Al día siguiente, llegasteis al lugar, uno por uno. Conforme ibais llegando, os poníais los uniformes y demás, todavía eran las seis de la mañana y era un día bastante nublado, así que no había problema ni para Hurten, que tenía algo de tirria por la misma.
Los guardias se fueron a sus puestos, sacaron el toldo y ayudaron a sacar sillas y mesas a la terraza.
Yachiyo y Milena ya estaban allí de hace rato.
ya de antes del amanecer voy al restaurante con la esperanza de que no me pille el dia,e intentado dormir un pocoesta noche asi que algo de sueño tengo,pero es aguantable
Llego al restaurante y saludo a todos los empleados. Voy a mi lugar y me coloco mi uniforme mientras le pregunto a Yachiyo y Milena que debería hacer
Esto lo pongo solo al director, porque no he visto ningun mensaje en publico y no se si es que estamos todos de incógnito o como
Me aproximo a Ändrès que esta hablando con Milena y le digo ¿Necesitas ayuda en la barra? Para colocar las botellas y demás. Jeje me rio inquieto
Finalmente, Faghira aparece por el restaurante... Y su desayuno apresurado habían hecho mella en la mejilla de la morena en forma de una pequeña mancha de mantequilla. - ¡Buenas a todos! - Cuando ve que ya estaba allí la encargada, la saluda un poco más cortésmente. Pero aún así, prosigue su camino hacia el cambiador donde se pondría su uniforme y se vería la mejilla para limpiarsela. - Solo espero que nadie se diera cuenta... -
Claro Billy! Échame un cable con las bebidas! Vamos a ordenar para que seamos capaces de emborrachar a toda la ciudad sin estresarnos!! jeje. Mirando a Faghira Fajira, ¿qué tal el desayuno? Y hablando de tu desayuno, ¿dónde has dejado a Andwer? Mientras echo una sonrisa picarona y salgo de la habitación con Billy por si hay represalias
Me quedo mirando a Faghira fijamente, escucho que alguien dice algo y cuando iba a comentarle algo alguien me cojo y me arrastra fuera de la habitación. Ah! Si vamos a organizar los emborrachos.... ¿es eso lo que has dicho no?
Milena la encontráis en su habitación de gerencia, con otro helado cómo el del día anterior a medio comer. Para un momento para saludaros.
"Bunos días chicos. venga, preparaos y a vuestros puestos, que abrimos en una hora."
Aviso a los rezagados: venga, va, que como mucho ésta noche me gustaría empezar XP
Milena, en todos los sitios que he trabajado nunca ha habido problemas con que el trabajador tome algo mientras trabaja, aquí supongo que tampoco ¿no? Y avanzo hacia la zona de trabajo mientras arrastro de Billy Los emborrachos dices jajaja, que artista eres Billy, tu no te preocupes, cuando tengas alguna duda me dices, y si ves gente un tanto rara o que no sean de tu confianza, también, no me importa hablar con ellos Mientras sigo arrastrando de él hacia la barra
"No, no hay problema, siempre y cuando no acabes demasiado perjudicado, claro"
Yachiyo empieza a poner algo de mala cara al ver que algunos se empiezan a retrasar en el primer día, preguntándose dónde diantres están.
"Oh, cielos, nos falta gente y empieza a llegar gente... menos mal que por el momento sólo es una persona."
La persona en particular, es una chica realmente alta, mide casi dos metros, viste un vestido negro con imagenes de llamas y lleva un collar de esferas enormes en el cuello. No podéis evitar fijaros en los dos pequeños cuernos que tiene en la cabeza, saliendo de entre sus cabellos rojos ¿Serían de verdad o serán falsos?
A su espalda lleva una maza delgada, aunque gruesa, y muy larga, tanto que la punta de la misma llega hasta los cuernos cuando la otra punta está apoyada en el suelo.
