Partida Rol por web

Chaos Theory: OVERLOAD [+18]

- Acto III: Una cena luego de hacer la tarea.

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09/04/2022, 19:16
Lucy

 -¡Oigan, no hagan como si todo esto fuese normal! -comentaría una mujer de ropas formales y cabello blanco, que uno de los grupos ya conocía bastante bien para conocer como actuaría. -. ¿¡Qué diablos es todo esto!? ¿¡A nadie más le parece super extraño y sospechoso!?

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09/04/2022, 19:22
Yutaka

 -Bueno, es que es verdad: esto no es lo más raro que ha pasado desde que despertamos... -opinaría aquel chico de cabello rojo, sin querer lanzar leña al fuego de la ira de la mujer pero tampoco queriendo ignorar el hecho de que ciertamente, con todo lo sucedido, aquello ya era hasta normal, siendo que se dirigiría a la barra a tomar uno de los vasos de whisky. -. Soy Yutaka, un gusto... Por cierto: no somos los únicos que no recordamos nuestro apellido, ¿cierto?

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09/04/2022, 19:25
Santiago

 Aquel que se había acercado a la barra junto al niño rubio de antes era un hombre joven de complexión delgada y ropa de oficinista, cargando consigo un clásico maletín marrón con una mano, sin llegar a tomar el vaso de whisky.

 -Vaya, por un momento pensé que era solo cosa nuestra: nosotros tampoco recordamos nuestro apellido, pero si nuestros nombres... Santiago, por cierto -se presentaría también en español, con una leve sonrisa, añadiendo entonces. -. Es extraño... ¿Cómo podemos entendernos sin saber el idioma del otro?

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09/04/2022, 19:34
Jack

 -La esencia en sus cuerpos cambia la percepción que tienen de los sonidos, y los transforma en cosas que entiendan -diría entonces la voz de alguien que, a diferencia de los demás, no estaba en la sala hace unos momentos, y que además hablaba alemán.

 Llegando desde el pasillo largo con las puertas, un hombre de largo cabello negro con un sombrero redondo y un pañuelo cubriéndole el ojo izquierdo, saldría llevando un carrito de limpieza a través de una fregona metida en este, vistiendo de cierta manera similar a la bartender con un conjunto formado por una camisa manga larga, chaleco, pantalón y zapatillas, acompañando el conjunto con un pañuelo rojo alrededor del cuello.

 -Jack, no se supone que vengas cuando están los demás... -le replicaría la bartender con cierta mirada juzgante.

 -Déjame hacer mi trabajo más fácil, mujer: siempre confió en que no me lo harán más difícil, pero esta vez me aseguraré de que sepan que existo y no anden por allí haciendo los que les dé la gana -explicaría el hombre, el cual a pesar de estar fumando un cigarro que parecía nuevo desprendía un olor de haber estado fumando durante mucho tiempo. -. Escúchenme bien: soy el encargado de la limpieza de este lugar, y agradecería desde ahora que todos regresen cada día como lo hicieron hoy, en una pieza y con sus órganos dentro. Limpiar la sangre es muy difícil, y juro que si tengo que volver a unir a alguien haré que todos tengan que limpiar el suelo con sus lenguas...

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09/04/2022, 20:34
Kailani Fubukawa

Al parecer varios de allí conocían del juego y quien era Kantoku. -Pues a mi no me hace gracia, se me acercó de manera creepy en la calle. Pues normal que hiciera que la policía lo persiguiera... Al parecer el no había sido el único así que se acercó a Erika con una sonrisa. -Me alegra ver alguien que pensase como yo jajaja. Aunque lo del juego se me hace muy raro... ¿Estamos en una especie de realidad virtual o algo? No entiendo nada. 

Al final volvió a hablar a todos pues tampoco es como que se centrara en uno o dos únicamente. -¿Todos tenéis habilidades especiales como en un videojuego? Si es eso aún no tengo claro si esto va por equipos o por separado. Aún le sorprendía poder hablar en Fiyano y que todo cristo lo entendiera, eso le hacía sentirse bien y en esos momentos podía llegar a pensar incluso que era algo que el estaba soñando pues así es como ocurriría en cualquiera de sus sueños. 

