Partida Rol por web

Una petición de ayuda cortó la conversación que habían iniciado, alguien necesitaba de auxilio y había oído que un grupo estaba cerca. Se movieron con rapidez hacia el lugar donde la azulada figura yacía en el suelo malherida. Hardem se colocó de pies junto a Boff que se agachaba a atender al pequeño ser y asintiendo a los instintos de Raunix comenzó a mirar de un lado a otro si era posible que les estuvieran tendiendo una emboscada. Pero la noche era cerrada y no veía lo suficientemente lejos como para detectar algo.

- Mi vista no me permite detectar peligros. le dijo al grupo mientras se fijaba en las heridas de la pequeña criatura, quizá no viera a lo lejos pero quizá podría detectar que le había atacado pero le llamaba tanto la atención la fisiología de la criatura que no pudo prestar la atención que requerían las heridas.

- Lo siento Boff pero mi magia no es del tipo de asistir a la gente. Ya has visto hasta ahora que es más ofensiva que otra cosa. aún así Boff no se dió por vencido y pareció encontrar un lugar donde podrían refugiarse del frio y el viento. - Bien visto Boff

No me puedo creer que justo ahora que estábamos a punto de salir encontremos algo en estas cuevas, puede que sea gente neutral o seres de la oscuridad, no podemos avanzar sin saber que nos aguarda, echaré un vistazo por si acaso.

- Espero aquí, en cuanto vea de que se trata vuelvo.

No creo que ser sigiloso entre en las habilidades del centauro mejor me muevo yo por si acaso.

Ves como un pequeño ser se tira al suelo y minutos más tarde llega un grupo de aventureros. Ninguno de ellos te ha visto. Por su parte, Bianor sale de la cueva y corre a esconderse por entre la maleza, puesto que allí no hay lugar para un ser tan grande como él.

-A...Ayuda -musita el goblin azulado.

Freith se mantiene escondido, esa gente pueden ser salteadores de caminos o simplemente gente de paso como él mismo y Bianor, aguza el oído para poder captar algo de lo que estén hablando, veamos como reaccionan ante ese extraño goblin azul.

-¡Aaaaaaargh! -un tremendo alarido os sorprende a todos. El ser azulado que yacía en el suelo salta de sorpresa, mientras que otro ser diminuto que había oculto detrás las estalactitas también salió a la luz. 

Os encontráis todos, cara a cara. De pronto, irrumpe en la entrada de la cueva un centauro, ensangrentado. Le falta un brazo y parece tener una herida muy grave en el abdomen.

-Freith... lo siento, yo...

No le gustaba nada lo que estaba viendo, el bicho azul medio muerto, ahora salta de sorpresa... un centauro medio muerto diciendo incongruencias...esto era siniestro hasta para alguien de su carácter. Se colocó en posición de combate espada y escudo en mano. Ya les habían tendido una emboscada esta noche.

-Boff respeto tu amor por la vida y el reconfortar a los moribundos pero lamentablemente de donde yo provengo no suele dar buenos resultados. Y antes de que digas nada, el centauro ya tiene un pié en la tumba. dijo Raunix.

-El azulito y el enano que empiezan a dar explicaciones sino quieren acabar como el centauro pero YA!!!! .- gritó enfurecido y listo para cortar algún brazo si era necesario.

Boff también se sorprendió. Si ya era raro encontrarse a un pequeño ser azulado malherido en mitad de una fría tormenta, lo era todavía más que apareciera otra pequeña criatura desde dentro de la cueva y ver irrumpir un centauro que se debatía ente la vida y la muerte. No sabiendo que decir o que hacer, solo reaccionó ante las potentes palabras del umbríano. Llevaba la razón, aquello no era un simple malherido, era algo mayor y quizá todo el grupo estaba en peligro. Agudizando sus sentidos dijo en voz alta.

