Partida Rol por web

Visto que nadie abre la puerta de casa, me acomodo el albornoz y bajo a abrir la puerta yo misma. Abro ligeramente asomo la cabeza y casi sin mirar fuera digo ¿Qué desea?

Pues no se, que te parece a las 11 en la entrada de la Universidad, con eso podremos disponer de un buen rato.

Excelente, se oye de buen animo, al fin parece que vamos a poder hablar.

Sonrio al ver como abre la puerta Jane.

Si te dijese lo que deseo seguro que no me abres la puerta ni me dejas pasar...así que me limitare a responder que traigo el desayuno.

Levanto los brazos para que me vea cargado con las cosas del desayuno.

Esta bien Y cuelgo mientras mis manos tiemblan fuertemente del nerviosismo

Vaya...no se que hacer...hace mucho que no salgo con alguien que no sea Franchesca

Y enciendo mi i-pod mientras camino lentamente

Levanto la vista y miro a Megan: Listo, he cuadrado con Leo a las 11, a ver si al fin puedo hablar con el, porque siempre que lo intento algo nos interrumpe....

Me pregunto que andará pensando en este momento....

Estaba por irme cuando Andrea me detuvo y me contó que arregló con Leo. Le sonreí.

-Me alegro. Yo no tengo idea de qué hacer con mi día así que estaba pensando en dar una caminata. ¿Quieres venir hasta que sea la hora?

Espero su respuesta. De todos modos no quiero quedarme en la habitación.

Acepto con una sonrisota la invitación de Megan: De una, vamos y nos damos una vuelta, y de paso me cuentas como les fue con el concierto ayer....me hace falta una desestresadita y caminar es una excelente forma.

Sonrío mientras abro la puerta un poco más...

Anda pasa... No sé donde se han metido mi hermano y mi padre, pero ya sabes donde está la cocina, ¿no? Me visto y bajo, tardo un segundo.

De la que pasa cargado con las bolsas le doy un beso en la mejilla y subo a mi cuarto de nuevo

Cuando me besa en la mejilla, muevo la cabeza para que sean mis labios lo que encuentree en vez de la piel, y sonrio con diversion mientras alargo el beso todo lo que puedo sin manos.Hola Jane...se te ve genial con el albornoz y el cabello mojado.

Entro en la casa mirando a mi alrededor, para saludar si aparecen por fin el resto de los familiares de Jane. Entro en la cocina y comienzo a sacar el contenido de las bolsas y dejarlo paso a paso sobre la mesa.

Café...cuatro vasos...donuts...cuatro unidades...azúcar, leche... Parece que esta todo. Sonrio satisfecho al verlo todo sobre la mesa. Los americanos estarán medio locos, pero realmente saben fabricar vasos que no derraman el liquido en su transporte.

-No recuerdo mucho del recital. Tenía la mente en otras cosas. Digo, estaba ahí presente pero mi cabeza se encontraba en otra parte. No sé, ahh... en fin. ¿Tú cómo la pasaste ayer?

Mientras caminábamos miraba el día. Estaba muy bonito. El sol jugaba en el cielo con sus rayos amarillos. Todo sería perfecto si tendría una familia con quien compartirlo.

Miro al claro cielo que se dispone sobre nosotros.

Yo, pues bien, hacía mucho que no hablaba con Alex. Lo que pasa es que hace mucho el se fue a Francia, y desde entonces no le había visto. A que te refieres con eso de que tenías la mente puesta en otra parte? No sería en Dante mas bien en quien tenias la mente puesta? Miro a Megan con picardía.

Subo las escaleras a toda prisa y al llegar a mi habitación me quito el albornoz y me pongo lo primero que encuentro, un minishort vaquero y una camiseta blanca de tirantes. Me calzo mis chanclas blancas y paso un peine por el pelo antes de colocarme una diadema elástica. Sonrío al pensar en la inesperada visita de Hakon y me pregunto dónde estará el resto de mi familia. Bajo las escaleras a toda velocidad pero freno al entrar en la cocina. De puntillas camino hasta llegar a Hakon, miro de reojo si tiene algo en las manos, y tras comprobar que no es así, salto sobre su espalda como acostumbro.

Vaya vaya, si vas a traerme desayunos así puedes venir todas las mañanas si lo deseas - Comento admirando el enorme desayuno que trae teniendo en cuenta que normalmente solamente tomo un zumo y un cafe bebidos. Me bajo de su espalda y doy la vuelta a la encimera para ponerme detrás de la barra de la cocina.

¿Necesitamos algo más, platos o cubiertos? Pregunto mientras miro sus ojazos y le sonrío.

Me acerco hasta apoyar los antebrazos en la encimera en el lado contrario al que ocupa Jane. Aun no se donde anda su padre y hermano, así que sera mejor que me comporte como el caballero que soy.

Sabes, me encantan tus saludos salvajes y apasionados sobre mi persona. Sonrio divertido. Es una suerte que tanga una gran espalda. Que tu seas tan ligerita también ayuda claro...

