Partida Rol por web

Quizás se estaban pasando con aquel pobre desgraciado, solo y amargado en uno de los muchos puertos de desembarco medio abandonados de Sinophia. Era cierto, ya poca gente llegaba a aquel planeta, aunque fuera a la fuerza, como ellos. Todos los días parecían ser iguales, tristes y lluviosos.

El agua que caía de las nubes era como lágrimas que lloraban por la muerte anunciada pero pospuesta de Sinophia. Nero se relajó un poco.

-Cierto, ha sido un viaje movidito por allí arriba- Comentó señalando el cielo.

-Podemos usar el vocotransmisor para pedir transporte o ir andando bajo este agradable clima, estos chismes seguramente estén pirateados por todo el mundo y quizás nos escuche hasta el gobernador, quien sabe- 

Se recostó contra una de las paredes. -Yo votaría por dar un pequeño paseo entre las flores, la ciudad no queda lejos-

La conversación con el funcionario se había relajado un tanto. A Claudius Vipus no se le daban mal las palabras, y parecía que el adepto estaba a gusto con una conversación decente, a pesar de las circunstancias. Después de los primeros momentos, demostró que podía ser muy parlanchín.

Claudius Vipus: - ¿Asesinatos dice? ¿Cómo es eso? Cuénteme, cuénteme -

- Bueno, yo paso más tiempo aquí que en Magna y los rumores siempre me llegan de terceras personas. Pero, parece que desde hace varias semanas se han sucedido al menos tres asesinatos brutales en la capital. Al último lo partieron por la mitad, y dicen incluso que uno se arrancó su propio brazo. -

Arcturus: -¿Hay algún representante del Adeptus Mechanicus en el planeta? Podríamos disponer de algún medio de transporte para desplazarnos por Magna? -

- Por supuesto, varios de ellos supervisan el funcionamiento de las fábricas, aunque no hay muchos. Si lo que busca es un lugar de culto o una forja me temo que ha venido al lugar equivocado.

Respecto al vehículo tienen mala suerte, un puente se ha derrumbado y la carretera principal está cortada. Si no logran solicitar transporte puedo prestarles un esquife a motor y un piloto. Ya estamos acostumbrados a usar las rutas fluviales a pesar de las lluvias, y les llevará directamente a la ciudad.

Nero: -Yo votaría por dar un pequeño paseo entre las flores*, la ciudad no queda lejos. -

- 15 minutos por la vía principal, si la carretera no estuviera cortada. A pie se tardaría el triple. - contesta el adepto - La vía fluvial será más lenta me temo, pero no tanto como andar. En media hora podrían llegar al embarcadero de la celestina, en el distrito XIII de la ciudad. -

- ¿Un esquife? ¡excelente idea! - respondió con una sonrisa y una cara de genuina y agradecida sorpresa

- Supongo que la vía fluvial será no sólo la más rápida sino también la más segura con tanta carretera cortada y puente hundido -

- He de decir que resulta usted de lo más amable y solícito que he conocido, un auténtico placer señor... le aseguro que haré que esto llegue a sus superiores si dispongo de tal ocasión - nunca estaba de más edulcorar las cosas, por improbable que fuera que Claudius se encontrara con los supervisores del admnistratum o que su palabra tuviera valor efectivo. Sin embargo a todo el mundo le gustaba que agradecieran su trabajo.

- Volviendo a esto de los asesinatos ¡qué barbaridad! parece que es el peor momento para visitar Magna... ¿arrancarse su porpio brazo, dice? ¿qué puede llevar a alguien a hacer algo así? y ya puestos... supongo que eso acarrea la muerte de inmediato, sufrimiento horrible aparte... ¿Cómo han sabido que el arrancamiento fue propio y no por otro?

- Imagino que no tendrá usted prensa sobre esto verdad. Me temo que ha despertado mi curiosidad, por macabro que resulte...

- Si fuera usted tan amable... mientras se prepara el esquife...

