Partida Rol por web

 La guerrera, siempre parca en palabras, comenta:

 - Laerian y yo venios del pozo. No encontramos nada interesante, luego me metí dentro. En el fondo, cerca del límite del agua, encontro numerosas marcas de  zarpas en la superficie de roca. Marcas alargadas y profundas. No conozco ningún animal que se capaz de hacer eso y menos que se encuentre en esos entornos.

 Cambia el peso de una pierna a la otra, esperando alguna observación.

Maiar escuchando atentamente lo acontecido en el pozo se olvida por completo de su acompañante, luego cae en la cuenta:

- Ah perdón, este es el sacerdote del templo de Pelor, el único superviviente de la epidemia - y luego dirigiendose a sus compañeros -. Pues yo he intentado curar con el poder divino a uno de los enfermos y juro que la enfermedad ha desaparecido de su cuerpo por unos segundos, pero inmediatamente ha vuelto a enfermar. Así que es posible que el agua produzca la enfermedad o simplemente esté enferma como lo esta el resto de la zona. Aqui hay algo que enferma a la gente y posiblemente no esté en el agua. También he descubierto que todos los cuerpos brillan tras la prueba de "detectar magia" así que algo mágico está ocurriendo en esta gente, pero como dice el padre Atrix, puede ser de naturaleza divina o malevola, no puedo saberlo. También el altar del templo brilla de forma mucho más potente que los enfermos, pero según el padre Atrix es normal, puede ser magia divina ya que es un altar de un templo. La verdad es que mis conocimientos distan mucho de conocer estos entresijos de la mágia.

- Mañana o cuando el padre esté preparado prepararemos entre los dos una barrera divina para purificar el templo de todo tipo de maldiciones que puedan estar afectandole. A lo mejor solucionamos alguna cosa. Es como dar palos de ciego.

 La pelirroja guerrera frunce el ceño.

 - No podemos atacar al aire, tenemos que descubrir la fuente de este peligro para poderlo atacar. Teneís alguna idea por donde proseguir? Alguien del pueblo puede contarnos si hay alguien cabreado con los pueblerinos? O si se avistaron personas ejenas al pueblo días antes de que se sucedieran estas desgracas, el tabernero sabra algo?

Laerian parecia ausente, como si estuviese pensando algo

-Se me ocurre que si el agua está envenenada lo primero es purificarla para que la gente pueda beberla y luego podríamos hacer dos cosas: o bien poner una guardia en el lugar para asegurarnos de que el agua del pozo permanece inalterado o bien preparar una emboscada en espera de que quien lo hubiera envenenada lo intentase otra vez. Aunque no podamos limpiarla, podemos correr el rumor de que si lo hemos hecho y tender así una emboscada al envenenador por si vuelve a intentar envenenarla, no se me ocurre otra cosa, si cuela y le capturamos, sabremos mucho de la naturaleza del veneno o al menos acabaremos con este envenenamiento

Espero a que evaluasen su propuesta

Un hombre de avanzada edad, se acerca junto a Maiar.

Cuando Maiar hace las presentaciones, el hombre solo levanta la mano derecha un poco, saludando a los presentes. No dice nada para no interrumpir la conversacion.

 La pelirroja joven hace un parco gesto de asentimiento ante la idea del explorador elfo.

 - Un señuelo, interesante.

 Nunca gastaba más tiempo en palabras de lo necesario.

- "Excelente... ¿podemos continuar la conversacion bajo techo, por favor?" - El picaro cada vez parecia mas molesto bajo la lluvia, a la vez que mas mojado. - "Además seguro que el padre Atrix agradeceria algo de comida caliente sin riesgos de contaminación mientras discutimos que hacer a continuación."

Comenzó el camino que separaba el templo de la posada, no sin antes lanzar una mirada curiosa al lago.

La oscuridad, empieza a expandirse por el lugar, ya que ademas de empezar a anochecer, el cielo totalmente encapotado ayuda a su propagacion. La lluvia que no tiene pinta de cesar, cae sobre vosotros a capricho del viento, viento que sopla incesante  y que a su paso deja un sonido casi espectral.

