Partida Rol por web

Aaargh!

¿Pero de donde sale este? ¡Da igual, no me va a pillar!

Jack tiene la mala suerte de que su rival se zafa de este y parece que quería jugar.

-Hum...- se arremanga las mangas de su camisa ya sucia y desgastada por lo vivido y le lanza un golpe rápido con la diestra directo al mentón para ir calentando.

El golpe hace daño, poco, pero el suficiente para darme cuenta que los puños de mi rival no son de mantequilla... Así que hago lo que mejor se me da y le suelto una patada en los testiculos.

¡TOMA!

Recibe una buena patada en la entrepierna, pero soporta el dolor.No era equiparable como a horas de combate con golpes letales que te partían cejas, dientes, nariz y te dejaban los ojos como tomates.A pesar de ello el dolor se dejaba notar fácilmente aunque fuera un golpe flojo.Le devuelve el golpe en forma de puño, otro diestro.

El directo al estomago me deja tambaleante, y un quejido algo entre infantil y afeminado asoma a mis labios. Pero hago de tripas corazón y me defiendo.

¡A mi no me vas a matar asesino!

Y suelto un reves con la botella rota de afilados bordes... que consigue cortar en el pecho y parte del brazo derecho al hombre que me ataca.

Esto me huele a chamusquina... pero quien sabe.

Vaya, acabamos de perder a Jack y parece que recuperamos a Daniel. Me pregunto que narices habrá pasado...

¿vamos a por el?

pregunto sin demasiada convicción.

Daniel, hazme otra tirada de percepción por favor.

 Iara empezó a correr al edificio, estando muy atenta a posibles trampas y cazadores...-Vamos Luis ¡No te retrases!-gritó.

Oyes pasos. Lejanos, como si vinieran de otra sala o de otro piso.

Iara, no detectas nada peligroso, pero te das cuenta que hay dos caminos para subir al piso superior, que es donde sospechas que está Daniel, unas escaleras de obra en un lateral de la nave y en la otra punta, una escalera de mano que sube por el hueco de un montacargas.

Sigo gritando, como un poseso, intentando que alguien me oiga. Esos gritos me devuelven la esperanza. Pienso que será Iara, debe ser ella, y sigo repitiendo su nombre. Tengo la voz algo desgarrada, pero no puedo evitar desear que sea ella: no quería pensar que la otra posibilidad que me quedaba era....lo que más me aterraba.

Iara, Luis, podeis oir al aterrado Daniel gritando, no cabe duda que esta en el piso de arriba, justo encima de vuestras cabezas.

Ois su voz algo desgarrada, como presa del pánico, y solo podeis imaginar lo que le puede estar pasando.

Iara, es Daniel, ¿qué hacemos?- Luis empieza a ponerse en tensión.- Deberíamos ir.

Apenas mueve un músculo pero mira fijamente a Iara, deseando ir a buscar a Daniel.

Daniel, ahora oyes la voz de Luis, estas "casi" seguro de eso.

Me repito en los gritos, tras una pequeña pausa para coger aire. Estaba sudando, destrozado. Comienzo a implorar a Luis, nombrándole, que me ayude. ¿Podría ser posible que fuese él, que estuviese allí? No me esperaba algo así, pero sin pensarlo, puro instinto de supervivencia, comienzo a reclamar su ayuda.

 Iara observó ambas escaleras.-Tenemos dos formas de llegar, ésa...-señaló a unas escaleras de obra en un lateral de la nave.-...o ésa.- y señaló a una escalera de mano que subía por el hueco de un montacargas.

no me gusta ninguna de las dos... pero si Daniel està ahi arriba habra que subir...

me lo pienso un poco más...

Supongo que si quisiera acechar a alguien lo haria en el lugar más obvio... voto por la escalera de mano.

 Iara suspiró.-Al mal paso darle prisa, tu primero...-indicó a Luis para que subiera por la escalera de mano.