Partida Rol por web

Cortejo de Moscas

Capítulo Dos: Consultadlo Con La Almohada.

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19/10/2023, 21:55
Margot

Al salir y encontrarse con otra gente, que suponía eran los que habían tocado la puerta, sonrió y los saludó con la mano. Entre más, mejor, siempre lo había dicho. Es que así había más gente con la que conversar. Con tantas personas en la casa, y tantos aparatos que desarmar, no tendría tiempo para aburrirse. Quizás podría echarle un vistazo a los fusibles, para ver si podía arreglar lo de la luz. No era su especialidad, peeero...

¡Eh! —gritó para llamarles la atención —¿Son familiares del muerto? Ya se acabó la reunión, y algunos vamos a comer algo, ¿quieren venir?

Margot estaba vestida con ropa negra en su totalidad. Llevaba dos camisetas, guantes, unos pantalones cargo y varios accesorios, de los cuales al menos un 90% eran collares. Por último, calzaba botas negras con plataformas enormes, en cuya punta había pintado fauces. Al caminar, como cuando había entrado, los bolsillos le sonaban con un ruido metálico y pesado.

Notas de juego

Edit: Agregué la descripción, que se me olvidó ponerla para los recién llegados. ¡Perdón!

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19/10/2023, 22:04
Ferdinand Pérez

—Un gusto conocerle, Lucius. Así es. Soy hijo del señor Marceló. Supongo, por su sorpresa, que el secreto del bastardo aún no ha salido a la luz.

 

Alzó la mano en dirección a Margot para saludarla.

—Muy amable.

Pero no podía ir a comer y conocer a su familia de la que había permanecido siempre alejado hasta que aquel mayordomo le cediese el paso. Aunque tampoco quería irse sin resolver el gran misterio de por qué el taxista seguía aquí, si ya le había pagado. ¿No debería ponerse e regreso como el chofer de la negra gorda? Si te descuidas era otro bastardo. Aquí iba a hacer falta mucho trabajo de meditación y constelaciones familiares para alcanzar el equilibrio.

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19/10/2023, 23:33
Chantelle Baker-Bartou

El resultado de las horas de tránsito, encerrada en trenes de segunda, atascada en dos estaciones y derrengada en un apeadero se hacía tan visible en su rostro cansado, como las gotas de lluvia en  su frente que no mejoraban el aspecto húmedo y desaliñado que presentaba el cabello hirsuto no tan prolijamente recogido. El cabello ensortijado de las sienes se rizaban contra el abanico de arrugas alrededor de unos ojos oscuros que escrutaban en lo intempestivo del momento.

Los movimientos lentos no hicieron sino añadir un deambular macilento y pesado, agravado por lo inseguro del camino, al apearse del vehículo. Una vez a cubierto, el paraguas semi-cerrado dejó un rastro de gotas marcadas a su paso en el suelo de la entrada, recordando al rastro de migas que recordaba el camino de vuelta a casa, en situación de necesidad.

Sacudió la gabardina azul océano y depositó junto a la cesta de recepción, un abultado bolso de mano y un maletín ajado de viaje que se deshilachaba  visiblemente en las esquinas, empapado a roales y con la cremallera dañada.

El rostro enjuto, contradecía la corpulencia de su tronco, y además de las marcas propias de una mujer madura,era reseñable el brillo de los ojos marrones que aún parecían capaces de mirar el mundo desde una lente benevolente y haciendo a juego, una sonrisa de labios llenos, pómulos altos y nariz afilada.

A las palabras del mayordomo, esperó pacientemente ser atendida, mientras de reojo escudriñaba cualquier superficie pulida, en busca de un reflejo para componer su atuendo, antes de enfrentarse a los anfitriones, con acaloramiento, a pesar del helor que concedía la lluvia calada en la tela de su vestido negro de punto.

- Buenas noches - pronunció una voz meliflua y grave, sin alzarse, con un ligero deje británico, suficiente para hacerse notar y claro para transmitir que aguardaría a que el librea estuviese disponible.

Con un movimiento despreocupado, los dedos de uñas largas peinaron el cabello que caneaba en las sienes, inquieta.

