Partida Rol por web

Danni había perdido totalmente el norte, se empezaba insinuando y no señalándose el bajovientre para que otra fuera, por más que la otra quisiera. Ahora había una autopista a su entrepierna, una más grande de lo habitual, quería decir. 

Pero bueno, eso eran cosas suyas, y de todo el mundo que lo fuera a ver, por supuesto. Así las demás podíamos hacer lo que quisiéramos y aparentar ser unas modositas. A Eleanor debía sonreírle. 

—Si bebo más polla querré quitarme también la parte de abajo, la que no tiene sin duda Danni...

Se va a promocionar su canal de Yoga que sólo tiene en sueños. O bueno, quizá lo tenga pero publique una vez cada tres meses... Y también a morrearse con Danni. Herpes pasado, logro desbloqueado ahora...

Entonces los camareros empiezan a gritar. ¿Un mirón? ¿UN MIRÓN? ¿Acaso no sabe que esto es AMÉRICA? Y a los que entran sin permiso hay que matarlos. Son nuestras costumbres. Gilli demuestra su bravura acudiendo a atizar al intruso... intrusa... cosa intrusiva. Lo que fuera. No puedo quedarme atrás. 

—¡Vamos, Rogers, a por este puto! —digo acercándome y dándole con el polla-cóctel con todas mis fuerzas— ¡Tiene que pagar! 

Sí... ¿Una oportunidad para causar daño gratis a alguien? Yo la iba a aprovechar. 

Cuando Beth le dijo que de verdad parecía que iba para un camping... de verdad, con sonrisa inocente, se miró así misma. Luego volvió a mirarla, ruborizada y riendo. - Me lo tomaré como un cumplido. Tu tan guapa como siempre. - Dijo con sinceridad, mirándola de arriba abajo, adoraba su pelo.

Luego miró a Eleanor, recibiendo esa mirada que le dedicó, a lo que ella le guiñó el ojo y le dedicó una dulce sonrisa. Ella también se alegraba de verla allí.

La llegada de Danni hizo que se girase, y trató de correr para no salir en el cuadro de grabación de su móvil. En otro momento quizá, hubiera posado y puesto ojitos, pero ahora se había dado cuenta, comparándose con el resto que iba DE VERDAD de camping. Mas tonta y no nace. Eso sí, cuando la enfocaba sin querer, miraba a la cámara sonriendo, aunque la señora ni hubiera reparado en ella. Danni era la reina del streaming, bueno y de todo lo que se propusiera.

De pronto, oyó algo como... ¿Chupacabras? A ceño fruncido se giró donde las voces y vió como los señores se iban cagando leches de allí. Compartió miradas con todas ellas y entonces, se fijó en los arbustos. Ella hubiera reaccionado, pero viendo tanto movimiento, pensó que lo mas sensato era esconderse... donde pudiera, mientras observaba la escena. En cuanto viera que sus amigas necesitaban ayuda, iría escopetada a ayudarlas. Mientras, pecó de precavida.

Los labios de Eleanor sabían a polla. A polla azul de esas de la bienvenida. Danni se encargó de que todo tuich viera aquel minúsculo preámbulo de lo que podría ser su noche.

Corría el riesgo de ser baneada por quinta vez de la plataforma. Pero cada vez que eso pasaba, su índice boobstátil crecía como toro en Wall Street. Que le dieran por culo a tuich, todo aquello estaba siendo grabado al mismo tiempo por Nelson, su nerd pagafantas, desde la base de operaciones en su cuarto de pajillero.

El bueno de Nelson, que se contentaba con muy poco, estaba detrás del jakeo de las buenas notas de Danni, de las medidas de seguridad de todas sus cuentas y del carnet falso que le decía a Only que una tal Dakota Ducatti era mayor de edad. Y de las sugerencias de personajes de cosplay, que Danni no tenía ni puta idea de las flipadas de otakus y gamers.

A cambio, verla cambiarse de ropa a medio metro, quedarse con bragas usadas «no sé dónde las dejé», un piquito cariñoso de vez en cuando y la eterna promesa.

El alboroto la sacó de la ensoñación y vio una estampida de maromos que, curiosamente, no iba hacia ella para montar un gangbang.

