Partida Rol por web

Cinderella Phenomenon

Capítulo 1: Fiesta de bienvenida

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16/02/2020, 17:17
Alain Blue

Um, tal vez se había precipitado al tomar de la mano a su compañera, la verdad era que la chica parecía incómoda por la cercanía. ¿Quizás me he sobrepasado?, se preguntó con seriedad mientras se planteaba en serio dejar su mano. Pero ella la apretó con más fuerza, dando a entender que podía soportar la situación con entereza, permitiéndole centrarse de nuevo en el hombre que tenían delante y que en aquel momento les ofrecía unos brazaletes.

Aquello le dejó descolocado. ¿Por qué aquel anciano, que a todas luces no iba sobrado de dinero, decidía no sólo hacer un acto altruista sino que intentaba darles algo que, a su parecer, los mantendría a salvo? Se quedó mirando al hombre con total incomprensión y a punto estuvo de preguntarle el motivo de un gesto que, para él, no tenía sentido. ¿Cómo podía no desear sacar algo a cambio de un negocio que le había venido dado?

Sin embargo, decidió no abrir la boca. Al fin y al cabo, mejor para ellos. Así que se limitó a coger los brazaletes con unas palabras de agradecimiento y tenderle uno a su compañera, sintiendo cierto malestar que no supo identificar.

- Gracias por el viaje - sólo volvió a hablar cuando por fin se hallaron al otro lado, momento en que saltó al suelo embarrado de la orilla a la par que tendía una mano en dirección a su compañera, recordando ciertos modales que hasta el momento parecían haber caído en el olvido -. ¿Vamos?

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17/02/2020, 02:04
Hogward Malthael

Después de estar escarbando en el entorno por un buen rato, Hogward acabó rindiéndose en su búsqueda. Entre tantas lápidas y enredaderas, sentía que la vista le giraba en formas nauseabundas. Concentró su mirada, frustrado, en el frente del sendero, si es que había algo parecido a ello. Caminaron por un rato, tropezándose con los vestigios de la naturaleza salvaje y demás obstáculos, cosa que parecía no afectarle a Hogward más allá de una leve molestia. Aunque era dificultoso moverse, agradeció que al menos fuera piso firmo y no una sanja hecha por la humedad—. Si esto te parece raro, y tenga de verdad algo de mágico, no quiero saber cómo te pondrás cuando...¡Se levanten los muertos!—Gritó sin aviso, pero con la gracia de un cadáver. Ya estaba comenzando a frustrarse, aún con su eterna paciencia a las cosas desagradables. No había un camino fijo del que pudiera sentir seguridad, sólo un insondable sendero de túneles entre las lápidas, caminos oscuros y el propio lío de su mente. Al final acabó apagando la mente por el aburrimiento, y comenzó a caminar en sentidos aleatorios intentando fingir seguridad, cosa que le terminó sirviendo a él y su acompañante para llegar al final. 

Escapando por fin del mausoleo, Hogward suspiró del cansancio que sentía. Sudaba frío por la humedad, los murmullos del fondo y su irritación por tener que ir por allí. "¿Qué carajo pensó Parfait al enviarnos aquí?" pensó, comenzando a divagar mientras caminaba, lo suficiente como para no percatarse de lo que los tomó a los pies y envió al suelo hasta que sintió el golpe. Casi se le sale el corazón por lo repentino del agarre, pero aprovechó la poca experiencia que tenía con sustos para tratar de patear la mano del bicho con el otro pie. Haber tenido que estar alerta por tanto agudizó ligeramente su sentido de supervivencia, lo suficiente como para pensar una idea que podría salir o muy bien o muy mal. Si sus patadas ligeras no servían para quitarse de encima al adefecio encapuchado, haría lo posible para tocarlo con su relicario de huesos, al menos así sabría si su captor aún pertenecía al reino de los vivos. 