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20/10/2023, 10:13
Priscilla Bartou

Helada. Esa era la palabra, la sensación. Pasmada, yerta en medio del hall, frente a la puerta abierta, sin preocuparse de si con su inmovilidad estaba obstaculizando al resto de los que estaban saliendo del salón.

Porque lo había oído, claramente, inexorablemente. Primero se había quedado atrapada en la mujer negra, con ese aire... conocido. Pero luego la afirmación del hombre barbudo la había clavado en su sitio, la había convertido en estatua de hielo. No pudo ni buscar a Rosalind con la mirada, no pudo reaccionar mientras esa palabra martilleaba en su cerebro.

Bastardo.

Poco a poco sus ojos se acordaron de cómo parpadear... y se movieron. Primero al hombre de la barba, claro. Luego... a ¿Lucius?

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20/10/2023, 12:22
Rosalind Bartou

... 

No. Definitivamente no podía seguir empeorando más. Seguía llegando gente. La falta de tacto y respeto que se mostraba entorno al funeral y el entierro de mi padre era ya demasiado alto. Miré al abogado como si él hubiera organizado un circo a propósito sólo para mofarse de toda la familia, y es que tenía toda la pinta de haberlo hecho.

Y sólo faltaba escuchar las palabras de ése tipo recién entrado por la puerta. -Por el amor de... - ya no aguantaba más, era una falta de respeto constante a mi padre, una detrás de otra - ¿Me pueden explicar qué está pasando ahora?! ¿Acaso esto es una broma para ustedes?! - no sabía a quien mirar, alternando entre los recién llegados, la maleducada que no tenía educación, el abogado, la secretaria. Estaba por explotar todo lo contenido durante la horrenda tarde y noche - MI PADRE acaba de morir y finalmente puedo venir a verlo después de años sin saber nada de él! Y lo único que hacen es insultar su nombre y sus palabras durante su propio funeral! DEJEN DE REÍRSE DE NOSOTROS! MÁRCHENSE DE ESTA CASA !! - exploté exhausta, sin aguantar ya ni un ápice de toda aquella farsa, mirando al barbudo que acababa de soltar semejante barbaridad... hasta el punto que casi me caigo del impulso, tambaleándome. Con lágrimas de frustración, salí de la sala pisando tan fuerte como pude, exhausta y agarrándome a la pared. 

Tenía que salir de ahí.

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23/10/2023, 14:19
Thomas Collins Bartou

¿Sería cierto? Thomas se hallaba un tanto descolocado por la información que el hombre de la barba acababa de soltar. Por un lado le resultaba increíble, por otro...en verdad no sabía nada de su difunto abuelo, tampoco tenía motivos para pensar que era imposible.

Se adelanta un paso y le tiende la mano a Ferdinand.

-Hola, me llamo Thomas, Thomas Collins.- se presenta formalmente, mirando a los ojos al recien llegado. Luego hace lo propio con la mujer negra.- Buenas noches, no se soy quien para invitarles a pasar pero con este tiempo sería maleducado dejarles ahí bajo la lluvia, de modo que pasen, por favor.- dice en un tono que trataba de disimular su sorpresa y su curiosidad, pasando por algo el enfado de su tia Rosalind, era mejor lidiar con aquella incomodidad más tarde.

 

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23/10/2023, 17:41
Edward "Ed" Bartou

Edward asintió a las palabras del joven Joel.

El cineasta necesitaba hablar con él y, de todos los miembros del servicio, le parecía que era el más apto para sus pesquisas. Ed podía ser todo lo visionario que se considerase, pero los millennials eran casi un misterio para él, pese a tener varios hijos. Ni qué decir tiene que Edward, encadenando rodaje tras rodaje, había sido un padre ausente.

Al salir del despacho, Ed arqueó una ceja al ver que el mayordomo estaba franqueando la puerta principal, donde se encontraba el taxista y dos personas de las cuales, una de ellas pronto reveló quién eran. En el momento en el que aquel hombre joven con un aspecto de lo más mesiánico reveló que era el hijo del señor Marceló, Edward abrió ligeramente la boca, formándose un 0 entre sus labios, pues imaginaba que aquella revelación no sentaría nada bien a Rosalind y Priscilla. Pero donde las dos mujeres se alteraban, Ed veía en aquella bella y barbuda efigie un mundo de posibilidades. Aquel hombre tenía un buen perfil y un físico muy similar al de los actores que abundaban en sus películas. La mujer afroamericana, por otra parte, seguía siendo un completo misterio para los familiares allí presentes.

