Partida Rol por web

La primera cita comenzaría por la mañana y las chicas podrían escoger donde:

Precioso día en la playa en el que podrían disfrutar de relajación comida veraniega y actividades en lancha, quads y barco.
Di en la montaña, el programa dejaría a su disposición una cabaña en el bosque con un pequeño embarcadero en un lago, caminos por senderos, montar a caballo...
La tercera opción sería un día en la ciudad, paseo comida en restaurante, tarde de cine...
Día en el parque de atracciones para volver a ser un niño con tu pareja.
Día en el zoo donde ponerse de nuevo en sintonía con la naturaleza.

Tras un par de semanas me llegó otro e-mail de la empresa de citas informándome que me habían acordado una nueva. Me habían mandado la ficha de mi segunda "pareja" y una nueva lista de lugares de los cuales debía elegir uno, al parecer era el mismo sistema siempre. Esta vez procuré que Carla no se enterara de que tenía otra cita, no me gustaría que volviera a entrometerse así que la decisión quedó solamente en mis manos. Al leer por segunda ve la lista de lugares me fijé en que en una de ellas decía cine. Lo mío era la lectura pero las películas me gustaban bastante, es cierto que muchas pelis sobre libros no le llegan ni a la zuela de los zapatos pero me apetecía salir con alguien al cine por lo que elegí la opción del paseo por la ciudad y demás. La cita tendría lugar al día siguiente por la mañana por lo que, como era costumbre, dormí muy poco debido a los nervios.
A diferencia de la vez anterior aquella mañana me dejé dormir más de la cuenta y cuando abrí los ojos ya era casi la hora de la cita. Habíamos quedado en la Plaza de España a las 9:30 de la mañana y al mirar el reloj pude ver que marcaba las 9. Me levanté a toda prisa y me vestí lo más rápido que pude dejando el cuarto hecho un desastre, cosa por lo que mi madre empezó a quejarse mientras yo salía por la puerta no sin antes coger mi gorro de lana. En la calle hacía mucho frío y agradecí haberme puesto la sudadera beige y las botas a juego pues me abrigaban bastante. Mientras caminaba me embutí el gorro mientras intentaba peinar mi cabello con los dedos para hacerme dos trenzas algo deshechas. 
No tardé mucho en llegar al lugar de la cita y mientras buscaba a Agare con la mirada entre la gente palpé en mi pantalón dándome cuenta que me había olvidado del teléfono móvil. Por suerte llevaba encima algo de dinero y el DNI dentro del tarjetero.

La nueva cita había llegado, Agare tomó la nota y leyó la información sobre quien sería su nueva pareja, no mucho después le llego el correo acordando el lugar y la hora en la que se verían. Al día siguiente se despertó con tranquilidad, estaba acostumbrado a despertarse temprano, pero como de costumbre decidió prepararse un café, aunque no llego a hacerlo al final.

Se dio una ducha y luego se vistió llevando consigo la maleta de cuero, la plaza de españa le quedaba algo lejos así que todo el taxi que le dejara donde sabía que había una buena cafetería (no, no me refiero a Starbuscks) aunque como de costumbre estaba llena, tardó mas de lo esperado en pedir y coger las bebidas haciéndosele algo mas tarde de la hora acordada. Vio entonces a una chica pegada a unas trenzas, fijándose que era su cita, se acerco, las gafas se le empezaban a caer así que era mejor que le diera la bebida rápido.

- Perdón por la tardanza, había una cola enorme en la cafetería-dijo con su típico acento, dando a denotar que no era de allí y llevaba poco tiempo, le tendió la bebida de ella con una leve sonrisa.- No se si te gusta, es té verde aromatizado con vainilla... Permíteme introducirme, soy Agare, tu nueva cita, tú debes de ser Tomson-san ¿verdad?

Estuve esperando bastante en la plaza mirando una y otra vez el reloj que llevaba en mi muñeca. Por mi cabeza pasaron pensamientos como <¿Habré indicado bien el lugar de la cita?, ¿Habíamos quedado a las 9?, ¿Estará buscándome o se habrá arrepentido?> esos pensamientos me ponían cada vez más nerviosa y no pude evitar empezar a morderme las uñas, manía que había intentado evitar sin éxito. Entonces me giré haciendo que una de mis trenzas cayera por delante de mi hombro y le vi, le reconocí de inmediato y mis mejillas se sonrojaron al ver que llevaba dos bebidas en las manos. Sus gafas caían ligeramente y me dieron ganas de colocárselas correctamente pero me frené a tiempo. Me tendió una de las bebidas con una sonrisa y mi cara se sonrojó un poco más cuando me describió la bebida y me llamó por mi apellido. Mis manos temblaron un poco cuando las extendí para coger mi vaso pero en cuanto sentí el calor de la bebida me tranquilicé un poco, acerqué el vaso a mi cara oliendo su dulce aroma mientras mis ojos no se apartaban de su cara, observándolo tras la pequeña cortina de humo que aun expedía el té. Asentí levemente mientras alejaba el té un poco -E-Encantada... Agare... gracias por el té... me gusta mucho- Me quedé un momento en silencio mirándole de arriba a abajo disimuladamente tras lo cual sonreí ligeramente y volver a acercar el vaso para soplar un poco y tomar un sorbo del té.

