Partida Rol por web

Ricardo sale a atender al siguiente cliente que resulta ser su amiga Silvia. Silvia está algo pálida, como si estuviera algo pachucha. Ahora mismo no queda nadie en la tienda ya que la madre de Ricardo acaba de despachar a otro cliente y decide ir a la parte de atrás de la panadería (donde está el horno) a ver como está la última hornada de bollería.

Al entrar en la panadería, el olor a pan recién hecho y a bollería parecía darle la bienvenida a Silvia. Dejó el paraguas en una papelera que había junto a la entrada.

- Buenos días... Buff... Vaya tiempo que hace... - Empezó a saludar a Ricardo según se acercaba al mostrador. Silvia llevaba unos tejanos ajustados, remetidos dentro de unas botas forradas de piel. Se bajó un poco la cremallera del anorak blanco que llevaba. Debajo se podía ver un jersey de lana y cuello alto. 

- ¿Te queda pan de pasas y  nueces? - La joven se había detenido delante del mostrador y poniéndose ligeramente de puntillas, alargaba el cuello para poder ver los pasteles que se mostraban tras el joven. Su rostro estaba ligeramente pálido, pero intentaba aparentar un ánimo que distaba mucho de sentir.

Ricardo salia con una leve sonrisa en su rostro mientras notaba como Silvia parecía algo pálida, como si estuviera enferma o hubiese recibido una noticia realmente mala. Con lo que pasó y por como le pedía aquello sin mostrar mucho malestar, puede que sea mas lo segundo que lo primero.

Eso depende... ¿Tienes tiempo para hablar un rato?

Eran sus palabras mientras sonreía un poco de lado, aunque antes de esperar una respuesta pronto se ponía los guantes descartables para poder buscar lo que ella le pidió. Podría haberle preguntado aquello directamente, pero eso no era su estilo y menos con una chica como Silvia, no quería parecer solo un interesado.

Silvia entrelazó su mirada castaña con la de Ricardo. Pestañeó un par de veces mientras sus pupilas se encogían. 

- Sí, bueno, claro... ¿Ocurre algo? - Le preguntó extrañada, lanzó una mirada de soslayo a la cafetera, parecía estar fría, debía hacer rato que no tenía trabajo. - ¿Que estás aburrido? - Una sonrisa sesgada se perfiló en sus labios.  - ¿Me preparas un café y hablamos tranquilamente...? - 

Ya había tomado uno con Carlinhos, pero volvía a sentir frío debido al temporal de fuera. Mientras esperaba se sacó el anorak y se sentó en una de las mesas. 

No te enteraste?

Le preguntaba esperando que no le hubiese pasado como a él, prácticamente todo el mundo ha estado hablando de la nueva desaparición, la cual ya estaban seguros de que se trataba de un secuestro. Pero al ver como ella parecía dispuesta a hablar con él un rato mientras tomaban algo, no dudaba en asentir ante su oferta ya que después de todo no había mas clientes.

Era así como Ricardo apartaba lo que Silvia le había pedido antes para luego preparar dos cafés y un par de facturas para acompañar. No le llevó mucho tiempo terminar sentado ante ella luego de darle su café y ofrecerle aquellas medialunas, ella no podría decir nunca que él no cuidaba esos detalles, ademas haría mas amena la charla.

Es sobre la desaparición de la chica anoche... Tu conocía a una que le pasó lo mismo verdad?

Al grano, no había otra forma de encarar aquella conversación y la verdad es que a él no debería importarle mucho, esa noche era su noche libre, salir de fiesta como hacía tiempo que no hacía, pero a pesar de todo eso, la curiosidad y el pedido de su madre, hacía que se mostrara preocupado por el asunto.

Una mueca se dibujó en los labios de Silvia cuando Ricardo le habló del secuestro. Asintió con un ligero gesto de cabeza.

- Sí, leí la noticia... Me la ha ensañado Carlinhos... - Cogió el sobre de azúcar y tras sacudirlo un poco vertió su contenido en el café. Se había quedado en silencio, pensativa, mientras lo removía con la cucharita. Tras unos segundos de tenso silencio, volvió a centrar su mirada en la de Ricardo y una sonrisa nerviosa se perfiló en sus labios.