Edward caminó hasta los recién llegados y, del mismo modo que hacía Thomas, le tendió una mano a Ferdinand.

-Buenas noches. Ed Bartou, director de cine -se presentó Edward, en tono algo pomposo-. Mucho gusto en conocerle, Ferdinand, aunque me temo que llegan algo tarde... Acabamos de concluir la lectura del testamento -indicó a los recién llegados, manteniendo un tono serio. Después, dirigió una mirada a la mujer de tez oscura-. ¿Y usted es...?

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24/10/2023, 10:47
Ferdinand Pérez

Por lo que aquella mujer vociferó, era su medio hermana. Y la primera imagen que tuvo de ella era verla salir huyendo de él.

-Muchas gracias, padre, por negarme el derecho a disfrutar de mi familia. Por decidir en el nombre de todos que yo no existo y barrerme debajo de la alfombra.

La culpa era del mayordomo por no haber ido a anunciarlo con un poco de discreción como le había pedido antes de que llegara aquella mujer. Y un poco también de elllos mismos por hacer oreja a lo que ocurría en la puerta desde el otro extremo del pasillo, como señoras de pueblo.

Estrechó la mano de Thomas mientras le mantenía la mirada. Le gustaba la gente que no apartaba los ojos, era una muestra de determinación.

—Un gusto conocerle. Mi nombre es Ferdinand Peréz.

También estrechó la mano de Edward .

—Oh vaya, un alma creativa. Un gusto conocerle también.

Luego se hizo a un lado  y se unió al grupo de personas que esperaban una presentación de aquella señora. Conocía estatuas de Mami Dantò que tenían más vida y reacción que ella. Si no mostraba señales de vida iba a darle golpecitos con un palo, no fuera que se tratase de un cadáver disecado.

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24/10/2023, 11:42
Margot

Margot siguió con la mirada las reacciones de las mujeres mayores. Primero la de su abuela, que parecía haberse quedado congelada en el tiempo, y luego la de Rosalind, que...

Ay ya, señora, gobiérnese un poco —Exhaló mientras rodaba los ojos y negaba con la cabeza —La gente folla y a veces tiene hijos, es lo que hay.

Si es que parecía mentira que se escandalizaran tanto por bastardos y tonterías cuando ya eran una familia grande, lo suficiente para no conocerse entre ellos. Ya estaba claro que los Bartou debían follar como conejos, así que debían tener más de algún familiar perdido.

En cualquier caso, se mostró de acuerdo con Thomas y se acercó a los recién llegados. Como el hombre ya había entrado por su cuenta, agarró de un brazo a la mujer, con cálida confianza, con intención de llevarla hacia adentro de la casa1. Aunque nadie los conocía y bien podían ser asesinos, tampoco hacía falta que se murieran congelados bajo la lluvia solo por ser un poco tímidos.

De todas formas, con el fresquito de la puerta abierta le había entrado el frío otra vez, así que tan pronto soltó a la misteriosa nueva invitada, volvió a enterrarse en la americana y cruzar los brazos para mantener el calor.

Yo soy Margot. Hija de Rhys —explicó, aunque no tenía claro si esa gente conocía a su padre tampoco. Es que, siendo sincera, ella no acababa de enterarse de qué parentesco tenía con cada una de esas personas —Eh... el muerto era mi tío abuelo. Soy nieta de esa señora —Señaló a la más anciana —, a la que ahora le dio algo y está en shock, que se llama Priscilla. Y la otra era Rosalind.

Miró hacia afuera con extrañeza.

¿Te hace falta que te paguen aún? —preguntó al taxista, preocupada. El pobre se estaba mojando ahí mientras esperaba —¿Cuánto le deben? —miró a Ferdinand y Chantelle alternadamente, porque no tenía ni idea de si habían venido juntos o el taxi era de alguno de los dos.

