Partida Rol por web

venga, ves colocando las bolas, digo mientras le lanzo una moneda.

Yo mientras tanto me acerco al jukebox y pongo algo de musica mas melodica, y no tanto rock

y a ver si asi sacamos un poco a los nomadas del lugar

Después de coger una cerveza me dirijo al lugar donde estan reunidos Omar y Kayleen y otros dos, a los cuales no conocía.

-Hola,-Dirijo mi mirada hacia los dos desconocidos-Encantado soy Brian, a vuestro servicio.-Me giro hacia Omar y Kayleen Me alegro de volver a veros.

Brian se queda callado, esperando a que se presenten los desconocidos y que Omar o Kayleen le pongan al día de la situación...

Bonito cacharro Brian aunque un pelin vistoso- digo señalando al coche aparcado luego señalo a Brian antes de decir-Max, Zack este es Brian.

Muevo la cabeza a modo de saludo, que refuerzo con un -Hola, qué hay?- luego miro la situación y comento -Max, vayamos a conocer más a Brian.- luego miro a los nomadas.-Tios, nos podeis guardar la mesa?-

Me incorporo despues de tirar , (y fallar) y saludo al recien llegado.

Si, vamos a la mesa, asi me ahorro el resto de la humillacion

Cuando paso por delante de los nomadas le digo al que se reia de mi, Eso, guardadnos la mesa, a ver si sigue alli cuando volvamos mientras le quiño un ojo.

-Que yo sepa todavia no han aprendido a andar.

-Jajajajaja!!!

Es la respuesta de los nomadas, que tras iros, siguen jugando su propia partida como si la cosa no fuera con ellos. Vuestras bolas quedan sobre el billar, pero al menos de momento nadie parece querer jugarlas.

Os reunis los cinco en una especie de reservado, una mesa con asientos de tipo sofa, bastente comodo, cerca de la puerta y cerca tembien de la ventana, veis bastante bien hacia el exterior y desde donde estais se domina bien la mayor parte del bar, sobre todo la entrada. Eso si, vosotros tamien estais bien visibles.

Me siento en la mesa con Omar, "Kay" , Brian y Max. Dando un sorbo a la cerveza, luego pregunto.-Entonces Brian, cual es tú profesión? en qué servicio puedes ayudarnos?- digo con una amplia sonrisa.

Hey, Brian. Doy un cozado amistoso a Zack. Vamos, vamos, no le agobies, deja que se siente y tome algo. Vuelto a mirar a Brian. ¿Una cerveza?

Hago como si me doliera -hey! qué he dicho?- guiño un ojo a "Kay" y bebo otro sorbo a la cerveza.

Cojo la cerveza de de Kayleen .
-Gracias Kayleen-me giro hacia Zack- Soy un arreglador, especializado en falsificación, así que ya sabes... si necesitas cualquier papel aquí estoy yo.

yo necesitaria unos papeles, pero de 500 digo guinando un ojo.

de 500 eurodolares, de que va a ser si no

Hablando de necesitar, ¿has traído lo mío? - al fin y al cabo, los negocios son los negocios.

Brian saca unos papeles de su bolsillo.
Si, aquí están Kayleen, ya vi que me ingresaste la mitad a mi cuenta... ahora solo queda pagar la ultima mitad.

Luego lo arreglamos. Hago un gesto casi inadvertido en mi cazadora. Miro a mi alrededor. Estamos en una mesa demasiado a la vista.

Podeis hablar libremente de transacciones comerciales, ya que teneis negocios pendientes.

Ahora!!!

Ninguna de estas transacciones implicara un cambio en la cantidad de dinero que poseeis, ni en un sentido ni en otro. Lo que pageis a alguien se supone que ya esta descontado de lo que teneis, lo que recibais se asume que ya esta dentro de las cantidades que manejais.

A no ser que empeceis con negocios nuevos, diferentes de los ya establecidos.

Mientras Kayleen busca con la mirada alguna mesa mas "reservada", una punky cromada entra en el bar.

Esta calada, la ropa chorreando y el pelo completamtente mojado.

El charco que deja en el suelo es de tal calibre que uno de los camareson la mira sotando un

-Heeeee!!!

Mientras piensa el lo que tendra que limpiar.

La chica viste de cuero, relativamente ceñido y tiene el pelo largo y rojo. Esta claramente alterada, mira hacia todos lados, buscando a alguien.

Al ver al grupo de cromados Metall Dolls al fondo del local se gira hacia alli. Pero se detiene en seco al pasar la vista por vuestro grupo. Cambia de parecer y se dirije rauda, con paso firme y la mirada crispada, hacia vuestra mesa.