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17/02/2020, 04:43
Narradora

Los hombres parecían listos para luchar y en cuanto el peliblanco dio el primer golpe, se desató el caos. El golpe de codo fue bastante efectivo, golpeando en el punto justo para que uno de los vándalos se echara para atrás falto de aire, mientras que la patada baja hizo a un segundo caer. Los movimientos de Réamann eran bastante diestros para un simple mesero, eran más los golpes de un luchador experimentado.

La pequeña Rin no se quedó atrás. Tomó la mochila mientras aún estaba en el aire y como si de un mono se tratara, trepó al cuerpo del hombre que les había hablado e hizo ademán de estrangularlo. El hombre se veía presionado porque aunque usó su espada para alcanzarla, ella fue más veloz. Sin embargo, se dejó caer e hizo que todo su peso cayera sobre la pequeña, quedando atrapada por el cuerpo del grandullón.

Vítores venían desde la taberna, donde muchos de esos hombres parecían disfrutar de la imagen de la pelea, insitando a que continuara, aunque se fue acallando poco a poco. Al estar concentrados en lo suyo, no pudieron notar de quién eran las grandes zancadas que se aproximaban hasta tenerlas encima suyo. Un fuerte brazo levantó al hombre que aprisionaba a Rin como si de un muñeco de trapo se tratara, lo mismo hizo con los dos hombres que Réamann había derribado y un profundo silencio inundó el lugar. Lo que antes parecía una taberna llena de borrachos, se convirtió en un cementerio por el profundo silencio.

Al mirar hacia arriba, vieron una figura enorme y musculosa que sostenía en una presa a los tres hombres y les apretaba con fuerza. Los tres dejaron caer sus espadas y parecían estarse asfixiando. Al detallarlo mejor, notaron que se trataba del tabernero, quien momentos antes habían visto que se dirigía hacia allí.

- Tiradas (2)
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17/02/2020, 11:22
Rin Lotong

Incluso acolchado por la mochila el tipo pesaba bastante, Rin tuvo la intención de apretar más el cable por tal de asfixiaele un poco más y salir de debajo cuando perdiera la consciencia, pero al parecer no fue necesario, ya que alguien aún más grande lo había sacado de encima. Recogió el cable en sus manos y miró para arriba.

- había escuchado que los gigantes eran increíblemente fuertes y grandes... No esperaba conocer a uno...

No ocultó en su sorpresa al ver a aquel tipo que veía en él a uno de esos míticos gigantes de cinco o incluso diez metros de altura, pues si bien no se aproximaba a esa exageración, para una niña de corta estatura podía parecer abrumador. Semejante tamaño escapaba de sus capacidades.

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18/02/2020, 02:11
Fiorella Van Hauber

Era más complicado que hablar de incomodidad cuando Alain le cogió la mano, pero ahora no podían discutir eso mientras hablaban con el amable pescados que procedió a contarles la historia sobre él y su esposa. Les obsequió los brazaletes que ella observó con un brillo de ternura en la mirada. Sintió un halo de calidez en el corazón ante la amabilidad de aquel hombre y se sentía mal por no poder recompensarle por lo que estaba haciendo por ellos. 

Ella decidió dedicarle una sonrisa dulce y encantadora y coge con su mano libre la mano del pescador. - Es usted un hombre muy amable. Gracias por compartir algo tan preciado con nosotros. 

Su voz sonaba tierna y emocionada antes de proceder a colocarse un brazalete, dejando que Alain se pusiese otro. Escuchó la historia sobre los fantasmas y el lugar al que iban a ir, intrigada y atenta mientras subían al barco. Una vez allí para mantener la fachada se mantuvo sentada al lado de su compañero hasta que llegaron a su destino. 

Una vez allí se despidió de aquel amable hombre con una sonrisa dulce. - Muchas gracias por el viaje. No le olvidaré. 

Cuando se quedaron a solas aceptó la mano de Alain. - Claro, gracias. 

Fue lo que le respondió mientras ambos se internaban en lo desconocido. 

