Partida Rol por web

La joven va a su caballo y toma la armadura de cuero tachonado. Se quita la capa y comienza a ponersela en la misma calle, sin importar que la vean, mientras contesta.

-Ya lo sabras. Sube al carro. Misma formacion que al venir.

Cuando termina, pisa un poco y mueve los brazos, sacude la cabeza para liberar la rojiza cabellera, quedando comoda. Se monta con agilidad  a continuacion...

-Vamos.

Druck se sienta en la parte de atrás del carro. Llevaba tantos días de viaje acomodado allí, que ya tenía apartados los bultos para hacer de aquel carro una casita más acogedora.

Aún se duele del pecho. Su magia curativa lo ha repuesto notablemente, pero se ve que no está al cien por cien.

Subo al caballo y monto al lado de la carreta, mi compañero va al lado mío o adelante, dependiendo de lo que a el más le plazca.

El trasgo ve que os vais a ir de la ciudad y te hace una gesto con los hombros como si dijera "si os vais, ¿que quieres que le haga?".

Seguro que volvereis, por lo que tendrás más oportunidades de "ajusticiarla".

Unos en la carreta y otros en su propia montura, empezais el camino hacia el bosque. Atravesais la ciudad para salir por la puerta que da a la ruta amenazada.

Los caballos están un poco cansados por el largo viaje, pero aún así parecen soportar de buena manera. La parada en el cuartel, aunque escasa, les ha servido para recobrar un poco las fuerzas en sus comodas cuadras.

El camino por el que viajais es bastante ancho al principio, aunque a medida que os alejais se va estrechando hasta llegar a algunos sitios en donde apenas pasarían un par de carros como el vuestro.

Cuando habeis andado poco más de una hora, empieza a oscurecer. Pronto será noche cerrada y estais a mitad de camino, más o menos, entre Fard y Tiraner.

Poco a poco la luz deja de molestar sus ojos. Druck asoma la cabeza por la carreta.

¿Y ahora qué? ¿Menara nos ordenará acampar o por primera vez mis ojos tendrán el privilegio de viajar de noche?

Reviso el mapa, estimando por la distanvia y velocidad cuanto hemos viajado y donde debemos estar ahora...

Mientras, ordeno.

-Enara, revisa la zona, busca un lugar de descanso, ... y huellas, desde luego.

- Así lo haré. - Parto con mi lobo en búsqueda de un lugar donde acampar adecuádamente y buscar rastros que nos den indicios.

¿Vamos a cobijarnos en lugar seguro? ¿No sería más rápido... hacer de cebo y acampar aquí mismo?

El orco recordó la suma tan exorbitada de dinero que pretendía reunir. Aquellas misiones lentas hechas poco a poco sólo ralentizaban el flujo de recompensas hacia su bolsillo. Alguna misión rápida de vez en cuando no le vendría nada mal.

Encuentras un pequeño claro unos cincuenta metros al sur del camino. Allí podreis poner facilmente vuestros sacos y descansar, aunque no podreis llevar el carro hasta este lugar.

Sigo buscando un poco más en busca de un lugar que si se pueda acercar el carro.

Encuentras un sitio junto al camino donde podríais pasar bien la noche y tendríais el carro a la vista. Está unos 100 metros más adelante.

Ahora al que no encuentras es a tu lobo.

Silbo llamándolo para que me siga de vuelta con los demás.

Tras unos minutos en que piensas incluso en que algo pudiera haberle pasado a tu lobo, vuelve tranquilamente hacia ti y ya estais listos para volver.

Llego al paso tranquila e informo. - Siguiendo esta dirección, podremos encontrar un lugar donde descansar y poder ver la carreta. - Dando media vuelta, guío al grupo hacia el lugar.

Exelente. +asiento, guiando el caballo+ Vamos.

Cuando llegan al lugar la joven desmonta, observandolo.

-Comiencen a preparar el campamento. Elara, detectaste algun rastro en el area?

Desmonto y tomo el caballo de Menara y el mío, para atarlos juntos. - Nada, la zona está limpia. -