Notas de juego

Errata: Soy torpe y se me olvidó que Margot también tiene puesta una americana de traje de piloto que le queda grande. Perdón D:

1 Si se deja, claro.

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25/10/2023, 18:06
Thomas Collins Bartou

Se percató también en ese momento de que el taxista no se había ido y pensó lo mismo que la chica gótica, llevándose la mano al bolsillo trasero del pantalón, del que extrajo una cartera.

-¿Cuánto es, amigo?-pregunta, de buen talante esbozando una sonrisa que se habia perdido en el desconcierto del descubrimiento familiar.

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26/10/2023, 00:37
Narrador

Del mismo modo en que los familiares de Marceló reaccionan a la llegada de aquellos individuos, los que habían estado al servicio del señor Bartou también parecen sorprendidos en diferentes formas. La titubeante asistente personal parece tan paralizada como la misma Priscila, y mira a su alrededor como buscando una seña sobre qué debe hacer. Lucius, por su parte, termina apartándose de la puerta al ver como Margot, Thomas, y Edward se dirigen hacia los recién llegados y les invitan a pasar. El mayordomo solo hace un breve gesto de desaprobación hacia aquello, pero en su profesional actitud obedece la orden muda de los herederos, acercándose entonces a la señora Bartou en caso que necesite asistencia.

La señora Mary Smith suelta un bufido exasperada, mira al padre John y luego a la señora Pomme, antes de arrastrar de esta última hacia el pasillo de la derecha. -Lo que faltaba en esta casa, como si ya el circo no fuera suficiente.- Iba murmurando la anciana señora a medida que desaparecían de escena. El sacerdote se muestra un momento contrariado, y finalmente sigue los pasos de Rosalind.

El taxista se sobresalta cuando le hablan, y carraspea. -No, no, ya me han pagado, gracias.- Se apresura a decir. -Pero se me ha ahogado el coche. ¿Quizás podríais darme asilo esta noche?- Se rasca la nuca, se le ve incómodo. -Puedo dormir en cualquier sitio. Incluso en el coche, si preferís no tener extraños en la casa.- 

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26/10/2023, 00:51
Padre John

Rosalind avanza por los pasillos conocidos hasta llegar al piso bajo de la biblioteca. Aquella es una hermosa estancia de dos pisos, llena de centenares de libros y que se conectan por medio de una escalera de caracol. En el segundo piso hay además un extenso ventanal que da hacia la parte de atrás de la mansión, desde donde puede verse el invernadero y todo el extenso terreno.

Un minuto más tarde, pasos le anuncian que alguien ha venido tras ella, y al girarse se encuentra de frente con el sacerdote, quien la mira con un gesto serio en el rostro. -Hija mía.- Dice, al tiempo que extiende sus manos hacia ella. -No creo que debas estar sola en este momento, ¿te molesta si te hago compañía?-

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26/10/2023, 00:57
Patrick Harper

Una vez más, es el abogado quién parece mostrarse como la nota discordante, al soltar algo parecido a una carcajada que se apresura a esconder tras una breve tos. -De nuevo, señor Edward, hasta que el funeral no termine, habrá oportunidad para los herederos retrasados, aunque esto sin duda no lo esperaba.- Vuelve a reír con un "viejo cabron" entre dientes. -Chico, ¿Ferdinand, dijiste? Estás son declaraciones muy fuertes, pero ni el clima está para enviarte a tu casa y esperar a mañana, ni yo tengo la polla para ponerme a revisar documentos de paternidad a esta hora.- Charity da un respingo ante la manera de hablar de Patrick, pero este no parece notarlo. -Si a los miembros de la familia Bartou le parece bien que te quedes, es elección de ellos, no mía.-

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26/10/2023, 12:30
Priscilla Bartou

Poco a poco la vieja alma mater de los Bartou se empieza a rehacer, lo que se traduce en un mayor envaramiento de su cuerpo, si es que eso es aún posible.

Ha escuchado, ha procesado. Y ha decidido.