-Da más miedo mi padre que tú. Pero tu casa, tus normas. Dijo finalmente a Jack, poniendo sus manod en su nuca despreocupadamente.

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10/04/2022, 00:23
Suzuki Yuki

  -¡Oh! -seria cuando Kailani hablase en fiyano que un niño con ropajes parecidos a los de un templo, y una gorra, alzaría la voz con una inmensa sonrisa, señalándole mientras dirigía su mirada hacia otro niño que vestía con accesorios dorados. -. ¡Mira, él también habla Taka-taka! ¡Y tiene tu mismo color!

  Sobraba decir que se uniría al resto en la barra, tomando asiento mientras pasaba a disfrutar del jugo, balanceando los pies mientras bebía lentamente.

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10/04/2022, 00:29
Aten Nassar

 Si bien desde que apareció tuvo cierta expresión seria, esta se volvería de molestia cuando el chico de gorra soltó aquello, clavando la mirada sobre él.

 -El suyo es otro idioma, ¡y deja de decirle así al mío! -exigió visiblemente molesto, en un idioma que por sus vestimentas cualquiera podría decir que era egipcio, alguno.

 Sus ropajes podrían resultar llamativos para más de unos, tratándose de holgadas telas que combinaba con numerosos accesorios que brillaban como oro auténtico, completando el conjunto con una capa azulada sobre los hombros.

 -¿Tienes vino? -preguntaría a la bartender, quién tras asentirle se dispondría a sacar una copa para empezar a servirle.

Notas de juego

Fin del master-intervención (?).

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11/04/2022, 10:22
Okada Aina

Miré hacia donde me señalaba Karin. Yo no veía a nadie. Eso de tener amigos invisibles era muy guay y me daba envidia, aunque era incómodo no poder verlos.

Hola, Nemu-kun. Hola, Yuki-sama. Me llamo Okada Aina. Me alegro de conoceros. ¿Queréis ser mis amigos? —pregunté con timidez mirando hacia donde Karin me señalaba.

«¿Confianza para imponer?» ¿Qué quieres decir con eso? —Agaché la cabeza, sintiéndome algo desanimada. Yo siempre daba todo de mí. ¿No era suficiente? ¿Qué más tenía que hacer para sorprender a los demás?

No tuvimos mucho más tiempo para hablar, ya que pronto tocamos la piedra y desaparecimos de allí.

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11/04/2022, 10:22
Okada Aina

Nada más llegar, muchos de los niños dijeron sus nombres. Parecían mucho más majos que los niños de mi colegio. La chica peliverde habló un poco, y esta vez sí dijo algo comprensible. No, espera… Estaba hablando igual que siempre, pero ahora yo sí que la entendía.

Hola, Adele-chan. Antes no te entendía, pero ahora sí. Eres extranjera, ¿no? —dije con voz tranquila Me fijé luego en el traje del chico pelirrojo—. Hola, Kaoru-kun. Me gusta mucho tu traje… —Era muy mono y parecía suavecito—. ¿Cuántos años tenéis? Yo tengo diez.

Tras hablar un poquito, me acerqué a la barra. Me habría gustado sentarme cerca de Karin y hablar un poco más con ella y sus amigos, pero el hombre malo se acercó a ella y se me quitaron las ganas. Torcí los labios en un gesto de molestia y resignación, pero no dije nada. ¿Por qué tenía que estar todo el rato siguiéndola? Solamente la idea de acercarme a él me daba miedo y desconfianza. Por otro lado, cuando intentó sentarse, me fijé en que había muchas menos sillas de los que éramos.

Mientras tomaba sorbitos del zumito, la mujer de las pistolas se me acercó y tomó el otro vaso, ese del líquido raro para mayores. La miré con algo de curiosidad. Seguía teniendo sensación de que me sonaba de algo, pero no sabía de qué. También me quedé mirando el vaso que tenía en la mano, preguntándome a qué sabría. Seguro que no me dejaría probarlo. Nunca me dejaban.

¿Dónde conseguiste esas pistolas? —pregunté a Navy. Me daban miedo a la par que curiosidad—. ¿Y esos dibujos, qué significan? —Extendí la mano y los acaricié un poco. No notaba nada raro al tocarlos. Era como tocar piel normal—. Mi papá dice que solo los maleantes llevan dibujos en la piel…

La chica del traje fucsia no sabía nada del juego, y la camarera tuvo que aclarárselo. Al oír su conversación, abrí los ojos como platos, perpleja.

