Partida Rol por web

El mercenario continua el camino bordeando la laguna. Es poco probable que llegue a tenerlos a tiro pero cuanto más cerca esté cuando el grupo llegue a reunirse más claro les quedará el riesgo que han corrido. ¿Por qué se habrán alejado? Probablemente para echar un polvo, a saber. Los bioritmos son normales, incluso en el caso de Nash sorprendentemente buenos. Mientras Alexei se va acercando busca en la zona donde estuvieron detenidos algún rastro sobre sus últimas actividades.

Empiezas tu ascenso directo por la colina, en línea recta a la aldea. A pesar de que intentas mantener un buen ritmo, la cuesta no es ligera y es un esfuerzo que pagas al cabo de un rato. Tienes que detenerte al menos un segundo a coger aire antes de volver a correr. Ya estás cerca del punto al que te dirigías, por lo que aprovechas para mirar a tu alrededor.

Mirando hacia arriba, consigues captar por un momento una silueta solitaria descendiendo la ladera, despacio, ocultándose, en dirección hacia donde estaba el gruppo... no, un poco más al norte. Sigues con la mirada la dirección de su avance y les ves. Allí, están los chicos, a un par de kilómetros de tí, siguiendo la ladera a toda prisa y sin ocultarse, en tu dirección. Parece que quisieran interceptarte, pero no lo conseguirán aunque mantengan ese ritmo si sigues hacia arriba.

Intentas concentrarte, pero no puedes dejar de ver por el rabillo del ojo la carrera que se están pegando ellos, algo más abajo de tu posición, hacia donde deben creer que estás (seguro que ya ni miran el reloj). ¿Ese que escuchas es Nash gritando YIIIIHAAA!!? Santo Kremlim.

De repente, le ves. Es bueno, casi os habéis dado de narices. Y te estaba esperando. De alguna manera sabía que te acercabas y sabes cómo. Debiste haber pensado en esa posibilidad. Debiste haberte quitado tu jodido reloj.

Es TK. Lleva un fusil automático con el que te está apuntando desde unos veinte metros, entre la maleza. Parece menos sorprendido que tú, pero no debía saber por dónde aparecerías, ya que duda un instante. Esperas que sea suficiente.

Te arrojas rodando tras de un árbol enorme. TK suelta una prudente ráfaga de tres balas, la última de las cuales impacta en el árbol. Ha reaccionado rápido, pero alguien mejor ni habría disparado, habría aprovechado tu movimiento para moverse él en lugar de "morder madera". A menos que sea una distracción. Coño, qué pronto echas de menos ser tú quien prepara emboscadas.

Meeeec... error, novato, nunca corras colina abajo dándole la espalda al tipo más peligroso de este puto bosque. -pienso mientras arranco el velcro del reloj y lo dejo caer dentro de la mochila. Sólo tengo un disparo y no puedo fallar así que ya me vale asegurar bien el tiro o no tendremos la más mínima oportunidad contra ese rifle. Me incorporo y ruedo sobre el tronco del árbol hasta asomarme rápidamente, observar y regreso a la cobertura. Apenas un segundo, suficiente. Ya sé dónde está. Aprovecho que mira hacia abajo para, abandonando la mochila en el tronco, moverme hacia otro árbol y ganar así su espalda. Con suerte no me verá y ganaré algo de iniciativa. Un maldito disparo. De nada hubiese servido coger alguna carga más. Con suerte me creerá desarmado y sobrestimará sus posibilidades. Le seguiré hasta que tenga que detenerse para apuntarles, en ese momento, cuando esté inmóvil, entonces, dispararé yo primero.

El corazón, ya acelerado por los impulsos del Sandevistan, vuelve a aumentar su tasa de latidos esta vez de forma natural debido a la anticipación. Sin embargo era un ritmo al que me gusta bailar. Latido. Levanto la pistola hasta quedar apuntando. Latido. Apunto. Latido. Deslizo con suavidad el gatillo. Latido. Suena el fogonazo.

En el mismo instante que disparas tu arma, te das cuenta de que Logan se ha lanzado sobre TK, de forma casi suicida, pero lo bastante sorpresivamente para cogerle desprevenido. En el mismo instante en que Logan se coge a la cintura del piloto, tu proyectil se clava en la espalda de TK.

Ahora, supones, explotará. Ay, mierda.

TK lanza un grito ahogado, intenta tocarse la espalda, dispara un par de veces al aire y cae de rodillas, con los ojos en blanco.