- Hace ya tres años de eso... La chica a la que secuestraron era mi mejor amiga. Como la policía parecía no tener ni idea de lo que había ocurrido, decidimos investigar por nuestra cuenta. Y lo que encontramos fue... - Un suspiro salió de sus labios. - horrible... - Aquella noticia había removido demasiados recuerdos. Distraídamente se llevó la taza a los labios y bebió un pequeño trago. El calor del café la reconfortó.

- Son demasiadas coincidencias, pero no, no pueden ser los mismos... - Se negaba a esa posibilidad... Aquello había terminado... 

A mi me lo dijo un amigo de mi padre, me tomó por sorpresa...

Era su comentario mientras le daba un sorbo a su propio café, no había nadie mas por lo que no era problema acompañar a Silvia con el café, era una suerte que ella llegara justo en ese horario aunque por otro lado, sabía bien que el tiempo libre en ese lugar nunca era algo seguro.

Horrible? La verdad es que no lo se... Es curioso que pase algo parecido y en esta misma zona, debió haber sido difícil Silvia y creo que es algo que te guste recordar pero, quisiera que me lo dijeras todo... No es que vaya a salir a buscar a la desaparecida, pero eso le puede pasar a cualquiera.

Le terminaba diciendo deseando saber mas detalles y puede que sea realmente por metido, él no pintaba nada en ese asunto y ya tuvo suficiente con tener que hacerse cargo de todo lo que hacía su padre. Pero lo cierto es que no le gustaría nada que algo así le pasara a su familia, quería saber mas por si hay alguna forma de cuidarse.

Silvia le dio un sorbo al café y cogió una de las medialunas, llevándosela a los labios. Tras darle un mordisco la dejó sobre el plato y miró nuevamente a Ricardo. Acababa de pedirle que le explicara todo lo que había ocurrido... Hacía tanto tiempo de aquello y había intentado con tantas fuerzas olvidarlo, que ahora tan sólo recordaba pequeños fragmentos. Como si todo aquello formara parte de una barata película de terror.

Inconscientemente llevó la mirada a su mano. El dolor que había sentido cuando se rompió la muñeca había sido tan fuerte, que ahora que volvía a pensar le dio la impresión que ésta se resentía.

Tras unos segundos de silencio y pensamientos, volvió una vez más sus ojos almendrados hacia Ricardo.

- Secuestraron a Silvia, no sé si la conoces, es una muchacha pelirroja que ha venido varias veces conmigo. Fue atacada de noche. Yo estaba trabajando y al salir a despejarme oí unos gritos. Encontramos a Paula que también había sido atacada... La policía no sabía nada pero nosotros no queríamos hacernos a la idea de haberla perdido. Así que decidimos ir unos días a una casa que tenían los padres de Xabier en la montaña... - Por un momento se quedó callada. Sus pupilas se habían dilatado mientras los recuerdos iban regresando poco a poco... Había pasado mucho miedo, pero allí fue donde se enamoró de Alvaro... Un suspiro salió de sus labios y tras pestañear un par de veces volvió a entrelazar su mirada con la de Ricardo... - Un desconocido entró en la casa y nos quiso atacar. Era alguien muy extraño, le disparamos pero aún y así consiguió huir... Sinceramente, no recuerdo bien cómo, pero descubrimos dónde se encontraba Silvia. Creo que fue por una libreta de la policía que llegó a nuestras manos. Conseguimos armas y nos dirigimos hacia allí... Hubo disparos... Creíamos que no podríamos salir de de aquel lugar, pero... finalmente conseguimos encontrar a Silvia y sacarla sana y salva... - Según había ido explicando lo ocurrido, su voz fue apagándose...

Armas de fuego, situaciones peligrosas y muy arriesgadas, Silvia si que puso su vida en peligro por su amiga y eso era digno de admiración, pero no le gustaba nada como sonaba todo eso... Era como la trama de una película de terror, esas al estilo masacre de texas o martes trece. Pero al saber que eso fue real, le daba a todo el asunto un aire mucho mas inquietante, sobre todo si lo que pasó estaba relacionado con lo que su amiga le contaba.

