Partida Rol por web

Luzbel observaba con deleite, muy de cerca, la operación. Se frotaba las manos y se mordía el labio, con los ojos achispados e infantiles como una niña.

-Bien, Sssuicidiosss, bien... tesssoro -la tramposa ganadora se lo estaba tomando con tranquilidad y sin sorpresa, y con habilidad, así rasurando a palo seco sin agua, ni espuma ni na. Casi parecía disfrutar de aquello. Tanto, que hasta se permitió juguetear con el castigo-. No, tessoro, toda, toda la ceja. La queremoss toda, tessoro. Sí.

Se relamía. Estaba ansiosa. Llevaba tiempo sin comer, las bolas chinas de jade de 170 g cada una empezaban a pesarle en el potorro, y ya llevaba rato sintiendo la pulsión de la sangre. ¿Cuánto tiempo llevaba sin follar? ¿Siete horas? ¿Diez ? ¿Doce? El síndrome de abstinencia empezaba a hacerse palpable y el cuerpo le pedía marcha. Se acercó como si nada, estudiando la operación y pegó un toque repentino en el codo de Suicidios. Con suerte se resbalaría la cuchilla y le haría un tajo.

...córtala... sssí... córtala...

-¡Uy! Perdón, querida.

- ¡Ay! - Chillo sorprendida con el golpecito de Luzbel. Mi mano se movió un poco hacia donde no debía y un corte de apenas un milímetro apareció encima del ojo izquierdo, donde hasta hace unos segundos había ceja. - Lo siento, no era mi intención. - Le susurro a Mary Ann intentando que nadie más me oiga. 

Me vuelvo a apartar para ver cómo queda, y la verdad es que es horrible. Sin cejas, con un poco de sangre sobre el ojo y llorando a moco tendido.

Es un poco patético.

Me aparto para que lo vean todas, mientras sonrío a las veteranas.

- Ya está.

Veo cómo Beth corta sin querer a Mary Ann, y cuando veo cómo brota un poco de sangre vuelvo a ponerme mala.

Oh, mierda, voy a vomitar de nuevo... ¡Ah, no, espera, que ya eché todo lo que podía echar! Pero aun así me descompongo de verlo.

Y no ayuda nada ver a la pobre Mary Ann sin cejas. Lo único positivo de esto es que no me ha pasado a mí.

Miro a Bethany con horror

-¡Me has cortado!- No doy crédito... dice que lo ha hecho sin querer... "Una polla mierda" ¿crees que no he oido lo de antes...?"

Cita:

-Tenía que haber dejado que te subieses al puto árbol...- le digo yo también por lo bajo, con odio.

Saco un pañuelo del bolso... porque por supuesto que llevo el bolso encima, no iba a dejarlo sólo por ir a fregar... y me limpio las lágrimas y la cara. "Gracias Dios todo poderoso por el maquillaje waterproof"

-¿Puedo, al menos, subir a mi cuarto a arreglarme?- obviamente no me refiero a curarme la herida, si no a curarme la estética facial (bueno y la herida también pero porque no quiero que sangre más, no sea que me manche la sombra de ojos)

¿Le había dicho hoy a mi hermana que la quería? ¿Que era la persona que más admirada del mundo después de a mi misma? ¿Que si fuera hombre y nada de mi sangre me la follaría con deleite? Bueno, dejemoslo en si fuera hombre. Eso de la consanguinidad estaba como que demasiado estigmatizado. No puedo sino sonreír con cierta maldad cuando mi isomera hermana provoca "sin querer" que mi amada y odiada gótica corte levemente a la perdedora. Me palpita todo, y no precisamente al norte de mi anatomía, cuando el líquido de la vida brota de aquel minúsculo pero complaciente tajo. Esta noche la flautilla del médico pagaría todas estos estímulos. Espero que dure más que el último...¿Parar por deshidratación? Por favor...

No puedo sino emitir unas palmaditas. Me sale solo.

- Excelente, gótica rompe uñas...Excelente...Aunque no se me olvida tu agresión, claro - me pongo bien recta para decir esto. No se vaya a pensar que me caía bien o algo asi. 

La gótica gorda se pasó de frenada y le cortó la ceja a la tal Mary Ann. Brotó la sangre, en una parte de la cara que tiende a sangrar muy mucho y Luzbel se mordió el labio mientras sonreía. Empezó a reirse. A reirse más. La puta cara de Mary Ann estaba echa un espantapájaros. Ridícula de cojones, con las cejas rasuradas de mala manera, sangre por un lao, mogollón de mocos y lágrimas por otra. Pa partirse el ojete.

