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Changelling: The Lost

Dependencias de los esclavos de servicio

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16/07/2008, 18:59
Director

El calor hacía gotear lentamente el caparazón de hielo que rodeaba a Cenicienta. No se llamaba así, desde luego, pero ninguno conocía su verdadero nombre, tan sólo el nombre que le había dado su ama.

En casa de Fulana existían dos tipos de esclavos: los dedicados al servicio, que incluían a los encargados de la caza, y los esclavos "de compañía". Las diferencias eran claras. Mientras que los primeros vivían en casetas frías y pequeñas, fuera de la casa, y se encargaban de tareas tales como la limpieza, la cocina, el servicio, el cuidado del jardín, etc... los esclavos de compañía se alojaban en un ala especial de la casa de sus dueños, y eran atendidos en sus necesidades por los sirvientes. La labor de los esclavos de compañía consistía simplemente en acompañar y divertir a sus señores cuando estos lo deseasen.

El Pianista, el Violinista y Sweety eran tres de los esclavos de compañía. Pianista era el que más tiempo llevaba, quince años en total. Como su propio nombre indica, se encargaba de tocar el piano, y aleccionaba en música a los hijos de sus amos. En el país de las hadas había aprendido a tocar otros instrumentos de teclado que no emitían sonido alguno, si no imágenes. Las sinfonías compuestas por las hadas hacían surgir de ellos imágenes de colores que formaban paisajes oníricos, cuyo sentido era, la mayoría de las veces, incomprensible incluso para alguien que llevaba tanto tiempo como él en Arcadia. Sweety era el segundo en antigüedad entre los esclavos de compañía. En realidad no tenía ninguna habilidad especial, pero Aemira le tenía una especial querencia. Había moldeado el cuerpo del esclavo de manera similar al suyo propio, y casi siempre se hacía acompañar por él. Se rumoreaba que a veces su compañía incluía el propio lecho de la señora, aunque esto era difícil de decir con certeza. Lo que estaba claro era que, de todos los esclavos de la casa, era el preferido. Aemira siempre se preocupaba de que todas sus necesidades estuviesen bien cubiertas, y no se descuidaba ni un segundo de velar por su bienestar, si bien los métodos que seguía para cuidar de su "mascota" no terminaban de ser del todo adecuados para un humano. A base de no permitir que hiciese ningún esfuerzo, el cuerpo de Sweety se había debilitado de manera considerablemente. Finalmente Violinista era la última adquisición. A Aemira le disgustaba cazar presas que no hubiesen alcanzado la edad adulta, pero a veces hacía excepciones. Violinista le había atraído de manera irresistible por la intensidad de sus sentimientos, pues destilaba pasión, resentimiento, necesidad de ser amado... por los cuatro costados. Además se había convertido en un acompañamiento fabuloso para Pianista, y gracias a ellos dos, las fiestas de su casa habían alcanzado un cierto renombre entre la sociedad feerica, que apreciaba las sonatas de música e imágenes que se tocaban a lo largo de las veladas.

Entre los esclavos de servicio estaban Kena, Jotun, Edward, Baba Yaga, Bella, Blancanieves y Cenicienta entre otros. Nadie sabía cuanto tiempo llevaba Kena en la finca, pues ella misma había perdido la cuenta. Sumergida en su vida de animal de presa, perdió la noción del tiempo hacía bastante tiempo, hasta el punto de que era incapaz de decir si llevaba un año o cien. Sweety sabía que llevaba más tiempo que él, puesto que, el día que la fatalidad quiso que, sin querer se adentrase en el Límite, su supuesta salvadora, Aemira, iba ya acompañada por Kena. En efecto, Kena acompañaba a su ama a casi todas las cacerías, y también simplemente cuando Aemira salía a pasear. Su cuerpo y sus sentidos tenían rasgos de lobo, y su olfato especialmente dotado había conseguido para su ama algunas interesantes adquisiciones, como el propio Sweety, pues ella había sido quién había dado con el rastro del hombre perdido entre el laberinto del Límite.