Eso fue muy peligroso... No le dijeron nada a la policía?

Lo lógico era darle la información a la policía para que hiciera las investigaciones pertinentes, pero la verdad es que a veces no hacían caso a nada por mas que estuviera ante sus ojos... De todas formas, Silvia debía recordar el sitio en donde encontraron a su amiga, es algo tonto pensarlo, pero no había otra cosa que le pudiera servir. 

Que tal si vamos a ver ese lugar? Solo por si acaso, tal vez no sea lo mismo que pasó aquella vez, pero al sujeto no lo atraparon.

Terminaba diciendo, era una locura, arriesgado, pero seguía sin gustarle nada la idea de que algo como eso siguiera pasando cerca de su familia y sus amigos. Seguramente la policía ya estaba haciendo aquel registro, pero si daba las cosas por sentado sin averiguar, podría equivocarse.

El café y la medialuna yacían olvidados sobre la mesa. Silvia mantuvo la mirada de Ricardo y una sonrisa nerviosa empezó a asomar en sus labios.

- Sí, la policía sabe lo que ocurrió... Éramos jóvenes... - Habían pasado tan sólo tres años y la muchacha hablaba como si hubiera pasado mucho más tiempo. - Y... pensábamos que la policía se equivocaba. Estábamos preocupados por nuestra amiga y decidimos ir por nuestra cuenta - . Bajó la mirada, apartando sus pupilas de Ricardo y vio el café olvidado. Con mano ligeramente temblorosa lo volvió a coger y se lo llevó nuevamente a los labios. Tras darle un trago lo volvió a dejar sobre su platito y un suspiro salió de sus labios.

- La casa ardió... Conseguimos escapar por los pelos y llevamos a Silvia al hospital. Allí nos pusimos en contacto con la policía, y cuando se presentaron en el lugar de los hechos, la casa estaba ardiendo. No encontraron los cuerpos, tan sólo el de un par de perros en el jardín... - La joven se mordió el labio indecisa. Todo aquello que le acababa de explicar a Ricardo era secreto, nadie les había imputado porque no habían encontrado nada... Alargó ambas manos, tomando una de las del joven y lo miró a los ojos, casi suplicante...

- No sé porqué te he explicado todo esto -. Su rostro se había sonrojado ligeramente y sus pupilas se empequeñecieron mientras sus pestañas aletearon un par de veces... - En su día decidí no hablar del tema con nadie, hasta hoy... Supongo que al ver la noticia necesitaba abrir mi corazón... Pero... Por favor... Que quede entre nosotros... Nadie presentó denuncias, pero no actuamos legalmente y preferiría que no se removiera mucho la mierda... -

Ricardo escuchaba con atención las palabras de Silvia, notaba como ella misma parecía tener algo de problemas para recordar los detalles e incluso, se notaba que no le gustaba mucho hablar de eso. Realmente debía apreciarla por el esfuerzo que hacía para contarle aquello cuando en realidad, no hacía mucho que se empezaron a hablar o al menos, no lo suficiente como esa clase de revelaciones y aun así, allí estaba ella narrándole lo que pasó.

Tranquila, mis labios estan sellados... Pero todo eso tiene un aire extraño, algo que no me gusta y que ahora haya pasado lo que pasó... La verdad es que no me gusta nada Silvia.

Una sonría de lado se dibujaba en sus labios para darle seguridad en que no le fallaría, aunque pronto dejó escapar un suspiro apesumbrado... Lo que escuchó tenía cosas que no le estaban gustando, era todo muy raro y la posibilidad de que aquel nuevo secuestro estuviera relacionado con lo que pasó antes, le daba una sensación escalofriante.

Espero que la policía haga algo... Ver si el dueño de la cabaña quemada tiene mas propiedades o algo así... Puede que no este relacionado, pero no lo atraparon.

Terminaba diciendo, recordando que se les escapó y eso nunca era bueno, incluso en las peliculas en la que el "malo" escapaba, siempre volvían con una segunda parte y hasta una tercera... Eso no era una película, era la vida real por lo que le gustaba menos aun esa idea.

