Partida Rol por web

Competición de Bardos II

Una noche en la posada

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02/05/2019, 11:08
Directora

La posada estaba a reventar aquella noche aunque era normal a sabiendas de que los mejores bardos del reino iban a actuar allí aquella noche. Se había llegado incluso a rumorear, que los reyes se estaban planteando hacer un concurso como este en el mismísimo palacio, aunque claro, uno nunca sabía qué había de verdad en ello. 

La cerveza corría a raudales pues sentarse a cualquier otra cosa que no fuera beber era imposible. Apenas cabía un alfiler, mucho menos un plato con comida. Por no decir, que podría ser que unas manos aparecieran de "la nada" y se llevaran hasta tu comida. Sí, era una de esas cosas malas que tenía la acumulación de gente. 

Una pequeña banda cuyos integrantes eran todos humanos, llevaba amenizando la velada una media hora, pero la gente se estaba empezando a poner nerviosa y se empezaban a escuchar algunas protestas en plan. 

- Yo no he pagado para esto. - Decía una mujer regordeta que había casi en primera fila. 

- ¡Seguro que no son para tanto! ¡Se las estarán dando de importantes! - Respondió un elfo que había también en primera fila aunque un poco más apartado. 

Quedaba bastante claro que salía alguien al escenario ya o aquello podía ponerse muy feo. 

Como cinco minutos después de aquello, un gnomo borracho se subió al escenario y empezó a contar una historia sobre una gnoma un poco subida de todo, pero desde luego que sin ninguna clase. Era la típica historia de taberna donde había mucha descripción subida de tono, pero poco que contar realmente. Eso sí, el público se quedó sin conocer el final, pues la bota de una mujer empujó al improvisado bardo borracho del momento al suelo. 

- Lo siento amigo, pero este escenario no es para aficionados. - Dijo la humana antes de comenzar a tocar unas notas con el instrumento que llevaba en las manos, pues en cuanto se había acercado ella, los músicos de antes se habían ido. 

- Desde Villaperdida del Botijo queríamos daros a todos las gracias por asistir a la segunda competición de bardos de la comarca. Esta vez, tenemos unos participantes de lujo... 

Claro que el público que estaba cansado de esperar, no estaba por la labor de escuchar los agradecimientos y las milongas. 

- ¡Corta el rollo! - Se alzó una voz profunda. 

- ¡No he salido de la cárcel para esto! - Jurarías que había dicho un orco en alguna parte. 

La mujer suspiró y negó con la cabeza, aunque decidió pasar a lo importante antes de que la lincharan por hablar demasiado. 

Unas notas sonaron de nuevo y una especie de humo azul se fue formando delante de la bardo. En ella, se podía ver la forma de un dragón adulto, sólo que en una imagen que llegaba a la mujer como por las rodillas. En la imagen se veía un nido y un cubil lleno de oro y objetos preciosos, pero sobretodo, se podía ver un huevo. 

- Una enorme hembra de dragón plateado dejó a su cría aún no nacida en su cubil mientras salía a cazar. Los días pasaron y el huevo eclosionó, pero no había "mamá dragón" por ninguna parte y el pequeño asustado, pasó los primeros días de su vida solo. - Las música que acompañaba a aquellas palabras estaba resultando tan triste que la mujer que gritaba al principio había comenzado a sollozar. 

- El pequeño dragón, guiado por su instinto, salió a cazar y aunque en un primer momento no tuvo demasiado éxito, un dragón es un dragón desde que nace, y pronto consiguió la manera de llenar su estómago cazando pequeños animalitos de los bosques de los alrededores. 

Al menos la gente de la posada había decidido dejar de dar gritos y ahora escuchaban atentos el comienzo de aquella, esperaban, épica historia. 

- El dragón fue creciendo solo. No se fiaba de acercarse a los humanos o a los elfos, los unos vivían en poblados dispersos por las llanuras y los otros, entre la espesura del bosque, aunque a veces, se transformaba en una de esas criaturas y se internaba en los poblados sólo por mera curiosidad. 
Uno de esos días decidió acercarse a la taberna de la aldea y allí escuchó la historia de como un cazador de recompensas llamado Heldebald había matado a una hembra de dragón plateado por aquella zona. 

La bardo asentía cuando se escucharon los murmullos y maldiciones de la gente. 

- ¡Ese tal Heldebald necesitaba unas botas nuevas! - Se oyó el golpe que le dio alguien a quien acababa de decir aquello y un quejido tras él. Como poco, debían de haberle partido los dientes. 

- Ahora nuestro amigo, el dragón sin nombre, tenía un propósito, así que decidió internarse en tierras mucho más pobladas con su forma humana y buscar al cazador que había terminado con la vida de su madre. Tras lanzar un conjuro para ocultar sus pertenencias familiares y preparar el equipo necesario para el camino, el dragón comenzó su aventura. 

Así comenzaba la historia que transportaría al público a las aventuras a las que los bardos los quisieran llevar. Delante de la mujer, el humo que había estado dibujando su historia, formó el rostro de un hombre joven muy apuesto. 

- ¡Ah sí...! - Dijo la mujer justo antes de bajarse del escenario, como si se le hubiera olvidado. - El nombre del humano de ojos plateados era Jared. 

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06/05/2019, 10:53
Aren Dockwork

El escenario pronto terminó por vaciarse para que el primero de los concursantes ocuparan su lugar en el escenario y ese, que fue elegido para cumplir con el inicio de la primera ronda, no fue otro que el propio Aren Dockwork. Lo cierto es que quienes lo conocen no suelen tenerlo en muy buena estima, sobretodo cuando el placer de Aren era encontrar la verdad detrás del mito y muchas veces, esa verdad arruina la "magia" de los cuentos y canciones.

Pronto se acomodaba en una butaca sobre el escenario luego de arrastrar lo que parecía ser una bolsa pesada, de la cual no tardó mucho en sacar un viejo acordeón. Ese iba a ser su primer instrumento para darle un poco de acompañamiento y ambiente a su parte del relato y sin decir nada, empezó  a tocar las primeras notas.

Mi nombre es Dockwork, Aren Dockwork y espero que disfruten de mi narración... De lo contrario, por favor no arrojen nada, a nadie le agrada un escenario sucio con verduras.

Eran sus primeras palabras antes de aclarar un poco su garganta y cerrando sus ojos, dejaba que la melodía de su instrumento trajera la calma a ese público tan ruidoso, esperando escuchar cada vez menos movimiento cuando al final, terminó por decidir como iba a continuar esa historia.

Nuestro joven héroe de ojos plateados y de nombre Jared sabía a quien buscaba, tenía un objetivo que le daba sentido a su existencia, incluso si eso fuera un sentimiento de necesidad de reclamar venganza por perder a su madre o mas bien, por no haber podido siquiera conocerla.

Una breve pausa mientras Aren intentaba pensar en ese dragón, uno que apenas conocía a los humanos, que apenas comprendía como funcionaba la vida en una aldea lanzándose a los caminos sin una dirección segura.

Pero Jared no sabía a donde ir, aunque eso no importaba ya que solo un camino tenía por seguir e incluso, con lo motivado que estaba no tardó en dejar aquel lugar atrás. Pero su suerte no duró mucho ya que a pesar que el clima era ideal para viajar, Jared desconocía que en el bosque de Sherwood se estaba internando con el paso de las horas... Y creo que todos saben quien vive en ese lugar verdad?

Una pausa poco dramática mientras que del fondo alguien de dudosos antecedentes gritaba un "elfozzzz", incluso una par de sugerencias mas, entre ellas un oso y otros animales nada amigables.

Jared no se lo imaginaba, pero antes de que cayera la noche, un grupo de hombres vestidos con calzas y sombreros verdes le bloquearon el paso, una emboscada en toda regla, con flechas apuntando a su pecho. Pero que son unas flechas para un dragón? Él no tenía motivos para poder temer, solo unos humanos con mal gusto de moda y unos bigotes muy bien recortados poco podían hacerle hasta que apareció él... Al que muchos llamaban, Robin el Hood.

Fue en ese momento cuando los dedos de Aren cobraron otro ritmo, uno mas tenso, aunque con un toque melancólico mientras aguardaba a ver como reaccionaban ante el nombre del villano estafador mas conocido del bosque de Sherwood, alguien capaz de hacer cualquier cosa para no pagar los impuestos.

Jared entretenido esperó a ver que pretendían y fue este hombre de confiada sonrisa y modales cuidados, que le informó que estaba siendo robado por Robin de Hood y sus felices rebeldes, que le iban a quitar el oro, la plata y el cobre, que si no tenía nada de eso, le sacarían sus cosas y tal vez, le dejarían las botas... Porque en el mundo hay muchos pobres y quienes mas tienen, deberían darle a los que menos poseen y en ese momento, Jared tenía mas que muchos sin duda alguna.

En el fondo alguno gritaba un "hurra!" otros miraban con desaprobación esa muestra de empatía con el villano y sin embargo, eso no detuvo a Aren que en ese instante no dudó en ponerse de pie para su final.

Jared no hizo otra cosa que reírse, lo cierto es que le parecía curioso que ese hombre lo considerara una presa para robarle, porque tesoros no tenía, incluso su ropa era de segunda mano en el mejor de los casos. Pero esos villanos le servían de práctica para lo que le esperaba y sin embargo, cuando quiso usar su magia para quemarlos, pronto notaba como nada salia de sus manos quedando con ambas manos extendidas mostrando sus palmas sin que nada pasara...

En ese instante la música paró y el acordeón volvió a la bolsa sin mucho cuidado, dando su parte por terminada mientras qu antes de retirarse sin decir nada mas, realizaba una leve reverencia antes de dejar el escenario vacío para que el siguiente subiera.

Notas de juego

1. A Jared lo asalta en el camino un grupo de maleantes, que según dicen, roban a los ricos para dárselo a los pobres. 

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11/05/2019, 13:47
Elenshin Dhalmorel

La posada estaba llena de gente, gente libre y no subyugada ante los drow. Elenshin no sabía que hacer ante tanta perfidia y maldad. Hasta había elfos. Y horribles humanas, humanas de curváceos cuerpos como la barda que le robaban la mirada en vez de dedicarla a lo que debía, a las drow y a las arañas como la que había en el suelo...

... y que acababa de pisar un camarero. Preparó su espada para matarlo y luego se dió cuenta que no debía, si lo hacía le expulsarían del concurso y eso no podía ser. ¡Debía ganarlo a la mayor gloria de Lloth!

En fin. Pensó al ver al tipo del acordeón y su mediocre prosa en el escenario. No será difícil. Lo terrible es que empezó en prosa y voy a tener que seguir así, cuando lo que más me gusta es el verso. 

Subió al escenario y contempló la masa de humanidad. Que guapos estaríais todos siendo esclavos o en un altar de sacrificios...

Saludó en la básica lengua humana. Era tan sencilla... —Saludos, pre-esclavos, mi nombre es Elenshin Dhalmorel y os voy a deleitar con la continuación de la historia de Jared, el pobre dragón.

