.

Notas de juego

¿Lo que pasó en mi ciudad natal tiene que ver con la gema que me encontré adentro de la rana?
No. En tus ciudad te las mandaste, como de costumbre. Te metiste con gente importante y acomodada y te querían matar. Te viste acorralado y huiste como rata. ¿A dónde ibas a ir? Cualquier ciudad quedaba demasiado lejos y viste oportuno este pueblo para esconderte, es un lugar olvidado de Dios.

¿se algo más de la gema, además de que tiene un hechizo y me hace ser moooooy agil?
La encontraste y ya. Crees que por ella te empezaron a aparecer alucinaciones, antes de tenerla no las sufrías. El hechizo que tiene lo podés usar a voluntad. Elegilo de entre los que aparecen en el manual, es de nivel uno.

¿cada cuanto me dan alucinaciones?
Dos por tres. A veces estas semanas sin que te pasen, otras veces te han pasado un par de días seguidos. Entras en trence un par de segundos y quedás inmóvil mirando un punto fijo. Después volvés en si y las recordas, pero no sos conciente de lo que pasó en la realidad mientras estabas re colgado.

¿Soy muy agil gracias a la gema o na' que ver? Capaz otro objeto.
No sos ágil por la gema. Decidí vos la historia de tu agilidad, si crees importante hacerlo.

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01/12/2011, 16:37
Veigar Vind

Escucha con atención mientras come lo más rápido que puede y dos por tres se manda un trago de alguna bebida. Cuando terminó, decidió que era el momento de contarle a su amigo lo sucedido días atrás.
Como sabrás, mis días de riqueza se acabaron el año pasado, cuando tuve que pagarle a las autoridades por un par de delitos en los cuales me vi involucrado. Si no fuera porque tengo experiencia en el regateo y el comercio, ahora probablemente estaría pudriéndome en una celda oscura. -paró un momento para tomarse de un par de tragos el vino que acababa de servirse. Se secó la boca con la mano y continuó -Desde entonces he estado intentando conseguir objetos de valor para poder irme y venderlos a mayor precio en otras ciudades, es algo que siempre me ha salido bien.
El rostro de Veigar se puso bastante serio. Pero me metí con la gente equivocada en el momento equivocado. El mayor de los peces gordos de mi ciudad, un viejo corrupto que controla casi todo. Ese error casi me costó la vida.
Comió el último bocado y se quedó callado un momento. Estaba desesperado, sólo me quedaban unas pocas monedas, y no se me ocurrió mejor idea que robarle a ese hijo de puta.
Se quedó un momento callado, ya que no le gustaba mucho hablar de las cosas "ilegales" que hacía a veces.
Como te imaginarás, las cosas no salieron bien... La última noche que estube en la ciudad, cuando estaba volviendo a mi hogar, ví tres tipos armados que forzaron mi puerta y entraron. Obviamente tube que irme de inmediato. -concluyó.
Y bueno... acá estoy, este es el primer lugar donde se me ocurrió venir.

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01/12/2011, 17:03
Moner Rigaton

Te escuchaba, mientras terminaba el poco vino que le quedaba, solamente para no acabarse tu último poco de ron. No emitía palabra alguna mientras hablabas solamente te miraba, chupaba y respiraba. Quedaste muy lleno con tu comida, aunque no era la mejor que probaste, sirvió para acallar tus tripas. El ron y el calor te pegaron para atrás, y el cansancio del viaje comenzó a notarse. Cuando terminaste de hablar, tu amigo concluyó:
-Te entiendo perfectamente. Los negocios nunca me gustaron demasiado, prefiero llevar una vida tranquila, en la que los golpeteos de mi martillo se convierten en pan para mis hijas. –Suspira, y mira con un solo ojo dentro del vaso vacío, como viendo si alguna gota quería escaparse. Se rasca la cabeza un segundo y sigue hablando, con un poco de vergüenza-. Como te decía, solamente puedo darte esto –Mete su mano en el bolsillo y la mueve en él. Entonces da un palmazo sobre la mesa y al retirar la mano ves tres monedas de brillante oro- Es todo lo que tengo, soy un tipo pobre, compañero. Seguro te alcanzará para dormir en algún lado y desayunar bien. ¿Qué pensas hacer mañana?