Agare sonrió a la joven mientras con la mano libre se colocaba las gafas bien y la miraba.

-Perdona la tardanza, la cola para los tes fue bastante larga- explico mientras con la mano le ofrecía empezar a caminar por la plaza para despejar sus mentes con el frío de la mañana. Cuando comenzaron a caminar dio un leve sorbo al té ,disfrutando del sabor y el aroma mientras observaba a su nueva pareja, no era tan despampanante como la señorita Valentine, pero tenía un encanto que le llamaba.

- Bueno, Tomson-san ¿que te parece hacer?- ​preguntó mientras le daba un nuevo sorbo al té y le daba un repaso de arriba a abajo con los ojos, recolocándose las gafas nuevamente que comenzaban a empañarse por el vapor del té.

Negué con la cabeza cuando Agare se disculpó -tranquilo... tampoco llevaba tanto tiempo esperando... realmente llegué un poco tarde también...- dije mientras le seguí aun paso más atrás. Sentía vergüenza pero no tanta como con mi primera cita, tal vez el hecho de haber hablado con confianza con un hombre que no era mi padre me había ayudado a soltarme un poco. Le miré de reojo mientras giraba el vaso de té en las manos -Agare... puedes llamarme Laura...- dije con una pequeña sonrisa -La verdad es que no tenía planeado nada en concreto... simplemente pasear...-saqué sel bolsillo de mi pantalón el programa que me había pasado la gente de la empresa de citas y lo desdoblé con una mano -al parecer hasta el mediodía podemos hacer lo que queramos...- le ofrecí el papel donde rezaba que para el mediodía podíamos elegir entre tres restaurantes en los cuales, al enseñar el vale que me habían mandado, nos servirían la comida gratuita y que por la tarde en el cine Renoir estábamos invitados a la película que preferíamos. -¿Quieres pasear o quieres ir a algún sitio en especial?-

Agare escucho a Laura con tranquilidad, una comida en uno de los restaurantes y cualquier peli que quisieras, eso era bastante bueno, su ultima cita no fue de lo mejor, pero esta prometía. Pensó muy bien que le gustaría hacer pero finalmente miró a la joven.

- No tengo prioridades, paseemos si quieres Tom... Laura-san- Sonrió amablemente a la chica mientras caminaban y veían a la gente con animales o algunas parejas sentadas dándose algunos besos tímidos. Agare paso mas de unos segundos mirando a una pareja hasta que reacciono, poniéndose algo rojo mientras con un dedo se volvía a colocar las gafas.

- Dime ¿que te gusta hacer en tu tiempo libre?- preguntó de manera algo cortada, tragaba saliva muy a menudo mientras intentaba calmarse y relajarse por el momento estupido que había pasado, definitivamente lo suyo no eran las citas.

Sonreí ligeramente cuando Agare me llamó por mi nombre y por supuesto no se me escapó el hecho de que se había quedado mirando hacia una pareja que se estaba besando. Me hizo gracia, por fin conocía a una persona a la que le avergonzaba más que a mí ese tipo de gestos públicos. Procuré ignorar aquello para que no se sintiera mal pero no podía borrar la sonrisa de mi cara -Como habrás leído en mi ficha... me encanta leer es CASI mi único hobbie porque los demás son más complicados de llevar a cabo- tomé un sorbo de mi té saboreándolo tranquilamente -aún vivo con mi madre y no me deja acercarme a la cocina por lo que no puedo cocinar aunque me encanta... y bueno... aunque me gusta nadar ir a la piscina se ha hecho bastante caro últimamente...- cerré la boca tímida, mordiéndome la lengua, un gesto casi imperceptible. Había hablado demasiado y no quería que pensara que era una cotorra así que carraspeé nerviosa y le volví a mirar de reojo -perdona... he hablado mucho... ¿y tú? ¿qué sueles hacer en tu tiempo libre?- volví a beber un poco de té mientras le miraba.