Permanezco cerca de Vipus escuchando con atención la conversación que tiene con el funcionario, pero no por ello me olvido de mantenerme alerta con el entorno que nos rodea, asiento con la cabeza ante la posibilidad de salir de aquel lugar por la vía fluvial, por tierra podría ser mas peligroso el llegar a la ciudad, - y sobre esos asesinatos no corren rumores de quien pude haber sido, seguro que en la ciudad habrá mas de una banda enemistada capaz de cometer esa y mayores atrocidades...

Claudius lo estaba haciendo bien, aunque remarcar su interés en los asesinatos lo delataba. Cosas que aprendía uno en los interrogatorios. Dejó que continuara, sin darle más importancia, salvo a lo del esquife.

-No es una idea que me apetezca mucho, en el agua seremos más vulnerables, la diferencia con respecto a andar son quince minutos, aunque es cierto que nuestro pobre señor mayor- Comentó en referencia a Vipus -Puede que no tenga tanto aguante, además podría enfermar con la lluvía y el frío, son cosas a tener en cuenta, digo yo-

Continuaba apoyado en una de las paredes. 

-Aún así, gracias por el ofrecimiento, señor...- No conocía el nombre de aquel funcionario, y por si acaso no estaría mal saberlo.

Dejó que el resto tomase un poco más la iniciativa.

El viejo Claudius dirigió una mirada fría ante el comentario del arbites. Por lo visto aquel hombre alternaba la fría profesionalidad de los de su gremio con el humor mordaz más vulgar. No obstante, no protestó ni devolvió el cumplido.

- Le agradezco su preocupación - fue todo lo que dijo. Cualquier otra cosa habría llamado la atención del administrativo.

Dicho lo cual volvió su atención sobre éste dispuesto a sacar de él toda la información que pudiera de los asesinatos, si no científica o de alta precisión, los conocimientos del vulgo sobre algo podían ser extremadamente esclarecedores, tanto sobre el hecho en sí, como sobre las movimientos sociales que el fenómeno generaba.

Claudius Vipus: - He de decir que resulta usted de lo más amable y solícito que he conocido, un auténtico placer señor... le aseguro que haré que esto llegue a sus superiores si dispongo de tal ocasión -

- Solo cumplo con mi tarea de atender a los viajeros que llegan al planeta. - respondió quitándole importancia, aunque cláramente halagado.

Claudius Vipus: ¿Cómo han sabido que el arrancamiento fue propio y no por otro?

- Bueno... - el adepto se mostró dubitativo - Eso es lo que dicen, pero el tipo en cuestión ya estaba loco mucho antes de esto, un vagabundo cualquiera de las zonas industriales. No me sorprendería que fuese cierto. -

Claudius Vipus: - Imagino que no tendrá usted prensa sobre esto verdad. -

- ¿prensa? ¿por escrito? Oh cielos, no; resultaría carísimo mantener ese servicio. Nos basta con el confiable boca a boca. -

Gianna: - y sobre esos asesinatos no corren rumores de quien pude haber sido, seguro que en la ciudad habrá mas de una banda enemistada capaz de cometer esa y mayores atrocidades... -

- En eso se equivoca - saltó de repente el adepto como activado por algún resorte. - Solo pueden haber sido los Resaca. Nadie más sería tan brutal ni tendría semejante osadía. Esos bastardos. Más que criminales son terroristas, sí, auténticos terroristas. -

Claudius Vipus: - Supongo que la vía fluvial será no sólo la más rápida sino también la más segura con tanta carretera cortada y puente hundido -

Nero: -No es una idea que me apetezca mucho, en el agua seremos más vulnerables, la diferencia con respecto a andar son quince minutos.