¿Llamaste a la policía? ¿Por qué…? Si Kantoku-san es bueno… —pregunté confundida, imaginando al pobre Kantoku-san huyendo de la policía con cara de no entender nada de lo que estaba pasando.

Viendo lo que pasó con Adele y Kaoru, esperaba que les echaran una buena bronca. En vez de eso, para mi sorpresa, dijeron que podíamos tomar alcohol si lo pedíamos. Era la primera vez que oía que los niños podían beber cosas de esas. Me daba curiosidad poder probarlo. ¿Por qué les gustaría tanto a los adultos?

—¿Puedo probar un poco? —pregunté a la camarera con ojitos inocentes, ofreciendo mi vaso, en el que todavía quedaba algo de zumo.

Un tipo muy raro apareció con un carrito de limpieza, y empezó a decir cosas que sonaban complicadas. ¿«Esencia»? Eso era otra cosa que me sonaba de algo… ¿De qué? Además de eso, nos habló de forma muy borde. ¿Por qué nos decía eso, si no habíamos manchado nada? No era justo… Yo siempre me esforzaba por no ensuciar las cosas de los demás.

Después del rato en que habíamos estado combatiendo y corriendo, me sentía bastante cansada, así que acabé por sentarme en una de las sillas, la que estaba más cerca del vaso que había cogido. Con lo cortito que era mi vestido, sentía el frío del asiento directamente contra mis muslos. Balanceé un poco los pies hacia delante y hacia atrás, que no llegaban al suelo.

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11/04/2022, 21:10
Nakahara Karin

Al darme cuenta de que puedo escuchar hablar normal a Kai y a Adele, sonrío emocionada dando saltitos en mi silla. Hay mucha gente y es complicado saludarles a todos, pero todos tienen trajes muy chulos. Abro la boca para responder a la chica de la máscara que se ha acercado, pero entonces Lena-san le responde y asiento sonriente. 

Después miro a Taro-san, sin entender entonces qué es premium y qué no. Me cruzo de brazos y muevo la cabeza como si lo entendiera, muy seria. ¡Tengo que aprentar estar segura de las cosas! Al ver que se quiere sentar, me voy escurriendo a un lado del taburete y bajo con cuidado, recolocándome la falda y dando unas palmaditas en el taburete vacío. 

- ¡Te puedes sentar en mi sitio si quieres! Siempre dicen que hay que deder el asiento a la gente mayor. - digo muy sonriente. ¡Así verá lo amable y buena chica que soy! Me pongo de puntillas para llegar a la barra después de que dos niños se hayan llevado el vaso que no es - ¡Yo quiero probar la... la... eso! - digo señalando el vaso de Taro-san, emocionada por poder probar bebidas de mayores. Miro a Kaoru, el niño al que le han quitado el vaso y me acerco sonriente - ¡Podemos compartir el mío si quieres! 

Luego llega un señor que parece un poco borde... Pero como dicen papá y mamá, no es borde, es que está "quemado". ¿Será de tanto fumar? No lo sé, pero como dicen que hay que tener paciencia y ser amable, me acerco a él y le tiro un poco del chaleco esperando que me vea. 

- ¡Señor, señor, no se preocupe! Intentaremos venir limpitos y y tenemos tiritas y curitas. ¡Ah, sí! Mi amigo Kuro-kun siempre dice que para las manchas de sangre va bien un poquito de limón. También dice que así sabe más rico... - me llevo un dedo al moflete, pensando en qué otras cosas dice, pero luego sacudo la cabeza y las manos. ¡Ay, puede que haya sonado muy mal! - ¡Ah, pero no hace falta que nadie lama el suelo! Vale para limpiarlo y eso es lo importante.

Algo más tranquila por haber ayudado al señor quemado Jack, me acerco a los otros niños y más en concreto a la chica de la máscara, Erika, y a Kai. 

- ¿Entonces llamasteis a la policía? ¡Pues muy mal! - digo levantando los brazos, con gesto de preocupación - ¿Y si Kantoku-nii-san se hubiera quedado detenido? ¡A lo mejor no te dejaba jugar y te quedabas sin deseo! ¡O a lo mejor nos quedábamos todos sin juego! - digo asustada- Menos mal que no ha pasado nada. Y entonces... ¿Se puede ir por equipos?