Con el arco, comenzó a acariciar las cuerdas de su viola y un sonido aterciopelado y profundo envolvió la sala.

—Y allí estaba Jared, el dragón plateado, sin poder cambiar a su cuerpo reptiliano, sin poder morder, comer, devorar o rasgar los cuerpos de aquellos ladrones coletudos que decían robar a los ricos para dárselo a los pobres. Mentirosos todos, porque él no tenía una moneda, y aún así querían robarle. 

Los acordes se hicieron más intensos, al hablar el dragón de nombre jared, Jared. —Malditos bandidos, ni un mísero cobre tengo, ¿qué me vais a quitar, mi ropa?

Y los acordes se hicieron tenebroso, al interpretar Elenshin, con una voz más grave y profunda y seria, al malvado Robin el Hood. —Tu ropa y más, estos pergaminos de anular la magia cuestan un pico, y la casa que me estoy haciendo en las afueras de la Capital cuesta más. ¡Sin duda eres rico yo pobre, así que desnúdate y... mira que ojos tan bonitos tienes, plateados. Podría venderlos! Tú tienes dos, nosotros ninguno. ¡Reparte!

—Jamás... ¡Venid a por ellos! Dijo Jared. Las ropas eran una cosa. Sin ojos jamás reconocería al asesino de su madre. 

Esto era algo obvio, hasta los primitivos parroquianos se darían cuenta. 

—Compañeros... ¡Sacadle los ojos! Exigió Robin el Hood a sus aliados bandidos... Pero éstos eran vagos y sólo disfrutaban de robar a honrados trabajadores que no se defendían. En cuanto alguien les mostraba violencia, se acobardaban. Robin tuvo una idea. 

Elenshin paró por un momento y acepto la rica cerveza humana que le traía una camarera, haciendo tiempo para que la gente se preguntara que idea había tenido Robin.

—Rico transeúnte propietario de riquezas que hemos de entregar a los pobres como yo. ¡Os desafío! Lucharemos en ese tronco cada uno con un palo. Y el que derribe al otro ganará. Si gano yo nos daréis la plata de vuestros ojos. Y si ganáis vos, podréis seguir por el sendero sin miedo. 

Eso mete la cantidad justa de drama en nuestra historia, pensó el drow. 

—Mi nombre es Jared... y acepto. —la narración subió de intensidad, la voz de Elenshin se volvió más rápida —¡Con decisión Jared se subió al tronco caído más cercano y arrancó una rama de un árbol, más o menos recta, dejándola sin ramitas en un momento. 

—Robin sonrió a sus esbirros, saltó al tronco con su bastón  en las manos y fue a derribar al tal Jared... con su arma de madera de pino... para ver como Jared se movía con increíble rapidez y fuerza ¡Como si fuera un dragón con forma humana! Fue lo último que vió. Jared le golpeó en la cabeza y le hizo salir los sesos por las orejas. 

Sí, hacía falta algo de sangre y muerte. 

Con el cráneo espachurrado y sin necesidad de capucha, el cuerpo de de Hood (porque la cabeza estaba incrustada en una nueva chepa) se derrumbó en el suelo. El resto de bandidos salieron corriendo asustados y Jared pasó a quedarse sólo. 

—Al final si repartías a pobres... la riqueza de los ricos, dijo nuestro héroe tomando las monedas abundantes que tenía el ladrón. Con esto quizás pueda buscar en los reinos humanos a mi presa. 

Y así, dejando la acción en su momento cumbre, Elenshin se bajó del escenario, queriendo buscar a la barda esa tan agradable que había introducido el certamen. Para comparar pareceres artísticos, no penséis mal.  

Notas de juego

1. Robin reta a Jared a un combate con bastones en equilibrio sobre un tronco. Si Jared cae, le arrancarán la única plata que lleva encima: Los ojos.

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21/05/2019, 18:06
Félix Keats

Felix estaba pasando un mal rato al tratar de dividir su valioso tiempo en tratar de cortejar a una de las asistentes del público y permanecer atento al recital. Elfos, pensó el bardo, siempre tan arrogantes y barrocos. No será difícil ganarme al público.

Mientras se acercaba al escenario afinando su lira, derramó entre el público un repertorio de sus más cálidas sonrisas. Están en el bote.

Es un honor para mí estar aquí con ustedes esta noche. Muchos me conocen ya como el bardo de la lira espumosa, pero para aquellos que no lo sepan, mi nombre es Felix Keats. Espero que disfruten con la continuación de esta historia y mi humilde aportación a la misma.

Empezó con un acorde mayor. Todavía no había decidido al tono con el que iba a continuar el relato, pero siempre era buena idea despertar el interés con algo alegre. Posó su mirada en el público antes de dar comienzo a su declamación.

Jared sopesó la bolsa que le había arrebatado a Robin Hood. Contempló con deleite las coronas de oro y los chelines de plata, girándolos para verlos brillar a la ambarina luz del atardecer.
»Es bien sabido por todo el que haya oído hablar de estas majestuosas criaturas, su codicia y amor por los metales refulgentes y las piedras preciosas. Así, como era de esperar, nuestro protagonista se quedó tan ensimismado con su minúsculo tesoro, que no se percató de que había salido del bosque hasta que el sol terminó de ponerse. La noche cayó sobre Jared como un manto de pez.

Felix hizo una pausa de rigor para refrescarse la garganta. Tenía al público donde quería. Una vez hilado el comienzo, debía seguir dando forma al telar.

Sin sus sentidos dracónicos, nuestro héroe tuvo que guiarse por las tenues luces que divisaba en el horizonte. Un extraño y rítmico murmullo apareció cuando ya había recorrido una buena distancia. Al los pocos metros de alcanzarlo, lo vio con mayor claridad: acababa de llegar a un pueblo y lo que escuchaba eran los festejos que tenían lugar en la taberna.

Felix cambió a un tempo más rápido y vivo, parecido a los estribillos de las canciones de taberna.

Dentro, los parroquianos bailaban y cantaban. Entre ellos había hombres y mujeres de gran estatura y constitución de hierro.
»"Cazadores", dijo una voz a su espalda.
»Jared se giró y se encontró de frente con un niño subido a un taburete. Pero este era un niño muy raro, pues tenía perilla, cejas y patillas muy pobladas. Entonces recordó a esos seres que había visto con anterioridad en poblados humanos. Los lugareños los llamaban "gnomos".

Algunos gnomos entre el público brindaron. 

"¿Dices que son cazadores?", preguntó Jared.
»"Exacto. Lo digo porque no tienes pinta de ser de por aquí y te veo más perdido que un kobold en una exposición de cerámica".
El gnomo invitó a Jared a una jarra de cerveza y se presentó como Gnar Métricus, bardo errante que se ganaba unas monedas amenizando las veladas y trayendo color a las noches grises.
»"¿Y qué cazan?", preguntó Jared.
»"La mayoría caza conejos, perdices y venados que corretean por el bosque. Pero esos de ahí…", contestó señalando a un grupo mucho más corpulento, con cicatrices en el rostro y los brazos, parches, patas de palo y otras lindezas, "…, esos de ahí son cazadores de dragones".

Felix se detuvo para ver la reacción del público. Al ver que tenía su atención, continuó.

Gnar había pronunciado al última palabra con un tono que Jared no supo descifrar. No obstante, decidió ignorarlo y preguntarle en qué consistía el trabajo de un cazador de dragones.
"Pues en cazar dragones, por supuesto", contestó soltando una carcajada, "sus entrañas arden mucho mejor que el carbón; sus escamas iridiscentes y su marfil son bienes muy apreciados por alquimistas, herreros y orfebres; dicen que su sangre como el rubí tiene propiedades inigualables. Pero, sobre todo, porque pagan bien y porque  duermen sobre lechos de oro y piedras preciosas".

Felix alzó la mirada y vio que le hacían señas. Su tiempo se había agotado, pero quedó satisfecho con lo que había tejido. Ahora le tocaba al siguiente tomar el hilo y continuar la historia. Con una sencilla reverencia, el bardo abandonó el escenario para regresar a sus conquistas y a su vino.

Notas de juego

5. Después de liquidar a Robin el Hood, Jared acude a un pueblo cercano a preguntar por los cazadores de dragones. Allí pregunta en la taberna y se acaba haciendo amigo de Gnar Métricus. Un gnomo bardo que le explica todo el negocio de la caza de dragones por su tesoro, escamas, sangre y demás. 

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28/05/2019, 10:04
Saltarintástico

El jovenzuelo Saltarín, novato en estas lides, sube raudo al escenario para evitar en lo posible el miedo escénico. No será fácil, pero dejarse amedrentar por el público o por unos viejos bardos no es una opción. Insuflado por la arrogancia de la juventud y por las horas de práctica con el laud, toma rápido asiento en el taburete y comienza a enlazar notas con sus dedos.

"Buenas noches querido público! Soy el famoso Saltarintástico y he venido a amenizarles la velada. Espero que disfruten de mis acordes y de los sinuosos giros que introduciré en la preciosa historia iniciada por mis humildes compañeros."

El desparpajo juvenil del nuevo intérprete rápidamente llamó la atención del público, entre quienes poco a poco fue haciéndose el silencio... todo lo silenciosa que pueda ser una taberna a estas horas de la noche claro está, pero no hay que quitarle mérito a nuestro nuevo amigo.

Jared, tras mesar la bolsa de monedas, tomó la más estúpida de las decisiones que puede tomar un dragón... decidió ir a invitar a una ronda al grupo de cazadores. Claro está, con la sana intención de conocer al enemigo.
"Gnar, amigo, esta ronda me toca. Y quiero invitarles al grupo de cazadores... ¿Son peligrosos? por cierto, ¿No habrás escuchado tú, hablar sobre un cazador llamado Heldebald?"

"Mi querido amigo Jared, las invitaciones a cerveza siempre son bienvenidas entre los grupos de cazadores, sobre todo si van seguidas de ofertas de trabajo y bueno, en cuanto a la segunda pregunta..."

Gnar alzó la mano y sutilmente señaló a una menuda figura encapuchada y ligeramente separada del grupo... Gnar hizo una pausa...

"Ella es la bella y muy peligrosa Lara Heldebald ...la mejor cazadragones ¡mucho cuidado con ella! Se comenta que puedes pasar la noche más maravillosa a su vera, pero no quieras tenerla de enemiga."

Jared, se fijó en la figura señalada por su amigo y la observó con detenimiento. Los ropajes oscuros apenas permitían intuir la figura que guardaban aunque si notaba esbelta. La cara era muy diferente a la des resto de pocos humanos que había conocido Jared hasta ahora. No se parecía a las de las bellas mozas ya que sus facciones era más pronunciadas, pero sin embargo si que poseía cierta belleza... una belleza diferente, pero sin duda ese rostro poseía algún tipo de belleza. Desvariando en su mente sobre la belleza de los rostros humanos, Jared cayó en la cuenta de ése rostro poseía dos oscuros ojos, ¡dos pozos que le miraban fijamente!

