Partida Rol por web

Cafetería Agarimo

La cafetería a donde os dirigís queda a un cuarto de hora o veinte minutos andando despacio desde el campo de fútbol. Queda en la plaza de Cervantes y es una zona de bastante tránsito de peatones.

A la hora que llegáis no está muy concurrida, salvo un par de mesas a la entrada que tienen a gente tomando café. Diego decide que es mejor coger mesas en la parte de atrás del local así estaréis todos juntos y podréis hablar. Además de que os da algo más de intimidad para hablar del secuestro.

Entre todos juntáis un par de mesas y os sentáis esperando a que el camarero os sirva primero las bebidas antes de empezar a hablar.

Tras finalizar el partido Ramón te indica a donde irá su sobrino con el resto de la tropa: la cafetería Agarimo. Queda en la plaza de Cervantes a unos quince o veinte minutos andando despacio desde donde estás por lo que puedes ir perfectamente hasta allí.

Caminas hacia la entrada y desde la puerta los ves al fondo. Acaban de juntar unas mesas y seguramente empiecen a pedir bebidas dentro de poco.

Silvia había caminado junto a sus amigos, en silencio y con semblante pensativo. No se sentía del todo cómoda con la presencia de Álvaro. Había creído que todos aquellos meses habrían servido para enterrar sus sentimientos. Pero tenerlo de nuevo allí, estaba removiendo cosas olvidadas...

Se sentó en una de las sillas y colocó el bolso sobre sus rodillas. Pidió una coca-cola, intuía que la noche sería muy larga y necesitaba mantenerse bien despierta. 

Además, toda aquella gente desconocida ¿qué hacía allí? Nadie sabía lo que había ocurrido hacía tres años y habían tomado la decisión de no hablar de ello. Ahora que la historia parecía repetirse, la joven creía que no era buena idea meter a tanta gente en aquello. Además, ¿qué vamos a hacer nosotros...? Se preguntó mientras cogía el vaso que acababan de traerle y se lo llevaba a los labios. 

Sintió el estallido de sabor dulce y gaseoso en su paladar, junto al toque de limón que siempre le ponían. Dejó de nuevo el vaso sobre la mesa y miró a sus amigos...

- Voy a tener que irme en un ratito... - Les dijo torciendo los labios en una mueca. Se reunían pocas veces y le sabía mal tener que irse tan pronto, pero aquella noche trabajaba y antes tenía que pasar por su casa para arreglarse. - El partido no ha estado tan mal, así que alegrad un poquito esas caras... - Les dijo guiñando un ojo. Sabía por qué estaban así, ella también sentía un extraño retortijón en el estómago al recordar lo que ocurrió... Pero no quería hablar del tema, no... No era el momento delante de tantos desconocidos...

- ¿Curras entonces hoy de noche? - le pregunta Xabier a Silvia tras escuchar que tenía que marcharse. - ...si es así tocará hacerle una visita a Pepa... - añade sonriendo

Parece que tampoco quiere sacar todavía el tema pero es necesario porque intuye que dentro de poco las "aves carroñeras" de la prensa intentarán dar con Silvia y con ellos para hablar del tema.

Espera a que el camarero se aleje y dice:

- Todos sabéis que pasó ayer, creo que dentro de poco algunos de nosotros estaremos en el centro del huracán porque mi tío Ramón me comentó que han fotocopiado el expediente del caso de Silvia... - dice con cierta preocupación. - ...es más que probable que algún periodista empiece a dar la tabarra con este tema y creo que deberíamos tomar medidas para evitarlos.

Parece que Xabier desea centrarse en cómo evitar a la prensa.

Sombra de Antía, me había sentado a su lado y un leve chocolate, gracias se escurrió de mi sonrisa cuando llegó el camarero; una sonrisa que empezó a difuminarse un segundo después, como el calor de mi cuerpo, al ver alejarse al chico hacia la barra. Me di cuenta de que, sin saber muy bien por qué, temía estar allí.