Silvia bajó la mirada hasta centrarla en sus manos, entonces se dio cuenta que continuaban sujetando la de Ricardo y le soltó, sonrojándose ligeramente.

- A mi tampoco me gusta... - Empezó a decirle subiendo la mirada y clavándola en los cristalinos ojos del joven. - Pero supongo que la policía ya sabrá dónde buscar... - Se mordió con delicadeza el labio. Ya se metieron en problemas hacía tres años, y no deseaba volver a pasar por lo mismo.

- Sí, sé que es preocupante, pero nosotros no somos investigadores... Hablaré con Xabier, su tío es policía, a ver qué saben... Pero no creo que podamos hacer más - . La joven intentó sonreír, aunque más que una sonrisa sus labios dibujaron una suave mueca.  

Ricardo no pudo evotar sonreír nuevamente de lado al ver como ella apartaba la mano de aquella forma, esos gestos no le desagradaban nada y menos al ver como se sonrojaba. Pero siguiendo el hilo de la conversación, no pudo evitar pensar que tenía razón, ellos no eran miembros de la fuerza policial, tampoco investigadores y aunque Silvia parecía saber usar un arma de fuego, eso no era legal... Cierto que él no era muy seguidor de las reglas y cosas así, pero eso era un nivel mucho mas allá de su alcance.

Tienes razón, ellos deben saber que hacer... Por cierto, cambiando de tema. ¿Esta noche sales?

Le terminaba dando la razón y luego de notar aquella mueca, no tardaba en buscar cambiar de tema, algo brusco y sobre algo completamente diferente. Ya hablaron suficiente de algo que a Silvia le incomodaba por obvias razones, mejor era distraerla con algo menos oscuro, aprovechando que era su noche libre luego de tanto tiempo.

El cambio de tema le pilló a Silvia desprevenida. Pestañeó varias veces y sonrió.

- Hoy trabajo... - Suspiró mientras una mueca se dibujaba en sus labios. - Podrías pasarte algún día por el Pepa a Loba, Diego y Xabier suelen venir bastante... - El Pepa era el local donde trabajaba la joven. Llevaba bastantes años allí y era la encargada. 

- Ahora mismo vengo de hacer un pedido. Y no tardaré en irme... Todavía tengo muchas cosas que hacer antes de ir a trabajar - . La joven se sorprendía de lo fácil que le era hablar con Ricardo. Él era más amigo de Diego y tampoco habían coincidido tanto como para sentir esa naturalidad.

Al escucharla no pudo evitar sonreír un poco mas, la verdad es que le estaba gustando pasar tiempo con Silvia e incluso, era mejor que ayudarla con su tarea o solamente venderle pan o algún que otro café. Pero que le dijera eso, era algo que no le venía nada mal ya que era a ese lugar al que iba a ir en aquella noche.

La verdad es que voy a ir a ese sitio, espero que me hagas un descuento.

Le soltaba dejando escapar una leve risa ante su comentario, pero al menos todo indicaba que a pesar de todo lo que ella le contó y lo que pasó, aquella noche no iba a estar nada mal. Claro que dudaba que su madre estuviera tranquila luego de escuchar la noticia, pero había esperado por una noche libre y no la iba a desperdiciar.

Es una pena que te tengas que ir pronto, aunque con toda la gente que hay dudo que me aburra.

No había nadie con ellos, pero era su forma de decir que apreciaba su compañía o al menos, disfrutó poder hablar con ella de una forma relajada. Seguramente sería mucho mejor si lo volvieran hacer y no mencionaran el secuestro, él mismo ya no tenía nada mas que preguntarle, por lo que no planeaba sacar ese tema nuevamente.

Silvia sonrió ante la petición de Ricardo. Normalmente a sus amigos siempre o les invitaba a una copa a algún chupito. Eso sí, siempre que ella estaba en la barra. No sería la primera vez que estaba liada, comprobando los últimos retoques para el concierto de la noche. 

Terminó de beberse el café y enarcó una ceja mientras una sonrisa se perfilaba en sus labios.