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18/02/2020, 04:30
Narradora

Fue difícil, pero al tocarlo con tu relicario, notaste que era alguien vivo, en efecto, pero tenía un caso severo de inanición, además de que parecía estar débil por este mismo efecto y sediento. Más allá de esos síntomas, era simplemente un hombre escalofriante con una capa negra y merodeando en un cementerio. Tal vez era un loco como tú mismo que disfrutaba de asustar a la gente para olvidar su hambre.

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18/02/2020, 04:32
Narradora

La figura encapuchada jadeaba con cada vez más intensidad mientras su agarre se hacía más intenso. Mascullaba algo entre dientes y aunque era insistente, su voz rasposa hacía muy difícil entenderle. Stella trató con las pocas fuerzas que tenía al estar presa del miedo de soltarse, pero el agarre de la figura se sentía como la firmeza de una roca y la dureza del marfil. Las heridas que la chica ya tenía en sus tobillos le dificultaba más poderse escapar, ya que sus pies no respondían con su usual vigor.

Hogward, sin embargo, se encontraba en una situación más ventajosa. No era capaz de soltarse a pesar de los golpes que le daba a ese brazo, pero podía maniobrar con mayor soltura, posando su mano sobre el brazo un momento en una posición particular para luego hacer todo lo que estaba en sus manos para luchar contra su captor. Un golpe tras otro y el cuerpo no cedía, solo jadeaba con mayor intensidad debido a los golpes que estaba recibiendo. Era como si se resistiera a soltarse.

Un giro del destino tal vez hizo que la capucha del hombre se corriera hacia atrás, revelando ciertos rasgos faciales: unos intensos y serios ojos claros, una bandana en su frente, cabello negro, mejillas consumidas por la falta de alimento, piel sucia y grisácea, como la de alguien que no ha recibido el sol por días. Sus manos ya sangraban de los golpes de Hogward, pero este aprehensor no parecía listo para rendirse y dejarles continuar. Se aferraba a la poca fuerza que le quedaba para mantenerles allí. Seguía balbuceando, pero ya su garganta estaba tan seca que no salía más que aire de su boca con una tos ronca que, a esa distancia, era tan molesta como el tacto de las piedras rasgando su piel.

- Tiradas (2)
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18/02/2020, 04:56
Narradora

El pescador los dejó en la orilla y agitó su mano para despedirse sonriente. Tal vez era demasiado amable o habían aparentado bien. Quién sabe. Lo importante era que habían logrado cruzar sin mayor problema y ahora estaban allí, justo donde necesitaban estar.

El hermoso paisaje se cambiaba con cada paso que daban por una densa neblina y el frío del ambiente se volvía cada vez más difícil de soportar. La neblina se hacía densa y hacía difícil respirar. Pronto dejaron de ver sus pies, luego sus tobillos, de ahí sus rodillas, luego su cintura, ya debían levantar sus manos para poderlas seguir viendo y entre un momento se habían sumergido en la neblina. Solo bastó un momento para que se detuvieran y soltaran sus manos.

Al verse consumidos por la densa niebla, solo podían seguir caminando hacia lo que consideraban como el frente, pero ¿estaban los dos dirigiéndose al mismo frente? De repente, una suave presión halaba sus muñecas. Algo sutil, mas con la determinación de llevarlos hacia algún lugar. ¿Qué podría ser aquello?

Aquella prisión ocultaba los rayos del sol y aunque trataran de volver, solo podían ver más y más de esa extraña trampa. El suelo se tornaba húmedo y resbaladizo, mientras que se tornaba difícil respirar profundamente sin resultar tosiendo. El sonido del agua rodeando sus zapatos se hacía más fuerte y empezaban a pesar un poco al tener que luchar contra ello para seguir avanzando. Mientras tanto, aquella leve presión sobre las muñecas continuaba.

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18/02/2020, 18:06
Stella Brewster

No podía soltarse de aquella figura y Stella cada vez más era presa del pánico. Las heridas en sus tobillos dolían y sus piernas no respondían con la fuerza de siempre. 