Podéis ver cómo la descuelga de su espalda y se sienta en una de las sillas de las mesas de la terraza, y luego deja la maza en el suelo, para luego levantar la mano. Parece que alguien quiere que le sirvan.
Esto... Yachiyo, ¿estamos abiertos ya? ¿atendemos al cliente? Billy, ve tú ¿vale? Mientras le empujo a la terraza Y así me dices que necesita para que le prepare la bebida. Mientras me coloco por detrás de la barra intentando mirar como sea a la terraza. Si tienes dudas me avisas Billy!!
Para que tenga más realismo, mejor que puedan leer solo los que estamos no? Porque así tienen la duda cuando vienen de que ha pasado aquí. O mejor no? no tengo experiencia en este tipo de cosas
EDIT DEL MASTER: Razón tienes. Cuando habléis, tened en cuanto con quienes estáis.
- Voy yo, no te preocupes! - Exclama, saliendo de donde estaba y dirigiéndose hacia la clienta en cuestión. La verdad es que de cerca si que le llamaban la atención sus cuernos... Por lo que no pudo evitar quedarse mirándolos un instante.
Ya, una vez que se despejó de su ensoñación, saca el lápiz y la libreta. - Dispulpe... ¿Ya sabe lo que va a tomar? - Le preguntó con una sonrisa en el rostro.
La chica había apoyado la cara en su mano, cómo si estuviera pensando en algo. Al oírte, levanta la cabeza y sonríe.
"Oh, por el momento, un té de menta y unas tostadas serán suficiente, por favor." Tras dejar la orden, parece que se acordó de algo, y sacó de una bolsita que llevaba un pequeño libro, que empezó a leer. Alcanzas a leer en él "El crisol". Vaya título.
Llego a la tienda y entro bastante rápido - ¡Hola a todos! - Grito mientras entro, tan pronto como entro saludo a todos y me dirijo a los camerinos y me cambio. En cuanto me cambio me meto en la cocina y me voy adaptando a ella. En cuanto hago esto cojo mi maletín con cuchillos y lo abro, y me los coloco en la bancada, listo para cuando empiece la faena, cuando termino salgo de la cocina y me siento en la barra y comienzo a hablar con Ändres mientras me tomo un vaso de leche fresquita, a la espera de clientes.
Ese día me levanté con muchas ganas de empezar a trabajar. En cuanto salí de mi cama, tenía el tiempo justo para hacer las cuatro cosas e irme al trabajo. La posada estaba algo vacía a primera hora de la mañana, así que me despedí de la posadera y sin hacer mucho más ruido me fui. Entré al restaurante. Hoy era el día importante. Algunos habían llegado y otros estaban por llegar. Saludé a cada uno, y me fui a los camerinos a ponerme el uniforme de cocina. Luego fui a la cocina y empecé a mirar a ver dónde estaba lo más importante, cuchillos, especias... y así nos ahorraríamos un mal comienzo. Luego, saludé a mi compañero de cocina con la cabeza y me quedé allí con él. - Buenos días. ¿Has podido descansar? Que sepas que yo no mucho, de los nervios.
Entro al restaurante y me disculpo a la gerente por llegar tarde y voy a los vestuarios a cambiarme. Si me encuentro con alguien por el camino lo saludo con un movimiento de cabeza. Tras ponerme la armadura y el arma, salgo y me coloco vigilando a todos los clientes (en este caso uno).
Fiuuu! Faghira me ha librado de hablar con esa mujer que parece tan amenazante, pero bueno, venga quien venga esto es un restaurante, y mi deber es atenderle. El próximo intentaré atenderle yo.
Ladeó un poco la cabeza para alcanzar a leer el título del libro... La verdad era que no lo conocía. - De acuerdo... Un té de menta y unas tostadas... Lo tengo. - Lo apunta en su libreta. - Se lo traeré tan rápido como pueda. - Dice con una sonrisa y se aleja de la mesa.