Baba Yaga era una vieja bruja, que junto con Cenicienta, Bella y Blancanieves se encargaba de las tareas domésticas. Limpiaban, lavaban la ropa, bruñían el metal, hilaban con la rueca, preparaban la comida, etc... A Aemira le disgustaba en extremo el aspecto de Baba Yaga, así que no le permitía nunca aparecer en su presencia. Las mujeres con nombre de princesa de cuento eran las encargadas de servir la mesa y atender a los huéspedes.

Jotun se encargaba del control de los otros esclavos. Cuidaba a animales y chagellings por igual. Les llevaba las sobras de las comidas de sus amos para que se alimentaran, sacaba a pasear a Kena cuando esta llevaba demasiado tiempo sin salir de caza y comenzaba a ponerse nerviosa, asignaba las tareas del día según las órdenes de los dueños de la casa, y, durante el día, cuando no estaba encerrado junto al resto de sus compañeros, tenía acceso a las llaves de las diferentes áreas de la casa, excepto, claro está, de la puerta principal.

Además, con la ayuda de Edward, Jotun estaba dedicado al mantenimiento de la casa, incluyendo todo tipo de reparaciones y el cuidado de los jardines, que Edward realizaba de manera casi exclusiva.

Existía un último changelling en la finca, aunque nadie le prestaba demasiada atención. Le llamaban Bonsai, porque era exactamente eso: un humano cuyo tamaño había sido reducido de manera proporcional para presentarlo a un concurso. Durante un tiempo había sido el centro de atención de todos los habitantes feericos de la casa, que habían estado muy ocupados pensando y experimentando maneras de reducir su tamaño hasta lograr su objetivo. Sin embargo, después del concurso, que, por cierto, no ganó, se olvidaron de él por completo. De esta manera, Bonsai era el único changeling de la casa que no tenía ninguna labor en concreto. Los demás sospechaban que debía haber encontrado algún modo de colarse en la despensa, pues parecía que, para compensar su merma en altura, había decidido aumentar en anchura. Sin embargo hasta el momento nadie había recibido parte de sus botines.

En realidad, sí que había algo que Bonsai hacía. Había asumido el papel de médico, y atendía a todos los demás cuando resultaban heridos o caían enfermos. Era algo inevitable, casi una compulsión. Odiaba ver como los demás padecían dolor, y en sus manos estaba evitarlo. Pero no había podido hacer nada por Cenicienta.

El accidente ocurrió durante los días más fríos del invierno. La muchacha, sobrecargada de trabajo en las cocinas, había cometido un error imperdonable, al servir tibia una sopa que debería estar caliente. Y como castigo por permitir que la sopa se enfriase, el amo Doneiro había decidido dejar que la doncella también se enfriase, de modo que en lugar de dormir en las dependencias de los humanos, la hizo pasar la noche a la intemperie.

Fue una noche especialmente fría. La nieve cayó copiosamente y a la mañana siguiente, cuando Jotun fue a buscar a Cenicienta, la encontró hecha un ovillo sobre si misma, muerta por congelamiento.

La imagen, que resultó sobrecogedora para los habitantes changeling de la casa, a las hadas les pareció deliciosa. Pasaron un buen rato admirando la delicada expresión de sufrimiento de su rostro, el maravilloso tono añil que había tomado la piel a causa del frío, la desesperación que reflejaba la postura que la chica había adoptado para tratar de conservar todo el calor de su cuerpo en el interior... Tanto les gustó que decidieron conservarla como adorno de jardín, protegiéndola en el interior de un bloque de hielo. Hicieron que Edward y Jotun construyesen un pedestal en el centro del jardín, y lo adornasen con rosales invernales trepadores, de hermosas flores azules, blancas y rosa pálido, y allí tuvieron el cadáver de la pobre muchacha en exhibición.

