Partida Rol por web

Asiento ante el planteamiento de Nian. - A mí tampoco me hace ninguna gracia negociar con flints. Bastante malo es dejarlos vivos, pero darles dinero para que continúen con sus fechorías...

A continuación respondo a Muriel, aunque lo explico para todo el grupo. - Puedo lanzarles fuego o misiles a distancia. Puedo potenciarnos para combatirlos físicamente. O puedo hacerme pasar por un ogro, ya que es el único idioma humanoide que conozco, y hablar con ellos para ver qué quieren o distraerlos.
En cualquier opción, Pembleton debería situarse a espaldas de los flints por si hay que apuñalar a alguno de ellos o cortarles el paso si tratan de buscar refuerzos.

Sarazall niega con la cabeza al oír a la hechicera. No parece aprobar vuestras propuestas.

Pagáis a goblins y no negociáis con flinds... - dice contrariado -. Son demasiados y son demasiado listos.

El semiorco era siempre parco en palabras y parecía estar sumido en un constante enfado del que no daba explicaciones.

- Si cobran lo mismo que los goblins no habrá problema, si no es así, no tenemos porque seguir dándole nuestro oro a todo ser que diga poseer los caminos. ¿Habrá pagado Alforas a estos enemigos? -dije algo cabreado. Entendía la intención del semiorco, pero yo servía a la luz y no iba a ir dejándome la bolsa en peajes para monstruos que podían atacar civilizaciones colindantes con nuevas armas.

- No digo que no negociemos. - Trato de explicar mi punto de vista. - Si nos van a pedir siete monedas de plata, las pagamos y nos dejamos de líos.
Pero me temo que estos no se van a contentar con una cifra tan asequible o puede que, incluso, nos pidan algún objeto o montura... Y por ahí no paso.

Negociar, sí; dejar que nos roben, ni hablar.

-Yo propongo intentar negociar un peaje justo. Si vemos que nos piden demasiado, los matamos.-Se oye la voz de Pembleton desde un lugar en el que aparentemente no hay nada.-Yo me situaré en su retaguardia para cortarles la huida en caso de que quieran pedir ayuda. No me costará hacerles la zancadilla si lo intentan.

- Perfecto; - digo, asintiendo en dirección a la vocecilla del halfling - yo me mantendré en la retaguardia del grupo, preparada para emplear cualquier hechizo que sea necesario si las cosas se salen de madre.

-Coincido con Pembleton. Si intentan algo sucio les partimos la espina a golpes- digo mostrando mi hacha.

Decidido vuestro próximo movimiento, os acercáis sigilosamente hacia el punto donde se encuentra la media docena de flints. Al observaros, uno de ellos, aparentemente su líder, da unos pasos al frente y alza la mano en señal de saludo e invitación a que paréis. Con un sorprendente buen acento, el flint comienza a hablar en perfecto común.

¡Bien hallados viajeros! Bienvenidos a los territorios de los Veela - dice observándoos detenidamente-. Permítanme informarles sobre la compensación que deben abonar para atravesar nuestras tierras. 

El flint vuelve a observaros por un momento y rápidamente os da la cifra -. Serían 3 piezas de oro y 8 de plata, si son tan amables - el humanoide extrae un pequeño saquito y lo abre para que podáis introducir fácilmente el importe señalado, por supuesto no ha tenido en cuenta a Pembleton, que sigue oculto en la retaguardia.

Ante el silencio del equipo me decidí a dar un paso adelante:

- Saludos, señores. Supongo que ese precio incluye seguridad durante nuestra estancia en vuestras tierras, ¿no? Si es así me parece caro aunque aceptable. Por cierto, debo informar que somos 9 personas en este grupo, nuestro último compañero cubre la retaguardia y esta bastante lejos, pero me gustaría pagar ya por él -no sabía cuánto duraríamos en sus tierras, pero era inviable que Pembleton pasara varios días invisible y se formaría un lío si nos descubrieran sin haber pagado por él para ahorrarnos unas míseras monedas.

Desde la parte de atrás del grupo, a unos pasos de distancia, escucho perfectamente la claridad con la que habla el flint y la respuesta de Nian. Aunque la cantidad de dinero que solicitan es algo mayor de lo que esperaba, coincido con él plenamente.

Mientras esperamos a que el flint confirme (o no) si la protección está incluida, echo un vistazo alrededor por si hay algo fuera de lugar.

Me fijo también en la mueca de desagrado por parte de Muriel hacia estas infames criaturas.
Aunque comparto su opinión y me gustaría acabar con ellos de inmediato, no sabemos cuántos son ni dónde se encuentran exactamente. Eso daría pie a una misión en sí misma y, si queremos alcanzar a Alforas (o intentarlo), no nos lo podemos permitir.

El flind que parece haberse erigido como el líder de esta banda arruga el hocico en signo de escepticismo ante las palabras de Nian.

¿Otro? - pregunta contrariado - Ummm... ¿Es uno de los líderes? - pregunta tímidamente. Antes de daros tiempo para responder, el flind atiende a la cuestión del precio - Se trata de un peaje señor, no nos podemos hacer responsables de los peligros que encuentren en nuestras tierras. Eso sí, ninguno de los nuestros les atacará y quizá se decida que hemos de vigilar sus pasos. El peaje no es negociable, nosotros somos simples recaudadores - concluye señalando a sus compañeros.

- No tenemos líder, todos somos iguales -respondió toscamente-. Así que no incluyen protección pero son simples recaudadores, ¿eh? Bueno... -aquello no le gustaba nada, pero al menos le habían dicho que no le atacarían... ninguno de los suyos. Esperaba no descubrir demasiado tarde que entre los flints había facciones y no todos cobraban de los simples recaudadores- Aceptamos. Pero no complique mucho más el asunto, o nos veremos en serias dificultades para llegar a un acuerdo: ¿cuál es el precio ahora que somos uno más? Y entiendo que el peaje incluye entrada y salida de sus tierras, ¿no? -¿cómo diablos había conseguido Alforas pasar sin problemas estos peajes? Tendría que pagar toneladas de oro... o llevar consigo una fuerza de combate increíble, porque los esclavos maniatados y en su contra no servirían de mucho.

Mientras veo a Nian haciendo negociaciones con el flint echo un vistazo alrededor por si veo algo sospechoso. -No me gusta que me estafen así que espero que cumplan su palabra de no atacar durante el trayecto..- pienso agarrando el hacha con fuerza al imaginar lo que les haría si no la cumpliesen.