Partida Rol por web

Luego de vomitar cantidades abundantes de arco iris, Bonnie considera que la mejor forma de escapar es mordiendo al tentáculo.  Por ello, la Reina de loa Lutines decide realizar aquel acto desmedido para conservar su integridad (y no ser cena de esa cosa) sacando su lado furioso y desconocido. 

-Morirás bestia asquerosa. - expreso al clavar mis dientes y tironear como un perro embravecido en situación de peligro. 

Con un certero movimiento de hazadón, Bill atacó a aquella bestia inmunda. Que recuerdos le traía de las trifulcas que se montaban en la taberna "La penúltima copa de Lucifer".

No podía evitar que se le escapara una sonrisa, esas cosas le divertían.

-¡Muere maldito!- exclamó mientras se lanzaba al ataque.

La Reina de los Lutines consigue clavar sus dientes en el tentáculo que sorprendido por el mordisco, ha cejado en su presa. Sin embargo, no parece que le haya hecho mucho daño. Parece que un pequeño mordisquillo de un lutín es poca cosa para un ser gigantesco como este. Así pues, Bonnie se balancea peligrosamente colgada sobre el vacío por sus dientes, de un tentáculo que intenta sacudírsela de encima.

Por su parte Bill se lanza a por el otro tentáculo que amenazaba con atacarle. De un salto se encarama sobre él y comienza a atacarle con uñas, dientes y azadón, al más puro estilo de los monjes gañanes. El azadón ha quedado clavado en el interior de una ventosa. No parece haberle causado daño. 

Sabía que podía ser letal cuando me enojaba pero mis dientillos de reina fueron una caricia para aquel monstruo aborrecible y despiadado. ¿Dónde estará mi caballero andante? ¿Aquel capaz de salvar a su Reina en apuros? No lo sabía y tenía que hacer algo al respecto, sacar ese lado oscuro de lutina para convertirme en la nueva heroína del castillo. 

Pendía del tentáculo, las fauces de aquella bestia estaban próximas a rozar mis piecesillos,  tenía que pensar rápidamente y hacer algo urgente.  Por esa razón,  el hada infernal de los lutines viene a mi a través de mi mente para recordarme algo que he aprendido y es mi dominio. ¡El agua!

Sin mas que hacer y dada la peligrosidad del momento, una de mis manitas mientras me sacudo como muñeca, comienza a realizar pequeños giros buscando generar un pequeño tornado que arrastre y chupe a esa cosa hacia el interior del agua negruzca. 

No era fácil concentrarse pero mi voluntad es muy fuerte, tanto para no entregar mi corona de esta forma. -¡Mi reinado está en juego! ¡Lucharé por mis lutines!  ¡La reina no ha muerto! ¡Esto es Bonnnieeeeeeee! - grito con fuerza girando mas mi mano e intentando crear una tromba centrifugadora.

¡Rápido! ¡Salid de ahí antes de que os atrape otra vez! -gritó Batracius desde la reja del puente levadizo.

Justo en el momento que golpeaba con todas sus fuerzas el tentáculo, éste se lanzó contra él, rebotando como si hubiesen chocado dos espadas. Bueno, podía haber sido peor...

Después del choque Bonnie se liberó, era un buen momento para seguir el consejo de Patitas.
-¡Vámonos cagando leches!- gritó agarrando a Bonnie del brazo, pringandose de vómito arcoiris, y tirando de ella hacia los jardines en el momento qué intentaba invocar sus poderes. Por lo que la soltó rápidamente, pues él era un lutín de fuego, y emprendió la huida.

En un determinado momento, te ha parecido ver a Batracius tal que así

Bonnie intenta invocar su poder sobre el agua pero ya sea porque la situación en la que se encuentra no le permite concentrarse bien, porque el foso no parece tener mucha profundidad o por cualquier otro motivo, no consigue invocar el tornado. Todo lo más invoca una pequeña brisa que la bestia del foso apenas llega a percibir. La reina de los lutines sigue colgada por sus dientes de aquel tentáculo que intenta atraparla de nuevo sin éxito.

Mientras Batracius les advierte desde un lado del puente, Bill intenta correr hacia el otro. Por un instante parece que quiere agarrar a Bonnie y tirar de ella, pero ni siquiera llega hasta su reina por lo que echa a correr sin más llegando al otro lado. Por el camino el otro tentáculo intenta atraparlo, pero falla por los pelos de la nuca.

Pendiendo de un diente o algo parecido estaba, mis intentos de crear un tornado de agua fueron funestos ya que mi manita no giraba como quería y todo salía muy mal. ¿Tan poca agua había en ese foso? ¿Había perdido la magia? No, no lo creía y merecía volver a intentarlo mientras mis compañeros se rendían fácilmente. 

- ¡No dejen a su reina sola! - grito con todas mis fuerzas al extender mi mano y comenzar de nuevo con los movimientos circulares. -Vamos vamos... cosa asquerosa... Vete de aquí. - expreso mentalmente, quería mantener la concentración y liberarme. 

Bill se quedó observando la escena desde el otro lado del puente, parecía que Bonnie se disponía a intentar utilizar de nuevo el agua, pero lo que realmente pasaba por su cabeza en esos momentos era la imagen de Batacius que había visto durante un momento.
 

La magia de la reina de los lutines parecía inútil contra aquel monstruo. El débil efecto que sus invocaciones tenían sobre el pestilente líquido que cubría el foso, apenas llegaban a perturbarle mínimmente. Las cosas se ponían feas para Bonnie. Con Bill fuera del alcance de la criatura, los dos tentáculos se podían concentrar en atraparla. El tentáculo del cual sigue colgada por sus dientes se retuerce intentando atraparla, sin éxito. Pero el otro, consigue enrrollarse alrededor de su cintura y comienza a estrujarla. Las fauces de la criatura se mueven allá abajo, con sus horribles dientes moviéndose ávidos de comida.

-Patitas, ¿qué demonios estás haciendo?¿te ha dado un cólico al riñón o estás haciendo un conjuro? ¡Maldita sea, espabilila! Tienes que distraer a esa cosa mientras yo intento agarrar a Bonnie, yo solo dudo que pueda...- dijo acercandose de nuevo a la cosa del foso pero fuera del alcance de los tentáculos.

-¡Y tú -gritó a Bonnie- deja el agua tranquilo! Si no, no me acerco. ¡Soy un lutín de fuego! Y además estoy tratando de mantener mi capa de mugre intacta desde hace 4 años...-

¡Bonnie! ¡Deja de morder a ese, muerde ya al otro!

Batracius sigue concentrando su mente, esta vez canaliza la fuerza hacia sí mismo, con esperanza de librar a Bonnie de el segundo tentáculo y al mismo tiempo traerla a una zona segura.

- Essstaaaaa Biennnn-  apenas alcanzo a decir ya que era sacudida de nuevo como muñeca de trapo, un tentáculo de nuevo me sostenía de la cintura y me le daba rienda suelta a los movimientos de balanceo. 

Ya resignada, dejo de hacer cualquier cosa que se me pueda ocurrir esperando a que mis compañeros, los nobles caballeros, intenten salvar a su reina en apuros. Bueno, de las fauces de una cosa llena de dientes. 

Pero la voz de Batracius me da una genial indicación, entonces y tras dos segundos de pensarlo, abro mi boca y como una lutina cargada de furia muerdo nuevamente el tentáculo con fuerza. 

El tiempo se acababa y estaba claro que la magia no estaba funcionando. Ese bicho pedía leña de la buena.
Al darse cuenta de que no había más opciones intentó coordinar un ataque con Bonnie al tentáculo que la tenía presa.