Fue una idea muy acertada por su parte, pues el insólito adorno se convirtió en el centro de las miradas de todos los que asistieron a las fiestas, convirtiendo a los dueños de la casa en una familia muy popular. A los changelings de la casa, que tenían que ver tan horrendo recordatorio cada día, no les pareció tan buena idea.

Pero ahora que el sol de la primavera comenzaba a derretir el bloque de hielo, había llegado el momento de retirar el adorno del jardín. Jotun y Edward fueron los encargados, de nuevo, de la ingrata tarea. Luego habría que decidir qué hacer con el cuerpo.

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16/07/2008, 18:59
Director

Es de noche y todos los esclavos de servicio estáis ya encerrados en vuestras dependencias. El alojamiento que las hadas os dan no es más que una choza de madera con el suelo cubierto de paja y un agujero en el techo para que salga el humo de la hoguera junto a la que os calentáis. A lo largo de toda la mañana, habéis visto como Jotun y Edward iban desmontando el pedestal sobre el que se encontraba en cadáver de Cenicienta, conservado en hielo. Como no sabían qué hacer con el cuerpo, y sus amos no les habían dado ninguna indicación, habían decidido llevárselo a la cabaña.

Notas de juego

Edward y Jotun, para empezar, tenéis que decirme si habéis introducido el cuerpo en la cabaña, o lo habéis dejado en la calle. Como aun hace bastante frío, especialmente por la noche, si lo dejáis fuera seguir congelado. Si lo metéis dentro, al calor de la lumbre el hielo se empezar a derretir.

En esta escena estáis todos los changelings de la casa menos Pianista, violinista y Sweety, que son los enchufados que viven en la casa.

Ya podéis empezar a postear.

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16/07/2008, 20:05
Jotun

Jotun estaba de pie en mitad del jardín, observando el bloque de hielo. El frio le atenazaba el torso y los fuertes y grandes brazos desnudos. Casi parecía una estatua de dos metros y medio, de piel aceitunada y con nudosos cuernos en la cabeza.
No sabía lo que tenía que sentir. ¿Ira?, por una muerte injustificada y cruel. ¿Tristeza?, por la separación de una compañera que nunca hizo daño a nadie. ¿Añoranza?, por un final rápido a todo el dolor de este triste mundo. Se miró las manos. Eran grandes y toscas, de piel curtida como el cuero y endurecidas como la tierra en invierno. ¿Cuántas muertes habían visto?. ¿Cuántas veces se habían teñido de la sangre de otros?.

Ninguna había sido como esta. El acero y la piedra, el corte y la carne. Rápido, indoloro y mortal. La ovación y los gritos. Glorioso final. ¿Quién vio como la mirada se perdía?. ¿Quién sintió la piel dejar de temblar?. Solo la oscuridad y el mortal frio.

Dejó de pensar pues ese no era su trabajo. Cuando dejó de matar todo perdió su sentido. Levantó el bloque de hielo con su gran fuerza y lo acompañó al interior de la cabaña para que el hielo se derritiera. Quizá así dar un final a los restos mortales de la Changueling. Liberó una mesa donde poder apoyar el hielo. Y la depositó allí.

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16/07/2008, 21:46
Edward

Ayudo a Jotun a subir el bloque de hielo a la mesa, y luego me siento a solas en una esquina, lo más alejada posible, a observar como el calor deshace el hielo, que empieza a gotear sobre la mesa. Quisiera enterrar la cara entre las manos para no tener que verlo, pero, al mismo tiempo, no puedo dejar de mirar.

¿Que vamos a hacer con ella?

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16/07/2008, 22:45
Baba Yaga

Baba Yaga (¿Era su verdadero nombre? Estaba segura de que no, pero no conseguía recordarlo) zurcia los dobladillos de un vestido de Aemira. Era una absoluta obra de arte, era de Melancolia pura y suave, con engarces de Desesperanza y brillante Tristeza, que refulgía como lágrimas perladas. La anciana zurcia con gran concentración, pues sabía que cualquier error, por pequeño que fuera, lo vería Aemira y se quedaría sin comer aquel día.