El joven Saltarín, con la frente perlada, ejecuta las últimas notas de la melodía con deliberada lentitud. Entonces, para sorpresa de los asistentes, realiza una pequeño saltito que lo deja al borde del escenario, donde, con velocidad sorprendente hace una humilde referencia al público para seguidamente salir con inusitada rapidez.

 

Notas de juego

3. Jared pregunta a Gnar Métricus por el nombre de Heldebald. El gnomo señala hacia una figura encapuchada que está bebiendo con los cazadores de dragones. -Esa es, Lara Heldebald... - le dice, - ...la mejor cazadragones.

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04/06/2019, 22:21
Vinicius Lian Telameto

Oh perfecto mi turno es! - Vinicius se alzó de la mesa y ando impetuosamente hacia el escenario - 

Amadas y armadas gentes, mi nombre es Vinicius Lian Telameto! doctor, perfumista, explorador, investigador y gran trobador! Así pues prestar atención! Apasionante es la historia! pues de aquel cruce de miradas la tierra temblo, fuego y oscuridad, Jared y Lara, día y noche, gamba y... oh si ardor hubo y mucho!

- La gente empezo a vitorear y silvar ante el giro picantón que parecia tomar la historia-   

Tienes ojos de un demonio muchacho! dijo ella! 

Y vos teneis grandes pechos! dijo el! 

Acercaros y oler mi fragancia! dijo ella!

Jared no perdío la oportunidad, la tenia a su alcanze, paso a paso se acerco hacía ella, mientras,  los demás cazadores contemplaban atentos la situación. Ella saco un precioso frasco y lo destapó!, subitamente una frangacia rodeo a Jared, sus sentidos se nublaron, las piernas le fallaron y su cuerpo se derrumbo! 

Lo que me imaginaba, dijo la enigmática y bella cazadora!, no ha podido soportar DRACONIS el mejor perfume que existe, capaz de nublar los sentidos de cualquier macho!, hombres atadlo y cargarlo! hay que ponerse en camino, más tarde obtendremos respuestas!.

- Vinicius alzo los brazos!, saco un frasco de su bolsillo y se dirigió a todo el publico señalandolo!-  y es así como DRACONIS, el perfume que te deja sin sentido consiguió que Jared se postrara a plomo delante de Lara!

- vinicius se percato que el jurado fruncia el ceño y empezaba a susurrar -  Eh....... pero bueno demos paso a otro participante! pues el camino hacia la fama ha de continuar

 - Dos medios aplausos  se oyeron entre el publico,  la gente se miraba entre si, sin saber exactamente que es lo que habia ocurrido, sin embargo en sus mentes perduraban las palabras que resumian todo grabadas a fuego " .. DRACONIS...perfume...macho.... GRANDES PECHOS..." 

Notas de juego

3. Cuando Jared se acerca a la barra para invitar a los cazadores, se percata de que Lara Heldebald le está mirando fijamente a los ojos. Antes de que pueda abrir la boca, Lara le espeta: "Tienes los ojos de un demonio, muchacho". Los cazadores, que hasta el momento charlaban alegremente, se quedan callados de golpe.

 

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23/06/2019, 10:25
Whitwicky "Musgo" Jerry

Cuando Vinicius baja del escenario, las luces de la posada se extinguen como por arte de magia.

El público queda con el corazón encogido y con lógico miedo a que la contienda musical se haya interrumpido. Incluso Freddy, el tabernero, lamenta no haber atendido el pago de las facturas de la luz a tiempo -las velas están muy caras en Villa perdida del Botijo, cierto es-. Pero lo que pocos esperan es ver materializarse a un esqueleto fantasmagórico con un bombín aparecer en el estrado, iluminado por un haz de luz que desciende de ninguna parte y sigue sus pasos por el escenario. El esqueleto camina y toda su osamenta rechina. Casi parece un bailarín de claqué con sus finos talones martilleando en el parquet.

-Damas y caballeros...-, su voz grave y encantadora tiene un matiz brujo que deja al respetable patidifuso. -A continuación, con todos ustedes, el terror del Bayou de Valle Dorado... El único... El inimitable... El incombustible... Whitwicky... ¡MUSGO!... ¡¡¡JEEEERRYYYYYYYYYYY!!!-.

Otro haz de luz cae de ninguna parte, iluminando esta vez a un interfecto de apariencia extravagante. Un mediano con chistera y chaleco de vivos colores acomoda su trasero frente a un pequeño piano de cola. Cuando alza el rostro, oculto entonces por el instrumento de madera noble y el gran sombrero que porta, el público lanza una exclamación con asombro y, algunos, cierta congoja. Pintada su cara como una calavera con esmero y firme pulso, y unos ojos verdes, vivos, astutos, que devuelven desafiantes la mirada al auditorio y, en particular, a sus competidores.

-Buenas noches, damas y caballeros. Me llaman Musgo, pues de una ciénaga vengo, y el piano toco a velocidad de vértigo. A Villa Perdida del Botijo acudo, no para llevarme el premio de ser el mejor bardo, sino el de tener el humor más agudo. Sean felices, pues sólo vengo a divertirles. Pero eso sí... Agárrense los cinturones, pues prosigo la historia donde Jared casi pierde los pantalones... Je. Lester, Chester, al bajo, a la batería. Allá vamos, muchachos, ¡Dadme artillería!

Un tercer haz de luz caído de ninguna parte cae sobre OTRO esqueleto fantasmagórico, éste con un sombrero de ala ancha, armado con una especie de tambor rudimentario y dos escobillas. Comienza la música. El respetable se sume en el desconcierto más profundo. Lógico: ¡NO ESTÁN PREPARADOS PARA LO QUE VIENE A CONTINUACIÓN!

Nuestro Jared estaba muy enojado.

Como un incauto se había confiado

Y al final, pese a ser un dragón tan gallardo,

Había acabado en un carro transportado como un fardo.

Oscuros pensamientos a nuestro héroe aquejaban

¡Quizás le destripasen! ¡Quizás le viviseccionaran!

Mas algo ignoraba nuestro Jared...

El intrépido Gnar, sigiloso como un gato, le había seguido

¡¿Qué habría pasado si esto no hubiese ocurrido?!

Feliz, el dragón saludó a su compadre:

-"¡Gnar, rápido, amigo, libérame de mis ataduras!"

-"Ay, en el truco del perfume caíste como un primo...

¡Ya te dije que esa Lara era canela fina!

¡Y vas tú y te esnifas su purpurina!".

 

En silencio, Jared y Gnar traman un plan de fuga,

Lo que ambos ignoran es que a escasos metros

Una banda bien conocida y llena de cabestros

Traman su venganza ocultos en una oscura gruta.

 

El Gran John reúne a sus hombres.

Disimula el gesto de dolor, pues tiene calambres.

"A Robin vengaremos, hermanos,

Con sangre, fuego y acero,

Y como alguno se nos escape vivo

Con vuestro lindo intestino 

¡JURO ME HAGO UN ZAPATERO!"

 

En esto que la caravana liderada por Lara

Toma un recodo escabroso marcado por una luna clara.

Sería una estampa hermosa...

...De no ser porque la historia se torna en este punto peligrosa.

Allá que salen de entre la maleza

Armados, iracundos y a montones

¡UNA FURIOSA AVALANCHA DE CABRONES!

 

"¡A MÍ MIS MUCHACHOS!", brama el Gran John.

"Oh, no", musita Jared. Sabe que empieza el follón.

Un cazador exclama: "¡BANDIDOS LIDERADOS POR UN PIGMEO!".

El Gran John replica: "TE VOY A DAR YO MOTIVOS PARA QUE TE LLAMEN FEO..."

Con voz autoritaria, el jefe bandido clama: "¡VENANCIUS!"

A sus pies se postra raudo, con rostro humilde, un gigante.

 "Estos cazadores necesitan un correctivo al instante.

Saca del arcón a mi pequeño. ¡TRÁEME MI STRADIVARIUS!".

El gigante adopta gesto de horror

Ahora sabe que comienza lo peor.

 

Gnar y Jared observan encogidos la contienda.

No saben si escapar como comadrejas

O quedarse ocultos tras la maleza.

Lo que está bien claro es que comienzan a llover saetas.

 

Un virotazo le da a un cazador en el ojo.

"¡Ese cae muerto entre los matojos!"

Otro proyectil alcanza a un jinete en la oreja.

"¡JA! ¡El "pigmeo" va al hoyo de cabeza!"

Y una última saeta da de lleno a Lara en la cadera.

"¡El premio gordo, Lara Heldebald, A RODAR POR LA LADERA!".

El Gran John ríe, maníaco, soltando carcajadas.

Sin duda, a sus enemigos su ballesta de repetición les está dando arcadas.

 

Entonces Jared siente algo en el píloro.

"Debe ser el perfume", deduce.

Gnar le observa con gesto frívolo.

"Amigo Jared, antes de morir, me comería un dulce

A ser posible, de queso y chuches".

Tamaña aberración gastronómica

Sacude por fin el estómago del Dragón.

Y ahora sí, señores.

Fuego emerge por su boca como si se tratase de un cañón.

¡MENUDA LLAMARADA! ¡MENUDO GIRO DE GUIÓN!

Los cazadores y los ladrones hechos cenizas

Sus restos flotando en el ambiente

Con un regusto a tostadito y bien crujiente

Y Gnar acurrucado, aterrado ante el hedor a fosfatina.

"¡¿UN DRAGÓN ERES, TUNANTE?!

¡BIEN GUARDADO TE LO TENÍAS, MALEANTE!".

Jared consuela a su amigo el bardo.

Bien es sabido que más de uno habría manchado el tabardo.

"No me tengas miedo, amigo,

Pues cuentas pendientes no tengo contigo.

Pero esa Lara Heldebald cayó por la ladera

Y voto a bríos que voy a cobrarme mi vendetta...".

 

Y así, mientras Jared y su nuevo amigo gnomo

Se pierden por la ladera buscando a Lara entre los rescoldos,

Una figura siniestra emerge entre los cuerpos calcinados...

...Un hombre pequeño que contempla furioso los restos de su banda.

"Vive Dios que me cargo al de los ojos plateados.

Aunque cierto es que me he quedado sin panda...

Acecharé en las sombras con mi ballesta,

Y cuando menos se lo espere... ¡BAM! ¡VIROTE A LA TESTA!".

 

Y así, tras su primera exhibición en verso libertino -que no libre-, el mediano sonríe al respetable y descubre su cabeza llena de trencitas mientras saluda al siguiente contendiente con cordialidad. Lo cierto es que se lo ha pasado bien viendo sus caras de asombro. 

-Señor Aren, me gusta su gato. Le deseo suerte en su actuación. Tome, una pata de gallo. Trae suerte. O no. Eso tendrá que averiguarlo usted, jujuju...-. 

Dicho lo cual, toma asiento al lado del drow -¿¡UN DROW BARDO!?- y pide un zumo de melocotón a Freddy. Ya no queda ni rastro de Lester ni de Chester. Las luces han regresado al local. Pero la magia del Bayou persiste, de alguna manera.

