Partida Rol por web

Una gaviota picoteó la cara llena de chicle de Rayla mientras esta, lentamente abría los ojos. ¿Esto era morir?. Si lo era, parecía que el más allá no era más que una playa paradisíaca, llena de gaviotas que se estaban alimentando de los restos de chicle que la joven tenía pegada en el cuerpo.

Pero al menos, al fin podía descansa-

-Elemental, querida Rayla. -Indicó aquella voz gangosa que tanto la muchacha había odiado- Es evidente que estar en una situación cercana a la muerte ha hecho que ese pequeño bebe con capacidades para moverse en el espacio hubiera dado su máximo para ponerse a salvo, y porque -gracias a un servidor- nos mantuvimos pegados, nos hemos transportado junto a él.

Si la muchacha girara su cara hacia la izquierda podía ver a Gumshoe pegado, boca abajo, a una palmera, saludándola con una carita sonriente y con chicle por todo el cuerpo, al igual que ella misma se encontraba.

-Así que, puedes empezar por unas "Gracias". ¿Sabes?. ¡A fin de cuentas ahora estamos aquí!. ¡Juntos! ¡Para siempre!. ¡En esta isla desierta! ¡Para Siempre! ¡Para Siempre!...

Note como algo me picoteaba y traté de quitarlo. Me sentía completamente agotada y dolorida, sino fuera por el dolor insoportable del ojo pensaría que quizá todo había sido un sueño. Me dolía muchísimo apenas podía pensar en como acabé así. Tenía que detener este dolor infernal. Casi sin fuerzas canalicé la poca que me quedaba en ese hechizo que me ayudaría con el dolor.

¡Cura!

El dolor comenzó a desaparecer poco a poco, desgraciadamente no recuperé la visión, aunque la falta de dolor insoportable era un gran alivio. Me empecé a incorporar poco a poco, ya que aún estaba un poco mareada, el tacto era suave, como arena y el sonido del mar de fondo ¿Una playa? Cogí un trozo de tela de la chaqueta que llevaba y me cubrí el ojo, cuando una molesta voz apareció.

-Elemental, querida Rayla.  Es evidente que estar en una situación cercana a la muerte ha hecho que ese pequeño bebe con capacidades para moverse en el espacio hubiera dado su máximo para ponerse a salvo, y porque -gracias a un servidor- nos mantuvimos pegados, nos hemos transportado junto a él.

-Así que, puedes empezar por unas "Gracias". ¿Sabes?. ¡A fin de cuentas ahora estamos aquí!. ¡Juntos! ¡Para siempre!. ¡En esta isla desierta! ¡Para Siempre! ¡Para Siempre!...

Tras oír eso empecé a recordar todo, el despertar en la ciudad con mis compañeros, la caída de mis amigos... Yusuki.... Aleksis... ¡Maldita sea! Empecé a llorar, es cierto había fallado completamente en protegerlos, no solo es no los había protegido no había podido. No solo eso los que trataron de ayudarme cayeron también uno tras otro, Al, Elan, Naoko, Oween, Asrai, Raanmar, Zaki, Nate, Archival, son nombres que no iba a olvidar, la lucha por el chirithi, Ava, Luxu... Había luchado a muerte para salvarlos y había fracasado, y había dejado a Caeru sola con Dan Vorton. Quería salvarlos mas que nada, quiza fuera una locura desde el inicio.

Apenas registre lo que Gumshoe dijo, pensé en la batalla final donde Stich me... 

¡¿Donde está Stich y el bebé?! Gumshoe ¿Los has visto? 

Empecé a mirar a todos lados en busca de ellos rezando porque estuvieran bien.

Gumshoe señaló hacia la derecha de Rayla.

¿Que? 

Giré la cabeza a la derecha.

Al otro lado de aquella playa se encontraba tanto aquel niño que se teleporta como el propio Stitch construyendo un castillo para distraerlo mientras Rayla tardaba en despertar.

Por otro lado, a lo lejos se podía ver un pequeño pueblo de estilo Hawaiano, y había coches moviéndose de un lado a otro.

¡Dios mío! ¡Stich, gracias a dios! 

Corrí a abrazarlos a ambos. ¿Estáis los dos bien? 

Me levanté y miré a mi alrededor. ¿Dónde estamos?  