En ese momento, cierro los puñitos, un poco agobiada. Equipos... No, no, pero estos niños parecen más buenos que los del cole. Seguro que no es tan difícil...

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12/04/2022, 01:54
Satö Erika

Miró a la mujer de cabello blanco, Lucy, sorprendida - Para una vez que dices algo útil - Comentó sin tapujos, tomando de su jugo desde su taburete, como si fuera veinte años mayor de los que realmente era. Chasqueó la lengua al escuchar la explicación de la mujer -Ah, así que ese pervertido es el responsable de esto - Seguía sin entender mucho al respecto pero estaba confirmado que habían tenido razón respecto a que todo era un videojuego. "¿Un deseo?" No era difícil saber que desear, pero dudaba que alguien realmente pudiera cumplirlo, se había cansado de pedirlo a estrellas fugaces y dientes de león. Pero considerando lo que habían visto tampoco era lo más raro. -¿Y que pasa con los que pierden? - Volvió a preguntar acabandose el jugo de un trago y pidiendo más. 

Miró al chico que se acercaba y sonrió -Exacto, y encima esta detrás de todo esto, y no nos pidió opinión, eso no habla bien de él - Coincidió con aquel encogiéndose de hombros. -Creo que es una especie de videojuego, al menos los monstruos son parecidos - Como habían llegado hasta allí era totalmente otro asunto.

Su mirada fue al hombre que había aparecido al parecer a explicar más cosas. Bueno, al menos no daba demasiadas vueltas. -¿Eso significa que no podemos morir? - Sonaba como que fueran alguna especie de muñecos que simplemente podían ser cosidos de nuevo. 

Volteó hacia la niña confundida, y luego la otra lo mismo -¿Como que por que? ¿No sabes que si alguien que no conoces se acerca de manera tan creepy tienes que llamar a la policía? Es peligroso, ¿que pasa si quieren secuestrarte? - Señalo con amabilidad pero con el seño fruncido como una hermana mayor preocupada. -Si lo hubieran detenido no estaríamos aquí peleando con monstruos - Resaltó cruzandose de brazos, alguien tenía que enseñarles seguridad a esos niños.

 

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12/04/2022, 14:39
Ozawa Kaoru

Antes de poner el plan en marcha, Kaoru asentiría a Adele, con una mueca orgullosa en su rostro y una sonrisa feroz en su boca.

¡Pues claro que sí, amigos! ¡Tú mantente cerca de mi y ya verás como no te pasa nada de nada!

Lástima, claro, que el plan fuera un poco desastroso...

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12/04/2022, 14:41
Ozawa Kaoru

¡Ahá! ¿A que es genial? —Sonrió a Aina, decidiendo que era el momento perfecto para caer en una de sus clásicas exageraciones exposiciones objetivas sobre la realidad—. ¡Lo diseñé yo mismo, de pies a cabeza, enterito!

Extendió los brazos hacia los lados, lo que hacía que su capa (Que tenía la forma y color de unas alas de murciélago) luciera desplegada. Toda una lástima que los murciégatos, como las avestruces o los pingüinos, aparentemente no podían volar.

En cualquier caso, después su plan se puso en marcha con la complicidad de Adele... y los pillaron. Aunque resultó que eso de ser pillados tampoco importaba tanto. Excepto porque Kaoru puso mala cara cuando el adulto emparejado con Adele resultó ser tan enrollado y el cambio la que le había tocado a él era una vieja pija y amargada. ¿Por qué le tenían siempre manía? ¡De verdad que no lo entendía! A veces parecía que todo el mundo estuviera en su contra. Aunque por suerte los chicos de su edad eran... bueno, eran mejores que los de su colegio. Lo cual no era poner el listón demasiado alto.

¡Pues sí! ¡Gracias! —exclamó a Karin, deseando todavía ver si las bebidas de los adultos eran tan increíbles como parecían. Si las guardaban con tanto recelo tenían que serlo, ¿verdad? Las cosas prohibidas siempre son mejores.

Pero futuros problemas de alcoholismo aparte, allí estaban pasando más cosas.