-Qué gran noche... ¡Qué gran noche!-. piensa Musgo para sus adentros.

Notas de juego

3. Heldebald había conseguido capturar a nuestro dragón con uno de sus múltiples ardides, y se lo lleva, en mitad de la noche, atado y hechizado en un carro por el camino con todos sus mercenarios matadragones a su laboratorio para viviseccionarlo. 

Pero no contaban con que el pequeño Gnar se había metido en el carro escondido en un barril. Y se desliza para tratar de cortar las ataduras de Jared, justo en el momento que los alegres bandidos del finado Robin, esta vez al mando de John el grande (que mide metro y medio), vuelven a asaltar los caminos, y esta vez a los mercenarios. 

* Por favor, no lean mi mensaje sin ponerse la música de fondo. Es imprescindible ^^

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02/07/2019, 20:23
Aren Dockwork

Cierto era que todos los que pasaron luego de su inicio, eran bardos bastante talentosos y cada uno con su estilo particular mientras que él, acompañado con un gato y con una pata de gallo en la mano, terminaba subiendo al escenario sin su acordeón, sino con un viejo instrumento de cuerdas, un laúd con tan solo tres cuerdas que parecían estar a punto de cortarse.

Una vez mas subo al escenario para continuar con el relato de nuestro dragón y su nuevo amigo, para no aburrirlos con el acordeón, ahora es turno de mi laúd.

Decía mientras se acomodaba en el taburete y empezaba a tocar una monótona melodía con las tres cuerdas entrando en un círculo de notas que le servía para mas o menos, ambientar la situación de Jared y su amigo el gnomo. Ambos se encontraban descendiendo por la ladera, buscando la presa que ese dragón estaba persiguiendo sin saber que tras ellos, dejaron a alguien con los mismos deseos de venganza, aunque con un blanco muy diferente.

Metro a metro fueron descendiendo, con Jared mostrando la facilidad de sus movimientos y con su nuevo compañero intentando no tropezar... Él tenía un objetivo claro y no era socorrer a Lara mientras que Gnar, él simplemente prefería estar con el que cocinó a los maleantes, mas seguro era estar a su lado.

Una breve pausa mientras miraba al público y dejaba que sus dedos continuaran con un ritmo que no parecía capaz de terminar, nada complicado para que con tres cuerdas no pudiera desafinar. Pero la idea de lo que iba a continuar lo hacía dudar solo un instante, sabiendo que luego vendría el Drow y tal vez, conseguir dificultarle la tarea para que al menos ese no ganara en nombre de alguna Diosa impía.

Mas cuando parecía que habían logrado descender lo suficiente, solo manchas de sangre encontraron, no pisadas, ninguna pista que delatara el camino de la tal Lara, algo dfícil ya que en aquel lugar lo imposible era no dejar huella alguna. Pero antes de que nuestro Dragón de nombre Jared decidiera encolerizar por haber perdido una oportunidad perfecta, fue Gnar que su atención llamó.

"Una Daga negra! Bastante chula y todo, con algo raro en el pomo."

Dijo el gnomo mientras que Jared no tuvo problemas en reconocer que esa hoja negra no era otra que vidriagón, un material frágil si no se sabía utilizar, pero peligrosa para caminantes blancos y demás aberraciones que deberían estar muertas. Sin embargo no fue eso lo que mas llamó su atención, sino que en el pomo había una extraña brújula, una que al tomar la daga, apuntaba a un sitio que no era el norte.

"Debe estar rota." 

Dijo Jared que estaba mas interesado en su presa que en una daga rota y sin embargo, fue Gnar quien le hizo notar algo distinto, soltando una simple palabra que llenó a Jared de curiosidad...

"Y si no es al norte a donde apunta? Sino a un tesoro lleno de gemas?"

Tesoro o no, Lara debió dejar esa daga, Jared no encontraba otra explicación y si la brújula marcaba hacia otro destino, puede que lo llevara de vuelta hacia su presa o incluso, puede que fuera su presa quien lo buscara para recuperar esa daga.

Y de esa manera, justo cuando otra cuerda mas del laúd se cortaba, Aren terminaba su relato, incorporándose sin apuro y con una reverencia sutil, se apartaba del escenario para dejar que fuera el Drow quien continuara con la historia... Puede que incluso se comiera esa pata de pollo, quien sabe.

Notas de juego

1. Cuando buscan ladera abajo a Lara encuentran una daga de vidriagon, en su empuñadura una extraña y bella brújula incrustada hay, no está rota sin embargo, su saeta no marca el norte.

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08/07/2019, 16:44
Elenshin Dhalmorel

El valor artístico de los otros participantes era mediocre, y sólo merecían ser alimento de arañas gigantes. Pero por fin le tocaba a él, y le habían dejado con un montón de cosas sobre las que poder cantar. Una daga con brújula, el gnomo amigo... algo se podría hacer. Contar una de esas epopeyas humanas con las que se entretenían ante de la invasión y dominación Drow. 

Pero él no podía dejar el pabellón élfico (de los elfos que molaban, los chungos y negros) por los suelos. Tenía que ganar, así que cuando el varón humano del instrumento roto dejó de desafinar, supo que le tocaba y, con un movimiento grácil, fue subiendo al escenario para crear una pequeña ilusión de la daga con Brújula. 

—Y así continúa la historia de nuestro amigo dragón que, pudiendo escoger casi cualquier forma, eligió la de un humano, sin duda para aprender sobre esas repulsivas criaturas que mataban dragones y acabar con su tiranía. En el último día había sido capturado y desafiado, conociendo a una amarga rival. Pero también había hecho un gran amigo en el gnomo Gnar. 

Los gnomos eran buenos esclavos, cuando los drow dominaran el mundo Elenshin les dejaría sobrevivir. A unos cuantos, al menos. Recordaba a una fan gnoma que no tenía ni que agacharse para...

Y así, con la daga y caminando de noche por los bosques... Gnar y Jared estrecharon su amistad —esa falsa cosa llamada amistad que tanto gusta a los no-drow, qué mentira más útil— para luego ir de pueblo en pueblo. No tenían mucho dinero pero ambos tenían bastantes cualidades. Fuerza del dragón y cantos de Gnomo bardo, que lograba monedas en cada posada. Más si Jared hacía el forzudo y los aldeanos se maravillaban de ello. Jared fue conociendo las dichas y desdichas de la raza humana y Gnar... Gnar se fue dando cuenta de lo que realmente era su amigo. 

Durante todo este tiempo, Elenshin tocaba su viola, de fondo mientras hablaba y con notas más altas y vivas entre párrafo y párrafo. 

—Ya cerca de la ciudad, Gnar señaló una torre que se veía. "Sin duda allí vive un mago. Torre alta con gorro. Señala inquilino arcano. Vayamos a ver que encontramos. 

Los dos compañeros. Ya bien comidos, con mochilas de viaje, ropas de viaje y ampollas de viaje. Caminaron hasta la torre, que era muy alta y encontraron un letrero. —Dalmacius. Mago —no decía mucho más, pero era todo lo que necesitaban. 

—Preguntemos por la daga, igual nos puede decir algo —dijo con voz de gnomo—, Gnar tenía más iniciativa que Jared, el que sólo pensaba en venganza, y decidió llamar, para al poco tiempo estar en el salón de la torre del mago, entre amuletos y mesas de laboratorio, delante de un tipo alto y esquelético con túnica de estrellas bordadas y gorro picudo. 

—Deciros qué hace este objeto puedo —Elenshin ponía voces a Jared, de pito a Gnar y profunda al nuevo mago, Dalmacius— dijo el llamado Dalmacius —También ponía voz de narrador— pero algo me tendréis que pagar. Con oro para pagarme unas mu... unas muchas pociones o con un odre de sangre de dragón, que con todos los que están cazando los de Gremio, hay odres abundantes y son componentes muy útiles en pociones de fuerza y varitas de bolas de fuego. Jared apretó los dientes y los puños, preparado para...

Y en se momento Elenshin detuvo su relato. 

—Pero lo que hizo Jared en ese momento, si pagaron o no al mago y los prodigios que hacía la daga y lo que hicieron después... eso lo contará otro de los bardos aquí reunidos. 

Hizo una reverencia al público y, pensando todavía en la gnoma, bajó al escenario. Las actuaciones iban tomando ritmo. 

 

Notas de juego

2. Gnar propone visitar a algún mago para que pueda tasar mágicamente la daga y revelarles su función. Tras mucho caminar, dan con una torre de hechicería algo vetusta pero habitada. Una vez allí, el archimago que la dirige les ofrece pagar por sus servicios en piezas de oro o a cambio de un odre de valiosa sangre de dragón.

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15/07/2019, 18:36
Félix Keats

Félix tomó su lira una vez más, regalando una exagerada reverencia al respetable. La segunda ronda había empezado fuerte. Jared había recuperado sus poderes, le había dado una lección a esos detestables cazadores de dragones y había encontrado una daga mágica. ¿Cómo superaría todo eso de una forma satisfactoria?

Lo primero era no impacientar al público.

Jared apretó los dientes y los puños, preparado para pagar. ¡Más no tenía en los bolsillos más que un puñado de piezas de plata! ¿Qué hacer? ¿Cómo iba él a rebajarse a tal ofensa? ¿¡Una pinta de su propia sangre a un hechicero humano de tres al cuarto!? 

Había decidido continuar exactamente donde el drow lo había dejado. Esta vez, haciendo énfasis en las voces. Ya había decidido el rumbo que quería tomar con la historia y solo quedaba darle forma con palabras.

Dalmacius esperó con paciencia la decisión de sus clientes. Gnar, que ya se huele que las cosas podrían terminar muy mal si no distrae a su amigo, empieza a optar por el plan C.

—¿De verdad el maestro de la torre necesita enviar a dos recaderos a por sangre de dragón?

—Bueno —respondió Dalmacius—, ciertos componentes son caros y solemos estar demasiado ocupados para cazar bestias escupefuego. Además, sería competencia desleal.

—¿Has oído eso, Jared? —insi Ya te dije lo que el conde de Bradenburgo opinaba sobre los charlatanes de esta torre. Será mejor que nos vayamos a otra parte para tasar la daga.

Jared, viendo lo que pretendía hacer su amigo, decidió seguirle la corriente.

—Sí, para que nos estafen, prefiero que lo hagan en cualquier calle de la capital y no en una torre en medio de la nada.

El semblante de Dalmacius se ensombreció lentamente. Había mordido el anzuelo. ¡Bingo!

—El conde de Bradenburgo puede irse a depilar goblins —repuso ofuscado el archimago—. ¡¿Se cree que con su alquimia y sus balanzas de latón puede insultarme?!

—Ya, ¿y cómo sabemos que no nos está mintiendo? —preguntó Jared— ¿Cómo sabemos que es usted un verdadero erudito y no un simple embustero? Y no me venga con trucos de salón, que hasta los medianos del camino son capaces de realizar hechizos sencillos sin despeinarse.