El adepto miró con nerviosismo a Nero cuando mencionó los peligros del viaje acuático, pero parecía que la presencia de Claudius era lo suficientemente tranquilizadora como para pasar el comentario por alto, o al menos era lo suficientemente cauto como para saber cuando debía evitar un tema por su propio bien. - Por lo menos es el medio de transporte que yo les recomendaría. Aunque tienen todo el derecho de hacer lo que les plazca, no es recomendable recorrer estas distancias a pie, al menos fuera del abrigo de la ciudad. -

Tras obtener la escueta información sobre la presencia del Mechanicum en el planeta, Arcturus se quedó un rato pensativo, como ausente. El caso es que, cuando volvió a concentrarse en la realidad, el equipo segía indeciso entre dirigirse a la ciudad por tierra o por agua.

No era el momento de tratar cuestiones de seguridad y ocultamiento con aquel hombre por allí, así que intentó exprimir la poca información útil que parecía quedarle dentro antes de desembarazarse de él, y dar de paso algo de tiempo a los demás para decidir qué vía resultaba preferible (sólo Nero, el nativo, se había pronunciado decididamente por ir a pie, aunque todo parecía orientarlos hacia el río).

-¿Los Resaca? Vaya nombre. ¿Quiénes son esos, si se puede saber?

Escuchó atentamente las palabras de nuestro acompañante, haciéndome la tonta intento seguir tirando del hilo como quien no quiere.
-Los Resaca, vaya nombre tan extraño, incluso me atrevería a decir ridiculo, tienen pinta de ser una simple banda de maleantes de tres al cuarto...

- Por lo menos es el medio de transporte que yo les recomendaría.

- Y gustosa y agradecidamente aceptamos su recomendación - dirigió una sonrisa y una sutil reverencia propia de su elevada educación.

- Descuide señorita Anzerani, en ocasiones los nombres se escogen por motivos variopintos, por la casualidad más estúpida o bien evolucionan con el tiempo y pierden el sentido que tuvieran inicialmente. Imaginad que esta "gente" tras un día de borrachera se sintieran molestos por el ruido de las fábricas y hubieran acabado quemando hasta los cimientos varias barriadas... - respondió el noble en voz baja

- Si es tan amable de dirigirnos a la embarcación... mientras tanto puede ilustrarnos sobre estos terroristas.

- Luego nuestro "guía local" podrá contarnos lo que falte sobre esta gente - pensó.

Sin duda el arbites tendría mucho que decir del crimen organizado, pero Vipus no echaría a perder la posiblidad de escuchar una opinión adicional.

Nero evitó la mirada acusatoria de Claudius permaneciendo en silencio hasta que el viejo propuso la partida.

-En cuanto a su operador, creo que no hará falta que nos acompañe, yo mismo puedo manejar el esquife, tan solo dígame si tenemos que dejarlo en un sitio concreto, o simplemente si lleva un transpondedor para que pueda localizarlo una vez lo hayamos dejado- 

No dijo nada al respecto de Resca, estaba claro que el arbites sabía sobre ellos, pero esperaría a que estuviesen todos más solos.

- Los Resaca, vaya nombre -

- El nombre de las poderosas e invisibles corrientes submarinas. No les tomen a la ligera, son realmente peligrosos, y si no me creen ya me creerán. Ni los nobles parecen saber que hacer contra ellos. -

El funcionario dudó ante la petición de llevarse el vehículo sin ningún piloto, pero finalmente pareció acceder - tendrán que firmarme un documento para llevarse el vehículo, pero es pura formalidad. Una vez en el puerto basta con que lo dejen bien amarrado; saben de quien es, y otro trabajador nos lo traerá de vuelta. Permitan que despierte al piloto, al menos para acompañarlos. -

El piloto no era otro que el hombre que sostenía la botella de amasec en la habitación contigua. Su despertar no fue muy placentero, y el hombre parecía lidiar con su propia y personal resaca.

- Despierta, Fornost, pedazo de vago. Al menos podrías estar despierto cuando hay trabajo que hacer. Estos hombres se llevan la barcaza, enséñales donde está. -

El esquife no era ningún vehículo espectacular. Estacionado junto a la orilla del ancho canal del río, era lo suficientemente grande y robusto para llevar a una decena de pasajeros, pero, como lo poco que habíais visto hasta ahora, viejo y destartalado. A pesar de su aspecto, se mantenía entero resistiendo los repetidos golpes de las agitadas aguas, y cuando el piloto convenció al espíritu máquina de la antigua máquina para arrancar, tras un par de primeros petardazos de irritación la embarcación rugía deseosa de ponerse en marcha.