Otra vez esta discusión, brr... —Cruzó los brazos, como si se quisiera hacer el interesante—. ¡No puede ser un videojuego, aunque las reglas sean parecidas! Después de todo las cosas aquí duelen, ¿no? Y el zumo tiene sabor, y se pueden oler las cosas... ¡Eso es imposible en un videojuego!

Carraspeó. Parecía contento con decir que no podía ser sin pararse a pensar en qué era.

Eso que has dicho... —Señaló a Marco—. ¿Cualquier deseo? ¿De verdad? ¿Cualquier cosa? ¿Por grande o imposible que sea? ¿De verdad cualquiera? ¡Entonces hay que ganar! ¿Cómo se gana?

Habría sido un buen momento para dejar de hablar y escuchar, pero cuando Kaoru arrancaba que se callara era... difícil.

Si tenemos que hacer equipos... ¡Creo que este es buen momento para que me presente como líder del Equipo Kaoru! —repitió su ensayado golpecito en el pecho con el pulgar—. ¡Delante solo tenemos la victoria! O... detrás, porque siempre la alcanzamos... lo que sea. ¿¡Quién se apunta!?

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12/04/2022, 15:11
Adele Latifi

Al ver que podía entenderle a Aina, sonrió feliz. 

¡Hola! Puedo entenderte y tú a mi, que bueno. Soy extranjera si... De USA—respondí un poquito avergonzada pero contenta de poder hablarle—. Perdón antes, no sé hablar como ustedes. 

Aún sentí un poquito de pena, más que nada por el hecho de haber estado tan fuera de lugar por la falta de comprensión, pero ahora que se podía hablar sin problemas, era muy aliviador para mi. En medio de todo ese ínterin de conversaciones de un lado hacia el otro, con Kaoru teníamos un plan super genialoso e intentamos llevarlo a cabo, hasta que claro hemos sido un poco malos, más allá de que me llevé por esto un premio mayor. 

De todos modos Tobías se acercó a nosotros y al ver que me hizo partícipe de ello, mis ojitos brillaron un montón porque al fin podría probar la bebida de los adultos. Así que tras volcar una parte del contenido, hice lo mismo como me pidió y después le di un abrazo de oso al rodear con mis bracitos la cintura del rubio. Después de separarme le di un sorbo y sentí algo en la garganta que me ardía. 

Ahhhhh ardeeee—comenté ajena a ello y le di el vaso a Kaoru—. Prueba, está fuerte... Me hace cosa en la garganta. 

Después no entendió de que hablaban, de que era un videojuego y no sé que cosas más, así que resoplé mi flequillo mientras me acerco al oído de Tobías para preguntar. 

No entiendo... ¿Hablan de esos bichos-árboles? ¿O de qué tocamos la piedra y estamos acá?—susurró al rubio que estaba a su lado y después, apoyó a su amigo Kaoru—. Yo te apoyo. 

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12/04/2022, 15:46
Adele Latifi

Cuando Kaoru aceptó mi amistad, un brillo especial surgió en mis ojitos y tentada estuve de darle un sentido abrazo, pero no podía hacer mucho. Sólo respondí. 

Siii, no me separaré de ti. 

Lo había tomado como una promesa, esas de meñique. 

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12/04/2022, 17:58
Director

-¿Oh? Eh... Gracias, pero no esa necesario, de pie estoy bien -agradecería el hombre al ofrecimiento de Karin, siendo que de momento parecía preferir seguir las indicaciones de la bartender. -. Bueno, sobre esto... No sé yo que tan bueno sea dejar a niños beber alcohol...

-Tenemos una política de no negar nuevas experiencias a los pequeños: si quieren darse un gusto para saciar su curiosidad, se los damos. En todo caso, por lo general muchos no quieren beber luego de probar -explicaría la bartender, antes de servir whisky en el vaso de Karin, así como en el de Aina cuando esta se le acercó más adelante a pedirle un poco.

 La camarera no parecía tener comentarios sobre lo que algunos pensabas sobre el tal Kantoku, pero si que estaba allí para atender sus dudas.

 -No es un videojuego, pero pueden compararlo con uno si se les hace más fácil de entender. Tampoco existen equipos predefinidos como tal: irán en grupos a las misiones, pero nada les obliga a ir siempre los mismos, sobre todo porque algunas necesitaran cumplir algunas normas para poder realizarse.