Ver que los esfuerzos de Hogward para hacer que se zafasen no eran suficientes frustraba a Stella quien, a pesar del dolor, seguía moviendo sus pies en un inútil esfuerzo por liberarse. Miró a Hogward asustada, esperando que el chico pudiese hacer algo. Oía que aquella figura mascullaba algo, pero no podía entenderle, eso le daba más miedo aún.

Al desvelarse que era un hombre y ver el estado en el que se encontraba Stella se llevó las manos a la boca. Sus manos sangraban por los golpes, pero aún no les soltaba y no dejaba de balbucear lo que fuese estaba diciendo. Stella no sabía lo que estaba sucediendo, pero dejó de mover sus pies. ¿Quizá era uno de ellos?

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21/02/2020, 04:28
Réamann Lockheart

Los movimientos de Réamann fueron precisos, certeros y rápidos, su cabello blanco se agitaba alborotado por todo lo que hizo mientras su cara asemejaba a un cascarón vacío junto a su mirada sin brillo que perdió justo cuando inició todo esto. Sin embargo, apenas hizo lo que se propuso el joven se alejó justo a tiempo para ver al tabernero levantar a los otros y los aprisionaba. Fue en ese momento que los ojos del mesero regresaron a la normalidad y comenzó a respirar hondo en silencio para relajarse, dejándose caer y sentándose sin dejar de ver a aquél fortachón.

-Gracias-expresó para luego ver a Rin y luego al que le había aplastado. Réamann soltó un enorme suspiro mientras descansaba, haciendo señas a su compañera que le diese unos minutos o el tiempo suficiente antes de poder levantarse-. Disculpe el alboroto.

Su voz no sonaba cansada a pesar de que su cuerpo sí se presentaba así. Sin embargo, de momento no se le vio con intenciones de arrepentirse o tener miedo, pero no dudaba en ningún momento cuando sus ojos se posaban en el tabernero.

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21/02/2020, 18:25
Alain Blue

Se despidieron del hombre para dirigirse hacia aquel sepulcro de niebla que parecía cubrirlo todo con un manto de silencio. Pronto sintió como se le erizaba el vello de todo el cuerpo por el frío y la sensación de peligro, a pesar de que sus sentidos nunca habían estado especialmente desarrollados por contar con un guardia personal que le había protegido de todo peligro, a excepción del de la maldición. Y, sin embargo, la maldad que exudaba aquel lugar era tan evidente que incluso él podía apreciarla.

- Esto no me gusta - dijo al cabo de un rato, cuando apenas veía ya a su compañera.

Sin embargo, sólo fue necesario un traspié para que sus manos se soltaran, momento en que fue engullido por la niebla en su totalidad.

- ¿¡Fiorella!?

Mas solo pudo llamarla una vez pues inmediatamente, el frío hizo que devolviera el aire que había inspirado en forma de tos.

La situación resultaba agobiante y sin embargo ya no sabía de qué dirección provenía. Para alguien como él, sólo su experiencia de ser un depredador en los negocios le permitía mantener una calma que su vida segura no podía haberle aportado de ningún otro modo. Se mantuvo respirando con respiraciones cortas y superficiales, tratando de ahogar sus nervios mientras pensaba.

¿Qué es esto?, pensó para sí al notar un tirón en la muñeca que sólo le resultó evidente cuando sus pasos se detuvieron. Alzó la mano, haciendo tintinear el cascabel y ahí estaba de nuevo, ese tirón. Así que la pulsera era mágica al fin y al cabo. Y parecía que debía protegerlos... más le valía seguirla y ver hasta dónde le llevaba todo eso.

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21/02/2020, 22:02
Fiorella Van Hauber

Una vez se despidieron del pescador llegó el momento de la verdad, tenían que internarse en aquel hermoso y potencialmente peligroso paisaje confiando en que los consejos de aquel noble pescador hubiesen sido veraces y bienintencionados. Avanzaron mientras un ambiente asfixiante los rodeaba sin prisa, pero sin detenerse, como un mal augurio. 

