Partida Rol por web

Aquel robot futurista multiloco no caía. A pesar de que Eleanor le dio un patadón en el rostro que en circunstancias normales habría mandado la cabeza de un hombre adulto a Tennesse, la zorra de Kim volvió a levantarse como si tal cosa. Era cuestión de tiempo que alguno de los rayos que disparaba la Kim nos carbonizase la peluca a alguna. Intenté levantar una piedra gorda para aplastarle la cabeza pero no la pude ni mover, y eso que estaba acostumbrada a manejar cosas gordas...

Dos cosas influyen en que olvide por momentos a la morsa del hacha. Primero, el mojón en mi mano por el cual tengo que contener las ganas de vomitar. Segundo, ¿los chicos qué?.

- ¿Qué? ¿Mi Josh qué? - pregunto bastante incrédula.

Siento como Beth me da la mano y tira de mi, dejándome. Sin embargo, estar en otra parte me hace trastabillar con un tronco en el suelo. Definitivamente debí haber sacrificado alguna virgen.

Las leyes de la física le decían a Beth que ellas con sus piernas largas y esbeltas deberían poder escapar de la conserje. Y quizás sería así de no ser porque Gillian se tropieza. O quizás no tienen en cuenta que aquella mujer rolliza estaba acostumbrada a echarse sus carreras matutinas. 

Puede que Betsy necesitara un mejor sujetador deportivo, pero su cardio y sus piernas podían seguir animadoras durante kilómetros si era necesario. No solo debido a la sed de sangre, llevaba años entrenándose en el black friday.

¿Qué qué compraba Betsy esos días? Lencería XXXL je, triple X, como la peli del de rápido y furioso, lo que no eran las protas y HACHAS, tenía una colección muy bonita y todas tenían nombre propio. Hoy le acompañaba Beatrice, una de sus favoritas.

-Te tengo, pelo pitufo- dice clavando su hacha sobre la pierna de Gillian que parece ser lo que tiene más a mano, o más a pierna.

Mientras que Dani y Jennifer no consiguen rascar mucho de golpear a Kim, más allá de algún raspón con el metal oxidado que queda a la vista, que seguro no necesitan que mire ningún médico. Eleanor que por suerte para el resto ha visto muchas muchas muchas películas de karatecas, decide hacer su movimiento de la grulla.

Contra todo pronóstico consigue darle una patada a la cabeza de Kim, que sale volando hacia la oscuridad del bosque mientras grita.

-NOOOOOOOOOOO....

....oooooooooooooooooooooooooo....

^{_{...oooooooooooooooooooooooooooooooo}}

El resto del cuerpo de Kim parece iniciar un protocolo de autodestrucción inmediato, saliendo chispas, fuego y explotando.

-^{_{Esto no tenía que acabar así}}- dice una vocecilla que no sabéis bien de dónde viene. Aunque juraríais que es del interior de los restos ardiendo de Kim.

Y de repente de entre los escombros parece salir un bicho diminuto, huyendo de aquel fuego: ¡UNA CUCARACHA!* IU ¡QUÉ ASCO!

¡Aquella cucaracha abre sus alas! 

Es enorme, asquerosa y oronda y ASQUEROSA.

Y despega y revolotea sobre las animadoras.

¡Y se mete en la boca de la capitana!

¿SE LA HA TRAGADO?

IU

—¡Corre, Gillian, que tenemos que llegar a la universidad, probar las drogas y el lesbianismo a ver si nos gustan! —le digo avanzando, pero ella se queda atrás. 

¡Y recibe un hachazo!

Aquello no podía quedar así. Esa gorda iba a tener que cobrar. Y Gillian no podia correr con la pierna herida. 

—Sí, Josh estaba en el ajo, él y Matt... ¡Me dijeron que la loca de Kate les había prometido tías más buenas! —le digo la horrible verdad, esperando que le queme y le hierva la sangre. 

—¡AHHHH, MATEMOS A ESTA PUTA GORDA! —gritó desesperada, arrojándose a quitar el hacha a la morsa repugnante. 

