Partida Rol por web

Entro en la cabina, me coloco en la esquina del fondo de la derecha, abriros, no ofrezcais un blanco facil aunque sea con disparos a discrecion, vamos...es la hora del zafarrancho.

Milled observa el botón de la azotea.

Está codificado! Sin más preambulos pasa a la acción inmediatamente.

Vamos vamos!

Saca la tarjeta magnética, copia de la que robaron a los agentes en las calles de U-27 aquel día en el que todo empezó por salvar la vida de un civil inocente llamado Gillette. La pas apor delante del piso de la azotea y se obra el milagro..

El ascensor se cierra y sube.

Las puertas del ascensor se cierran con un chirrido extraño. El hecho de que Melkor las haya forzado sin remilgo les ha dejado huella. Tras la maniobra de Milled el ascensor se levanta y asciende veloz.

-3

-2

-1

...

La música ambiente es extraña, y le da un toque surrealista a la tensa acción que se esta viviendo en el interior. Cinco personas jugándose la vida a cara o cruz aderezado con música italiana de segunda, melosa y falta de toda emoción...

La tensión aumenta por momentos, la adrenalina se dispara, las pupilas se dilatan, la frecuencia cardiaca aumenta y los vasos sanguíneos se expanden. Los neutransmisores están en línea de salida para poner a funcionar los músculos en décimas de segundos. La reacción a lo que sea está a punto biológicamente.

El ascensor marca la planta baja. El tecnomédico sabe que es ahora o nunca. Llegará la señal del detonador?

La música italiana ambiente del ascensor deja de escucharse, no porque no esté, sino porque los oídos del grupo se centran en otros sonidos más importantes. Todas las miradas están fijas en Kevin. Éste mira el panel del ascensor buscnado respuestas trascendentales que no están, con el detonador aferrado firmemente en la mano. Hasta que... ... su pulgar se posa enérgicamente y con decissión sobre él.

BUM!

El sonido es seco. Ahora sí, la tediosoa música enmudece. El ascensor se para bruscamente. Las luces se apagan y ni siquiera las de emergencia se encienden. El silencio es por un momento sepulcral. La IEM ha sido detonado con éxito. 2:12 am.

Siguiente paso, salir vivos de aqui...

En la oscuridad los sentidos se agudizan para contrarrestar la ausencia de visión.

Es curioso como a veces el tiempo se eterniza, haciendo que las décimas de segundo pasen a cámara lenta... La tensión está disparada. El ascensor quieto en la planta baja, con las puertas aún cerradas.

La salida a unos pocos metros.

La pregunta es, ¿que habrá al otro lado de la puerta del ascensor?

Te concentras en la oscuridad, con el detonador aún en la mano...

Lo más curioso es que no oyes nada. Al menos nada inmediatamente cercano. Intentas ubicar las escaleras y colocar el ascensor en su posición respecto al hall. En las escaleras debe haber alguien, en algún punto del sótano 1. El ruido de botas es claro para ti, aunque pasa desapercibido para el resto. Dos, tal vez tres personas.

Puede que la salida esté despejada, pero no hay demasiado tiempo. Es muy posible que no os acorralen en el ascensor si no perdeis tiempo en salir. Aunque la confrontación en el hall es casi inevitable. Atravesar el hall del edificio principal, el pasadizo de cristal y luego la salida exterior. Demasiada distancia y más con un herido, piensas pensando en Samuel.

La oscuridad total y la quietud que nos rodea no deja de ser la calma antes de la tormenta.

Tras esa oscuridad, el sonido de las botas de los guardias resuena claro en mi cabeza. - Dos o tres guardias en las escaleras, subiendo desde el primer sótano No hay lugar a dudas.

Al otro lado de la puerta silencio. Como si no hubiera nadie, aunque estoy seguro que será sólo temporal. No hay tiempo que perder.

- Melkor, abre la puerta ya. Hemos de salir lo más rápidamente posible. Creo que no hay nadie tras esa puerta.. por ahora. Pero tres enemigos están subiendo por las escaleras del sótano. No tardarán en llegar a la planta baja. Y hay mucho camino que recorrer antes de estar a salvo digo en voz alta rápidamente.

Estoy seguro que Melkor podrá abrir la puerta - Samuel, Bruce: un último esfuerzo. Hay que llegar a la salida rápidamente

Con las armas en la mano, espero que las puertas estén abiertas para salir al exterior.

¡Vamos, vamos, vamos! voy hasta las orejas de estimulantes y este ascensor se me está quedando pequeño...

A Samuel a punto está de disparársele el LG dentro del elevador.

Bruce en la esquina derecha se hiergue se cuelga bien el fusil de asalto del hombre lo coge y se pone en posicion de disparo...Si yo estuviera tras esa puerta ni respiraria....luego cierra los ojos durante unos segundo y los vuelve a abrir, ya quedan lejos aquellos dias en los que todo comenzo, y ahora, parece que ya esta llegando a su fin...esperemos que no sea ell nuestro, aunque este es uno de los mejores finales que podemos tener...al menos lo habremos intentado.

Asiento a las palabras de Kevin, el momento ha llegado. Con el fusil de asalto listo y los explosivos a mano estoy todo lo preparado que puedo estar para un momento asi.
Agarro una vez más las puertas del ascensor forzando mis músculos para franquear el acceso...

Samuel se mueve inquieto en el ascensor deseoso de dar rienda suelta a su tensión muscular y neuronal; mientras que Bruce se pone en posición de asalto listo para descargar plomo en cuanto sea necesario. Kevin y Milled parecen ser los que mejores nervios de acero tienen. En la oscuridad absoluta del ascensor permanecen quietos y atentos para entrar en acción.

Melkor es el que toma la iniciativa. Sus músculos, doloridos a ratos se tensan, y sus fibras musculares y tendones traccionan con decisión las puertas del ascensor, que se abren primero unos milímetros y terminan por ceder de manera violenta un segundo después. El hall de Genomic está oscuro, pero no tanto como el interior del ascensor. A primera vista y de manera rápida no hay nadie. La entrada al hall por las escaleras de servicio queda a la derecha del ascensor. El pasillo de cristal que lleva al pequeño edificio de entrada de la corporación está saliendo recto a unos treinta metros. Las distancias ahora parecen mayores que antes, cuando entrasteis a todo correr.