—¿EL CHUPAGUARRAS? ¿EIN?

Se sintió interpelada.

Parecía que Gillian le tenía una sorpresa dedicada a Danni. No le había dado tiempo de saludar a todas, y ya había acción en la fiesta. Todo iba mejorando sin parar. Y eso había que emitirlo.

Pero, ey, Gilli parecía de mala hostia y fue a pegarle a algo. ¿El chupaguarras la estaba jodiendo? Se iba a enterar ese hijo de puta por estropear la sorpresa.

Y allá que ser fue a patear los matojos para darle su merecido.

Ah, ella lo dio todo en el beso porque le apetecía repetir aquello y porque era tan bisexual que no había dudas que se tiraría todo lo que tuviera delante. Más allá de que su amiga estaba bien, era fácil y esos instantes surgían solos. ¡The power of love! Y mientras alimentó a los pajilleros con el instante lésbico de la jornada, todo se tuerce de repente cuando alguien las estaba espiando. 

—¡Oh no! ¡El karma te ajusticiará cobarde!

Y salió detrás, lo molería a golpes usando su chi ya que hoy se sentía super poderosa y la verdad es que debía bajar la tensión—sexual—que le generó aquel beso. No hay nada mejor que arrancarle los pelos a un pervertido y usarlo como trofeo de superación en la vida. Era la justicia divina, todo junto entre todas las animadoras. 

Pero bueno, ¿Cómo qué había alguien en los arbustos observándolas? Excepto Yanet, todas sus chicas van a darle su merecido a ese cabrón voyeur. Jennifer no iba a ser menos, por supuesto. Y allá que voy a dar patadas al bulto (a cualquier bulto) que pueda estar oculto.

Lo normal era que cuando alguien gritaba "chupacabras" y se movían unos arbustos, se te encogiera el culillo y te escondieras o huyeras de tal ser que podía haber escondido. Pero las animadoras no eran así, no recibían amenazas de muerte de marginados del instituto, silbidos de obreros de la construcción e incluso una cachetada en el culo por el profe de turno para irse a llorar a sus casas por lo dura que era la vida. Además que enarbolaban la SORORIDAD. ¿Y qué unía más que un enemigo común? ¡Pues moler a alguien a palos!

La cosa es que tras el matojo no se encontraba un monstruo ni nada por el estilo, sino parte del equipo de fútbol...

Empezando por su capitán y quaterback: Matt

^{_{-Y novio de la capitana-}}

A quien su chica le da una patada en sus bultos, cosa que no le va muy bien que se queda doblado y quejándose dolorido. No era el tipo de recepción que esperaba, más cuando ya tiene su bañador puesto para la piscina.

También estaba Josh

^{_{-El capricho chocolatado de Gillian-}}

También aparece en bañador, debía ser algo que habían hablado los chicos. Con las hostias que le agencia Gillian, mientras le llama pervertido, lo que está claro es que pajillero como ella piensa no podrá ser en unos días.

Y con ellos había algunos chicos random del equipo

_{^{-Se ha colado algún repetidor pero, mientras tengan pectorales, se les perdona-}}

El caso que aquella paliza los deja sin ganas de mucho, ya que acaban todos tirados en el suelo quejándose. Eleanor ha golpeado con tantas ganas que incluso se ha escuchado un crujido y alguien parece sangrar por la nariz. Además de que alguno ha perdido el bañador, Danni se lo ha desgarrado sin querer en su ataque.

De un arbusto cercano salió por patas ¡un jabalí!

El animal pensaba intentar colarse y robar alguna de esas ensaladas tan ricas que veía por las mesas, pero tras ver lo que habían hecho aquellas animadoras a sus congéneres, a él sí se le había apretado el culillo y decide huir. 

Corre todo lo que le dan sus patitas, dando sus característicos chillidos y siguiendo a los camareros que han huido por la presencia del "chupacabras".

Los golpes de las chicas eran fuertes, y Beth se sentía realizada causando ahora daño físico. Una hostia tras otra golpeó en aquellos mirones, chupacabras, lo que fueran... ¡Que acabaron siendo los miembros del equipo de fútbol!