- ¡AAAHHHHHHHH! ¡PEDAZO DE ZORRA! - digo con horror, cuando soy consciente del hachazo, sin se capar aún de sentir la punzada de dolor y el hierro frío entre mi carne. Eso viene después. Previamente entiendo que mi vida corre peligro o aun peor, que me voy a quedar tullida.

¿Josh se querrá casar con una tullida? Mi mente capto con escepticismo eso de que Josh y los otros chicos estaban compinchados con esta loca. Iba a hablarlo con ella después, pero quizá no había después. 

Instintivamente trato de dar una patada fuerte con la pierna sana, dirigida a la rodilla de la psycho mórbida, convencida de que no podía fallar con el helipuerto que se podría montar en la superficie que abarca su rodilla. Pero me empiezo a sentir mareada y pierdo la fuerza por el camino.

—¡Siiii! Ya le agradeceré al Sensei Lee, esas clases de Tai chi y sus recomendaciones con las películas me están haciendo fuerte e instruida—dijo dando un saltito en el aire. 

Aunque claro la cosa empeoró un poco más cuando Kim mostró su verdadera cara, era un bicho horrible que no le quedó más opción que ir a la carrera para intentar patearlo y con suerte, enviarlo fuera de la tierra. Es que se la tenía jurada, más aún cuando se zampó a la Capitana. Quizás salía despedida o bueno... ¡Buen viaje! 

—¡Muere perra! ¡Muere! ¡Muere!

Cuando la Kim empezó a echar chispazos y petar, Danni saltó para atrás, asustada.

—¡WOA! ¡Hostia puta! ¡NO!

Si petaba, no podría arrancarle las cam de los ojos y bichear para sacarle el wifi.

Pero antes de tener tiempo para preocuparse más por eso, se abrió la cabeza y salió un puto bicho tamaño gorrión* que aleteó para espanto de todas y Danni casi acaba revoleá por el suelo.

—¡Aargh! ¡Quítamela quítamela!

Pero, por suerte, se quitó sola. Para meterse en la boca de Jennifer.

Que en boca de Jenni entraban moscas y proteína de todo tipo. Pero igual no era lo que quería ahora.

La siempre dispuesta Eli le zurró una patada para que la escupiera. Si no la escupia, Jennifer podría quedarse tiesa en el campamento, justo cuando ya podían irse y volver a la civilización.

Danni no podía dejar que eso pasara y que luego perdiera followers por una crisis reputacional. Así que aguantando el puto asco, se tiró a por Jennifer a ver si podía meterle los dedos en la boca para potar o toser o sacar el bicho.

—¡Escupe! ¡Escupe, joder! ¡Tú eres de las que escupe! ¡Saca eso!

Cuando Eleanor desplegó todos sus conocimientos sobre películas de Bruce Lee, Jet Li y todo lo que acabará en "li", soltando un patadón que hizo volar la cabeza de aquel robot loco, Jennifer abrió la boca con incredulidad a ver el festival de explosiones.

Por eso no pudo evitar que aquel portaaviones orgánico totalmente asqueroso se metiera dentro de su boca. Afortunadamente sus chicas la emprendieron a patadas con ella también para lograr que lo escupiera.

Los esfuerzo de Beth fueron en vano, porque aquel mastodonte de mujer volvió a cargar con su hacha contra la pierna de Gillian. Con otro "chop" la pierna se desprende del resto del cuerpo. La sangre comienza a manar de la herida, a modo chorro, aquello no solo era impresionante sino que aquel olor metálico daba un poco de mareo junto con toda la visión de la escena.

Y la sangre salpica todo y parece aquello como en esa película donde le tiran un balde de sangre a aquella chica rara. Hay sangre en toda la cara de Betsy y en sus manos y se ríe como una loca.

-Ahora a ver cómo das volteretas, pelo pitufo.

Jennifer se ve golpeada y vapuleada por sus compañeras, pero aquella cosa que se ha tragado no parece querer salir. Menudo papelón, a ver cómo iba a mantener su posición de capitana ahora que se había tragado una cuca, o a Kim, o lo que sea que habitara ahora en su estómago. Había que llamar al 911.

Mientras los restos del robot que antes eran Kim, que habían empezado a arder y que de repente explotan. Las chicas habían estado tan ocupadas con la cucaracha que no habían decidido alejarse de aquella otra cosa ardiendo. 