Sin embargo era mucho mejor que su anterior ama, la brutal Bruja del Norte, la cual se había comido uno de sus ojos en represalia por un trabajo mal hecho, un conato de rebeldía de la que se arrepintió. En la cabaña de la Bruja había aprendido a zurcir y a hilar con la rueca con una precisión admirable.

Por lo tanto cuando Edwards y Jotun entraron a la casa ella no los vio, abstraída como estaba en su tarea.

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17/07/2008, 00:50
Bonsai

El pequeño bonsai estaba cerca del fuego del hogar. Puede que no midiese mas de un metro escaso, pero tenia una gran cualidad y era que era tan ancho como largo literalmente. Practicamente era un bola de carne con brazos y piernas que a pesar de su aspecto era bastante agil. Tomo la palabra mientras calentaba sus manos en el fuego.

-¿Que que hacemos con ella? Dar las gracias por que halla acabado su sufrimiento...Mas no podemos hacer....

La perdida de Cenicienta le dolia como al que mas, pero tanto tiempo de sufrimiento le habia enseñado a interiorizar sus sentimientos, quizas demasiado.

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17/07/2008, 09:06
Blancanieves

Blancanieves mira a Bonsai y frunce el ceño.

¡ No se como puedes decir eso! ¡Es horrible! Supongo que ella no te importaba nada. Creo que en realidad a tí nadie te importa nada.

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17/07/2008, 09:36
Kena

De repente una cola de zorro que estaba de espalda a los demás empieza a moverse.
Delante de lo que parecia la ventana, le encantaba realmente observar el exterior, pensando que algún dia podría ser libre.
Mueve una oreja en signo de extrañez tras oir tanto murmullo.
Y, al girarse para ver el cuerpo de Cenicienta se acerca a la multitud, aunque...bueno, con lo pequeña que era la casa no habia mucho por acercarse.
Al verla de cara su apariencia parecia joven, no más de tener 25 años, aunque estaba claro que tenia muchos mas.
Llevaba un fino vestido blanco, ensuciado por el tiempo, y atada siempre con restos de cadenas en sus tobillos, las cuales se habian roto al paso del tiempo, aunque ya no hicieran falta.

Bueno, ya vale, Blancanieves, Bonsai..., parad.
De nada servían las regañinas ahora, tras ver el cuerpo inerte de Cenincienta estaba claro que estaban todos muy dolidos, pero no se podian perder los nervios.

Se queda mirando a Cenincienta, con los ojos húmedos, aunque siempre firmes y seguros.
Lo único que podemos hacer ahora es darle una buena despedida.

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17/07/2008, 10:39
Jotun

Jotun seguía con la mirada perdida en el cadaver de cenicienta. El resto hablaba, pero el no escuchaba. Hasta la última frase de Kena.
-Buscar un hermoso arbol, y dejarla dormir por siempre, debajo de sus ramas.

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17/07/2008, 14:19
Blancanieves

Kena, sabes que es verdad. Si realmente le importasemos, nos sacaria de aqui. Igual que esa vieja bruja. Ya se escapo antes, lo sabemos todos. Y el sabe forzar la puerta de la despensa. ¿Que mas le daria forzar tambien la de la puerta de salida? Pero claro, como Bonsai no tiene que trabajar, lo mismo le da. Esta muy a gusto aqui, sin hacer nada, solo zampar hasta que reviente.

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17/07/2008, 14:41
Bonsai

-Jo jo jo -Dice con una falsas carcajadas tras lo cual hace una burda imitacion de la voz de Blancanieves- Bonsai no trabaja, solo come. ¡Ja! El dia que te dobles un tobillo y tu vida dependa de servir un plato recto veras como vienes a buscarme.
Continua calentandose las manos junto al fuego.