Al aire irrespirable le siguió una densa niebla que comenzó a envolverles lentamente mientras sentía que toda la seguridad y la confianza que la había transmitido el pescador se iba deshaciendo en jirones. Su cuerpo pronto pasó a tensarse sin soltar la mano de Alain, al que trató de no perder de vista sin éxito. 

Cuando se quiso dar cuenta él ya no estaba. Pero escuchó su voz que trataba de llamarla entre aquella maraña de sombras. Ella le respondió, tratando de guiarse por el sonido de su voz, pero fue inútil. 

- ¡Alain! 

Caminaba hacia donde le había escuchado pero sintió que estaba andando en círculos a través de la niebla mientras tosía por el aire irrespirable. Al final sólo pudo dejarse llevar por la pulsera que le había regalado el pescador confiando en aquel hombre. ¿Se encontraría con Alain en su destino? Esperaba que sí. 

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24/02/2020, 03:42
Narradora

El hombre que los había amenazado estaba siendo sujetado de una manera bastante particular, ya que el fuerte antebrazo del tabernero oprimía su tráquea, llevándolo a tener dificultades para respirar. El tabernero sonreía mientras los alzaba más y los hombres parecían ahogarse. Los dejó caer mientras aún estaban vivos y cayeron al suelo tosiendo y revolcándose. Serían presas fáciles, pero algo les decía que no sería buena idea arremeter contra ellos. Un vistazo rápido al bar y pudieron ver que los demás se habían sentado nuevamente, deliberadamente ignorando la situación.

El tabernero rió generosamente y habló con una voz gruesa y profunda - No me gustan los problemas en mi taberna y estos tontos lo saben. Síganme a mi despacho - no era como si hubiera realmente una opción en ese caso.

Entraron a la taberna donde el silencio se apoderó de la estancia. Al parecer, ninguno de los presentes era capaz de discutir con el hombre. Aunque después de su actuar, no era difícil adivinar la razón. Todos los miraban pasar sin decir una palabra, pero no hubo ningún gesto hostil de ninguno, sino que se apreciaba una emoción diferente.

 A un lado de la barra, había una puerta. Al entrar por allí, vieron una oficina sencilla de decoración rústica, un escritorio de madera con una silla de cojinería en cuero, unos cuantos barriles a la derecha y una pequeña biblioteca. Además de un par de sillas frente al escritorio para que se sentaran. Justo antes de cerrar la puerta tras de sí, el hombre hizo una señal a uno de los meseros y este se dirigió a la barra. Al parecer, sería quien estaría a cargo.

Se sentó y les dijo - ¿Puedo ofrecerles algo de beber? Tal vez agua para la pequeña, o tenemos zumo de uva. ¿Qué quiere el caballero Lockheart? - siguió dijo con una sonrisa mientras tomaba dos vasos de una pequeña estantería sobre su cabeza.

- Les sugiero que sean honestos de por qué están aquí. Esos hombres afuera están listos para cortarles las gargantas. Eso no pasará mientras estén conmigo, claro - sonreía simpático.

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24/02/2020, 04:09
Narradora

Las voces de ambos eran fáciles de encontrar y a la vez que difíciles. Esa no parecía simple niebla, era más como un laberinto hecho de nubes. Era difícil saber si esto los llevaba hacia el frente o los lados, y más con el consistente tirón ocasionado en la muñeca. Había temor de tropezarse, de perderse, pero todo iba bien.

Poco a poco, el aire se hacía menos denso y podían respirar mejor. Poco a poco, se abrían paso pequeños rayos de sol a través del paraje nuboso. Cuando menos lo notaron, salieron a un paisaje un poco más oscuro que el hermoso lago, pero con algo más bonito que solo la espesura. Árboles de hojas blancas los rodeaban, dando la sensación de una apresurada llegada del invierno, mientras que el césped mostraba una leve coloración azulosa.

Pudieron notar que estaban uno al lado del otro otra vez, o tal vez siempre había sido así porque sus manos estaban entrelazadas una con otra. Los cascabeles brillaban al juntarse y resonaron una última vez para separarse. Podían soltar sus manos si así lo preferían, ya la magia había cesado de halarles.