A diferencia de otros que le estaban dando vueltas a la situación, la pistolera parecía bastante comoda con su bebida, atendiendo a la curiosidad de Aina cuando le preguntaba.

-¿Este par? Se las compré a alguien -respondería la mujer respecto a sus armas, antes de enarcar un poco la ceja ante la afirmación de la niña sobre los tatuajes. -. Pues tu padre es un idiota: Los tatuajes no te hacen peor persona, así como una corbata y traje no te quitan lo rata -aseguraría entonces mientras tomaba un par de tragos de su bebida.

En el caso de aquel niño rubio, al ser llamado por Kaoru ante su afirmación le respondería emocionadamente.

 -¡Por supuesto! ¡Dijo que cualquier deseo que tuviese se lo daría al ganador! Aunque no explicó nada más...

En cuanto a Tobias, él se limitaba a observar sin opinar, interviniendo de vez en cuando como cuando ofreció un poco de su bebida a Adele, y ahora para responder a sus dudas.

 -Deben estarse refiriendo a todo en general, como que tienen poderes...

Si bien la pregunta de Erika iba dirigida a la bartender, Jack interrumpiría dando su propia respuesta.

 -Dependerá de la derrota: algunas veces solo volverán aquí sin su recompensa, otras veces podrían ser castigados con penalizadores, aunque no deben temer a una descalificación; mientras puedan seguir jugando no se los negaremos -tomándose una pausa, el hombre aspiraría del cigarro antes de soplar una gran bocanada de humo. -. Más que no poder morir... Es que sois muy tercos para hacerlo: mientras sus corazones sigan latiendo podrán continuar jugando, ya dependerá de ustedes que tanto quieran resistir.

  Entonces, Karin aparecería para hablar por todos sobre lo responsables que serian con la limpieza, y ya de paso darle unos consejos de su amigo para tratar con la sangre.

 -Lo tendré en cuenta.

-Esperen, esperen, ¿de qué va todo esto? ¿Así tal cual hablan de sangre y muerte? ¡Yo nunca acepté entrar en esto! ¡Y por lo que oigo varios de los pequeños tampoco!

-Pobres almas inocentes... Les han lavado el cerebro con un futuro lleno de riquezas y fantasías... ¡No existe nadie que cumpla deseos! ¡Solo hay un Dios, y no haría algo como esto!

-¡Sucede que no soy un Dios: soy mucho mejor! -interrumpiría entonces otra voz conocida para ustedes.

 En cuestión de un instante, la bartender metería las manos bajo la barra y sacaría de esta una clásica escopeta Mossberg 500 de madera, dando apenas unas fracciones de segundo a todos a reaccionar antes de que apuntase al frente y jalase el gatillo, provocando un estruendo por el disparo que ensordecería a más de uno. Por suerte, no parecía que el disparo hubiese dado a nadie de los presentes, aunque muchos tuvieron que quitarse de en medio por si acaso, y aún así el proyectil había impactado con el objetivo verdadero de la chica.

 Allí, tendido en medio de la sala se encontraba el cuerpo de aquel hombre peliverde, vestido con traje y con el sombrero cayendo sobre su rostro. Aquel disparo le había dado de lleno, eso no había dudas.

 Muchos de los adultos presentes clavarían su mirada sobre Lena, esperando una explicación mientras otros iban retrocediendo para no intervenir, pero antes de que se diese algún malentendido seria el propio cuerpo de Kantoku el cual se pondría en pie, aun agujereado por el disparo.

-Vaya, ese fue un buen disparo -confesaría el hombre peliverde con una sonrisa en el rostro.

 Viéndolo detenidamente, era obvio que las balas de la escopeta le habían golpeado en el pecho, pero en lugar de alguna herida sangrante, solo contaba con un enorme agujero que se extendía con grietas a través de su piel, revelando un vacío negro en su interior que pronto cubriría al cerrarse la camisa.

 -Kantoku-sama ha llegado... -anunciaría Lena, con una expresión de disgusto mientras pasaba a guardar el arma debajo de la barra.