La mesa elegida, la voz de Xabier... todo me estaba arrastrando a un sitio al que no estaba segura de querer ir. Antía era amiga mía, claro! pero... Los ángulos de mi cámara se acomodaron en mi cadera cuando incómoda me removí en la silla. Yo era, o sería, una gran fotógrafa. Yo buscaba luces y buscaba grises, yo buscaba mirar más allá de lo que se veía, y ahora, ahora que tenía delante toda aquella emoción, todo aquel claroscuro, estaba asustada... 

Me subí las gafas con el indice y me aparté el flequillo de la frente buscando valor. Iba a ser incómodo saber de las maldades reales de la gente más allá de la pantalla de un televisor. Saber, más allá de la certeza distante que te da la tranquilidad de tu sofá, de que todas esas cosas horribles le pasan a gente como tú, a gente que esta a tu lado, a ti misma.

En silencio, con las pupilas como obturador de mi cuerpo adaptándose a sus gestos, volví a revolverme levemente en mi silla. Busqué las formas de mi cámara a tientas por debajo de la mesa.  

Qué era lo que decía mi madre? Miedo es solo una palabra de 5 letras. 

He intentado que Xandre no piense en el partido, cosa que no se si sera posible. Nos sentamos y pido un refresco sin azucar para descansar un poco. Tambien para escuchar. 

No me conoceis lo suficiente, pero si necesitais un sitio donde quedaros lejos de todos. Mis compañeras de piso no estan y seguro que mis padres en Vigo os aceptarian gustosos en su casa unos dias. Al menos los periodistas os dejarian en paz mientras se enfria la cosa. 

El partido no estuvo mal y posiblemente Ricardo lo hubiese disfrutado mucho mas si no fuera por el frío o la verdadera razón por la cual estaba allí. Silvia había saciado su curiosidad antes y hasta descubrió que se llevaba realmente bien con ella. Pero aun recordaba como ella no parecía querer hablar mucho sobre ese asunto y para ser sincero, comprendió bien el porque... Lo que Xabier tenía para decirles puede que fuera importante, aunque ya no estaba seguro de querer meterse mas en ese asunto.

Café.

Era lo que pedía antes de escuchar por fin el motivo de aquella reunión, estaba claro que no fue el único que pensó en la posible relación entre lo que pasó y lo que sucedió hace bastante tiempo atrás. Pero él no era uno de los involucrados, realmente dudaba que pudieran buscarlo a él aunque si a los demás... Hasta que no habló Tarja, no se le ocurrió que podrían hacer ellos al respecto, servir para darles un refugio.

Mi casa no es muy grande, pero hay lugar para alguien mas, sin mencionar que esta arriba de la panadería por lo que siempre hay gente entrando y saliendo, eso puede disimular algo mas si alguno quiere "esconderse".

Habla con calma, sabía que a su madre no le molestaría si se lo explicaba bien, sin mencionar que aunque no fuera un asunto que lo tocara directamente, no quería decir que se desligara y los dejara sin su ayuda. Él no era de esa clase de personas que ante un problema, se borra descaradamente.

Silvia asintió con un ligero movimiento de cabeza mientras una sonrisa empezaba a tomar forma en sus labios. - Sí, me toca trabajar esta noche. Bueno, ya sabes, trabajo casi cada día... - Comentó lanzando una mirada de soslayo hacia Álvaro. Aquel había sido uno de los motivos por los que habían decidido dejar la relación. Él no entendía que el Pepa le absorbiera tanto tiempo y había intentado que lo dejara... 

Cogió de nuevo el vaso de coca-cola y le dio un sorbo mientras escuchaba a Xabier. Enarcó una ceja y se volvió al escuchar, primero a la nueva amiga de Xandre, para deslizar sus ojos hasta profundizarlos en los de Ricardo.