Agare sonrió mientras Laura hablaba de sus hobbies, en cierto modo le recordaba a una amiga de japón, su madre también era protectora y adoraba leer, inevitablemente su mente voló a su tierra natal añorando ciertas cosas de ella, acariciándose la mano en la que agarraba el té, antes de darse cuenta de que Laura le miraba... le había preguntado algo...  y ahora respondería algo.

- A mi también me gusta leer... aunque paso también el tiempo jugando a juegos, depende bastante del día que haga, aunque he de admitir que mis salidas no suelen estar tan bien acompañadas normalmente- Sonrió a Laura mientras le daba un sorbo al té acabándoselo, busco una papelera cercana y tiro el vaso, quedándose cerca de un parque infantil. Señalo los columpios y miro a la joven con una sonrisa.

-¿Eres demasiado mayor para subirte a unos columpios?- sonrió de forma divertido normalmente a la gente le daba vergüenza subirse o columpiarse, pero él lo veía divertido, mucho.

Sonreí avergonzada cuando insinuó que estaba bien acompañado y volví a beber algo de té. Sin darme cuenta había ignorado la bebida para fijarme en mi compañero y aún llevaba en recipiente casi lleno. Seguí en silencio a Agare hasta que tiró su vaso y me señaló el parque infantil tras lo cual mi mirada siguió su mano fijándose en los columpios. Mis ojos se iluminaron cuando volvía mirar hacia él y una amplia sonrisa se dibujó en mi cara mientras daba un par de pasos hacia atrás acercándome al parque -Siempre he querido subirme en uno...- dije mientras andaba un poco más hacia atrás alejándome de Agare y acercándome a la entrada del parque -...de pequeña mi padre no me dejaba porque decía que podía hacerme daño...- reí nerviosa ante aquel recuerdo que bien podía haberse quedado en mi mente en vez de decirlo así de rápido. Mi cara se coloreó nuevamente de rojo y me giré para seguir andando hacia delante entrando en el terreno de goma que protegía a los niños de posibles caídas.

Sonrió al ver que la idea de los columpios le gustaba, normalmente alguien le hubiera dicho que es para niños pequeños, pero parecía que Laura iba a ser una cita bastante interesante. Me acerqué a los columpios junto a ella y me coloque detrás de uno de los que estaban vacíos.

- Sube, te columpiare un poco, si me dejas.- la petición de Agare sonó formal, quizás incluso demasiado, pero con su acento era dificil que no sonara así ademas de que era su intención que así fuera.

Como de costumbre, volví a sonrojarme cuando Agare dijo que me columpiaría. Llevaba tanto tiempo colorada que se me pasó por la cabeza la idea de que él no sabría si ese era mi color natural de piel. Ese pensamiento me hizo soltar una tenue sonrisa la cual tapé rápidamente con la mano. Asentí con la cabeza para luego sentarme en el columpio tras lo cual eché mis trenzas hacia atrás y me agarré fuertemente a las cadenas -no empujes muy fuerte...-carraspeé avergonzada al encontrarle el otro sentido a la frase y la rectifiqué casi de inmediato -...no me columpies muy fuerte...-sacudí la cabeza mientras me reía de mí misma por haber adaptado tan pronto la forma de bromear de mi amiga Carla.

Agare se impresiono por aquel comentario y ademas por aquella reacción, no pudo evitar acercarse un poco a ella y susurrarle.

- Tranquila, seré gentil, seguro que te gusta de la manera que lo hago- Rió de manera leve mientras agarraba la parte baja del sillín y comenzaba a llevarla hacia atrás- los pies no pueden tocar el suelo, manténlos levantados.

Dicho eso, empujo levemente a Laura haciendo que se elevara solo un poco del suelo, cuando volvió, siguió el movimiento con el cuerpo siguiendo con las manos el sillín hasta que comenzaba a volver a bajar, dandole un poco mas de impulso, una vez cogió altura le pareció gracioso ver como estaba asustada, supuso que era normal un desconocido le estaba lanzando por los aires.

- Vaya, no se te da tan mal para ser tu primera vez-

Agare se había acercado para susurrarme y me avergonzaron tanto sus palabras que tuve ganas de bajarme del columpio y esconder la cabeza bajo tierra pero no pude hacer ninguna de las dos cosas porque ya estaba tirando de mi hacia atrás para impulsarme. Sentí cosquillas en la boca del estómago cuando comencé a elevarme y sin pensarlo estiré las piernas como me dijo Agare, sentía tantas cosquillas en la barriga que comencé a reírme. Comenzó siendo una especie de risa nerviosa por el miedo para luego transformarse en una risa que denotaba lo divertido que me estaba pareciendo aquello. Llegó un momento en el que me pareció que el columpio estaba demasiado alto y al intentar hablar, la voz no me salió. Lo intenté varias veces hasta que conseguí decir -A-Agare... para... por favor...- mientras cerraba fuertemente los ojos esperando a que se frenara el columpio.