El sombrero de Dalmacius empezó a silbar como una tetera. Gnar tuvo que contener la risa al ver cómo un hilillo de vapor salía de la punta de aquel curioso tocado, que parecía tener más funciones además de la de ser una horterada. Aunque el archimago parecía a punto de estallar, logró serenarse tras un par de largos suspiros. El silbido se extinguió.

¿Así que quieren que les demuestre que soy un hechicero digno de llevar estas ropas? —dijo señalando su pomposa túnica—. Muy bien, ¿y qué es lo que proponen?

—Me parece que lo justo sería hacer un trato —propuso Jared—. Hemos caminado mucho, estamos cansados y no queremos que nos embauquen. Así que podría demostrar su ingenio a la vieja usanza. ¿Qué me dices, Gnar?

—¡Acertijos! 

—¿Acertijos? —preguntó atónito el archimago—. Bueno, no negaré que aprecio los retos mentales, pero podríamos hacerlo más interesante. ¿Qué les parece si también participan ustedes? El duelo termina cuando uno de los contrincantes se rinda.

Jared y Gnar se miraron. El plan había salido a pedir de boca.

—Si ganamos nosotros, la tasación nos sale gratis —propuso el bardo—. El precio que merece la apreciación de un perdedor y un ignorante.

—De acuerdo. Pero si gano yo, me pagaréis el doble. Y os advierto que no es muy buena idea demorarse mucho con las deudas de un hechicero.

—Bueno, estaré prevenido si me encuentro con uno de verdad —contestó Jared.

Haciendo caso omiso de la puya, Dalmacius se dejó caer en su sillón y escuchó atentamente el primer acertijo.

Y decía así:

¿Qué es muy fácil de levantar del suelo, pero muy difícil de levantar del suelo?

Dalmacius arrugó la nariz. No era un acertijo fácil a priori, pero un vistazo a través de los útiles de escritura que tenía en el escritorio le dio la respuesta en un abrir y cerrar de ojos.

—¡Una pluma! —exclamó triunfante!—. La resistencia al viento la hace muy difícil de lanzar y muy lenta al caer. Tenemos un hechizo que tiene que ver con eso. Muy bien, les toca. A ver si pueden con este:

El arpa tiene cuatro. El violín tiene seis. El clavicordio tiene once. ¿De qué estoy hablando?

Gnar estuvo apunto de abrir la boca, pero no llegó a articular ningún sonido. La música era lo suyo. No obstante, aquel acertijo tenía truco. Jered miró a ambos algo confuso. Encogiéndose de hombros, respondió:

—Pues de letras, claro. Es un acertijo muy viejo. Vas a tener que hacerlo mejor si quieres convencernos. Ahí va otro:

¿Qué dos cosas no podremos tomar jamás al desayuno por más que nos empeñemos?

Aquel acertijo le dio hambre. ¿Cuánto llevaba sin darse un banquete digno de un dragón? No entendía cómo hacían los humanos para conformarse con tan poco.

La comida y la cena— contestó Dalmacius al cabo de un rato—. ¿Es así, verdad? 

—Así es, ahora le toca a usted —le invitó Gnar con una reverencia propia de los duelos de espada—. Pero nada de preguntar tonterías como la de "¿Qué llevo en mi bolsillo?". Eso lo hizo un primo lejano amigo mío y todavía se la tienen jurada.

* * *

Félix mantuvo el silencio para mantener la tensión en los espectadores. Tenía la garganta algo dolorida por hacer las voces, pero había sido una actuación soberbia —al menos, en su opinión—.

¿Lograrán nuestros héroes derrotar a Dalmacius en el duelo de acertijos? Entre un dragón y un bardo no debería ser difícil, ¿verdad? Pero dejemos que sea otro el que continúe esta historia.

Y se despidió lanzando un beso al aire.

Notas de juego

4. Jared no tenía oro y no iba a rebajarse a entregar su sangre a un mago, pero picando el orgullo del hechicero, Jared lo reta a un juego de ingenio para que le hiciera el trabajo gratis, aunque si perdía, terminaría en deuda mas de lo que le gustaría.


Voy a cambiar un poco el estilo de texto a la hora de escribir para que sea más cómodo de escribir y de leer.

¡Esto me recuerda a un puzzle!

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24/07/2019, 00:47
Vinicius Lian Telameto

Vinicius  pego un brinco de la silla, el perfume se había vendido a chorros entre el publico de la posada, todo iba bien según lo planeado sin embargo.... los cuchicheos entre los jurados, miradas y baja puntuación daba enterder que tal vez su participación seria mas escueta de los esperado.  Estaba claro , tal vez su prosa no fuera buena, pero si de algo sabia era de como manejar a las masas.

Asi que presto y de un salto, Vinicius Lian,  salto al escenario y mirando a Felix con cortesia dijo en voz alta:

UN GIRO ESPERADO HUBO!  -El silencio lleno derrepente la estancia, por lo visto Vinicius habia conseguido captar a la gente - Yo os contare el final tal terrible duelo de intelecto! Oid bien! 

la noche avanzo! la hidromiel corrió!, la comida fluyo, gachas, buey, ciervo , manjares y acertijos sin fin! cuando subitamente, mientras Jared pensaba una resolucion,  un gran cuesco  en la sala retumbo! PRZRTTTTTTTTT!! POPPOPOPRAO! 

Ah el gran mago! no fue una convocación, ni un arte mistica, fue una gran descomposición! DOS GOTAS cayeron de su frente y con el culo prieto de la silla salto,  a.. a... ahora vuelvo, es lo ultimo que se oyo!

- La sala  estallo en risas  y Vinicius alzo las manos para tratar de calmarlos - 

Asi es!!! Asi es!!  Gnar  "el listo" se aprovecho, un descuido y un potente laxante dosifico, pero eso no fue todo! pues ese pequeño gnomo no perdio el tiempo, había rebuscado con éxito, pues entre los libros de la biblioteca con un ejemplar de la revista "Leyendas arcaicas" dió  y  en el toda la información encontró!

JARED! se maravillo ante el talento del pequeño ser! y para agradecerselo le dijo! mi pequeño amigo, cuando esto acabe de oro te cubrire! y para que no te ocurra jamás lo del mago una botella de HIDRASEC! te dare de regalo!.  HIDRASEC corta las diarreas de inmediato!. HIDRASEC no seas boniato!

- Vinicius saco una botella de medicamento y se la enseño al publico, el cual había pasado del vitoreo a la cara de circunstancias-  Eh.... bueno! El siguiente!!  -apresuradamente bajo las escaleras sin dejar de mirar al publico, tratando de detectar miradas de interes-

Notas de juego

2. Dalmacius y Jared intercambian acertijos toda la noche hasta que el hechicero se encuentra indispuesto y abandona la habitación rumbo a su dormitorio. Entonces, Gnar revela a Jared que mientras se entretenía con el juego de las adivinanzas, él ha rebuscado en los libros de Dalmacius y ha encontrado una revista de tirada mensual llamada "Leyendas Arcaicas" donde mencionan unas brújulas mágicas y especiales... con forma de daga.

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28/07/2019, 19:12
Whitwicky "Musgo" Jerry

Musgo estaba entrando en coma. Y no por efecto del zumo de melocotón del tabernero. ¡ES QUE ESTE CERTAMEN ESTABA LLENO DE PELMAZOS!

Analizó mentalmente la situación:

El que se jalaba su pata de pollo había tenido una suerte infernal. Había invocado el vidriagón de las historias del bardo “Gordo” Doble R Martin y el jurado ya se había roto las manos aplaudiendo. Musgo odiaba a “Gordo” Doble R Martin y su gorra de estibador portuario. Ese gordinflas había vendido los derechos de su historia –Canción de Fogatas y Granizadas- a una compañía teatral plagada de advenedizos que habían destrozado la obra original, una lucha de poder entre diversas familias en el reino ficticio de Levante. Musgo jamás olvidaría ese crimen literario. Gordaco endiosado…

En segundo lugar, teníamos a un drow que tenía comprado al jurado. CLARÍSIMAMENTE. El negrata no había aportado nada en su última intervención con la que hacer progresar la historia. ¡ESTABA USANDO EL ESTILO AMARRATEGUI BLUES! Nadie osaba jugarle a Musgo con esa sucia artimaña de salón. A blues no le ganaba ni Swampy Jones, el desdentado con el que se crió en la Ciénaga.

El del bigotito de hurón era listo, eso se lo reconocía, pero le había cansineado hasta la náusea con los acertijos. ¡Que era un concurso de música! ¡No Saber y Ganar! Le gustaba ese juego, pero nadie desbancaría jamás al bardo inmortal Jordi Hurtado, del que se decía que se batió en duelo singular con la Duquesa de Alba al grito de “¡SOLO PUEDE QUEDAR UNO!”.

Luego teníamos al Saltimbanqui, que había muerto tras la primera ronda. Literalmente. Muerto pa´siempre, vaya. Normal. Los acertijos le habían dejado tiritando y se había quedado mustio. Aunque Musgo no descartaba que se lo hubiese cargado el negrata drow aprovechando un descuido. Un elfo oscuro con un violín… ¡Venga hombre! ¡Eso era más sospechoso que un mediano en una huelga de hambre!

Y entonces, llegó Vinnie… Musgo se partió de risa con el giro gastrointestinal que introdujo el incomprendido bardo, que al jurado no parecía caerle en especial estima. Tenía un estilo sucio y directo, sin alharacas, además de algo comercial. El muy astuto no paraba de promocionar sus productos. Igual era bardo multiclase, pensó Musgo… Daba igual. Gracias a Vinnie ahora tenía munición para arrasar en el certamen.

El mediano dejó tranquilas las luces del local en esta ocasión, que la última vez a una vieja de la primera fila casi le da un síncope con la pirotecnia. Pero una vez más, invocó a su banda fantasmal, sus fieles Chester y Lester.

-De acuerdo, muchachos. Vamos a darle un toque fecal a esta historia, que el personal pide espectáculo. ¡Eh, Vinnie, te la dedico! ¡Vinnie! ¡Deja de vender Hidrasec! ¡VINNIEEEEEEEEE*! Bah, no se entera.-. El mediano se ajustó su chistera y calentó la muñeca derecha. Lo iba a necesitar. –Muchachos, dadme un poco de boogie explosivo del pantano… ¡Pensad en aguas negras hasta los tobillos!-. Poseído por la mística de su música natal, el mediano cerró los ojos y dejó que sus manos acompañasen la narración con un ritmazo digno del Bayou.

La situación se complica sobremanera:

Un avieso ladrón entra en escena.

Un estallido, ruido de cristales y Gnar pega un brinco.

"¡¿Qué ha sido eso?!", dice, dando un respingo.

Otro cuesco no, eso seguro.

El último fue inolvidable, ¡te lo juro!”.

Pero no es necesaria respuesta.

Aquí viene un nuevo villano con su taimada propuesta.

 

De perfil aguileño y entrecejo sureño

Rostro moreno y melena color queroseno,

Entra por la ventana con gesto confiado

Sonriendo a nuestros héroes con ojos afilados.

¡Qué duda cabe de que el torneo de acertijos ha estado espiando!