-Pues sí que parece un pervertido -comentaría Kazuya, apoyando las opiniones de Kailani y Erika sobre el hombre con una leve sonrisa; cualquiera podría decir que todo aquello le gustaba tanto como a algunos de los peques.

 

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13/04/2022, 12:56
Okada Aina

Pues sí… —contesté a Kaoru—. ¿¡De verdad lo has hecho tú!? Me gusta mucho… ¿Puedo tocarlo? —pregunté acercándome un poquito más y acariciando la capucha y la capa si me dejaba. Luego, propuso formar un equipo—. Pues… si nos dejan, estaría bien. ¿Puedo apuntarme?

¿Cómo que «de manera tan creepy»? Kantoku-san no hizo nada raro y no haría algo como lo que dices —respondí a Erika apretando un poquito los labios—. ¿Por qué quieres que lo detengan? ¡No ha hecho nada malo…! Solo quiere ayudarnos a cumplir nuestros deseos. Por eso estamos en este juego. —La chica estaba siendo muy mala e injusta con él.

Cuando Adele abrazó tan cariñosamente al hombre rubio, yo miré sería y sin decir nada. Sentí algo raro en el estómago, como si se me encogiera. ¿Cuánto hacía que no me abrazaban así? ¿Por qué yo no podía tener alguien que me diese tanta atención? No era justo… De repente, me sentía mucho más desganada.

Al responder a lo que le decía, Navy dijo algo que no me gustó nada. Crucé los brazos y la miré con el ceño fruncido.

¡Eh! ¡Papá no es ningún idiota! ¡Y tampoco es un rata! ¡Si lleva traje y corbata es porque lo necesita para el trabajo! ¡No te metas con él! exclamé levantando la voz e inflando las mejillas. Aquello me había dolido. Papi era un hombre muy bueno. Aunque no pasase mucho tiempo conmigo… ¡Pero era porque no podía!

Lo que dijo la camarera me gustó mucho. Siempre estaba dispuesta a descubrir cosas nuevas, y parecía que allí no tendríamos problema con eso. Observé expectante mientras me servía la bebida de adultos, y luego, sin pensármelo dos veces, le di un generoso trago. El sabor no fue para nada lo que esperaba. La boca me ardió como si estuviera llena de ascuas, y por poco no lo escupí. Lo que sí hice fue torcerme hacia delante y toser con fuerza.

—«Cof, cof…». ¡Puaj! ¡Es muy fuerte! —exclamé con ojos llorosos. Decir eso era quedarse corto—. ¡No me gusta! —dije decepcionada, dejando el vaso en la barra. No iba a probar más.

De pronto, apareció Kantoku-san, momento en que sonreí inmediatamente. Pero, al oír el estruendo, mi sonrisa se borró enseguida y di un gran salto en mi silla por la sorpresa. Me bajé rápidamente del asiento y fui corriendo hacia el pobre peliverde.

¡Kantoku-san! grité respirando agitadamente. Me agaché junto a él y me quedé junto a él mientras se levantaba. Dejaría que se apoyase en mí si lo necesitaba.  Una vez vi que se encontraba bien, me giré y clavé la mirada en la camarera, a la vez que la apuntaba acusatoriamente con el dedo—. ¿¡Por qué has hecho eso!? ¡Podrías haberle hecho daño! —exclamé enfadada.

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14/04/2022, 21:30
Kailani Fubukawa

Demasiada gente hablando, demasiado ruido mental. Sencillamente se quedó escuchando y se sentó en uno de los banquitos, pidiéndole más zumo a Lena. - No tengáis prisa por beber alcohol, ser adulto puede ser un asco. Y estoy con la chica, no os podéis fiar tan fácil de los adultos o acabaréis secuestrados o muertos. Fue lo único que les dijo a quienes intentaban probar el alcohol como si fueran mayores y lo escupían o lo odiaban por su horrible sabor ya que también eran quienes habían increpado un poco a Erika. Entonces aquello no era un videojuego, ¿Entonces aquello de alguna manera era real? Su mente estaba hecha un circo pero prefirió no hablar, no al menos hasta que llegó Kantoku al cual señaló de mala manera con un dedo. - ¡Tú! No tuvo tiempo de más porque de la nada tenía un boquete en el pecho y a el mismo le pitaban los oídos ya que el disparo había sido cercano. Se quedó boquiabierto, con el vaso entre las manos mirando la escena sin poder creerse aquello hasta que su mueca de sorpresa y horror se transformó en disgusto bizarro viendo la actuación del tipo que debería estar muerto.