-Pffff jijijijajajajajajajaja ¡¡JAJAJAJAJAAJAJA ME MEOOOOOOOOOOOO!! -casi. Apretó el chumino para no soltar lastre ni que se cayeran las bolas-. ¡QUE ME MEOOOOOOOO! - se agarró la barriga, doblándose sobre si misma de la risa, y señalando con el dedo a la novata-. ¡ZORRA PERO QUÉ CARA TIENES JUAAAJAJAJAJAJA! -miró a las otras-. ¡PUTAS! ¡A QUÉ ESTÁIS ESPERANDO? ¡REIROS DE SU PUTA CARA! ¡TENÉIS PERMISO, SI LO ESTÁIS DESEANDO, ZORRAS! -ordenó-. ¡JUAAAJAJAJAJA!

Cogió aire antes de que le diera un mareo. Ceroceja había preguntado algo. Luzbel se puso la mano en el pecho para calmarse unos segundos.

-No, Ceroceja. No puedes. Espera que no hemos acabado. ¿Verdad, Channel?

Quizá a Channel se la podría llamar malvada, pero eso será injusto, ella había sido educada así, para ser la cúspide de la sociedad. Una diosa en Grecia o una estrella de Hollywood. Tanto daba. Por eso, para el observador externo, podría ser despreciable y cruel con sus inferiores. Pero en cierto sentido, no era una hija de Satanás. Lo que hacía, lo hacía por su posición, no por disfrutar del dolor. Y no era estúpida, había visto perfectamente como Luzbel "tropezaba" con la gótica y hacía sangrar a la pobre Mary Ann. Le dio pena, la chica lloraba y todo. 

—No, no hemos acabado con vosotras, putas mutantes adolescentes, pero esto no incluía sangre... Sin Cejas...— el mote era ceroceja, pero Channel tenía problemas para recordar el nombre de los demás, incluso los apodos— al lavabo, cura esa herida— ordenó —Dale bien de alcohol. Que si no seguro que se infecta e igual pillas el tifus y nos lo pegas— la herida era minúscula. —Te diría que te cambiaras por si acaso las manchas y tal, pero no te preocupes, si estás cerca de mí, nadie se fijará en tí. Y además.. ¿Vosotras os cambiáis cada semana o así, verdad?

Quizá esas palabras dolieran más que la herida. —Puedes pintarte cejas, si quieres. Pero trae lo que uses para pintártelas, sera necesario. 

—Mientras tanto, ahora es el momento del resto, al salón, y os vais presentando una a una. Decidnos esas tonterías como nombre, de donde venís, prostíbulos en los que habéis trabajado, familia, aficiones... algunas serán aprobadas y otras no. Al menos mientras estéis en HOTs. Así quizá sabremos vuestros nombres y tal, aunque tarde o temprano recibiréis un apodo de furcia novata, por el que seréis degradadas un tiempo, y que luego jamás se mencionará fuera de HOTs. 

—Ceroceja será la última en presentarse, cuando vuelva con esa ceja curada. Tendremos clase de arte que nos la dará Jessica ¿Te gusta pintar, Jessica?— Channel se dio cuenta que se acordaba del nombre de Jessica. Es por el pelo, si yo fuera un ser inferior y castaño, querría tener un pelo asi, sería un consuelo saber al menos que soy cabeza de ratón y no culo de vaca. O como sea la frase hecha —Porque espero que sí.  

Oh, vaya. Tiene pinta que esto no hizo más que empezar. La presidenta nos comenta que tendremos que presentarnos y hablar de nosotras, y acto seguido me pregunta si me gusta pintar.

- Oh, sí. Me gusta pintar cuadros bonitos, como flores, mariposas, cebras caníbales y otras cosas bonitas.

Entonces me doy cuenta de lo que dijo antes. ¿Que yo daría la clase de arte? Cielos, espero que no me haga replicar un cuadro de Louis Van Gaal. Oh, sí, qué gran pintor era Van Gaal, a la altura de Donatello la tortuga ninja.

- Haré lo que me pida, presidenta. ¿Qué tiene en mente para la clase?

No puedo evitar sentir curiosidad. Me pregunto qué tendrá en mente, pero suena divertido. Muchas veces he soñado dar clases como una profesora, pero claro ahora aspiro a ser algo mucho mejor.