El rapaz aguardaba el momento perfecto…

¡Y es ahora o nunca!, piensa el vil interfecto.

 

“Buenas noches, caballeros. Permítanme presentarme,

Al fin y al cabo, soy un ladrón y en breve tendré que ausentarme:

Soy Firlo de Sirlo, y todo lo brillante lo birlo.

Soy ducho con la espada

Y aún más hábil con la daga.

Resulta que tengo pasión por las brújulas

Y también colecciono esdrújulas.

Cáspita, Táctica o Sinmácula son todas palabras bonitas,

Pero ninguna hay como “Dámela”, mi favorita.

Te miro a ti, ojos acerados, y la pronuncio con mi acento de crápula.

Esa brújula, la de la forma de cuchillo, ya me la estás dando

O te hago una sangría que ni el Conde Drácula.”

 

El malandrín un estoque afiladísimo desenvaina

Y con una pirueta y un gesto provocador,

De esos que genera en el píloro notable ardor,

Adopta un baile de pies para lucir sus polainas.

 

“Valiente imbécil”, replica hosco Jared.

“Sin mácula son dos palabras, cabestro.

Te voy a reventar la testa contra la pared

Y de tu cara no quedará ni resto”.

 

El dragón y el ladronzuelo se baten en duelo.

De primeras, Jared recibe pa´l pelo.

Estocadas van y golpetazos llueven.

Pero ojo…

Un dragón las tortas bien fuerte las devuelve.

 

La escaramuza largo rato se prolonga.

Un bellísimo tajo del criminal se malogra

Cuando Jared consigue hacer una finta

Y, a la desesperada y de forma improvisada,

Al ladrón en la jeta darle con un bote de tinta.

 

Es entonces cuando resuena un portazo.

Todos quedan en completo silencio.

Aparece Dalmacius, escoltado de un pestazo.

"Malditos seáis por ocultarme el papel higiénico...

¡Ahora voy a hacer de vosotros abono transgénico!”

 

Rayos, truenos y llamaradas emergen de las manos del mago.

¡Peligroso negocio vértelas con un hechicero cabreado!

Y no digamos ya si casi se ha jiñado...

...¡POR CULPA DE UN LAXANTE CADUCADO!

 

 Firlo de Sirlo la daga en un descuido toma

Y por la ventana salta como si fuera de goma.

El elástico criminal cruza los tejados de la aldea

Y en la oscuridad de la noche desaparecerá

¡Si a Jared y a Gnar no se les ocurre rápido una idea!

 

El gnomo se la juega y recuerda una vieja historia

Que implicaba a un ladronzuelo del desierto que alcanzaba la gloria

Cuando los azules cielos surcaba

¡A lomos de una pérsica alfombra!

 

Y allá que Gnar toma del ajuar del iracundo Dalmacius una alfombra mágica

Y a su amigo Jared advierte de su idea tan fantástica.

Ambos escapan por los pelos del mago y su Flecha ácida de Melf…

 

Musgo enarca una ceja… Esta rima es difícil, ¡PERO LE VA EL RIESGO!

 

…Gracias a la creciente y sinuosa hez

Que oscura y tenebrosa

Y de composición más bien pastosa,

A gran velocidad baja por el esfínter

¡CON LA FURIA EL MISMÍSIMO ELMINSTER!

 

Musgo suspira aliviado secándose el sudor. En menudo fregado se ha metido con esta última rima. Comprueba que el público ha quedado en estado de shock y decide rematar sin piedad.

 

Vaya, que Dalmacius, temiendo un sino aciago

Se baja los calzones y, con gesto quejumbroso,

Admite, tembloroso,

Que el condenado laxante su efecto ha causado,

Sin piedad, y tras visitar el excusado.

En resumen: el mago, ejem, se ha cagado.

Y por si eso no fuese poco,

A su mente acude otro pensamiento funesto:

“Maldición… ¡No tengo túnica de repuesto!”.

 

La alocada persecución no ha hecho más que empezar.

¿Lograrán nuestros intrépidos héroes a Firlo atrapar?

 

Musgo hizo una reverencia a su querido público descubriendo de nuevo su melena trenzada mientras sus espectros desaparecían con unos aparatosos chispazos. Con gesto de satisfacción tomó asiento al lado del cadáver de Saltaríntástico y le metió el dedo en la oreja.

No hubo reacción.

Removió el dedo con saña.

Nada.

-Lo que yo decía: Muerto pa´siempre.-. El mediano le dio un mordisco a la pata de gallo para comprobar si también a él le traía la misma suerte que a “Papafrita” Dockwork y se recostó en su asiento, alejado del negrata sospechoso –igual el ioputa quería recrear los 12 Negritos (¡JA!) en medio del certamen…-. Aguardó con impaciencia e ilusión la puntuación del jurado y la continuación del siguiente colega de gremio con gesto de honda satisfacción. En aquel pueblito perdido en ninguna parte, él era el último bastión del espectáculo.

¡Y ESO LE HACÍA FELIZ!

Notas de juego

Opción nº 5: La situación se complica sobremanera: Un avieso ladrón entra en escena. Firlo de Sirlo le llaman, porque todo lo que brilla para sí lo reclama. Y por si un mangante no fuera poco, ahí retorna Dalmacius con rostro de orco: "Malditos seáis por ocultarme el papel higiénico... Ahora voy a hacer de vosotros abono transgénico". Rayos, chispas, fuego e intriga. La aventura se torna delirio, locura y... eugh... boñigas.

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05/08/2019, 22:30
Aren Dockwork

Aren no pudo evitar bostezar, incluso a pesar de que la historia se estaba volviendo interesante, por un instante parecía que estaba a punto de olvidarse de subir al escenario ya que varios minutos pasaron antes de que volviera a aparecer en aquel sitio y una vez mas, tomando asiento sobre un taburete que el mismo llevaba, terminaba mostrando el viejo acordeón con el que empezó aquella velada.

No hay duda de que cierto mago recordaría que era mejor evitar pasar frío antes que terminar indispuesto, sin embargo no era lo que mas preocupaba a Jared y a su buen amigo Gnar, quienes volando salieron de aquel sitio lleno de magia, solo para perseguir a un truhán llamado Firlo de Sirlo.

Una suave melodía empezaba a resonar, los dedos de Aren comenzaban a moverse mientras sus palabras salían sin esfuerzo, puede que no estuviera muy seguro de ganar o el melodrama de su vida personal aguara su humor. Sin embargo, allí estaba, con el rostro algo enrojecido mientras dejaba que aquella melodía acompañara su relato con calma.

Firlo de Sirlo iba confiado, pues saltando de tejado en tejado, nunca nadie lo ha podido alcanzar, aunque nunca antes lo han perseguido seres tan tenaces montando una alfombra voladora. Pronto Sirlo maldijo a viva voz, maldijo su suerte y maldijo la idea de mirar sobre su hombro, sobretodo porque al hacerlo, Jared y Gnar estaban casi respirando sobre su nuca y los dientes preparados para darle una buena mordida.

Aren se inclinó hacia adelante lanzando una dentellada, casi como queriendo emular a Jared, realmente rabiosos debían estar tanto él como su nuevo amigo ya que luego de todas esas molestias, era un vil ladrón quien les arrebataba aquella daga. Pero de pronto, Aren se terminó por derrumbarse contra el suelo del escenario, con silla volando y acordeón aplastado debajo de su cuerpo.

A-así de duro fue el golpe, Sirlo gritaba victorioso aprovechando el desconcierto, Jared lanzaba un alarido mientras rodaba contra un tejado y terminaba cayendo sobre la callejuela mas cercana mientras que Gnar, tuvo la mala suerte de terminar en una chimenea... Ninguno vio, al tener a la presa tan cerca, como una bola de fuego los impacto por uno de sus flancos...

Fue cuando Arene estaba por usar su acordeón para darle algo mas de drama a la situación, que se daba cuenta que su instrumento de segunda mano acababa de jubilarse por culpa suya. Pero eso no lo detuvo ya que pronto se alizaba la ropa y aclarando su garganta, continuó.

A todos mis compadres has matado, pero a mi ni me has tocado, ahora que te tengo lagartija sin ala, prepárate para ser mi nuevo juguete... Esas fueron las palabras que escuchó Jared, él que perseguía su propia venganza, fue alcanzado por la vendetta de alguien a quien subestimó, uno de esos cazadores cuyo nombre él ignoraba, lo miraba con maliciosa sonrisa y una matadragones en mano, esperando su mirada solo para darle el golpe de gracia...

Con esas últimas palabras y sin mas acordeón en sus manos, no dudó en salir del escenario no sin antes realizar una reverencia y entonces, darle el paso al drow para ver si era tan villano como para asesinar al protagonista o mostraría bondad al salvarlo.

Notas de juego

1. Habiendo dejado el hechicero atrás, Jared y Gnar escapan persiguiendo al vil ladrón y aunque lo siguen de cerca, pero de pronto son emboscados por unos mercenarios dirigidos por un rostro familiar, un cazador de dragones que sobrevivió...

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14/08/2019, 17:06
Elenshin Dhalmorel

La historia mejoraba cada vez. ¡Iba de venganzas! ¡De venganzas sangrientas! La de Jared contra Lara, contra Firlo, la del mago cagón, la de Lara contra los dragones... Elenshin no cabía en sí de gozo. La venganza de los drow contra los habitantes de la superficie por... por... por ser lo que eran no tardaría en llegar, pero de momento tocaría para seguir esa historia y acabar describiendo las venganzas. 

El patético humano con su acordeón bajó del escenario y él subió para comenzar con su tétrica música de viola. Iba a describir lo que había pasado, por qué Jared había acabado en el suelo en su persecución del ladrón. 

—De las sombras del callejón,
renqueando, salió el Gran John!
¡Un pequeño dragoncito he atrapado, 
hoy terminará asaeteado!
Una gran ballesta llevaba el Gran John, que era el bandido superviviente, una de repetición, y apuntaba al corazón de Jared. Gnar no podía hacer nada, en una chimenea había caído de cabeza, y Jared estaba condenado. 

—Adelante, dispara miserable
aquí está mi corazón dispuesto
siempre fui bastante amable
salvo con tu jefe directo

Elenshin seguía tocando con maestría, rimando cuando hablaban los personajes, poniendo voces... y también una más o menos neutra de narrador. 
—Al corazón no te voy a disparar
dijo John con torpeza
si realmente te quiero matar
no puedo fallar la cabeza
                   Pero justo después de decir aquellas palabras... ¡Al malvado y pequeño pigmeo le dió un ataque de lumbago! ¡Y no pudo disparar!