-Ni que lo digas... Le respondió a Kazuya sin pensar, aún sin poderse creer lo que estaba viendo y recordando que momentos antes había sido el el perforado aunque por milagro estaba curado gracias a las chicas.

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15/04/2022, 17:08
Nakahara Karin

Cojo con ilusión el vaso que me da Lena-san y voy corriendo con Kaoru, el chico murciélago, para compartir entre los dos la cosa de mayores. 

- ¡Ya lo tengo! ¡Voy a probar yo primero y luego te lo doy! - le doy un sorbito y luego le dejo el vaso a Kaoru, mientras intento saber a qué sabe. Abro los ojos de golpe, notando lagrimitas, y doy unos saltitos en el sitio intentando quitarme el mal sabor, con un frío-frío de esos por toda la espalda. ¡Qué malo está! Saco la lengua y miro mal al vaso - E ica a engua... ¿A ti tambén? - pregunto al chico.

Después escucho eso de que no es un videojuego aunque iremos con equipos distintos. Bueno... ¡Todos parecen muy amables así que seguro que va bien! Luego miro a la chica que parece más mayor y que había llamado a la policía por Kantoku-nii-san y me llevo un dedo al moflete, pensando. 

- Hmmmm... Sí, a mí siempre me dicen que no hable con desconocidos raros... ¡Pero Kantoku-nii-san se presentó, así que ya no era un desconocido! ¡Además hace magia! Y es muy amable. - digo contenta - Pero aunque sean monstruos... así podemos jugar. ¡Y tener un deseo! Deseeeeo, deseeeeo~ - empiezo a cantar, emocionada. ¡Si fuera solo jugar también me valdría! ¡Pero si también hay premio, pues mejor!

Dejo de cantar al escuchar la voz de alguien nuevo y suelto un chillido tapándome los oídos al escuchar el pum. ¿Una pistola grande? Al volver a mirar, veo a Kantoku-nii-san, solo que ahora tiene un agujero en el pecho, como si se hubiera roto. Igual que Aina, echo a correr hasta Kantoku-nii-san, pero con la boca muy abierta por la sorpresa. Halaaaa...

- ¿No te duele? ¿Y por qué no sangras? ¡¿Necesitas curitas?! Aina, tú tenías tiritas. - pregunto con curiosidad antes de mirar a Aina para ver si tiene ella tiritas. Luego vuelvo a mirar sonriente a Kantoku-nii-san al ver que parece que está bien - ¡Eso ha sido muy guay! ¡Ah, sí, sí, ya me acuerdo! ¡¿Me vas a enseñar a hacer magia a mí también?! - pregunto ilusionada. ¡Seguro que puede hacer esas cosas porque es mago!
 

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15/04/2022, 20:52
Adele Latifi

La niña rubia se estaba metiendo en medio y poco podía hablarle a Kaoru con quien hicimos la travesura, dado que la idea era hacerlo juntos y Karin se metió sin más. Esto generó unos morritos haciendo que me retraiga lo suficiente, ese tipo de niñas hacían que pierda a mis amigos, y no me gustaba eso. Con una mirada triste se quedó cerca del chico rubio sin alejarse demasiado del otro porque ni siquiera había tenido la oportunidad de hablar o tomar la bebida a la vez porque se entrometió la otra.

Siempre pasa lo mismo...

No pude evitar comentar desde lo bajo con las manitas aferradas al vestido, ya más atenta y ajena a los demás, como solía pasar cuando alguien intercedía en sus intentos de socializar. Por eso es que escuchó a Tobías y asintió mientras ya había recuperado el hilo de la conversación. Justo estaba por preguntar algo, pero el sonido del disparo hizo que esconda mi rostro contra el cuerpo de su compañero (Kaoru) que estaba a su lado, el sonido había sido fuerte. Y cuando se quiso dar cuenta de que estaba encima suyo, se alejó avergonzada con su mueca apenada. 

Ya al ver de quien se trataba, abrió los ojos como platos y se interesó en saber que tenía para decir. No estaba herido, al menos no le salía sangre.