- Tiradas (1)
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02/12/2011, 14:50
Veigar Vind

Veigar escuchaba a Moner. En un momento comenzó a bostezar ya que empezó a sentir de repente todo el cansancio del viaje. Paró de bostezar de inmediato cuando Moner le ofreció las monedas.
Dejá, por favor, que ya me hiciste demasiados favores por hoy, no voy a sacarte tus monedas, si estamos más o menos en la misma. No tiene sentido, en serio. -le repetía- igual muchas gracias.
Se levantó lentamente de la silla y le tendió la mano al tipo.
Bueno, me voy yendo para la posada. Gracias por todo Moner. ¡La proxima invito yo! -le dijo cuando le dió la mano, y decidió irse a descansar a la posada.

Notas de juego

Me voy pa' la posada a que sea otro dia nomás. Vos me decís cuantas monedas me tengo que restar y eso.

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02/12/2011, 17:17
Director

Pareció entender el por qué de tu rechazo, y con un gesto de educación, volvió a poner las sillas en su lugar, luego de que te levantaste. Te dio otro cálido apretón de manos. Hoy por hoy no se sabe si uno va a volver a ver a la gente.
-Hasta cuando tenga que ser, fue un placer volverte a ver, gordo.-Se despidió, mientras abría los tantos candados y cerrojos, para darte paso hacia la tenebrosa e incierta libertad.
-¡Adiós!- Escuchaste, junto con el golpe de la puerta y un sonido de llaves.
Te viste parado en el medio de una sombría calle, golpeado por el frío y bajo la apagada luz de una luna tímida entre las nubes negras. El viento sopló. Tu pelo se movió. Y diste los primeros pasos, en dirección al sur de la ciudad, dirección obligatoria para llegar a la esquina en donde debas decidir que camino tomar:
¿Tomarías el camino más corto y doblarías a la izquierda, en dirección este y cruzarías la desolada plaza para llegar a “El Catalejo de Bronce”, la posada de mejor calidad de la ciudad, lugar de descanso de el mejor grupo de gente que puedas encontrar por acá? ¿O continuarías bajando varias cuadras por la misma calle en dirección sur, para luego girar al sudeste e ir al “Cornudo Feliz”, posada de baja calidad en donde quizás puedas encontrar un buen precio y seguro a tu conocido Ranerto?

Notas de juego

Hombresito: Tu ubicación actual y casa de Moner.

Carrito: Plaza principal/Mercado.

Esfera: Templo/Monje.

Espiral: Alquimista.

Casita: Taberna "El hongo azul".

Pez: Muelle.

Luna llena: "El Catalejo de Bronce”.

Luna nueva: "El Cornudo Feliz".

 

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02/12/2011, 17:54
Veigar Vind

Al salir del cálido ambiente en el que se encontraba, se vió engullido de repente por el frío y la oscuridad. Intentó no desanimarse, prendiendo lo que le quedaba del cigarro y dirigiendose a la posada más cercana, que si no le fallaba la memoria y el sentido de la ubicación, era la posada llamada "El catalejo de bronce". Además sabía que era la mejor posada de la ciudad. Le vendría muy bien un colchón de calidad y un poco de tranquilidad. Al día siguiente planearía qué rumbo tomar con su vida.

Notas de juego

Según el mapa no tengo que pasar por la plaza para llegar al catalejo de bronce.

