Partida Rol por web

Al momento que la reina de primavera invitó a Xavi, Miriam se giró casi pidiéndole perdón con la mirada. Desde luego no era lo que esperaba. A pesar de ello, sonrió a Jeanni tímidamente y asintió con la cabeza en señal de agradecimiento, pues sabia que en parte había tomado esa decisión por ella.

-Lo que no haría un bodisatva es haber iniciado ese malentendido que ha llevado a todo esto -regañó Miriam, que aun permanecía cerca de Macario y Jeannie.- Autocontrol, Macario, autocontrol.

Tras ello dejo avanzar unos pasos a la pareja por respeto a la reina, y quedo a la altura de Pietrus.

-No me deis las gracias, era lo justo no habías hecho el mal si no todo lo contrario.. ejem.. de hecho soy yo la que se disculpa. No pretendía poneros en una situación incomoda, seguro que una celebración en nuestra corte no era lo que teníais planeado para pasar el día. La reina tiene en consideración mis palabras, pues sabe que mi deseo es facilitar la existencia de todos los nuestros... sin importar la corte -aclaró- se lo dije nada mas llegar a Barcelona y me aceptó, creo que le gustó , a pesar de ello no siempre escucha lo que tengo que decir...

Terminó con un deje de melancolía sumida en sus pensamientos.

Me encojo de hombros ante las palabras de Miriam.

- Se agradece vuestra preocupación. - le digo. A lo mejor estando con vos consigo averiguar el motivo por que ambos eramos pareja en ese extraño sueño.

Luego miro a Macario encomiándole a guardar silencio antes de que hable más de la cuenta y tenga que arrancarle la lengua para a continuación centrar mi atención nuevamente en Miriam.

- En verdad nunca he estado en uan celebración de la Corte de Primavera. - le respondo. Será una nueva experiencia. Y espero que no tan mala como lo pinta Macario.

- Eso sí, no soñeis con que abra la boca para hablar más de lo extrictamente necesario y si puedo evitarlo ni siquiera eso.

El que por su gusto es güey del cielo le caen cencerros. -piensa Macario. 

Vamos.  

-Oh, no te preocupes querido Macario, ya he elegido las armas que vas usar para el duelo de esta noche.- Susurro Jenny,  de manera complice.- Estoy seguro de que sera de vuestro gusto.

Jennie y sus guardias, escoltaron a vosotros y la ex-campeona de vuelta a los Baños Salamandra, para bien o para mal.

Los Baños Salamandra, base y centro de reunion de la corte de Primavera, decia algo de la corte que de todos los "reinos" del Feudo fuera la mas poblada por mortales entre Perdidos, solo rivalizando a la Sagrada Familia de Verano durante el dia.

Jennie le gustaba de disponer a mano el glamour y compañia de mortales cuando podia, revelando que pensaba que toda la parafernalia de ocultarse y separarse de la humanidad, solo podia traer locura y soledad a la poblacion Faerica. Asi los baños, estaban plagados de mortales, desde jovenes llenos de vigor hasta ancianos necesitados de un momento de paz, disfrutando tumbados y sudorosos sobre las caldias aguas y piedras que eran el suelo donde se fundaba los baños.

Por supuesto, la reina de Primavera, aunque impulsiva y caprichosa, no era estupida del todo, y sabia como mantener fuera de los ojos de sus clientes, los asuntos privados de los Perdidos de su corte, habiendo entre los muros decorados por bellas figuras geometricas y simetricas, y arcos grandes esculpidos con bellos arabescos, habia zonas privadas que solo los Perdidos tenian accesso, entre ellos la reina y sus invitados.

La reina llevo consigo Abbie y Macario, dejando a solar a Miriam y Pietrus.

Jennie trajo con Abbie entre brazos, a una de las habitaciones de masaje que habia, iluminada con una fuerte y agradable luz de lampara, poso a la ex-campeona sobre la camilla boca arriba, y comprobando antes su pulso y temperatura, empezo a desvestirla ante ti, sin ningun pudor.