—¡Ayúdame esbirro Venancio!
Enorme y gran mozalbete
Ayuda a este bandido rancio
A acabar con ese dragoncete

                    Nuestro héroe no podía huír, si escapaba matarían a Gnar, así que tomando los restos de la alfombra, los lanzó sobre el Gran John, que estaba siendo ayudado por Venancio y se lanzó a aporrear al bandido. Gnar salió de la chimenea justo para ver como lo machababa, y cómo huía Venancio.
Para ya, Jared amigo
deja de golpear esa piñata
pues sin duda soy testigo
Ese ha estirado la pata

               Jared paró de golpear al Gran John, al que ahora se podía llamar el Puré John, y viendo como huía Venancio, meneó la cabeza y habló con Gnar. 
—A éste Venancio dejar escapar debemos
Seguro que vuelve a vengarse
Pero al ladrón de dagas perseguiremos
Antes de que pueda esfumarse 

 

Y dejando así resuelto el trágico incidente, con las cantidades necesarias de muerte y venganza, Elenshin abandonó el escenario, dispuesto a tomarse más cervezas, hacer uno o dos semi-drow con las groupies y quejarse del tiempo, que era el pasatiempo popular entre los campesinos. ¡El también odiaba el sol y la sequía! Eran almas gemelas. Se los entregaría a las sacerdotisas para que las examinaran mejor. 

Notas de juego

. De las sombras de la callejuela emerge un veterano de esta saga, un rencoroso pigmeo entregado al latrocinio y a la venganza: EL GRAN JOHN le llaman, y con su ballesta de repetición del calibre 45 se dispone a reclamar la vida de Jared, escoltado por su gigantesco guardaespaldas, Venancio.

Pero Jared y su gnómico compañero aún tienen una oportunidad... Pues el malaje sufre calambres y un ataque de lumbago se cierne sobre su espinazo mientras apunta la saeta a la testa de nuestro héroe.

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26/08/2019, 17:28
Whitwicky "Musgo" Jerry

Horror.

Pavor.

TERROR.

¡OTRO BARDO MUERTO!

Musgo pegó su espalda contra la pared del establecimiento mirando con suspicacia a todos los presentes. El drow estaba rimando -¡Primicia!- cuando el tal "Acertijos" Keats había estirado la pata. ¡HABÍA AL MENOS DOS ASESINOS SUELTOS EN AQUEL CERTAMEN!

O eso, o Musgo empezaba a volverse paranoico…

Y ahora Vinnie había desaparecido, -sin duda habría ido al baño por el consumo del infame Hidrasec-, quién sabe si para no volver. Había escuchado leyendas de aldeanos muertos por disentería que habían tenido que ser enterrados en frascos.

¡BLEEEEEARGH! ¡Cuán asqueroso!

En cualquier caso, había una verdad incómoda en aquella situación: ¡LE TOCABA POR INCOMPARECENCIA!

Quedaban tres bardos y un gato junto al escenario. Era el momento de sacar la armónica...

* * * * *

Musgo hizo una pirueta para entrar en acción, no sin antes sacarle la lengua al drow. Maldito orejas picudas pellizcador de violines. El público le amaba muy seguramente por su bronceado natural. El muy indeseable se había cargado a su secundario de lujo favorito: EL GRAN JOHN. ¿Qué podía hacer Musgo a continuación?

Una taimada sonrisa se dibujó en el rostro del mediano. Comenzó a tocar su armónica mientras Chester tocaba la batería y Lester, para variar, se dedicaba a hacer la danza del vientre óseo por el escenario.

Jared estaba cansado de repartir mamporros

Y es que desde que había comenzado su andanza

En busca del cazador al que reclamar venganza

Se había cargado chorrocientos bandidos a cascoporro.

 

Con Firlo desparecido en la oscuridad

Nuestros héroes sintieron notable cansancio,

Demasiado para dar matarile a Venancio.

Tocaba retirarse y pensar con tranquilidad.

 

Haciendo uso de un descanso prolongado,

de esos que sanan Dados de Golpe

Y todos los conjuros de toque,

Gnar propone un nuevo plan, ya bastante sosegado.

 

"Atento, Jared: ¡Así es como daremos con el ladrón!

Simularemos ser mercaderes de brújulas de coleccionista

Y cuando haga su aparición el ruin estraperlista

¡¡Le daremos un sopapo directo al mentón!!".

 

Y así, nuestros héroes organizan su ardid,

Gritando en la plaza de la aldea a pleno pulmón:

"¡Coleccionistas y amantes de los puntos cardinales,

Comprad sin dudar nuestras brújulas artesanales!

¡Son muy baratas y no os costarán un riñón!

 

Como las abejas acuden a la miel

Firlo de Sirlo no tarda en aparecer.

Mas si alguno pensaba que el ladrón era estúpido

Va a llevarse una sorpresa de un modo súbito.

 

"Mis estimados señores", comienza el mangante.

"Como experto que soy en la materia, éstas no son originales,

Más bien diría, son réplicas criminales

Y mucho distan de igualar una hoja elegante.

Y ahora que lo pienso,

Cuanto más les observo…

No puedo evitar pensar

Que esos ojos gris acero me vienen a recordar

A un tipo bastante desagradable

Que ayer conmigo cruzó el sable...

¡Pardiez! ¡El gnomo y el matón!

¡Os he reconocido de milagro y sopetón!

¡Tranquilidad, mis señores!

¡Voto a bríos que hay honor entre ladrones!

¡Alcancemos un acuerdo sin violencia!

¡A tal menester, les pido escuchen con paciencia!

Tengo para ustedes una propuesta lucrativa

Que a buen seguro valorarán con buena expectativa:

¡No me importa devolveros vuestra daga esmaltada!

¡Total, soy un ladrón, cualquier día puedo tomarla prestada!

Ahora bien... Sabed que la brújula está hechizada.

Esto sólo lo sabe una mirada avezada.

Firlo hace una pausa dramática.

Una revelación se avecina traumática.

“Intuyo que la daga debe tener notable valor

O el señor Jared no habría cruzado conmigo acero con ardor.

Bien… Es la daga de un asesino de dragones.

La brújula marca el camino de regreso a su portador.

Y aún hay más, queridos señores…

La daga es única, vinculada por un ritual al cazador.

¿Ven esto de aquí? Es su número de fabricación.

Ahora sólo resta al Registro de Dagas una pequeña expedición.

Y la identidad y domicilio del titular

Sabréis sin atisbo de duda albergar…”

 

Gnar y Jared se miraron anonadados.

El truhán era listo, el muy condenado.

De repente, una nueva pista tenían

Pues el paradero de Lara Helgebald, desde algunas lunas seguían.

 

Musgo vio al respetable intrigado por el giro detectivesco de la historia, pero él no podía acabar su intervención sin algo de caos y anarquía… Así que introdujo un cliffhanger de manual mientras Chester aceleraba en un vertiginoso crescendo el ritmo de la percusión.

 

“Me debéissssss una túnica y unosssss calzonesssssssssssssshh”

Siseó una vocecilla maléfica a sus espaldas.

Jared, Gnar y Firlo se giraron sobre sus talones

La voz provenía de una zarigüeya visiblemente cabreada.

 

“Olvidássssssteissssh al viejo Dalmaciussssshhh jiñándose vivo…

Ahora osssssssh voy a demossssstrar lo que pasa

Cuando te roban la alfombra en tu casa

¡Y te conviertessssssh por error

en un roedor bérsssssherker con complejo de divo!”

 

Musgo dejó al personal con intriga y suspense y tomó su asiento mirando suspicaz a todos lados por si alguna daga volaba en dirección a su espina dorsal. Aquel certamen estaba alcanzando cotas de letalidad nunca vistas por el joven bardo.

Notas de juego

Jared y Gnar se hallan en una encrucijada. ¿Cómo atrapar al ladrón llamado Firlo de Sirlo? ¿Recuerdan? ¡Ese que cada brújula que ve para sí la birla!

Pero he aquí que Gnar, con gnómica astucia, argumenta a su amigo dracónido un plan que emerge de su despierta sesera: ¡Organizarán un ardid para el ladronzuelo! ¡Se disfrazarán de mercaderes y simularán vender brújulas de coleccionista! ¡Y cuando Firlo acuda a mangarles, cosa que no podrá resistir...! ¡Ay! ¡Con ellos se las verá el vil tunante!

Pero cuidado... Una sombra acecha en la oscuridad. Una sombra hedionda con su orgullo y calzones heridos. El rencoroso Dalmacius, convertido en iracunda zarigüeya -la disentería le distrajo al lanzarse el conjuro Polimorfar-, trama su vengativo retorno.

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04/09/2019, 00:14
Vinicius Lian Telameto

Vinicius apareció por el pasillo que conducía al wc, su andar de prieto culo daba a entender que la discursión con un cliente acerca le la eficacia del hidrasec no había acabado de buenas maneras. Con cara de circunstancias, trato de recomponerse,  al menos desde la taza del inodoro había escuchado malamente las actuaciones de sus rivales.

Así pues saco un pañuelo de su chaqueta, se seco la sudorosa frente y subió decidido las escaleras del escenario, por supuesto lanzando una fugaz mirada al jurado. Las ventas…iban bien, pero mejor… derivar las mismas a otro tipo de productos no farmacéuticos, estaba claro que el crecepelo debería esperar para otra ocasión.

Sus brazos se agitaron tratando de captar la atención del publico y cuando el silencio llegó este comenzó su actuación

 

ESCUCHAR MI BUENA GENTE! YO SE LA VERDAD!

Ojos inyectados en sangre, espuma en boca y tufo mal oliente

Un mago venido a menos dalmacius el pestilente!

Rayos truenos! Magia! Olor a carne quemada!

Un muerto el truhan de firlo, Frito, frito y refrito

Avispado Jared,  oculto tras el mostrador, gallina o dragon?

y sorprendente gnar  que tras la frase " odio las ratas"

cachopo chafado de zarigüeya creó, solo basto con un pisoton!

y asi acabo la trifulca de la forma mas absurda!

 

Vinicius dejo que la gente asimilara la información entre murmuros y algun que otro abucheo, tal vez, no era la lucha épica que esperaban, pero a el le venia como el anillo al dedo!

Y todo esto no hubiera pasado! si RATIBROM hubieran comprado! RATIBROM! acaba con las ratas, zarigüeyas , cucarachas, suegras y todo tipo de bichos al instante! RATIBROM! es tu mejor opción!

 

Al ver el ceño fruncido de varios jueces, Vinicius carraspeo con consistencia y remato su actuación! - SAbed buenas gente, que tras tal disgusto a la posada volvieron y con unas copas de hidromiel una decisión tomaron! viajar a donde la brujula llevará, en busqueda de Heldebald! la matadragones, la malvada!

Su actuación finalizó, al bajar las escaleras, muchos interesados se agruparon en torno a el, por lo visto existia demasiada suegra molesta!

.

Notas de juego

3. La zarigüeya desintengra a Firlo con su conjuro más poderoso un segundo antes de que Gnar la aplaste con una de sus zapatillas. Huyendo de los cadáveres (otra vez) después de recuperar la daga del cuerpo de Firlo, acuden a una taberna a relajarse. Allí, deciden que seguirán a Heldebald con la brújula, aunque seguro que es una trampa.