-Por favor, Lucius, encárgate de que todos estos... recién llegados... sean acomodados en aposentos adecuados, da las órdenes que consideres oportunas al resto del servicio. En cuanto al resto, tal como "dice" Mr. Harper, mejor hablamos mañana. De todo. Cotejamos y revisamos documentos, y trazamos el futuro adaptándonos lo mejor posible a los deseos de Marceló. Por no hablar de que no podemos ya posponer mucho más su digno entierro. 

Tras lo cual Priscilla se da media vuelta, muy erguida, y sigue a Rosalind, donde sea que ésta haya ido.

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26/10/2023, 14:45
Ferdinand Pérez

El abogado era un cachondo mental. Estaba claro que su señor padre había sido, además de pichaloca, un poco descerebrado. Había que serlo para dejar sus asuntos legales en aquellas manos. Que conste que Ferdinand no era un soso. Con un par de sangrías podía ser el corazón de la fiesta. Pero no es lo mismo elegir un compañero de parranda que un abogado. Las formas son las formas.

—Me traje una copia de todos los documentos al respecto. Imaginé que sería necesario.

 

—¿Entonces he llegado a tiempo del entierro? Con tanta lluvia pensé que no podría estar presente.

Luego se volvió a la chica gótica y atendió a sus explicaciones sobre el arbusto familiar.

—Por lo que dices, creo que soy tu tío, ¿no? Mi padre es el difunto y mi madre era Rosalía, una trabajadora en una de las factorías familiares. La pobre murió hace años ya.

Miro, como ¿su tía?, se marchaba detrás de su medio hermana. Quizá mañana pudiesen empezar con mejor pie.
 

—En cuanto el bueno de Lucius me lleve a mis aposentos, dejó la maleta, me seco y podemos conocernos mejor. ¿Qué os parece una reunión familiar nocturna en la cocina? Si algo no puede faltar en la residencia de Marceló Bartou es leche. Mi madre siempre decía que tenía una cantidad increíble. Más de cien vacas por nave. Seguro que también hay galletas por algún armario.

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26/10/2023, 15:01
Rosalind Bartou

Me alejé tanto como pude de toda aquella gente, recorriendo con lágrimas y amargura los pasillos hasta acabar en la biblioteca, que tantos años hacía que no veía. Una vez dentro di un grito de frustración y empujé unos cuantos libros que había en una mesa, todos al suelo.

Ya no podía más. No les importaba ni lo más mínimo dónde estaban, ni con quien estaban, ni a quien habían venido a enterrar. Sólo estaban aquí por el dinero, era evidente. Esa gente vivía sus vidas como si esto fuese una experiencia más, de la que reírse. Ya me gustaría ser capaz de ser tan... tan... ... no tenía palabras por describirlo. Y encima aparecía gentuza soltando baslfemias en mirad del día de su funeral. ¿SU HIJO? Como si eso no lo supieran los abogados. Como si mi padre hubiera sido capaz de hacer tal cosa!! 

Sin poder seguir estándome quieta, subí aquellas escaleras de caracol, hacia el ventanal. Había visto por ese ventanal el jardín tantas veces, mientras mi hermana estudiaba o leía libros mi padre... era aún de noche y los cristales estaban mojados de la lluvia. No se veía apenas nada... la negrura era una visión bastante acertada sobre lo que sucedía en estos momentos.

Y entonces oí llegar al padre.

- ... - trago saliva y me acerco a él, mi cara ya no podía seguir siendo firme y seria - Esto... es insoportable Padre. Todos se ríen de él. Esa gente perdida de Dios no son más que alimañas. Si mi padre levantara la cabeza!... -  e irremediablemente lloré otra vez. Cuántas más veces lloraría en una sola tarde? o noche. El tiempo parecía haberse congelado y no acababa nunca este horrible día. 

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26/10/2023, 15:24
Margot

Creo que... ¿mi tío en segundo grado? —Ladeó la cabeza, para luego encogerse de hombros —La verdad no tengo idea. Da igual, te digo Fer y ya.

Estaba claro que la chica no pensaba romperse la cabeza con los lazos familiares de la gente en esa habitación. No los conocía de nada, así que le daba un poco igual la sangre que compartieran. Bueno, no un poco, le daba igual directamente.