- Hay combustible de sobra. ¿Seguro que no necesitan piloto? - preguntó una última vez el hombre de barba rala, cláramente deseoso de volver a sus sueños de embriaguez.

Arcturus, envarado, se apresuró a asentir en dirección a Nero. Desconocía las dotes de navegación del arbitrador, pero el piloto local, con su aspecto y su olor, no le daba demasiada confianza. Ver cómo trataba la embarcación tampoco le animaba a hacerlo. Por un momento pareció dudar de si la vía fluvial era la mejor elección, pero el Omnissiah proveería buen juicio y discernimiento para llevar adelante su tarea. Y él pondría de su parte todo lo posible.

Isolda se acercó un momento a ese tipo que estaba tumbado durmiendo la mona. Empezaba a estar algo paranóica con los hombres con barba que aparecían donde no debían, sobretodo con uno en concreto que, algo en su interior, creía que era un descendiente de los Haarlock o que tenía que ver algo con ellos. Alzó un momento la cabeza cuando escuchó el comentario sobre los vocoemisores pirateados y algo la hizo empezar a durar más aún de todo.

-Él tiene razón -señaló con la cabeza a Nero- creo que 45 minutos andando tampoco es tanto tiempo -apuntó. Una parte de ella entraba en su modo "no te fíes ni de tu sombra que ya te la han jugado varias veces".

Isolda se apartó cuando el funcionario se acercó a despertar a ese borracho al que había estado controlando, solo por si acaso. No le gustó nada que su operador fuera él, no le gustaban para nada los borrachos o los drogadictos porque nunca sabías lo que podrían hacer por un trago o una dosis de lo que fuera que se metiera.

La sororita se encogió de hombros ante la pregunta de si necesitaban piloto.

-Yo no tengo ni idea de manejar ese trasto.

Miro con atención a la piltrafa que se suponía que era el piloto, por suerte nuestro compañero parecía que si que sabía conducir el esquife, bueno, parece que por lo que dijo nuestro compañero si que nos puede llevar hasta la ciudad, señaló con la cabeza a Nero...
No se preocupe, seguro que el señor Fornost se dará la prisa que la ocasión se merece, no le quito ojo al piloto observando cualquier cosa que me llame la atención, sobre todo si lleva algún tatuaje, todo lo vivido anteriormente nos había convertido en un grupo un poco paranoico y desconfiado, cualquier detalle por mínimo que pareciera podría ser vital en un futuro.

Nero respondió a la pregunta sobre el pilotaje -Lo que digáis compañeros, mi propuesta está ahí para llevar el esquife, no es como llevar un camión de transporte o un chimera, pero lo puedo llevar-

Se encogió de hombros -Firmad o que nos lleve Fornost, pero rápido, cuando antes lleguemos, antes podremos secarnos esta condenada lluvia-

Se preparó tanto para pilotar como para no hacerlo, lo que realmente le importaba e incluso le provocaba cierta ansiedad era volver a la ciudad, su casa.

Claudius se encogió de hombros, por lo que a él suponía, no tenía ni idea de como dominar el espíritu máquina de aquella cosa. En la armada habían intentado instruirle sobre los ritos más básicos para orientar y dirigir una barcaza, un oruga e incluso en una ocasión un aerodeslizador, pero sus intereses estabas dirigos en otra dirección y su cargo y su relaciones familiares y políticas le habían permitido ahorrarse el esfuerzo... quizás no debería haberlo hecho. En cualquier caso era demasiado viejo y estaba demasiado en contra de lamentarse como para hacerlo ahora.