- Creo que estamos exagerando un poco... - Empezó a decir con un suspiro. - Sí, es posible que la prensa intente contactar con alguno de nosotros, pero no creo que sea necesario escondernos... - La joven se mordió el labio, indecisa. Volvió a mirar a Ricardo y a Tarja y la sombra de una sonrisa empezó a tomar forma en sus labios. - Por mi parte os agradezco vuestro ofrecimiento, pero apenas nos conocemos y... No tengo ganas de estar escondiéndome... Además, tengo que trabajar, si no me encontraran en casa, sabrían dónde hacerlo... - 

- Yo también creo que Xabi exagera un poco...pero bueno no nos vendría mal intentar no tener contactos con la prensa... - añade Álvaro dándole la razón en parte a Silvia. - ...pero para mayor tranquilidad tuya - dice mirando a Xabier - ...me pasaré a dormir por tu piso...a cambio de que me invites a cenar y echemos una revancha a la 64. ¿Diego tú te animas?

Diego asiente y Xabier no puede dejar de escapar una sonrisa. La última reunión tras un suceso similar no fue muy buena, la muñeca de Silvia aún le duele cuando cambia el tiempo bruscamente desde aquella.

- Chicos, os agradezco que queráis que la prensa no me moleste...pero ya ha pasado casi un día y no han llamado a mi casa o a casa de mis padres. De todas formas mis padres me recomendaron que no durmiera en casa por si acaso así que dormiré en casa de Michi y Xabi ya que sobre todo la primera me insistió demasiado... - dice con una sonrisa e intentando mostrar que está completamente calmada. - Además tengo una sesión de cotilleos pendiente con Antía...y creo que tu amiga viene también ¿no?

- Por lo que parece me quedo sólo... - contesto Xabier serio aunque en un segundo cambia su semblante y una sonrisa se asoma debajo de su barba - ...ya sé que soy un exagerado pero todavía recuerdo a la prensa de hace tres años... - mira a Xandre y Tarja y les pregunta - ...¿os apetece pasaros por el piso y tomaros algo después de salir? - mira a Ricardo y le hace la misma pregunta - ...¿Y tú? Te vienes a echar un FIFA...Diego puede traer la play y una liguilla de cinco es decente...

Notáis que Silvia no está realmente tan calmada como aparenta. La voz le tembló un poco al principio aunque luego habló completamente normal. 

En su mirada y en sus gestos notáis que está con miedo. Se agarra a Diego muchísimo y aunque es una chica muy cariñosa no lo es tanto. Tiene miedo.

Había escuchado a unos y otros con más preguntas que respuestas en mi cerebro. Yo no sabía apenas nada de lo que habían vivido, solo retazos que se desdibujaban entre millones de preguntas. Sí, sabía lo del secuestro, el rescate, el tiro... Dioses.. un tiro.. Pero faltaban muchos colores en aquella historia. Apenas tenía un esbozo en gris de aquel incidente y aún faltaba el por qué? el cómo? el quién? Preguntas que esperaba poder hacerle a Antía esa noche privadamente y lejos de los posibles arañazos que las respuestas aún produjesen en ellos.. 

A la pregunta de Silvia sobre si iba a dormir con ellas me giré para asentir sonriendo levemente y dejando caer un sísísí, claro despreocupado sobre la mesa. Y mientras la voz de otros me desdibujaba a mi, yo dibujaba todo lo demás. Y observaba a Silvia, tan tranquila, tan fuerte. Y a Álvaro... Y a Xabier.... Con la cabeza levemente inclinada a un lado, la mirada se me afilaba en apenas una rendija mientras les observaba. Y parpadeé un par de veces, distraída de mis propios pensamientos al escuchar a Xabier hablar de plays y partidas y... más invitaciones...

Intenté no pensar en pijamas mientras hundía la cucharilla en mi chocolate.

Silvia sabía que su tocaya estaría bien en casa de Xabi y de Michi. Aunque la veía preocupada, estarían todos y cuidarían de ella. Sonrió con languidez y durante unos minutos se quedó pensativa, con la mirada perdida...

Todavía recordaba la vez aquella en la que se juntaron todos para dormir... Había pasado tiempo desde entonces y ella se había ido apartando de sus amigos y centrándose más en la universidad y en su trabajo. No tenía tiempo para quedar y aunque los echaba de menos, no quería reconocerlo. 