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12/09/2019, 21:32
Aren Dockwork

Luego de la última presentación, hasta el propio Aren habría comprado ese producto, estaba claro que podía lidiar con toda clase de alimañas y sin embargo, pronto negaba, intentaba mantenerse centrado en lo que importaba y eso era la historia, aunque ya tenía un par de instrumentos destrozados. Por fortuna, en la audiencia había un luthiera que casualmente su piel era azabache, de ojos rojos y orejas puntiagudas, uno que podía sacarlo del apuro, aunque por lo visto, no llegó a tiempo ya que pronto debía salir de nuevo.

Hidromiel!

Se apresuró a decir Aren mientras subía al escenario apresurado, quiso esperar a último momento para al menos subir con un acordeón, con algo, al menos una cuerda tensa en un palo. Pero no importó, no podía estirarlo mas y dejar que el público ganara un humor hostil hacia él por dicha espera. Así que al final se hizo con el escenario, apresurando la primera palabra solo para que no le quitaran su turno.

Hidromiel fue lo que tomaron, 

por una rata que mataron,

un ladrón que esfumaron,

y una daga que recuperaron.

Una rima fácil, algo sacada por desespero mas que por arte en si, pero si la melodía no iba a acompañar su narración, no le quedaba mas que intentar afinar las cuerdas y con algo de suerte, lograr sorprender a mas de uno mientras que a sus pies, aquel gato se mantenía tan serio como si vergüenza ajena sintiera.

Una ronda tras otra disfrutaron, 

buscando quitarse ese amargo sabor,

de no estar cerca de Heldebald,

aunque con dicha daga en sus manos, 

pronto esperaban atraparla.

 

Pero cuanto mas hidromel tomaban, 

mas los sentidos perdían,

mas malos los chistes eran,

y hasta Jared confesó su naturaleza,

cosa que para Gnar no fue mas que otro chiste.

 

Fue entonces cuando Jared se decidió,

si a Gnar arrastraría a su venganza, 

mostrar su verdadero yo debía,

producto de la bebida posiblemente,

pero antes de que pudiera mostrarse siquiera una garra,

Jared vio a su amigo en el piso,

justo antes de que él sintiera dicho piso en la cara.

Hasta ese momento Aren no pensaba que lo estuviera haciendo tan mal, aunque hacía unas cuantas frases que su gato lo había dejado solo en el escenario. sin embargo cuando estaba por terminar, notaba como en el fondo de la sala, el supuesto lutier de ojos rojos y cabello níveo, se estaba yendo...

Fue así que Jared y Gnar drogados fueron, no terminaron con un ladrón y un hechicero que otro rval mas se encontraron, uno desconocido, uno que en medio de una taberna llena de gente, los pudo secuestrar para que al final, ambos terminaran despertando en un oscuro calabozo y no los que se ven en algunos burdeles, sino uno en donde le queman los pes a los prisioneros o incluso, les arrancan la lengua.

Terminaba diciendo de forma apresurada, antes de saltar del escenario y así, correr en un intento de recuperar sus instrumentos, aunque sin duda alguna eso debía tener relación con la desaparición de algunos concursantes... Sin duda alguien estaba poniendo mucha plata para ganar ese certamen. 

 

Notas de juego

3. tras último vaso de hidromiel ambos pierden el sentido y dan de bruces contra la mesa, probablemente drogados.
Cuando abren nuevamente los ojos se encuentran dentro de un húmedo y lúgubre calabozo.

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16/09/2019, 23:44
Directora

Notas de juego

Aquí tengo que hacer una aclaración chicos: Gnar ya sabía que Jared era un dragón... 

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20/09/2019, 15:32
Elenshin Dhalmorel

Por supuesto, Elenshin no había comprado los productos para matar ratas, luego las arañas se las comían y se envenenaban. No con su veneno, sino con otros peores. Pobres arañas. 

Elenshin escuchó después como Aren metía a los protagonistas (pues el gnomo ya era también deuteronista o así llamaba su profesor de historias al ayudante del héroe antes de que sus alumnos se aburrieran y se lo dieran de comer a las arañas gigantes) en problemas, en una mazmorra. ¡Y se los dejaba así! Nunca había tenido Elenshin una oportunidad semejante, se lo habían puesto a huevo, el Drow se arrojó más que subió al escenario... 

Allí estaba, delante de todos, las últimas actuaciones habían sido... pobres. Y eso siendo generosos, pero él... el bardo drow... tenía una genialidad preparada. Le habían dejado un dragón... en una mazmorra. ¡Un dragón en una mazmorra! ¡El clásico legendario! ¡Ahora podía animar a todos los presentes!

—¡Queridos espectadores, habéis escuchado a mis amuermados predecesores... pero ha llegado la hora de animar esto...!

La magia bárdica corría por las venas del joven drow. Creó unos instrumentos fantasmales que empezaron a tocar a su son... 

—¡La historia de Jared y su amigo Gnar! ¡En canción! —el público se volvió loco, habían reconocido de que iba eso. 

—Jared estaba triste, estaba desesperado, no escaparían nunca, pero Gnar... Gnar era un gnomo bardo, y sabía cantar, y sabía que podía animar a su amigo, así que... comenzó a cantar esta canción...

La música era la mejor, todo el respetable comenzó a botar al reconocer los acordes... ¡Aquel era el tema más famoso del mundo! Bragas y sujetadores cayeron sobre Elenshin... que los esquivó con habilidad y cantó...

(por favor, dadle a la música, es mucho mejor así) 

—Cantamos sobre un mundo fantástico
lleno de seres extraños  
la señora más oscura
Nos la pone muy dura 
Tú el dragóoon, tu el gnomo
Zarigueya mago y el bandolerooooo

Dragones EN mazmorras
un sitio infernal  
se oculta entre las sombras
Lara Heldebald 

Había un mago lleno de perversidad
peligroso y fatal
Pero acabamos con su maldad    
no nos destruirá 

Dragones EN mazmorras
en la mazmorra infernal  
se oculta entre las sombras
Lara Heldebald 

El hidromiel era mágico
la mamorra sensacional
los barrotes insalvables
la fuerza de Jared memorable
y el dragón se tuvo que poner serio 
los amigos unidos así escaparemos...

Dragones en mazmorras
escapando del mal 
se oculta entre las sombras
Lara Heldebald

Era un gremio llendo de perversidad
peligroso y fatal 
tenemos que escapar de su maldad 
o nos destruirán.

Dragones EN mazmorras
un sitio infernal  
se oculta entre las sombras
Lara Heldebald 

Dragones EN mazmorras
un sitio infernal  
se oculta entre las sombras
Lara Heldebald 

Todo el público había bailado y tenían puestas sonrisas en la cara, Elenshin sonrió, era su mejor canción, los tenía a todos comiendo de su mano. Y sólo había tenido que hacer algunos ajustes para que encajara con la historia. Ahora, después de hacer bailar a todo el público, narró. 

—Y así, animado por la canción de su amigo, el dragón Jared, con su fuerza, logró hacer un pequeño hueco en los barrotes para que pasara Gnar. El gnomo tomó la llave de la celda, que estaba sujeta a un clavo en el muro de enfrente (como mandan los cánones) y abrió la puerta para escapar entre instrumentos de tortura, pasillos y celdas del gremio de  ladrones. Sí, era allí donde estaban, pues les habían capturado para vengarse de las muertes de Robin, John y Firlo. (Sí, ya eran muchos ladrones liquidados). 

—Poco después (y unos pocos ladrones asados más) llegaron al despacho del jefe, Gnar desactivó las trampas. Con la brújula y los mapas, vieron que la brújula de la daga les mandaba en dirección a una fortaleza a unos pocos cientos de leguas. El mapa decía que era la guardia de la legendaria cazadragones... Lara Heldebald.

Elenshin hizo una reverencia y después de dejar el pabellón muy alto y la historia en un punto donde podían continuarla, se retiró a recibir los corazones de las groupies.

Notas de juego

4. Jared y Gnar están en las mazmorras del gremio de ladrones. Y estos quieren venganza por liquidar a Robin, a John y a Firlo. Sin embargo, cuando van a torturarles, nuestros héroes escapan a base de maña (Gnar) y Fuerza dragonil (Jared) para llegar al despacho del jefe del gremio y encontrar la localización de la fortaleza de la famosa cazadragones Lara Heldebald. 

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29/09/2019, 21:27
Vinicius Lian Telameto

Vinicius pidió un trago doble y por un fugaz momento, un pensamiento cruzo su mente, como diluir una buena dosis de mata ratas en la bebida del drow. Las ventas del RATIBROM parecían que iban a batir todos los records!... hasta que subió el rarito con la  dichosa cancioncita famosa.

Cierto que había sido la canción del verano junto con la de despacito,  pero había sido quemada a reventar!, como era posible que aun la gente lo diera todo?.

De repente una idea ocupo su mente! si no puedes con el enemigo únete a el!, la sonrisa volvió a su cara, mantuvo una escueta charla con unos músícos que se hayan en una mesa al lado y presto corrió a subir encima del escenario.

Emocionado publico! escuchad! escuchad! pues una sorpresa os voy a dar! , Vinicius movió las manos de arriba abajo, tratando de calmar a las masas.

A las puertas de la imponente fortaleza del clan Helgebald se hallaban Jared y Gnar.

Un paso bastaba para alcanzar la batalla final!, pero las puertas era necesario derribar!

así que tras mucho sopesar! Gnar con la solución supo dar!  y  frente a la puerta haciendo un CALVO comenzó a cantar!

Vinicius dio la señal y los músicos empezaron a tocar!, con los primeros acordes el gentió empezó a gritar, todos conocían la canción!

Ay
JARED
DY
Oh
Oh no, oh no
Oh yeah
Diridiri, dirididi GNAR
Go

Sí, Larita sabes que ya llevo un rato buscandote
Tengo que bailar contigo hoy
Vi que tu brujulita ya estaba llamándome
Muéstrame el culito que yo voy (Oh)

Despacito
Queremos atar tu cuello despacito
para que jared que te diga cosas al oído
Para que te acuerdes si no estás conmigo

Despacito
Queremos desnudarte a fuego despacito
Firmar a fuego en las paredes de tu laberinto
Y hacer de tu cuerpo todo un estropicio (sube, sube, sube)
(Sube, sube)

Los miembros del jurado abrieron los ojos como platos, esto se le estaba yendo de las manos, el concurso se estaba transformando en un desmadre berbenero, sin embargo, muy a su pesar, no se atrevieron a cortar la actuación, el gatillazo musical hubiera sido demoledor y las consecuencias terribles.

Al acabar Vinicius alzo las manos victorioso y grito en voz alta

Y despacito! se abrieron las puertas! y en ellas apereció lara Helgebald! Su rostro era TODO FURIA! ERA  EL MOMENTO DE ENTRAR!

Tras esto bajo del escenario entre vitores y aplausos, por una vez no intento vender nada, las caras desencajadas y los ceños fruncidos del jurado ya eran todo un poema, mejor no forzar...

 

Notas de juego

 OPCION 1.Jared y Gnar llegan a las afueras de la fortaleza, esta se alza imponente, tras estudiarla con detenimiento, sopesan cual es la mejor opción, y deciden tratar de entrar.