Lo que sí le importaba, muchísimo a juzgar por cómo le brillaron los ojos cual niño en la mañana de navidad, fue escuchar que el taxista tenía problemas de coche.

¿Se te murió el taxi? —preguntó, con una enorme sonrisa —¡Pues tienes suerte de encontrarte con una mecánica! Muéstrame, a ver. Le echo un ojo, igual te lo arreglo y no tienes que quedarte en mitad de la nada —Aunque parecía petición, no lo era tanto. Un vistazo a Margot podía hacer notar que si no fuera por la lluvia, ya estaría de camino al coche —¿Alguien me sujeta un paraguas encima o algo mientras reviso? Tengo pocas ganas de mojarme otra vez, la verdad... y al motor tampoco le hará gracia.

»Apenas termine voy a la reunión en la cocina, que me muero de hambre —aseguró —Pero guárdenme algo de comida, no sean cerdos.

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27/10/2023, 14:16
Thomas Collins Bartou

Thomas agradeció que Priscila no pusiera pegas evidentes a las nuevas incorporaciones, desde luego debía estar siendo un batacazo para ella igual que para Rosalind, pero no estaba llevando con bastante entereza. Si nadie aparecía desmembrado por la mañana, podrían empezar a conocerse mejor. 

Por otro lado, el taxista le resultaba...inquietante. Era muy casual que justo se le hubiera averiado el coche esta noche, a esta hora y en tan notable sitio con una situación no menos notable en su interior. Tal vez no fuera nada, pero no le gustaba nada tener la sensación de que algo no marchaba bien.

-Yo te acompaño, Margot.- se ofrece velozmente, tomando un paraguas que hubiera cerca.- Tengo una noción de mecánica, aunque sea teórica, el motor de un coche no será mas distinto que los que un avión ¿no?- bromea con una sonrisa de dientes blancos y perfectos.- Nos vemos luego en la cocina o en el salón, donde gustéis.- se despide del resto mientras se dispone a dar un paso al frente para salir de la casa y abrir el paraguas para recibir a su prima Maegot.

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30/10/2023, 15:19
Chantelle Baker-Bartou

Aún seguía en la puerta, o más bien un par de pasos alejada de ella, cuando el circo que se montó ante sus narices cumplía con creces los rumores que había escuchado antaño, los cuales la mantuvieron alejada de esta coterie tanto como pudo permitirse. 

Allí estaba la señora mayor, que suponía era una hermana, allá un, según se denominó él, bastardo. Fuera, había corrido alguien henchida de drama y aún dentro estaba la sobrina nieta gótica.

Suspiró reafirmándose en sus decisiones y apoyando el haber permanecido hasta entonces, tan lejos como la buenamente dignidad les había mantenido. 

Pero ahora ese no era el caso y en cuestión de segundos, un torbellino en forma de familiares, arrasaban la entrada y a la mujer con ellos. 

A la cortesía de las buenas noches, parece que nadie se dignó a responderle, pero dada la situación, su estado y el retraso con el que se había presentado en el funeral, no era de buen recibo pedir, lo que no había podido dar. 

Chantelle Baker-Bartou - haciendo hincapié en la última parte del rimbombante apellido compuesto - Disculpen ¿Esta aquí mi hijo? - el hilo de voz pasaba de uno a otros, de hombres a mujeres, del abogado a los que su aspecto era menos presentable. 

 

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01/11/2023, 12:50
Edward "Ed" Bartou

Al escuchar el nombre con el que se presentaba la mujer de tez oscura, en principio Edward no la conectó con nadie a quien conociera. No obstante, al oír que estaba preguntando por su hijo, pudo intuir de quién se trataba.

-Es usted la madre de Cletus, ¿cierto? -le preguntó, solo para confirmarlo.

El cineaste había entablado buena relación con el joven durante el breve tiempo en el que se habían conocido, al punto de que había llegado a plantearse la posibilidad de darle trabajo en alguna de sus películas.

-Me temo que Cletus se marchó hace un rato... -indicó, aún sin que Chantelle hubiera confirmado si se trataba o no de la madre del joven.