Miro a lo que hay en la mesa y pienso un momento. La verdad es que no soy muy cafetero por la mañana. Tan solo quise traer un desayuno algo convencional a tu casa, y presentarme como es debido a tu padre. Si pudieses darme algo de zumo te lo agradecería... la miro fijamente a los ojos y hago mas abierta mi sonrisa. Mucho.

Sonrío y lentamente me voy girando hacia el otro lado de la meseta intentando tardar el máximo tiempo posible en perder nuestr contacto visual en una imagen muy... seductora. Me acerco hasta un armario y saco exprimidor, naranjas y limones. Comienzo la tarea de cortar y exprimir y mientras voy comentando:

No soy tan ligerita, tengo que ponerme a dieta... otra vez. Y lo de las presentaciones a los padres, bueno, creo que vas a tener que dejarlo para otro día porque no sé dónde pueden haberse metido esos dos... aunque eso nos da un margen de desayuno mucho más amplio, ¿no?

Suelto las naranjas y vierto el zumo en dos vasos diferentes. Quito la pulpa del exprimidor y comienzo a exprimir un par de limones

¿Sabes? Este es un truco casero. Cuando haces un zumo de naranja, lo mezclas con zumo de limon (medio limón por cada dos naranjas) y el zumo sabe mucho mejor. ¡O por lo menos a mí!

Dejo caer el zumo de limon en los vasos y revuelvo con la cuchara antes de sacarla de los recipientes y tirarla en el fregadero. Después tomo los vasos y rodeo la encimera hasta llegar a Hak.

Ya me das ahora tu opinión. ¡Salud! Brindo con el zumo y me tomo el vaso completo de una sentada.

Es tu cocina y son tus trucos...seguro que tienes razón y el cítrico de el limón potencia el de la naranja... Tomo el vaso después de verla beber.

Madre mía, como los chupitos los tomes de la misma manera, no pienso llevarte de noche a ninguna sala de fiestas...

Bebo poco a poco el zumo mientras la miro burlón, disfrutando de su sabor recién exprimido y comprobando que tiene razón.

Sabes que?...es cierto lo que decías...

Le guiño un ojo y añado:

Pues claro, ¿Qué te pensabas? Y respecto a los chupitos... no puedo tomar ni los de piruleta, me pongo a morir. Digo sonriendo aunque con toda la razón en mis palabras.

A parte de venir a pedirle mi mano a mi padre, ¿querías algo de mí? pregunto bromeando. Porque me temo que aún no podemos casarnos, Romeo, el jefe de la familia está apagado o fuera de cobertura en este momento.

Me acerco a él despacito y le agarro suavemente por la camiseta... Hay un dicho en el mundo que dice que a un hombre se le conquista con la comida, pero voy a contarte un secreto - me acerco a su oreja tirándole de la ropa hacia abajo y añado - a mi también.

Me separo un par de pasos y le anuncio: voy a subir a recoger la ropa y demás, ¿te quedas viendo la tele o me haces compañía?

Sonriendo, escucho sus palabras acerca de su padre y asiento divertido ante su ingenio. Luego cuando comienza a hablarme cerca de la oreja, no puedo evitar una sensación de ahogo momentánea, y me pregunto que podrá ser, aunque al verla apartarse de mi y notar el pesar que esto me causa, comienzo a preocuparme, ya en serio.

La miro, en minipantalones y la camiseta blanca y parpadeo, sin poder evitar ciertos pensamientos que supongo conlleva la juventud, y el tener una mujer hermosa enfrente.

Ayudarte a recoger la ropa?...me atacaras de nuevo si por un casual encuentro una pieza de tu ropa interior y la tomo?...sonrio mientras la sigo, acortando la distancia que nos separa.

Le pongo una sonrisa de oreja a oreja y digo:
 

¡Por supuesto! Que te haya permitido quitármela no significa que te deje verla a plena luz del día y mucho menos en mi casa. Poco a poco voy caminando hacia atrás camino de las escaleras.

Ahora que lo dices... creo que no he guardado la ropa que recogí del tendal ayer de noche. Corro hacia las escaleras y las subo corriendo. ¿Vienes o no?

Sonriendo la sigo mientras retrocede, dejando las manos bien quietas, de una forma bastante ostensible.

No recuerdo haberte quitado nunca ninguna prenda de ropa interior señorita Muller..juraría que me confunde con otro... Frunzo el ceño medio de broma. Pasa muy a menudo que hombres diversos sostengan tu ropa interior entre sus manos...señorita?.

Espero al pie de las escaleras, y disfruto viéndola correr por ellas tan escasa de ropa... Soy un hombre al fin y al cabo... La sigo en cuanto llega arriba. Hoy estas revoltosa, verdad?.

Pues en realidad, solamente recuerdo una ocasión en la que me quedara sin ropa delante de un... iba a decir caballero pero quizás me confunda. Comento entre sonrisas. ¿Prefieres destender o doblar? Digo cuando llegamos a la habitación.