Había esperado que alguno de sus compañeros se animara a hacerlo, pero tan sólo el arbites (y sin mucha convicción) había dado un paso al frente. Por su parte, el arbites sería suficiente, hubiera preferido un piloto mejor, pero la piltrafa humana que les ofrecían en comparación hacía a Karajcik claro ganador.

La idea de caminar al descubierto durante una hora, bajo la tormenta, por un terreno no conocido y previsiblemente por un camino en un estado ruinoso o directamente destruido hacía que el viaje en barco fuera la única opción viable.

Se echó el petate al hombro, buscó un salvavidas o algo que poder emplear en caso de naufragio y con una mellada sonrisa dijo

- ¡Adelante, todos a bordo!

- Alea jacta est. Itur ad naufragerunt - murmuró para si en alto gótico citando al Mariscal Augustulus Cesarius, sin perder la sonrisa.

A pesar de las últimas reticencias de Isolda, parecía que los demás ya se habían hecho a la idea de viajar en el esquife y el arbitrador Nero confiaba en su capacidad de pilotarlo. una vez hubieron firmado los papeles, el funcionario del Administratum y su piloto no tuvieron ninguna queja.

- Sigan la corriente del San Drusus sin desviarse, no tiene pérdida. Después de ver los primeros edificios entrarán a los canales de la ciudad y en poco tiempo tendrán el puerto frente a ustedes, en el distrito XIII. No lo pasen de largo, podrían acabar en el mar o perderse por el entramado de canales de Magna. - fue el último consejo que les dio el piloto antes de volver a refugiarse de la tormenta, y seguramente también a terminarse la botella de amasec.

El clima era horrible para pasarlo a la intemperie. Por suerte había sitio suficiente en la cabina para los cinco acólitos, y aunque la visión era limitada a través de los empapados cristales, la barcaza llevaba unos previsores focos que permitían distinguir los límites del río para no chocar contra él. Tras unas decenas de metros de recorrido, la corriente se unió a una mucho más ancha y llana.

A los acólitos les esperaba lo que parecía que sería un viaje tranquilo durante un tiempo.

Una vez a bordo, Arcturus se quedó de pie, mirando hacia el muelle que dejaban atrás, borroso entre la lluvia, hasta qeu desapareció. Luego se acomodó como mejor pudo entre sus compañeros, dejanod a los más marciales las tareas de vigilancia de las orillas.

-Tal vez sea el momento de contactar con... La Insensatez de Haarlock, o como se llame el cuartel general del Arbites local. Puedo intentar que nuestra comunicación no se vea detectada. Por otro lado, me pregunto si no será mejor plantarnos allí sin mayor advertencia. ¿Qué opináis?

- Como dije antes, señor Arcturus, creo que contactar con el arbites no es una opción, al menos no de entrada, al menos no desde aqui. En mi opinión, ya sea por desinterés, olvido, corrupción o falta de recursos, han decidido no acudir en nuestro auxilio...

- ... a menos que la corriente de disformidad haya alterado la línea temporal y hayamos llegado después de lo previsto (o antes) - murmuró para sí meditabundo.

- En cualquier caso no son, y de nuevo perdone si ello le molesta señor Karajcik, dignos de nuestra confianza.

- Ya puestos... si no le importa, creo que sería importante para todos si pudiera explicarnos cómo y cuando fue su separación del servicio al Arbites Planetia y en qué término se encuentra con sus antiguos colegas - Claudius era de naturaleza curiosa y aquello no era distinto, amén de potencialmente importante - si vamos a tratar con ellos, es vital que sepamos si debemos considerarlos amigos suyos, admiradores, rivales... - créame si sé de lo que hablo - y al mismo tiempo, qué opinan ellos de usted y por extensión, qué pensarán de nosotros.

- Respecto a su pregunta, señor Arcturus, diría que si hemos de contactar con ellos, lo hagamos directamente llamando a su puerta y qué, con ese nombre, echemos un buen vistazo a dicha puerta - dijo cambiando de interlocutor. Claudius parecía seguir dos líneas de pensamiento y varias conversaciones paralelas al mismo tiempo, algo desconcertante para muchos.