- Bueno, parece ser que todos tenéis planes para esta noche... - Comentó, tras un par de pestañeos y la vuelta a la realidad. Miró el reloj y un gemido salió de sus labios... - Vaya, voy a tener que irme... Lo siento chicos, me he alegrado mucho de veros... - Dejó un par de monedas de euro sobre la mesa y se levantó, colgando el bolso de su hombro. - Aquí os dejo para que paguéis mi coca-cola, nos vemos, ¿vale...? -

Todavía podía haberse quedado un rato más, pero no se sentía bien y deseaba ir a casa para darse una ducha y arreglarse antes de ir al Pepa. 

Silvia se marcha del Agarimo rumbo a su casa, que no queda demasiado lejos. Allí tendrá tiempo de pensar (aunque poco ya que tiene que ir a trabajar y organizar todo antes de abrir).

Ahora sin Silvia podréis seguir hablando y planeando un poco la noche. Parece que tras marcharse ella se despeja cierta tensión. Álvaro se muestra más relajado, seguramente debía ser él el causante al ser la expareja de Silvia.

- Bueno, entonces esta noche "fiesta" en vuestro piso... - dice mirando a Michi y Xabi. Luego se percata de Perséfone a la que todavía no conoce - ...también eres de fuera ¿no? Encajarás bien con esta pandilla...a mí me acogieron muy bien cuando vine de Huesca hace tres añitos ya...

Perséfone se percata de que posee un fuerte acento aragonés al terminar las frases aunque tras tres años en Compostela ha ido perdido algo el acento.

- ¿De dónde eres? - le pregunta Álvaro a Perséfone.

He permanecido callada, parece  que a alguna no le gusta que la chica extranjera de alguna idea y desde luego no se si me gustaria conocerla mas, me parece tan estirada como algunas de la universidad. 

Miro a Xandre y luego a Xabier.

Por mi no es problema, puedo jugar si me enseñais un poco. Pero si no consigo aprender, siempre puedo animar desde un rinconcito. Me rio un poco antes de añadir  Y mañana no tengo nada que hacer que yo recuerde, asi que podria quedarme hasta tarde. 

¿cuanto hace que no hablo con alguien que no sea una de mis compañeras de piso? y salir con mis amigos a veces es demasiado rutinario....

Ricardo se mantuvo bastante tranquilo en la reunión que estaban teniendo, comprendía las preocupaciones que tenían y no dudaba que seguramente terminarían siendo molestados por los medios debido a las similitudes en ambos casos. Claro que eso sería que les afectaría mas a ellos, pero Silvia había dejado claro que posiblemente estuvieran exagerando con todo eso y no le extrañaba mucho. Estaba seguro que la "otra" Silvia no quería pensar mucho en eso al igual que la morocha, lo que pasaron no fue algo que cualquiera quisiera recordar todos los días.

Sera divertido aunque antes de unirme a ustedes, ire a la Pepa un rato... No tengo todas las noches libres, quiero salir un rato antes de ganarles con la play.

Comentaba Ricardo sonriendo de lado antes de fijarse mas en Tarja al escucharla, la verdad es que él mismo tenía algunas conocidas que empezaron con ese mismo argumento y luego, sin que nadie se percatara, no eran capaces de ganarles ni una sola partida.

Descuida, veras que es bastante fácil, solo es práctica.

Comentaba antes de incorporarse, también quería prepararse, asegurarse que su madre estuviera bien igual que todas las cosas en la panadería antes de salir nuevamente. Era raro no estar pendiente del trabajo familiar y en cierta forma, era como si tuviera la necesidad de asegurarse de que estuvieran bien.

Yo voy marchando, me pasare con unas cervezas cuando vaya con ustedes.

Se despedía y les prometía llevar las cervezas con una sonrisa algo arrogante, hacía mucho que no pasaba noches de play, pero esas noches no se lo pasaba nada mal, sobretodo con cervezas y unas cuantas pizzas para mantenerse despierto durante toda la noche.