Aquel perro azulado no parecía saber qué responder a aquellas preguntas, al menos a la segunda, pues la primera con asentir con su cabeza fue suficiente. Lentamente el perro se levantó destrozando el castillo de arena que había creado para acercarse a Rayla y comprobar como estaba ella.

-Ashi salaam. -Preguntó claramente preocupado por el estado de la muchacha. -Ah-rumba. -Respondió a la segunda pregunta encogiéndose de hombros- Goobaja Jua'aquad -Dijo mientras señalaba a aquel pueblo cercano que podían ver al final de la playa, quizás ahí podían obtener respuestas, o al menos alguien que mirara las heridas de la muchacha.

El calor pegaba bastante fuerte en esa playa y tendía a quemarme rápido. Así que me prepare con un poco de tela que había por ahí algo para la cabeza, también sería útil para ocultar que no era de aquí si alguien preguntaba. Aun estaba un poco abrumada por todo lo que había pasado, pero no podía caer. Aun estaba viva e iba a salvarlos a todos de una forma u otra. Lo primero obviamente era buscar información. Mire la espada un momento y me gire a los 3.

Bueno, no sirve de nada lamentarse, creo que no os lo dije antes pero gracias por salvarme. Tienes razón Stitch vayamos al pueblo.

No tenía intención de rendirme, me sacudí un poco mas, cogí al bebe en brazos, no me lo quería volver a olvidar y les hice un gento a los otros dos para que me siguieran.

¡Vamonos!

Recogiendo al bebé, la muchacha hizo un gesto a Stitch y a Gumshoe para que la siguieran, algo que Stitch hizo sin ningún tipo de problema, en cambio Gumshoe estaba pegado, boca abajo, a una palmera y con chicle por todo el cuerpo, al igual que ella misma se encontraba.

El viaje que tenía que hacer hacia el pueblo no era demasiado largo, por lo que podía ir a echar un vistazo y luego regresar, o directamente dejarlo tirado atrás pegado a una palmera boca abajo.

Y como no, Gumshoe habló para resaltar ese pequeño detalle.

-Elemental, querida Rayla- Comentó Gumshoe- La idea de moverme sería magnífica, pero me temo que en estos precisos instantes, no puedo realizar tal proeza.

Por lo que eso de seguirla, era algo relativamente más fácil de decir que de hacer, ya que aquel experimento, estaba inmovilizado en esa posición, por lo que no podía moverse demasiado.

Ufff de verdad, mira que das problemas, espera. Stitch ¿Me ayudas? 

Deje al bebe en el suelo al lado mío al acercarme a ayudarlo. Empecé a intentar despegarlo de chicle intentando no hacerle daño.

Por mucho que Rayla tirase y tirase, nada parecía funcionar. Gumshoe seguía ahí, atrapado en el chicle. Así como a la palmera y evidentemente boca abajo. Todo este cicle pegado en su pelaje y a la palmera hizo recordar a Rayla que ella también estaba cubierta de chicle, principalmente su pelo tenía manchones y lampones de este material.

Genial y ahora como te saco de aquí. 

Por mucho que tirará no lograba despegarlo de la palmera.

No queda más remedio, ¿Puedes esperar aquí? Iré a buscar ayuda al pueblo.

Aún así miro alrededor por si encontraba algo que me pudiera ayudar a sacarlo.

El experimento rosado seguía boca abajo en aquella palmera, los restos de chicle no parecían ceder lo más mínimo en los tirones de la muchacha. Y pese a estar en semejante situación, el experimento rosado hizo alarde de su maravillosa perosnalidad.

-Elemental, Querida Rayla. -Comentó con voz sarcástica- Una vez que te des la vuelta este chicle desaparecerá por arte de magia y yo me iré al bosque a perderme por ahí, y tu tendrás que venir a buscarme y habrá un pueblo, un culto satánico, demonios por todos lados y una gorda en un castillo encima de un yacimiento volcánico. -Tomo una ligera pausa- ¡SI PUDIERA MOVERME YA ME HABRÍA MOVIDO!. Además, no creo que de la nada empiece a llover leche de vaca, el único componente químico capaz de liberar el chicle de mi pelaje.

Y entre los gritos de aquel experimento que se encontraba boca abajo en la palmera, Rayla continuó su viaje cargando con el Bebé y Stitch en la cercanía caminando junto a ella. Al parecer iba a ser una aventura mucho más silenciosa una vez que esta lograra salir de la playa y entrar en la zona del pueblo.