Los veo tirados por el suelo casi llorando, por unas pocas pataditas y roturas de nariz. Como si alguno la conservara recta. Y me empiezo a reír. 

—¡Pero si son...! Ajajaja —me doblo— Danni, enfoca esto... ¡Son los del equipo de fúbol! ¡Llorando como nenas! Toma premio. Mira a ese ¡Llama a su mamá! —vuelvo a reírme. —¿Sabéis como llaman a los flojos como vosotros en todas partes?

Dejo que le viento traiga los sonidos que todas imaginamos y luego veo al jabalí. 

—Vaya, un cerdito... y una piara. Venga, levantaros. Panda de llorones. 

El contenido de los arbustos acaba siendo sorpresivo. Hubiera apostado a que era algún pervertido fan de Danni o el propio mayordomo espiando carnes prietas desde los matorrales. No era la primera vez que pasaba. Ya había pillado al anterior meneándose la sardina ahí atrás mientras tomaba el sol en la piscina. El muy asqueroso quiso disimular diciendo que lo que colgaba de su mano era gel fijador, pero luego quedó en evidencia:

Cuando veo que entre aquellos maromos está mi dios de ébano, se me para un poco el corazón. Me acerco rápidamente a atenderle y comprobar táctilmente que todo está bien. Pectoral derecho, pectoral izquierdo, tableta, tiburón.

- Joder, Danni está grabando y pensábamos que era algún pajillero que se había colado. Lo siento...Beth, no te pases. ¡Que alguien traiga un botiquín!- pectoral derecho, pectoral izquierdo... - ¡Qué hace aquí ese bicho! - digo luego con cierto horror, cuando el jabalí sale en estampida. 

Only fans

Me sentía un poco como el culo, mi ex terapeuta ya decía que tenía ataques de rabia que debía canalizar. Lástima que lo despidiera.

Esperaba que Josh no se rebotara conmigo después de esto. Aunque lo veía complicado, sinceramente, y más después de que él  se bebiera aquel "smoothie protéico" que yo le preparé con mucho amor tras su sesión de gym. Desde entonces parecía que iba más en serio conmigo. Por si acaso lo reforzaría con otro smoothie de amor con extra de bello púbico en polvo. Eso no fallaria.

Yan, desde su escondite pudo ver perfectamente el pifostio montado. Fue de lo más épico presenciar la eficacia de sus compañeras y como daban de leches, era como ver un entrenamiento de sincronización. Perfecto. Eso sí, que salieran los chicos de detrás de aquellos arbustos... fue espectacular.

A la señorita se le pusieron los ojos como platos y fue sacando la cabeza del lugar donde se había escondido -tras una mesa- viendo la escena. Los novios de sus compañeras y el resto del equipo. Se quedó mirándolos amongolada, tal que así:

Sobre todo a Gili, sobeteando pectorales. Aunque en realidad estuvieran en el suelo retorciéndose en lagrimas, había sido de película.

La acción de sororidad la tuvieron sus amigas, ella había sido una cobardica. Eso sí, cuando vio al jabalí saliendo, dio un gritito, un saltito y se volvió a esconder. - ¡El chupacabras!

Aquel sonido la sacó de su trance, estaba en ese estado de nirvana que no pudo evitar con su dosis de violencia agregada. Era la fuerza del cosmo, el chi ejerciendo su poder y el sol que la mantuvo siempre power en medio de aquella afrenta contra la privacidad de unas animadoras inocentes y carismáticas. 

—¡Por la barriga de Buda! ¿Ustedes eran los cerdos que miraban?—preguntó sorprendida, aunque de buen ver eran—.Se hubieran unido a la fiesta, mirones. 

Y se incorporó, acomodando aquel vestido que un tirón de más y quedaba desnuda. Su rubio cabello—hidratado por el sol— y ese labial rojo, sólo permitieron que le devuelva a los muchachos una mirada divertida con la sonrisa de alguien que ha disfrutado del show y mucho. Esto de golpear pectorales, partir narices, era el mejor entrenamiento para liberar la ira. ¡Tendría que mencionarlo en su canal de Yoga y amor! 

Luego en medio, no supo como diantres se ha escapado aquello pero sí que lo aprovechó para hacer una humorada. 