Cuando empezo a quitar el vestido rasgado, pudiste ver algo que no te habias dado cuenta, Abbie aunque pequeña, exhibia unos musculos atleticos pero compactos, sobre todo en sus piernas, aunque nada que ver con la fuerza de Titania o Pietrus. Mientras que estos eran evidemente culturistas, Abbie tenia el cuerpo de una gimnasta deportiva.

-No te quedes ahi parado mirando.- Dijo la reina, notando tu mirada, y alzando una ceja.- Coge ese cuenco de frutas y ve pelandolas.- Señalo a un pequeño cuenco de frutas que habia un lado, eran similares a cerezas, pero mas grandes y azules, las reconoces como fruta goblin recien salida del Seto, y habia un buen puñado de ellas.

- Curioso Feudo. - le digo a Miriam. ¿Estais siempre rodeados de mortales? - le pregunto intrigado.

Macario comenzó a pelar las cerezas, una por una, mientras le preguntaba a Jennie.  ¿Qué armas son esas que me apartas Jenny?  Recuerda que no se manejar ninguna, es a propósito, por lo pacifista.  

Fue por unas gasas y otro material de curación, adelantándose a la petición de su reina.  Aprovechó para checar a Pietrus, quien había caído como palomilla ante flama.  Regresó.

-Que hermosa.   La mirada de Macario se pierde en las piernas de Abbie. Dime Jennie, ¿que pasó alrededor del tiempo que Absenta se perdió de nuevo?  ¿Crees que su captora regresó por ella? 

Al llegar a los baños el grupo se dividió y Pietrus quedó a cargo de Miriam, que le pidió, amablemente, que la siguiese por la zona privada de los baños. La humedad en el ambiente debido a los baños era tan elevada que era imposible no sudar, pero era lógico a eso es a lo que iba la mayoría de personas allí, a sudar. A todo lo que ello simbolizaba, purificación, liberarse de las toxinas que el propio cuerpo produce y que nos envenenan lentamente. Los baños eran una metáfora perfecta de la primavera. La renovación, liberarse de lo viejo y dejar paso a lo nuevo.

Miriam iba explicando los diferentes baños y salas de los que disponían y que por supuesto estaban totalmente a la disposición del invitado, aparentemente se iban alejando de la zona de los baños pues la humedad descendía, no así la decoración, cada pasillo y pilar por el que pasaba mantenía la decoración mosaical y con formas geométricas característica del lugar y el aroma a perfumes.

-Cuando llegue a Barcelona, vine de Francia ¿sabes? allí estuve sirviendo en la corte del Verano como tu ahora, pero las cosas no eran como yo esperaba... Y por eso me fui. Al llegar aquí estuve un tiempo observando las diferentes cortes de la ciudad pues no deseaba volver a equivocarme. ¿Sabes lo que me llevó a elegir Primavera? Estos baños -su voz se lleno de ilusión- representan lo que mas deseo... No importa la edad o el sexo, ni genero o raza, ni orientación religiosa, sexual o política. Cualquiera puede venir a estos baños y salir mejor de lo que entro... Se podría decir que deseo ser como estos baños para todos los perdidos que lo necesiten.

Guiñó un ojo cómplice a su invitado justo antes de detenerse ante unas hermosas puertas dobles, que abrió para que ambos pasasen. Su optimismo podía llegar a ser contagioso o eso, o se la consideraba una estupida que vivia en una ilusión permanente.
El interior era un despacho lo suficientemente grande para albergar un par de estanterías y un escritorio. También había un divan y 3 sillones de cuero y apariencia muy cómoda dispuestos en triangulo. Miriam cerró la puerta cuando ambos pasasteis y se sentó en uno de los sillones, con las piernas cruzadas y reposando ambas manos sobre su rodilla en una perfecta demostración de protocolo.

-Por favor ponte cómodo, este es mi despacho. Me gustaría hacerte una pregunta, me has demostrado que eres una buena persona.. o como mínimo que tienes principios, no quiero meterme en los asuntos de otras cortes pero... si que desearía saber que hacia Macario contigo.

-Lo se, pero esta arma, estoy seguro que sabras manejarla.- Fue lo unico que dijo la reina sobre el tema de manera criptica, procediendo con el tratamiento.