En su dirección salen volando trozos de metal que les causan alguna herida superficial. Además que el fuego muy de cerca no solo daba calorcito.

-¿Pero vas a dejar que te traten así?-

Comenta con indignación una voz en tu cabeza.

-Osea, eres la capitana, ¿qué se piensan estas plebeyas para pegarte?-

Añade con altanería.

-Cárgate a esas zorras, se lo merecen, eres la puta realeza de las animadoras...-

La visión de la babosa obesa rellena de nata cortando la perfecta pierna de su compañera (porque todas tenían piernas perfectas, por supuesto) era horrorosa. No porque Gillian fuera muy apreciada en sí, sino porque la pierna era muy bonita y si se lo podía hacer a ella, se lo podía hacer a todas.

—Gilly nooooo —gritó Beth cargando contra el mazacote de carne con el hacha. 

—SERÁS PUTA, GORDA ESTÚPIDA ¡SUELTA ESE HACHA O MÉTETELA POR EL CULO! VETE A COMER BACON, AUNQUE EN TU CASO ES CANIBALISMO

Aún así, no logró quitar el hacha de las manos de la mujer. 

Algo empezó a hablarle dentro de su cabeza. Jennifer pensó que las patadas de sus amigas le habían dejado algún fusible suelto, pero no, aquella voz no era suya.

¿Quién coño eres?

No dijo nada en voz alta, se limitó a pensarlo. Seguramente la voz podría oírla.

 eres la capitana, ¿qué se piensan estas plebeyas para pegarte?-

Tienes razón, ¿qué se han creído esas putas?

Lo que quiera que estuviera haciendo aquel bicho, lo hizo con demasiada facilidad. Tal vez la Jenny ya venía tronada de fábrica y sólo necesitaba un empujoncito motivacional.

Cárgate a esas zorras, se lo merecen, eres la puta realeza de las animadoras...

-Lo soy, claro que lo soy. Pero tenemos que ser sigilosas, tenemos que ser cautas. Mira lo que le pasó a Kim. Hay que buscar el momento perfecto para eliminarlas. Especialmente a Elenaor, esa zorra es peligrosa.

-Vale basta, basta, dejad de pegarme -aquella cabrona de Eleanor parecía disfrutarlo especialmente-. Ya está, la he escupido, la he escupido...

Entonces lo que había sido Kim explota nuevamente salpicándonos a todos de más material inflamable. A Jenny le gustaba que le salpicaran, claro está, pero no precisamente de eso.

-Estoy bien, estoy bien. Vamos a buscar a las otras a ver qué les ha pasado.

Eleanor se acercó preocupada, aunque como era impredecible o descuidada aquella explosión le terminó dando en la cara casi. Menos mal que fueron un par de algo que le rebotó y no la arruinó por completo. Aunque bueno, el asunto era Jenni y el patadón que le había soltado. 

—¿Estás bien? Lo siento mucho, a veces no controlo el chi y se me va—dijo con una media sonrisa, le dió una buena a la pobre—. Sin bicho, creo que es hora de irnos y eso, lo que dices, vamos a buscar a las demás. Nos cargamos a la jefa. 

Sin más cogió la mano de Danni y emprendió la marcha, cada tanto miraba a la rubia y le decía un lo siento sin voz, se le había ido la pata en vez de la mano. 

La ThermoKim petó definitivamente y saltaron esquirlas y clavos. Uno le rozó a Danni en un muslo.

—¡Aych! ¡Su madre! Otro punto de vida menos.

Se levantaron después del susto cuando Jennifer dijo que había escupido el bicho. Que Danni no lo había visto por ningun parte, pero por qué no creérselo, ¿no?

Y menos mal, porque una cosa es tragarte una mosca cuando estás en un descapotable gritando al cabalgar y otra que sea una puta cucaracha que habla, salida de dentro de un robot, que estaba dentro de una Kim.

Nada bueno podía venir de tragarse ese bicho. Menos mal que ya pasó el mal trago.

—Nos vamos, pero ya. A ver si hay un teléfono de esos antiguos en el centro o algo.

Y salió trotando agarrando fuerte la mano de Eli.