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03/12/2011, 01:38
Director

Decidís dar media vuelta e ir a dormir en una buena cama, ya era bastante tarde. Doblaste la esquina a una calle más angosta. Acá los edificios parecían ser más altos que en el resto de la ciudad, la mayoría tenían tres pisos. Las calles eran un poco menos cuidadas, con algunas piedras desalineadas. Seguían desoladas. Notaste que un poco más adelante, había un rincón sin iluminación, pues la lámpara que debía iluminar ese radio estaba apagada. Continuaste tu paso un poco más ligero, pero notaste que el aire vibró. Era una voz. Paraste en seco y notaste que provenía de este rincón oscuro de más adelante. No pudiste evitar acercarte casi en puntas de pié para escuchar mejor, sabías que no te escucharían. Distinguiste que cuatro metros más adelante, esa sombra ocultaba un callejón, de donde pudiste oír la charla en muy baja vos, como casi un susurro:
-¿Vas a ser vos entonces?-Dijo una voz grave y firme, que hablaba rápido. Te diste cuenta que era un hombre bastante joven quizás diez años menor que vos.
-No, sabés que no. Siempre tengo que ser yo. Andá vos –Dijo otra voz, bastante más aguda. Ambos parecían de edades similares.
-Siempre voy yo. y lo sabés, estúpido. La última vez dijiste que la próxima te tocaba.- Contestó la primera voz. Parecía enojado.
-No me vas a decir que hacer. –Dijo tensamente y continuó – O vas vos o te olvidas de mi, hijo de puta.
Entonces se escucharon un par de movimientos rápidos contra el suelo, como pies que se movieron varias veces y un golpe seco y fuerte contra una pared. A partir de ese sonido pudiste advertir que el callejón no era muy profundo o quizás ellos se encontraban entre tres o cuatro metros de la calle. Hubo un silencio grande. Se escucharon inmediatamente un par de murmullos rápidos, pero eran casi imperceptibles.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Podés retirarte sigilosamente y sin problemas por donde volvías. Podés, si no, intentar escuchar los murmullos bajos con una tirada de "Advertir" con dificultad 14. Si querés arriesgarte un poco más podés intentar espiar y arrimar la cabeza por el callejon para intentar ver que pasa, "Sigilo" dificultad 15 y si querés pasar de largo y continuar tu camino sin que te vean, dificultad 19.

 

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03/12/2011, 02:22
Veigar Vind

Le llamaron la atención las voces que escuchó, parecían ser sólo dos jóvenes. Pero ¿qué hacían en la oscuridad?
Están tramando...
Se le pasó fugazmente por la cabeza la idea de aprovechar la situación. Quizás estaban apunto de intentar un robo. Si pueden abrir la puerta, me alcanza.
Se acercó un poco en cuclillas por las sombras y decidió observar un poco más la situación.
Lamentaba no haber traído su cuchillo. En una ocasión como esta le venía al pelo. Además, necesitaba algo con qué defenderse en las calles. En estos tiempos se necesitan ojos en la espalda...

- Tiradas (1)
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03/12/2011, 02:33
Director

Efectivamente, el callejón era pequeño, pero estaba lo suficientemente oscuro como para que puedas ver apenas un hombre flaco de casi metro ochenta que estaba parado de espaldas a vos, sujetando a otro mucho más pequeño que él, que estaba siendo apretado contra la pared. No parecían estar armados. El más grandote parecía estar discutiendo fuertemente con el pequeño.

Cargando editor
03/12/2011, 02:37
Veigar Vind

Veigar vió la situación y sin razón aparente, comenzó a sentir curiosidad, quería saber qué estaba por pintar en ese momento. Asomó la cabeza en la esquina del callejón y se puso a observar cuál sería la próxima secuencia. Prefería no verse envuelto en la misma al menos que sea muy conveniente.

La curiosidad mató al gato.

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03/12/2011, 02:51
Director

La discusión continúo un par de segundos, hasta que hubo un tironeo fuerte entre ambos, un par de puñetazos e incluso se alzó una daga, brillando en lo alto y bajando como un rayo, clavándose en el cuerpo del mas pequeño. Se repitió la acción dos veces más y el cuerpo inerte del joven cayó al piso, mirándote y sangrando por la boca. Su asesino quedó respirando agitado, encorvándose y apoyándose con las palmas en sus rodillas.

Notas de juego

Cargando editor
03/12/2011, 02:54
Veigar Vind

Ante la repentina agresión del alto, decidió sacar lentamente su arco por si al asesino se le ocurría intentar alguna estupidez. Decidió que no tenía nada que hacer en ese lugar y era mejor continuar su camino tranquilo. Lentamente se dirigió para el lado de la posada.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si me voy sin ningun contratiempo me calzo el arco de vuelta.