No muy lejos de allí, podían apreciar pequeñas cabañas de madera, las cuales parecían sacadas de cuentos de hadas. Rústicas y sencillas, pero con un leve encanto a la vez. Ese lugar era considerablemente más frío, así que quedarse quietos no era una muy buena opción.

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24/02/2020, 04:31
Narradora

El hombre no aflojaba su agarre y, mientras más o golpeaba Hogward, el hombre más sangraba. Lágrimas se asomaron por sus mejillas mientras este luchaba por hacerse entender. Tenía marcas de golpes en sus mejillas y se veía muy sucio. A pesar de eso, había algo en él. Los tenía en el suelo, pero no atacaba. ¿Sería un zombie? ¿Sería una amenaza?

Entonces, un tenue rayo de luz zurcó el nebuloso paisaje, dando un instante de claridad en la cara del hombre. Una mirada segura de sí misma y flameante se reveló en sus ojos, unos ojos azules que Stella debía reconocer. Su voz era lastimera y no quitaba los ojos de encima a la chica. 

Tosía y tosía en busca de su voz para decir algo coherente, pero parecía no haber comido en días, o tal vez en meses. ¿Qué pasaba con él? Después de luchar contra el dolor y los golpes de Hogward, logró balbucear algo menos ininteligible - Conall... - para luego soltar sus pies. Parecía agotado.

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24/02/2020, 06:28
Rin Lotong

Rin se rascó la cabeza, estaba claro que aquel hombre sabía quién era su acompañante, por lo que mentir no les ayudaría mucho, una ligera presión en su garganta le daba a entender que era mejor dejar hablar a Réamann aunque si respondió ante la oferta del hombre por educación.

- Nada para mí, gracias.

En parte le frustraba que su actuación no hubiera servido de mucho, y aunque ver qué aquel grupo buscaban aprovecharé de los que pasaban por allí, quedaba claro que el desenlace habría sido si no igual, muy semejante. Se sentó en una de las sillas de un ágil saltito a modo de rana con pies y manos en el asiento, la posición más práctica en caso de que tuviera que actuar, aunque en esta ocasión se permitió bostezar sintiéndose más relajada con alguien que parecía más cordial.

- De cierta manera yo no he mentido, buscó ayudar a Eses Lotong, iba de camino a la ciudad mencionada y soy cazadora de brujas... - se encogió de hombros, pese a variar el contexto, las tres eran verdades, y prefería no decir mucho más, el "caballero" decidiría que decir.

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26/02/2020, 17:47
Réamann Lockheart

Sin decir nada, Réamann se levantó siguiendo al tabernero sin ver, aparentemente, a todos los que estaban en la taberna y la falta de hostilidad. No se deducía siquiera si se cuestionaba aquél cambio de actitud a él y a Rin, como si no le importase en absoluto. Al entrar a la oficina él se quedó cerca del umbral mirando de reojo hasta que la puerta se cerró por completo, caminando directamente a una de las sillas y sentarse mientras respiraba hondo y estiraba un poco su tórax.

Sin embargo, cuando se refirió a su apellido, el peliblanco miró a los ojos de aquél hombre... pero las cerró con un poco de fuerza con el comentario de la niña. Suspiró y de nuevo centró su atención en quien había sido su salvador.

-¿Brujo, hada o maldito?-preguntó sin tapujos, sin ápice de miedo ni inquietud-. Agradezco que nos hayas ayudado, pero espero que entienda nuestra posición. No cualquiera puede ver a través del glamour.

No se veía que le faltara al respeto... pero tampoco que hubiese tenido tacto. 

-Sin embargo, si tiene hidromiel...-finalizó y por un momento parecía que los ojos de Réamann sonreían, pero pudo haber sido un efecto de luz que dio aquella ilusión.