De fondo el sonido de los truenos, sobrecoge a los corazones de los menos valientes asi como los de los supersticiosos, ya que se consideran como signo de mal augurio, en la cultura popular.

 La pelirroja contempla la oscuridad creciente en el cielo.

 - Si no quereís mojaros buscad cobijo. Hablemos de los pasos a seguir de camino a la posada.- Sin decir más la joven se pone en marcha hacia el poblado.- En cualquier caso no hacemos nada aquí a las afueras.

Maiar viendo la imperiosa necesidad de sus compañeros de marcharse:

- Id a la posada yo si al maese Atrix no le importuna me encantaria quedarme a pasar la noche en el Templo.

Solo Weelsky le hizo caso en su propuesta, se encogió de hombros, a fin de cuentas él no era el jefe del grupo, solo un mandado, así que si no habría sido tan buen plan.

Recogio sus cosas y se dirigió hacia la taberna

-De acuerdo, Maiar, si necesitas cualquier cosa, haznos llegar un mensajero- dicho esto se encaminó a buscar una confortable chimenea en la que calentarse

El sacerdote mira a Maiar.-No no hay problema....puedes quedarte a pasar la noche si asi deseas...-

Ves, como tus empapados amigos se dirigen a la posada con paso mas o menos acelerado.

Emprendeis camino hacia la taberna, ansiais estar a cubierto y algo caliente que echaros al gaznate.

El sendero, empieza a presentar los primeros charcos y la tierra seca va humedeciendose hasta transformarse en barro que se adiere a vuestras botas con extrema facilidad, dando una leve sensacion de pesadez.

Cuando la entrada se encuentra a unos 100 metros (aproximadamente) de vosotros os topais, con un grupo de 4 guardias, que parecen estar vigilando (desde lejos) el acceso al pueblo.

Los cuatro guardias, van armados (una espada y una lanza es lo que podeis ver de antemano), una larga capa con capucha les protege del frio y a sus espaldas llevan sus respectivos escudos (de madera reforzados).

Veis como uno de los guardias, se aparta un poco del grupo, hacia vuestra direccion y con su brazo izquierdo os indica que os detengais.

- "Tormentosas tardes, agente. Somos el grupo comandado por la capitana Maiar en la investigación de la plaga. ¿Puedo ayudarle en algo?" - Preguntó Koinzell con cortesia. Era infrecuente que se comportase cortesmente con los guardias, pero tampoco tenia ganas de complicarse la vida.

El guardia incluso antes de que termines de hablar, vuelve con sus compañeros para seguir con la conversacion que se traen entre manos, os deja via libre.

Llegais a la taberna; Una tenue luz se asoma por las ventnas de la planta baja, muestra de que esta abierta.

Al entrar, os golpea dulcemente la calidez del ambiante de la taberna, asi como embriagadores olores a estofado que salen de la cocina. Tras vuestra entrada la puerta se cierra de manera energica, pareciendo por breves instantes que cobra vida propia.

El portazo no capta la atencion de los presentes en la taberna, salvo la del tabernero que se encontraba detras de la barra,limpiando su zona de trabajo. Os mira por unos instantes y vuelve a su trabajo.

La taberna esta casi vacia, solo hay un par de campesinos hablando entre ellos en una de las mesas cercanas a la puerta y un hombre que esta sentado en una de las mesas mas cercana a la chimenea, porta numerosas armas que no se molesta en ocultar.

-Bueno,yo sigo con lo mio.- Dice mientras se adentra mas en el terrmplo.-......Puedes, ayudar si quieres cambiando las vendas a los enfermos.- Te señala un pequeño armario.-

- Si lo haré maese Atrix - dice Maiar haciendo una reverencia

Maiar se dirige al interior del Templo, ayudará en las tareas durante el dia y la noche e intentará estar al tanto de todo lo que se cuece, no pierde de vista a Atrix para nada