No hay rastro de Pietrus, sea donde sea que se lo haya llevado Miriam, esta fuera de tu alcance. Solo puedes rezar porque Miriam no sea dura con el.

Mientras preparas las gasas y demas materiales, ves a a Jennie acercarse a Abbie y preguntarle varias cosas, costaba de oir porque ambas susurraban, una sobre todo porque parecia incapaz de hablar mas alto, o incluso de levantar los parpados, no tienes ni idea de como la Perdida aun se mantiene consciente.

-Abbie es mi mejor amiga y confidente. Fue campeona de Primavera hasta que cierta primavera, le fue encargada con rastrear ciertas desapariciones repentinas en el Seto. Nunca volvio, hasta ahora. Me he pasado años buscandola, una vez persegui y detuve un hobgoblin mercader que vendia peligrosos automatas a sus clientes, que malfallaban y dejaban insconscientes a los Perdidos que los habian comprado y luego los vendia a las Hadas una vez indefesos. Por supuesto, resulto no tener nada que ver con el secuestro de Abbie, pero fue una de las primera aventuras con Botas, y la que me hizo decidir por olvidar a Abbie, dandola por muerta o peor, y hacer de Botas el nuevo campeon.- Conto, pudiendo notar, como cada palabra parecia salir de su garganta como chispas apagadas de un tiempo mejor.- Hum, estas heridas ya estan tratadas y vendadas, y ahora que lo veo, de manera efectiva ¿Esto lo habeis hecho tu o Pietrus?- Pregunto ella, con una mirada directa a ti, intensa e inquisitiva, que haria sudar al mas osado.

-Parte la fruta y ve dandole de comer trozos pequeños a Abbie.- Ordeno la reina, llevandose una mano bajo su chaqueta y sacando un pequeño bote de aceite.- E intenta no mirar mucho.- Añadio, embadurnandose las manos de aquel aceite y restregandose con el.

¿De verdad?  Pues afortunado que la encontráramos.  Su cuerpo estaba todo lleno del seto, de su boca salían zarzas y trató de morder enloquecida a Pietrus al sentirse rescatada.  Fue al herirla que se retiraron las vainas, agresivas como las que más hubiera visto, mi reina.  

Le comenzó a dar la fruta.  Guardó la mirada de su hermosura, pues el deseo debe ser compartido para tener más sentido, y eso es lo que quiere un Primavera Bodhisattva.  

-¿Zarzas dices? ¡Pero eso no tiene sentido, el Seto no es capaz de ...!- Jennie se paro en ese tren de pensamiento, girando la vista a un lado, reflexionando sobre algo.- Tendre que consultar con Gaia sobre esto, pero sobre todo tendre que hablar con Verano sobre esto. Primero roban a mi campeon y lo pierden, ahora descubro que han descuidado su custodio sobre las fronteras. Malditos incompetentes, Primavera podria hacer el trabajo de ellos tres veces mejor, empezando por encontrar a MI ex-campeon ¡Malditos sean todos!- Jennie apretaba tanto los puños, que sus nudillos se pusieron blancos.

Luego, un poco mas calmada, mientras alimentabas a la perdida, Jennie comenzo a masajear el cuerpo de la perdida. No sabes que clase de aceite era ese, aunque lo que hacia era evidente nada mas verlo, alla donde pasara las manos de Jennie sobre la piel de la perdida, todo rastro de suciedad o magullamiento desaparecia, limpiando y revitalizando la castigada piel de la ex-campeona dandole un ligero brillo por el aceite untado. El masaje de Jennie fue intenso y escrupuloso, la reina empujaba y moldeaba cada uno de los musculos, tocando pies, manos, abdomen, axilas, piernas, rostro y demas. Incluso llego a retirar la ropa interior de la joven por unos segundos, dandole en gluteos, senos y pelvis, aunque la reina no mostraba mas intencion que sanar y volvio a poner la prendas en su sitio nada mas terminar, la escena podria haber caldeado la sangre de mas de uno.

-Al final no me has dicho como la habeis vendado.- Menciono Jennie, ya a punto de terminar con el tratamiento.

