Partida Rol por web

Ángella cierra los ojos y dice algo en un idioma que desconocen, no es latín pero tampoco es algo que puedan identificar. Luego abre los ojos, se levanta de su silla y se dirige a Kato. Lo mira detenidamente. Posa una mano sobre su hombro y dice.

-Tu poder es bastante fuerte... aunque no está desarrollado.

Se pone delante de él y les habla a todos.

-Mirad el entrenamiento, él será el primero porque su fuerza espiritual está más coordinada con esto ahora. Pero todos sacaréis provecho de la lección. Lo que aprenderán es que cada uno de vosotros posee habilidades que no pensaron. Mi trabajo es ayudaros a descubrirlas.

Ángella luego se dirige a Lucas.

-Kato quédate sentado. -dice y a continuación le susurra algo a Lucas

- Quiero que intentes golpear a Kato cuando te dé una señal. Sólo piensa en golpearlo, no lo hagas, pero imagina tu puño golpeando su frente. Quiero que visualices eso como si realmente lo hicieras. No importa el por qué, debes hacerme caso. Ya sabrás todo a su momento. ¿Entiendes?

Ángella vuelve ahora al lado de Kato y acerca otra silla para Gérard.

-Siéntate. Si soy tu maestra debes confiar en mí, si quieres deshacerte de tus pesadillas debes seguir mis palabras al pie de la letra. Pronto, o al menos con John lo esperamos, serán tan fuertes que el enemigo no estará tan seguro de su victoria.

Ángella pone la silla, se sienta en otra y la hace una señal a Lucas.

 ¿Que...lo golpée? No entendía la idea, pero tampoco iba a cuestionar las instrucciones de aquella mujer a etas alturas del partido.Bien...imagina, imagina. Cerré mis ojos y traté de visualizar la vez en que intentaron robarme. De un solo puñetazo derribé al cabrón en la oscuridad y le rompí la nariz. Fue entonces cuando me di cuenta de que era sólo un niño. Olvídate del resultado, piensa en la acción. ¡Golpea!

Mi posición es bastante reticente, es más, por eso, estoy parado ligermanete más lejos del grupo. - Prefiero estar de pie. No me gustan las estatuas. - Respondo, un poco por justificarme, más que alegando algo consistente. - Pueden venir esas cosas - Digo, lanzando una mirada a los demás. Quiero ver sus reacciones. Tampoco quería ser un obstáculo, a pesar de mi dureza.

Bon, je vais voir ce qu'elle va faire cette femme. Elle a l'air vraiment d'avoir des pouvoirs, ou un talent. Mais je ne comprendas pas très bien en quoi elle l'emploie. Cette situation est très bizarre. Je crois qu'après ça, je rentre chez moi.

Evans frena delante de una vieja Iglesia. Entonces te mira, a través del espejo retrovisor, y te dice:

-Decía que John te necesitaba en el equipo, que tus experiencias pasadas te darán empuje en la misión a venir. Que tú sabes que eres uno de los elegidos, y aunque a veces has confundido la realidad con la fantasía...

Allí Evans gira para mirarte de frente y la tranquilidad que de él emana, es aún mayor.

-... sabes que hay un velo entre este mundo y el otro que ya ha sido descorrido. Bueno, te he dejado aquí, surca ese pequeño cementerio y hay una puerta. Es la de entrada a la Iglesia, pero la trasera. Lo sabrás cuando la veas. Yo debo dejarte porque tengo que ir a ver si el otro miembro del equipo está bien.

Evans mira ahora nuevamente hacia el lugar del conductor, toma el volante y dice:

-Suerte, hijo... tiempos duros te esperan, pero si ellos te han elegido es que estás preparado para ésto.

Methos inserta otros criterios de búsqueda en el ordenador pero no encuentra conección y tampoco el nombre de las posibles otras víctimas como más información sobre Alex y su familia. Nada. Sea lo que sea que tienen preparado para la criatura, en este momento Methos se siente bastante impotente.

Entonces suena su teléfono. Atiende, es Constantine.

- Ven a la calle 45 en quince minutos, las cosas se complicaron, aún más...

Y cuelga sin darle oportunidad a Methos de saber qué ocurre.

Gérard decide no sentarse así que Ángella se sienta y espera. Lucas obedece las órdenes de la joven y comienza a pensar en golpear fuertemente a Kato. Entonces es cuando pasa.

Kato comienza a ver colores que salen de Lucas. Sólo él los vé pero los tonos se oscurecen, hasta volverse de un tono rojizo, cuando antes eran bastante claros. Aunque Kato se sorprende, su creencia en el mundo espiritual le dá un poco más de aceptación, por lo cual no se cierra ante la nueva experiencia.

-¿Lo ves? -pregunta Ángella.

-Tu poder, uno de tus poderes es ver la intenciones del enemigo. Cuando notes auras rojizas verás signos de violencia, si son negras simplemente no se trata de seres humanos.

Ángella mirando a Lucas dice:

-Relájate.

Luego señala a Gérard con el índice y pregunta a Katos:

-¿Qué ves en él?

Kato fija en Gérard su vista y vé un tono verde sucio y así se lo dice a la chica.

-Es sólo nervios, ansiedad, está limpio. Los colores claros, cuando los veas algo difusos sólo quieren dar a entender que hay en el ambiente de la persona emociones negativas. Todos las tenemos y yo les enseñaré a manejarlas.

Entonces Ángella se detiene y dice:

-Hay alguien más aquí...

 ¿Alguien más? No lo había notado...Inquieto, miro de un lado a otro buscando al desconocido.¿Cómo ha podido entrar alguien y nadie se dio cuenta? Es imposible.