—¿La madre de quien es ese animal? Por las ancas, creo que de Gillian. ¡Salió de tu casa! 

No pudo evitar la risa, después le sacó la lengua aunque ni por asomo iría detrás de aquel animal porque tenía que volver a su cauce. Paz interior... Paz interior... Aún así, le aclaró a la anfitriona:

—Es bromi. 

¡Vaya! ¡Pero si era el equipo de fútbol al completo! ¡Y su querido Matt! Tal vez no debió pegarle tan fuerte en las bolas, ahora no estaría en condiciones de proporcionarle una carrera completa por el campo. Jennifer se desfogó en medio del tumulto soltando alguna que otra patada de propina al negrales de Gillian.

-¡Eso os pasa por mirones, cerdos!

Y precisamente un cerdo sale corriendo también de entre los arbustos.

-Gilli, cielo ¡Se escapa tu cena! -dice riéndose.

«Sissy football team pounded by Danni F. and her really hot bitches» ya era en la mente de Danni el vídeo viral del año y sus memes la puerta al estrellato.

Y la tercera iteración del momentazo, «Sexy wet cheerleaders catch football team fucking wild boar in the bushes» sería la puerta a los infiernos de esos tíos.

Internet es así. Te abre puertas a los dos lados. Incluso años después, cuando la entrevistaran en un late, le harían la pregunta sobre aquellos tíos que se tiraron a un cerdo en la piscina.

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En fin, como todos los tíos, no eran más que una herramienta para conseguir cosas. Ya había sacado de ellos todo lo que había querido.

Y el vídeo también.

Gracias, chicos.

Por ambas cosas.

—Capullos, por vuestra culpa seguro que me cierran la cuenta.—Perfecto, más hype— Me habéis jodido la carrera, idiotas. Espero que sepáis compensarme.

Se enfocó a sí misma:

—Danielers, #FreeDanni en todas vuestras redes para combatir mi dictatorial baneo. Sorteo una fototetas dedicada al fan que más comparta.

Las chicas lejos de disculparse con los chicos, aka novios, aka pasatiempo favorito, les recriminan esconderse para darles un susto. Que quizás aquellos chicos espiaban esperando su oportunidad para presentarse y se habían visto interrumpidos por unos inocentes besos no lésbicos entre animadoras. Y claro, como iban a interrumpir un momento tan íntimo para decirles que se habían colado para acompañarlas en su baño a la piscina y despedirlas para todo el verano.

O no, porque el campamento de los chicos quedaba al otro lado del lago y nunca se sabía qué podía pasar una noche de indiscreción. Además que aquellos maromos tenían buenas espaldas para nadar un río, un lago o el océano Atlántico si era necesario echar un polvo.

Josh parece el único en ser atendido y en tener todas las atenciones de Gillian. Sobre todo palpando que estaba todo en su sitio, aunque no estuviera de una pieza. Lo importante es que rindiera en su momento justo, aunque se partiera una pierna, mientras no le entablillaran la tercera estaba todo bien.

-Joder Gillian, tía, ¿qué os enseñan en el equipo de animadoras?- seguramente defensa personal no, pero un poco de mala leche junto con los vídeos de auto defensa de Kris Jenner*, era suficiente para darle una paliza a cualquier tirado que se colara en casa de una.

Matt seguramente tenía algo roto, porque estaba ciclao pero no tanto como el resto, ya que al ser quarterback tenía que ser más ágil que pesado y musculado. Seguramente la primera semana de su campamento la pasaría sin poder moverse, le habían alegrado el verano. Para colmo su novia le regaña y no le tiene consuelo ninguno, eso era indicativo de algo muy claro: se quedaba sin echar un polvo pre-campamento.

-Jennifer, creo que me he roto una costilla... ¿Estáis locas?- "locas", aquella palabra podía costarle muy muy cara. Los otros jugadores random le miran con temor por si la tormenta de hostias recomenzaba de nuevo. -Ya veo que te alegras de verme...

-¿Os importa que nos quedemos?- se aventura a decir el jugador random 1, esperando que las palabras de su capitán no sentencien al resto.

-Hemos traído birras- indica el jugador random 2.

-... y hierba...- añade el jugador random 3, sacando una mano de su bolsillo.