- Tienes razón Raunix, soy así por naturaleza pero ya estoy en alerta. ¡Que nadie se mueva! ¡Explicad que está ocurriendo! Me dirigí a los seres que allí se habían presentado. Mi cuerpo se tensó y agarré firmemente mi honda por si fuese necesario usarla. Solo tenía cercano el trasgo azul pero estaba malherido y advertí que no era una amenaza. ¿Aquellos tres ya se conocían?

"Que nadie se mueva" "Explicad que está ocurriendo" Las palabras del mediano le alarmaban sobremanera. El grupo había abandonado la posición cordial que hace unos momentos tuviesen, y algunos de sus integrantes ya comenzaban a desenfundar las armas, alarmados por la repentina aparición del centauro herido en aquel lugar. Si allí había algo con la capacidad para hacerle eso a un centauro, aquello podría hacer peligrar a cualquier grupo. Fuxan se temía que la atención estaba puesta en él. El mediano que se había agachado junto a él aferraba ahora un viejo pellejo en el que había insertado una roca. Aquello debía ser una honda. Fuxan nunca había visto usar una, pero conocía de su existencia. Algo más atrás, el brillo de una espada en la oscuridad se hizo mucho más inconfundible.

Fuxan agarró con fuerza su lanza. Parecía poco más que el venablo que usaría un modesto cazador, pero en correlación al tamaño de la pequeña criatura azul, aquello parecía una verdadera lanza de guerra. Estaba, aún así, vieja y no en muy bien estado. Aun así, el trasgo parecía confiar en ella cómo arma de forma ciega.

-¡No! Nada que explicar. No he hecho nada malo- Su voz era aguda, zumbona y molesta.

No iba a dar oportunidad al resto a responderle, y mucho menos se iba a arriesgar a un golpe. Sin dudarlo se lanzó corriendo contra unas rocas, buscando usar la densa oscuridad de la cueva y las rocas que la conformaba para encontrar un lugar en el que esconderse.

El pequeño ser desaparece de vuestra vista a una velocidad increíble.

En un momento todo había dado un vuelco, un grupo de personas, un bicho azul que desaparece y Bianor que esta muy mal herido, como ha podido suceder si hace un momento estaba todo bien?

- Calma todo el mundo, me llamo Freith y este centauro es mi compañero Bianor, sólo estábamos haciendo noche en la montaña para atravesar el paso en mejores condiciones, escuchamos ruido y vinimos aquí, pero ahora necesito ayuda para ver sus heridas, no tengo intención de atacar ni nada parecido. - pongo mis manos en alto para recalcar mi postura pacifica.

Les digo al nuevo grupo que parece bastante nervioso, no tengo ganas de recibir un espadazo por error.

Le sobresaltó el echo de ver como el ser azulado saltaba y se ponía en pie y de repente aparecían más criaturas ante ellos. Una realmente malherida. Cecil como un rayo al ver que Hardem se sobresaltaba se puso ante él protegiendole mientras el hechicero se recomponía y escuchaba las palabras de Raunix y Boff mientras una de sus manos se acercaba a la bolsa de componentes por si tuviera que lanzar un conjuro defensivo rápidamente.

- ¿Cómo que no hay nada que explicar? le pregunto al ser azulado antes de que saliera corriendo y deshapareciera de su vista.

- ¿Cómo diablos a desaparecido de nuestra vista? se pregunto el hechicero pero en ese momento el otro pequeño ser dio un paso adelante para explicarse aunque en su explicación no hizo mención alguna del ser azulado. - Sintiendolo mucho tu amigo está lejos de cualquier tipo de curación, su brazo, su brazo no va a volver y la curación que pueda ofrecerte este grupo es la mínima. El otro miembro de vuestro grupo, el ser azulado. ¿Está con vosotros? preguntó apuntando con el bastón en dirección al lugar en que se había escondido.