Aquello iba tomando cada vez mas tintes dramáticos, la sangre ya había empezado a correr. Lo que le gustaba a Kimber, la cual sonrió ante las palabras de NaziChannel, aunque en realidad era porque cada vez todo se iba volviendo más loco y sanguinario.

-Oh si, bueno, presidenta Channel, yo soy Kimberly O'Toole, mi padre es Jonathan O'Toole, CEO de la empresa 'HealthCare and Solutions For All' osea, H-C-M.... bueno como coño quiera que sean las siglas, el caso es que vivimos en una mansión en malibú, yo y mis padres, ah bueno, y Manuela y Conchita, las que limpian todo y hacen de comer-

-Me gustan las mariposas, las de 7 muelles, las de doble filo....Uy perdón! me confundí, no quería hablar de navajas, ehmm, el caso es que soy aficionada al MMA, comprar ropa cara y salir con mis amigos, poco más la verdad, presidenta, salvo mi perrito rigodón, que es muy bonito, es un gran danés negro-

Después de soltar toda esa mierda, ya que evidentemente no iba a decir que le gustaba ir con su colega Fufu al gueto a pillar kilos de hierba, ni que le gustaba apalear a fracasados y estúpidos, y así en general a cualquier maricón o puta que le tocase los ovarios...

...Ni la colección de navajas, spray de pimienta, puños americanos, bates de béisbol de acero...

...Bueno, eran cosas que una tenía que guardarse, al menos de momento.

No puedo sino mirar con satisfacción a mi querida  hermana. ¿Realmente mi concepción de que no entendería mis gustos era infundada o no? Me deleito en su risa y la sostengo cuando parece que hasta le va a dar un mareo de la risotada. Ciertamente la única que había mostrado deleite con lo sucedido era la propia gótica. Eso era preocupante...Desde aquí olía la debilidad de Chanel. Ahogo una jodida risa ante la cara de la rasurada, aunque mi mirada va más a parar a su ceja sangrante. Como desearía en estos momento que fuese algo mas profundo. Una bonita cara brutalmente desfigurada surca mi mente en deseos mas que oscuros. 

- Sois unas aburridas...- mascullo cuando veo que nadie mas se inmuta. Luego señalo a la rubia chunga - Y tú, Miss Bronx...La presidenta ha dicho que todas al salón. No nos cuentes tu puta vida aquí - porque aquella chica era chunga, pero era chunguez superficial...De la cotidiana que se da en las calles mas mundanas...Lo que yo conocía era algo mucho mas arcaico y ancestral. No sabía porqué. 

Pongo cara de desdén, soltando de repente la barbilla de Mary Ann tras su queja.

-Tenía que haber dejado que te subieses al puto árbol...

- ¿Ah, sí? - Le digo aún susurrando, pero algo más alto debido a la mala hostia de la que me ha puesto el comentario. - ¿Es que no te has dado cuenta de cómo me ha empujado? Es un corte muy pequeño. Si hubiera querido cortarte de verdad te habría dibujado un pentáculo en ese enorme ático que tienes por frente.

Le doy la espalda, y sonrío de forma algo macabra cuando veo a Luzbel reírse de esa manera. Y sobre todo, cuando Channel la contradice.

Está loca. O lo que se ha metido hoy le ha sentado muy mal.

Asiento a las palabras de Channel, y me aparto para que pasen las veteranas primero, siguiendo ese protocolo que, por muy pijo endogámico egocéntrico que seas, conoces bien: siempre un paso por detrás de la "realeza".

Kimber se calló y fue para el salón, apretando los dientes con rabia

Mientras Luzbel se ríe la miro. Primero con odio y luego con iluminación. "Así, así es como tengo que llegar a ser, una sádica, trastornada y desequilibrada... para luego vengarme, arrastrarlas por el fango, hacer que les entre por todos sus putos agujeros y después dejar se les reseque dentro"

Entonces habla Channel y no puedo evitar sentir adoración infinita. Que sí, que también será culpa de ella que esté así ahora pero no importa. Se ha convertido en una Reina elegante a la par que horrible y digna.

Asiento con devoción ante sus palabras. Y me voy a arreglar, lo mejor que pueda. Cuando la ceja deja de sangrar, me arreglo el rimel, las sombras y me pinto las cejas tan bien como puedo (aunque, lógicamente, no hay nada que consiga que estén como antes, pienso mientras aguanto las lágrimas otra vez porque no estoy dispuesta a volver a maquillarme que tardaré un montón y no quiero encima, llegar tarde).

Cojo el lapiz delineador de microprecisión de Chanel, el más caro del mundo y se lo llevo a nuestra gran lider.