Cuando las palabras de Laura llegaron a Agare, este detuvo con cuidado el columpio, mirándola detenidamente por si le había pasado algo, aunque a primera vista parecía intacta.

-¿estas bien?-  pregunto con preocupación, no había empujado demasiado fuerte, pero claro no para él quizás la joven no fuera igual.

Negué con la cabeza teniendo aún los ojos cerrados con fuerza -me... me he mareado...- abrí los ojos despacio y sonreí un poco para borrar aquella mueca de preocupación de la cara de Agare -lo mío no son las alturas- dije sin borrar la sonrisa mientras le miraba a los ojos. Respiré profundamente cerrando nuevamente los ojos e intenté relajarme -¿quieres subir tú mientras se me va el mareo?- 

Negó con la cabeza mientras le tendía la mano y le ayudaba a levantarse del columpio.

- Por que no me dijiste que te mareaban las alturas- le dijo, no con tono de bronca sino mas bien preocupado, no esperaba aquella reacción y no quería que pensara que era un descuidado, aunque la cita no llegara a mas le gustaba la chica y le gustaría conservar esa amistad, no solo novias se sacan de esas cosas.

Se sentaron en un banco mientras Agare se calmaba un poco y miraba al cielo, habían algunas nubes si les llovía iba a ser divertido.

Cogí la mano de Agare, algo que antes no habría hecho tan pronto, y me levanté despacio. Cuando empezamos a caminar hacia el banco me tambaleé un poco pero llegamos sin problemas y me senté pesadamente -...tampoco preguntaste...-saqué la lengua de manera divertida para después sonreír un poco -...tranquilo no es para tanto... fue divertido...- seguí su mirada hacia el cielo y puse cara de sufrimiento -espero que no llueva... no quiero volver a enfermar...- agaché la cabeza mientras me venían algunos recuerdos a la cabeza y sonreí -tal vez debí haber dicho que tengo miedo a las alturas...- sonreí un poco antes de mirarle a la cara -Por cierto la última vez que entré en una casa del terror casi me da un infarto así que las cosas terroríficas no son lo mío tampoco...pooor si tenías pensado llevarme a ver una película de miedo esta tarde...-solté una pequeña carcajada y me eché un poco hacia atrás apoyando las manos en el banco. Aunque aquel mareo me había devuelto el color pálido típico de mi cara, la imagen de nosotrosen el cine, teniendo en cuenta que nos acabábamos de conocer me sonrojó un poco.

Sonrió levemente ante los comentarios de Laura y la miró, sorprendido por el color pálido de su piel, no se había percatado hasta que el color rojo de sus mejillas le hizo sonreír nuevamente.

- mmmm ¿que te parece alguna de animación? hace tiempo que no miro la cartelera no se que podríamos ver- Agare comenzó a meditar detenidamente a ver si recordaba algo pero quizás lo mejor era decidirlo allí. Miró entonces a Laura y recordó lo de la comida.- Y ¿donde piensas ir a comer? tengo curiosidad por saber que te gusta.

Laura parecía muy tímida, se sonrojaba por nada, era algo verdaderamente gracioso, incluso la idea de provocarla me hacía gracia, pero no iba a ser tan cruel, no al menos esta vez

Sonreí mientras asentía con la cabeza y entrelazaba mis manos -Una película de animación estaría bien... pero no creo que en la cartelera del cine...- saqué del bolsillo de mi sudadera un pequeño monedero con forma de oso marrón y saqué de su interior un trozo de papel doblado, lo desdoblé y recorrí las líneas de texto con la mirada antes de volver a hablar -...Renoir, haya ese tipo de películas... En cuanto a donde comer...- seguí revisando por unos minutos aquel papel mientras notaba la mirada de Agare fija en mí y empezaba a ponerme nerviosa. Mi intención era averiguar cuales eran los restaurantes que nos había reservado la empresa de citas pero no encontré tal cosa. Al parecer cualquier restaurante de los alrededores nos ofrecerían un almuerzo gratis si presentábamos el vale que llevaba en mi monedero pero aquello me pareció bastante raro -Me gusta la comida italiana en general, la pizza sobre todo... pero me gustaría probar algo nuevo...- le miré de reojo mientras volvía a doblar el papel para introducirlo en el monedero -¿cual es tu comida favorita? ¿te gustaría comer algo en especial hoy?- me giré hacia él a la vez que volvía a guardar mi monedero en la sudadera con una sonrisa en mi cara esperando su respuesta.