Boff era bastante ágil como mediano que era pero lo de aquel ser azulado no tenía nombre. Fue visto y no visto, y ya había desaparecido de su vista. En cambio, los otros dos extraños se movieron con lentitud...el centauro tenía unas heridas sumamente feas y estaba más en otro plano que en el que se encontraban, el otro dijo llamarse Freith y pedía calma y ayuda para su amigo herido. Boff decidió acercarse al centauro, no sabía en qué podría ayudar pero hasta el último momento intentaría lo que fuese.

- Déjame ver sus heridas, no creo que pueda hacer mucho pero al menos intentaré que sus últimos momentos no sean de intenso dolor. Comentó el halfling acercándose al centauro con calma. No tienes posibilidad alguna, lo siento mucho...entonces lo recosté de lado y le ayudé a extender sus patas para que aliviaran el dolor. La sangre emanaba a borbotones, una arteria había sido seccionada. Tomándole de las manos le susurré con calma. ¿Hay algo que quieras que haga por tí? Si puedo ayudarte lo haré, habla por favor, te escucho...acaricié el lomo de la criatura. Estaba seguro de que había sido un valiente corcel en vida y merecía morir con honor. Acercaos, quiere despedirse.

-Ahí fuera... hay... vuelan... Lo siento Freith.

El centauro cerró los ojos y su vida se escapó. Las heridas parecían grandes mordiscos pero no se veían signos de dentelladas ni de garras. Era como si lo que le hubiese atacado no tuviera dientes sino una especie de tenazas.

La noche parecía terminar y las primeras luces del alba surgían por la entrada de la caverna. Era momento de continuar.

El guerrero permaneció en todo momento en un segundo plano, listo para actuar si era necesario, pero con la muerte del centauro se permitió un poco de relajación.

-De acuerdo, vamos a calmarnos todos un poco, tú, el que dice que no tiene intención de atacar ni nada, explícanos que ha sucedido, y explica tú relación con el bicho azul que ha salido corriendo. - dijo mirando al superviviente, mientras hablaba se posicionó a lado de Harlem.

-Oye puedes mandar decirle a Cecil que esté atento para ver si localiza al bicho azul, no me parece que sea un enemigo, y creo que el pobre está asustado pero mejor estar listos por lo que pueda pasar. -susurró.

Freith vio como la vida se le escapaba al centauro ante sus ojos, no sabía que había ocurrido en el breve tiempo que se separaron, pero fue rápido y letal para el pobre Bianor.

- No se nada de ese bicho azul, en las cavernas no encontramos a nadie, y como he dicho sólo salimos para continuar nuestro camino, ahora si me disculpáis tengo que encontrar un buen sitio para el eterno descanso de mi compañero, al menos eso puedo dárselo- hablando del otro mediano - gracias por vuestra intervención, es bueno saber que no sufrió en su momento final.

Con ello oteo un poco el horizonte, al menos Bianor podría tener buenas vistas para los restos.

Por fin las primeras luces del día llegaban y tenía una mejor visión sobre el terreno. El aviso del centauro puso en alerta al hechicero que comenzó a mirar en dirección a donde señalaba. Si había criaturas capaces de hacer esas heridas a un centauro debían estar atentos.

- Freith, supongo que es tu nombre, que os ha atacado, quizás no hallemos ahora en peligro. le pregunto a la pequeña criatura que tenía delante mientras asentía a las palabras de Raunix y mandaba a Cecil que estuviera atenta ante los movimientos del ser azul.

No ves nada más que los últimos copos de nieve caer. No logras escuchar nada con esa tirada tan baja. 

Al escuchar las últimas palabras del centauro, Boff se tensó y al igual que Hardem, trató de avistar las criaturas que habían hecho esas terribles heridas mortales. Se movió rápidamente hasta unas rocas cercanas a la entrada de la caverna y se mantuvo a cubierto y atento a su alrededor. Hasta que no supiera a que se enfrentaban prefería estar lo menos visible posible.

Esto no me gusta nada...esas heridas era muy feas y la criatura que las produjera es sumamente letal. Necesito estar alerta...