- Oh... Todavía no me voy... Aunque no tardaré. Pero esperaré a ver si afloja un poco... - Deslizó sus pupilas hacia el gran ventanal, mirando como la lluvia caía incesante. Suspiró y volvió a entrelazar sus ojos con los de Ricardo, acababa de recordar la conversación sobre cine que había tenido con Carlinhos.

- Por cierto, ¿tú has visto Matrix? Estuve ojeando el periódico para animarme a ir al cine y Carlinhos me la aconsejó. Pero no tengo ni idea de que es ni si me gustará. También hay una que me llamó la atención... Uhmmm... ¿Cómo se titulaba? - Sus pupilas se empequeñecieron y apartó ligeramente la mirada mientras se concentraba en el título... Lucha... Terror... ¿Cómo era? Se mordió el labio y finalmente recordó el título. - Sí, ya sé... El club de la lucha o algo así... -

Una vez mas Ricardo sonreía de lado al escuchar a Silvia, la verdad es que no debería, pero no podía negar que le estaba gustando mucho hablar con ella, sobretodo en esos instantes en que dejaron los asuntos oscuros atrás. En cuanto sacó el tema de las películas, Ricardo le daba un sorbo mas a su café antes de asentir.

Si, se de que va, es sobre un mundo en donde los humanos son como el alimento de las maquinas, pero ellos no lo saben... También me la recomendaron.

Le empezaba diciendo con calma aunque al escuchar sobre el club de la lucha, él no iba a negar que prefería mil veces ver esa película. Le dijeron cosas muy buenas y ya por el nombre se nota que es de acción, son las que mas le gustaban en realidad.

Yo vería el club de la lucha antes que Matrix la verdad, parece ser una buena película, ademas el prota no es mal actor.

Le terminaba diciendo con una media sonrisa mientras estiraba su mano para buscar una media  luna, esperaba ver que opinaba ella aunque solo esperaba el pase para poder arreglar un dia en que pudieran juntarse para ver esas películas... Lo cierto es que hacía mucho que no hacía algo como eso.

- ¿Alimento para máquinas? - Los ojos de Silvia se abrieron como platos al escuchar la explicación de Ricardo. - No había oído nada de esa película. Pero la verdad, tampoco me llama mucho... - Carlinhos le había dicho que estaba muy bien la película. Pero... ¿Cómo iba a estarlo cuando trataba de semejante chorrada? ¿Cómo iban a servir los humanos como alimento de máquinas? Que gustos más extraños que tiene Carlinhos...

- Bueno, cuando pueda ir supongo que iré a ver esa del Club de la lucha. He visto que sale Brad Pitt - . En este momento sus ojos brillaron ligeramente. - Y Edward Norton... Éste último es muy buen actor. ¿Has visto Las dos caras de la verdad? Es buenísima... Y la de American history X... - Silvia no sabía cuándo había derivado el tema de conversación hacia el cine, pero era algo que le gustaba, aunque su escaso tiempo libre le impedía disfrutar normalmente.

Al escucharla el se encogía de hombros, la verdad es que él mismo no estaba seguro que tan así era, aunque lo cierto es que las películas de ciencia ficción nunca dejan una buena impresión en él últimamente. Pero en cuanto menciono lo de ir a ver el club  de la lucha, no pudo evitar sonreír un poco mas de lado.

Podríamos verla juntos, es mejor que andar viendo películas sin compañía.

Le terminaba diciendo antes de asentir ante aquellas afirmaciones sobre los actores, parecía que encontró a una chica que disfrutaba de las películas y eso le gustaba. al menos era algo nuevo en su vida, conocer a una chica que tenga esos gustos y que hable libremente sobre esas cosas.

American History no la vi, últimamente tengo ganas de ver las viejas películas de acción, aunque con la panadería apenas hay tiempo para ver varias como a mi me gustaría hacer. 

Tu teléfono móvil vibra en tu bolso, cuando miras ves un mensaje de tu amiga Silvia. Te recuerda que por la tarde hay un partido de fútbol que va a ir a ver con Michi.

"Hoy juega Xabi en As Cancelas. ¿Irás al partido?"

Puede que sea un buen momento para hablar con ella y conocer de primera mano si se ha enterado de la noticia que copa la primera plana de los periódicos locales.