Llegas a la puerta trasera. Está después del cementerio, tal como te habían dicho. Intentas abrirla pero ves que no es posible, la han cerrado. Dado que eres esperado es posible que llamando alguien te atendiera. También podrías buscar otra puerta, como la principal, la de entrada de toda la gente cuando vá a misa pero te parece que estaba clausurada. No ves ventanas cercanas y el único paisaje que te rodea son las altas lápidas de las tumbas un poco atrás tuyo.

" Esto no me gusta nada, pero llamré a la puerta, Evans dijo que no utilizara la delantera"

Finalmente llamo a la puerta, inquieto y curiuoso por conocer al resto de la gente. Nunca me ha gustado conocer gente y actualmente menos, solo me han traido problemas, pero esta gente puede ser diferente, ese Constantine a lo mejor me puede ayudar.

La experiencia que acababa de tener habia sido increible... pude ver hilos de colores que se elevaban hasta formar una especie de tejido. Primero era confuso y el aura parecia tornarse clara, pero luego claramente pude discernir las vetas rojas que fueron tomando fuerza hasta cubrir completamente el velo que se esparcia desde mi compañero que tenia delante.

Era tal cual habia aprendido en mis años de estudio, la intencion y la actitud de ataque podian leerse en las personas... pero nunca imagine que podia llegar al punto en el cual se manifestaran en forma fisica. Me pregunte si O'Sensei, el creador del aikido, habria tenido esta habilidad durante su vida... habia tantas cosas que desconocia, y esta experiencia me habria la puerta para aprender muchas cosas mas...

Luego del primer ejercicio Angella me pidio que me volteara hacia el frances... pude ver como su "aura" se tenia de un gris oscuro... manchado por las dudas y la desconfianza. Todo indicaba que no solo la intencion de ataque se manifestaba en el aura, sino tambien las emociones reinantes en una persona.

-Esto... esto es increible...

Fue lo unico que llegue a decir ante el descubrimiento de mi nueva habilidad.

La voz de Ángella, es relajante. No puedo evitar distenderme unos instantes, hasta que empiezan a hablar de cosas extrañas. De colores. De auras. Algo había escuchado al respecto, pero siempre había tratado de locos a quienes me hablaban o hubiesen decidido hablarme de esas cosas. Parecía ser que ahora el loco, era yo. O al menos, con quienes estaba.

Al señalarme la mujer, me miro, tras lo cual, el joven de rasgos asiáticos, no tarda en definirme en un color. No me gusta nada la idea de que puedan conocer mis intenciones simplemente lanzándome una ojeada. Y las palabras empleadas, no eran muy gratas, verdaderamente. Aun así, permanezco en silencio.

¿Que hay alguien aquí? Instantáneamente, me yergo, mirando hacia todas direcciones, en busca de la supuesta presencia. Mis ojos saltan de Ángella a las destartaladas paredes y desniveles que de la Iglesia. Si esas cosas podían volar, podían estar... en cualquier lugar. Retrocedo unos pasos, hasta colocarme junto al resto de mis compañeros, pero sin sentarme. Agarro la silla, por si tuviera que usarla como arma. Sin dejar de mirar a mi alrededor, confieso a la joven mujer.

- ¿Esa presencia forma parte del entrenamiento o no estaba prevista? - Mis palabras son claras, rotundas, e inevitablemente teñidas de un color afrancesado.

Ángella cierra los ojos y dice:

-No, no es un demonio... ni parte del entrenamiento. Venid un segundo.

La muchacha va hacia la puerta del fondo de la Iglesia, por donde todos entraron y entonces escucha el llamado de alguien. No es un llamado sobrenatural sino bien humano y todos lo oís con claridad. Alguien golpea la puerta. Ángella abre y vé a un hombre de frondosa barba, detrás de la misma, esperando.

-Tú debes ser Elvis Clayton. Soy Ángella. ¿Evans te ha traído, verdad? Pasa, pasa, no es seguro afuera.

La chica cierra nuevamente ni bien el hombre entra y dice:

-Clayton, eres el cuarto del equipo. Vamos nuevamente a seguir con el entrenamiento pero no les matará presentarse. Haré un poco de café. Llevad al nuevo a la sala anterior, será un minuto. Necesito toda la claridad que pueda.

 Conque él era el que faltaba. Al parecer, está bien...Pero, ¿no había otro más? Su llegada me reconforta, en cierta manera. Que haya llegado sin un rasguño hasta aquí significaba que ellos eran buenos en su trabajo, pues podían protegernos de esos monstruos hasta que seamos capaces de hacerlo por nuestra cuenta.

Hola, soy Lucas. Bienvenido. Mientras saludo, extiendo la mano cortésmente.

- Bonsoir - Espeto brevemente, mientras retomo mi posición junto a una silla. No digo nada más, e inspecciono al recién incorporado de arriba a abajo, sin ningún reparo. Prefería saber cómo era, para por si acaso. Había empezado a confiar en la joven, pro aún no en el resto de mis compañeros. Al menos, no en todos. Seguíamos siendo extraños.

Segui a mis nuevos compañeros hasta la puerta, donde se escuchaba un llamado completamente comun y corriente. Luego de que Angella abriera la puerta un señor barbudo se presento ante nosotros. Nunca antes lo habia visto, pero segun Angella era el utlimo miembro del grupo que faltaba. Luego del saludo de Lucas y Gerard yo simplemente incline levemente mi cabeza y parte superior del torso en forma de saludo japones.

-Mi nombre es Kato, bienvenido.

Agregue al formal saludo y espere la respuesta de nuestro nuevo invitado.