Diosito, que cosas me toca ver.  En efecto, todo era muy primaveral.  Que cuerpo de campeona.  No podía ocultar que le parecía todo extremadamente sensual, pero mantenía la compostura como se debe.

Ah, de las vendas, pues sólo fue sentido común, y la verdad no me quedó tan bien, ¿ve ese doblez?, me hubiera quedado mejor.  Y claro, el veraniego de Pietrus también se vio hábil con lo que traía de primeros auxilios.  Algo le enseñan a esos guerreros.  -Macario trataba de hacerlo sonar todo tan razonable.-

De las defensas contra el Seto, tiene razón mi reina.  Debemos incrementar la vigilancia, colaborar con Verano en ello.  Así reforzamos nuestra relación, de paso.  Hasta el mismo Pietrus parecía sorprendido con la virulencia de las zarzas.  

Ojalá Absenta nos pueda decir más cosas, cuando se sienta mejor. 

-Ya veo...- Dijo la reina, parecia que se habia creido tu mentira, o quizas estaba disimulando, era dificil de saber. Para lo temperamental y expresiva que era Jennie, a veces mostraba una cara de poker similar a las cartas de la Perdida croupier que conociste en el casino.

Jennie termino con el masaje, y tu con el cuenco, y para entonces, Abbie parecia completamente distinta y recuperada de como la habias visto en la cabaña, limpia y con sus heridas cerradas, ahora la joven solo parecia estar extenuada, reposada sobre la camilla con ojos cerrados y una cansada sonrisa.

-El aceite le ayudara a no sentir dolor durante un rato, y la fruta goblin deberia haber cerrado las heridas de sus costados. Ahora solo podemos dejarla dormir y descansar.- Dijo Jennie, posando una mano sobre la mejilla de esta con ternura.- Me alegro tanto de que estes de vuelta "Abbie".

Luego, la reina te ordeno salir y cerrar la puerta tras de ti, y que la acompañaras por los terrenos de los baños, adentrandote mas y mas en terreno desconocido, hasta llegar a lo que habias oido hablar, como los "baños privados" de la reina. Un pequeño baño termal comunes y corriente, con ducha y una mesa con te y pastas incluida, pero con una sutil diferencia, el aroma y el incieso era uno que solo se podia oler en el Seto, proveniente de materiales sacados del mercado goblin, ademas las columnas, rodeadas de zarzas, la arena esparcida por el suelo y el pasiaje pintado en las paredes daba la sensacion de estar en medio del Seto, aunque uno distinto al que hay aqui en Madrid, uno mas arido y plantas exoticas que no encontrarías aqui.

-De donde vengo, el Seto se llama Espejismo, es un lugar de maravilla y vida comparado a nuestro entorno normal, sin embargo, es igual o incluso mas peligroso que el Seto local.- Explico Jennie, sacando de su chaqueta una pequeña caja y depositandola en la bandeja de te. Para luego proceder a quitarse la chaqueta.- Desnudate y disfruta de las aguas conmigo, hablaremos de tu nueva arma mientras disfrutamos de un agradable te.- Te ordeno, mientras continuaba por quitarse las botas.

Macario examinó los paisajes pintados en las paredes.  "Espejismo", buen nombre, le corresponde.

Procedió a quitarse la ropa para bañarse.  ¿Fue en Marruecos donde usted... se perdió, -¿fue raptada? que difícil pregunta siempre entre los changelings-  mi reina?  

-...Si.- Dijo la reina despues de un rato en silencio.- Y fue el mismo lugar al que volvi cuando escape, sin embargo, para entonces, ya no habia nada para mi.

La reina se desprendio de todas sus ropas, y lo primero que pudiste notar, no fue su desnudez y su piel bien bronceada, que la hacian una belleza exotica incluso entre los iberos siempre bañados en sol, sino lo que habia encima de su piel, tatuajes, espalda, abdomen, pecho, brazos y piernas, el cuerpo de la reina era un misterio cubierto de sigilos y extraños simbolos entrelazados entre si, un mapa enigmatico que solo los dioses sabrian que prometia u ocultaba.