-Sigo pensando que ella es la que mejor esta de todos nosotros.

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17/07/2008, 14:49
Kena

Bonsai..., querido...- su voz sonaba dulze y melodiosa, pero a la vez grave, puesto que habia estado demasiado tiempo cazando y bajo aquella forma de zorro-, nunca mas vuelvas a decir eso.
Piensa que, aunque ella ahora descanse en paz y no lleve esta vida, nosotros tendremos algún día la posibilidad de salir de aquí. Y cuando lo hagamos..., creeme, ella estaria mas feliz si estubiera en nuestra piel.

Hace una breve pausa, con un gesto para intentar calmar las cosas entre Blancanieves y Bonsai.

Igualmente,paremos con este tema, lo mejor ahora es darle la despedida que se mereze nuestra compañera.

Se acerca a su cuerpo inerte y empieza a acariciarle la mejilla con las llemas de sus dedos, algo peludas, pero muy suaves.

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17/07/2008, 15:09
Edward

Escucho la conversación sin poder dejar de mirar hacia el cuerpo, cada vez menos cubierto por el hielo. Ver como el bloque se deshace, empapando la paja que cubre el suelo es casi hipnótico. Me pregunto que tacto tendrá el cadáver cuando lo cojamos para sacarlo de aquí, e inmediatamente me reprendo por ser tan morboso.

No me parece que este sea el momento ni el lugar para mantener esta conversación digo sin desviar la vista Jotun lleva razón. Enterrémosla bajo un árbol y dejemos que descanse en paz. ¿Sabéis si era cristiana o practicaba alguna religión?

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17/07/2008, 22:20
Jotun

-¿Cristiana?, ¿religion?. Si alguna vez hubo algún dios, avandonó esta tierra hace tiempo. Dejandonos solo con nuestros brazos.- Dijo levantando ambos fuertes y musculosos brazos. -Solo nos tenemos a nosotros. Y la verdad, es que no tenemos nada.- Dijo mirando a través de la ventana, observando la casa de la señora.

-Vigilad que no haya nadie fuera. Por lo menos que su descanso no se convierta en una atracción de circo... de nuevo-

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17/07/2008, 22:42
Baba Yaga

La vieja giro levemente la cabeza, parecía haberse sentido aludida en la conversación, pero en vez de levantarse continuó en el cose-que-te-cose. No se sabe muy bien si es medio sorda o senil, o simplemente deja que los demás crean eso mismo.

Como las brujas caníbales de los cuentos de hadas.

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18/07/2008, 00:32
Bonsai

El pequeño Bonsai se levanta y se dirije a la ventana opuesta a la que se encuentra Jotun.

No se sabe muy bien si para vigilar o simplemente por que le apetecia ver el paisaje. Pero la cuestión es que se pone de puntillas para observar con sus diminutos ojos.

-Por este lado no se ve a nadie.

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18/07/2008, 01:23
Director

Si estáis pensando en salir, que sepáis que la puerta está cerrada con llave hasta mañana.

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18/07/2008, 10:10
Kena

Se levanta con un ágil movimiento, casi no se le vió moverse.
Y con su brusquedad de siempre intenta abrir la puerta a las buenas por el pomo.
Esta cerrada con...arghhh...con llave.
Se aleja lentamente y se dispone a cargar contra la puerta.

Notas de juego

¿Y si quiero derribarla?
¿Que tengo que tirar?

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18/07/2008, 14:04
Bonsai

Observa a Kena como se prepara para echar la puerta abajo.

-¡Espera!¿Estas segura de lo que quieres hacer? Probablemente si fallas te dislocaras algo en el mejor de los casos, por no decir que cuando los amos se enteren solo nos traera problemas....

...Y los demas aun estamos vivos.

Notas de juego

No se supone que Jotun tiene todas las llaves de la casa menos las de la puerta principal? o lo entendi yo mal? :s