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26/02/2020, 19:34
Alain Blue

Si dijera que había llevado la situación con temple, diría una verdad pero si asegurara que en su interior había mantenido la cabeza fría, no sería igual de cierto. Aunque una parte de él se había mantenido analítica, sin permitir que le cundiera el pánico, una parte de él había luchado por mantener el control sobre unos nervios de bullían bajo su expresión tensa pero controlada.

Por eso, un pequeño suspiro de alivio había escapado a través de sus labios cuando la niebla se había disipado y se había encontrado de nuevo de la mano junto a su compañera, hallando en su contacto un cierto confort.

- ¿Estás bien? - había acabado por preguntar, rompiendo un poco su hermética coraza al preguntar a la joven -. Hubiera jurado...pensaba que nos habíamos separado - aseguró, rascándose la hirsuta barba que aún lucía en su rostro. Se quedó un momento callado antes de añadir -. Se supone que hemos venido aquí a socorrer a esta gente, ¿verdad? - aunque para él no parecía haber ningún peligro, si no contaban el pequeño detalle de que todo el lugar parecía sufrir una maldición -. Si es que hay gente en este lugar - ratificó, observando las casas en busca del humo proveniente de las chimeneas -. Este lugar parece desértico.

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26/02/2020, 18:38
Stella Brewster

Stella, quien estaba a una coma de entrar en pánico, vio que estaba sucediendo algo extraño, cosa por la que dejó de mover sus pies, sin dejar de estar asustada realmente. Ver el estado en el que estaban dejando a aquel... ¿hombre? de cierta manera le estaba dando algo de pena, muy en el fondo de su corazón. Sin embargo, se quedó paralizada del todo, sin dejar de cubrir su boca con las manos, cuando pudo ver por un momento la cara del hombre. Fue tan solo un momento, pero fue suficiente.

Al escuchar lo único entendible que había salido del hombre desde que los había atrapado, Stella sintió un vacío muy profundo en el pecho. Fue tan grande que, en un acto reflejo, se llevó las manos al pecho. Lo siguiente que hizo también fue sin pensar.

¡Hogward, detente! ¡No sigas, no sigas; lo matarás! ¡Es mi hermano! —la voz de Stella se quebró, sin creerse muy bien lo que estaba viendo. Advertir las heridas que habían causado en Conall, su estado... Stella se volvió a llevar las manos a la boca, sintiendo que el borde de sus ojos se empezaba a llenar de lágrimas. Siguiendo la cadena de esos actos reflejos, se abrazó a Hogward para que se tranquilizase también ¡Conall, suéltanos! 

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27/02/2020, 10:42
Fiorella Van Hauber

Pasó mucho miedo mientras avanzaba a través de la niebla. Sus piernas temblaban mientras buscaba alguna pista que le permitiese orientarse pero no la encontraba. Pronto la frustración se hizo con ella y tuvo miedo de fracasar cuando había aparecido una luz de esperanza en su vida. Todo le resultaba confuso y asfixiante pero no dejó de seguir la pulsera esperando encontrarse con Alain cuando llegara a su destino. 

Sentía el aire cargado que le oprimía el pecho y le costaba expandir sus pulmones para poder respirar, cada bocanada era un esfuerzo titánico entre aquella densa niebla y las piernas pese a que no dejaban de avanzar le temblaba. ¿Se podría considerar que era débil? Probablemente, era trabajadora, pero nunca había destacado por su gran arrojo y coraje, o eso sentía.

Pero no tuvo tiempo para pensar en eso porque de pronto la niebla se disipó y estaba allí junto a Alain, parpadeó sorprendida al cruzárselo y su primer impulso fue abrazarle de alivio sin decir nada. Tras eso asintió cuando preguntó si estaba bien. 

- Sí.. me alegro de que tu también estés bien. 

Se separó de él recuperando la compostura y carraspeó. 

- Lo parece... pero seguro que hay algo. Algo que protegía la niebla, ¿No crees? Será mejor que vayamos a echar un vistazo. Mucho mejor que quedarse aquí.

Respondió antes de empezar a caminar.