No era que nunca hubieras esos dibujos suyos asomarse por las mangas o la nuca de la reina, pero solo hasta ahora, habias podido contemplar en todo esplendor aquella obra de arte, siempre ocultas bajo excentricos vestidos o trajes de marca.

La reina se adentro en las calientes aguas, haciendo que el agua saliera un chorro de vapor ante el contacto con ella, y acomodandose en uno de los asientos del baño, inclino la cabeza hacia atras, en una pose relajada.

-Excelente ¿Por donde iba? Asi, no habia nada en Marruecos para mi, fue por esa razon que fui a España, para formar una nueva familia. Y como ves, ahora tengo una, Macario, una gran y feliz familia, formada por cada uno de los miembros de Primavera. No podria pedir mas que esto, bueno, casi.- Dijo con una gran sonrisa y los ojos cerrados, parecia que el baño le habia traido el buen humor. Alzo un mano, y señalo la bandeja, repleta de te y aquella caja misteriosa.- Prepara el te y sirvenos una taza cada uno, luego abre la caja. Ahi encontraras tus nuevas armas.- La caja no media mas de 30 o 40 centimetros ¿Una daga quizas?

El joven artista de Primavera decidió poner una canción 80tera que recién había descubierto, una sobre uno de los fundadores de la Corte aquí en Catalunya.  Empezó a sonar suavemente...

Macario sirvió el té, le pasó uno a su reina -muy de ella el preferir una bebida caliente en un baño caliente- y tomó lentamente un sorbo del suyo.  Se acercó luego a la caja, la levantó con cuidado tratando de adivinar que contenía.  Confiaba en que su intuición sobre el peligro le funcionara en cualquier momento...

La abrió. 

- ¿Así que eras de la Corte de Verano? - pregunto extrañado. ¿Qué era lo que no te gustaba? ¿Que esperabas y que encontraste? - pregunto con curiosidad mientras tomo asiento y me pongo cómodo apoyando los brazos en los brazos del sillón de cuero.

Estaba claro que el protocolo no era uno de mis fuertes ni tenía intención de serlo en el futuro.

- Se agracede el cumplido. - le digo a Miriam.

- Con respecto a la pregunta sobre el motivo de que estuviera con Macario te puedo decir que unos días atrás un amigo común nos presentó y estuvimos hablando un buen rato. - contesto. Hemos congeniado bien y de vez en cuando quedamos para hablar, tomar algo, ...

En cierta medida era cierto y no pensaba darle más datos a Miriam de los que ha le había dado.

Una sonrisa se dibujo en sus labios y sus mejillas ganaron algo de color sonrojado. Divertida ante la extrañeza de su invitado.

-Si, ya se que no soy el arquetipo de una corte de Verano, pero hey no todo tienen que ser peleas. Se supone que vosotros os enfrentáis a lo que otros no se atreven y sobretodo protegéis, dispuestos a dar la vida por otros mas débiles. Puede que yo jamas derrote a un hada en combate, pero si tengo ese espíritu de sacrificio por algo mas grande. Pero lo que encontre fue un tirano que imponia su voluntad por las buenas o por las malas y solo seguía sus intereses...

El tono del discurso a pesar de haber comenzado lleno de ilusión se fue volviendo triste hacia el final, y tras escuchar tu última respuesta no pareció mejorar. Miriam comenzó a mirarte diferente a medida que hablabas, una expresión mezcla de tristeza y rabia. Al hablar trato de aparentar dignidad en sus palabras.

-Ya se que hay rumores sobre que soy la perdida mas brillante del feudo, pero te los has tenido que tomar muy enserio si crees que va a colar eso de que estabais en el seto para "charlar y tomar algo" -se cruzó de brazos, como una adolescente con un berrinche, aunque hasta así tenia cierto encanto.- hasta yo me doy cuenta de que eso no puede ser, se que os conocisteis por Botas y que era a el al que estabais buscando, además yo también le estaba buscando... -había hablado de mas, cambió de tema rápidamente.- Si no querías decirlo haberlo dicho directamente, hubiese sido mas cortés, bueno ¿quieres ver algo mas de los baños?

Se levanto del sillón con prisa, esperando que su invitado también quisiera zanjar ahí la conversación...