Partida Rol por web

En su vida entera Amaya jamás se había sentido como en ese momento se sintió. Estaba casi en estado de shock y le parecía estar viviendo un sueño, o mejor dicho una pesadilla. Nada de eso parecía real. Era tan absurdo como terrible.

El cuerpo ante un peligro prepara a las personas para pelear contra dicho peligro, para huir del mismo, o para quedarse paralizado. Amaya por unos segundos no notó que su cuerpo le respondiera. Quizás era lo mejor, no llamar la atención. Que Maki no la llegara a ver, o a los chicos. ¿Quién sabía de qué era capaz? Incluso sus compañeros, que parecían estar bien con tener a los docentes amordazados.

¿Cuánto tiempo llevaba de todo esto? Si el contagio era reciente, de la excursión, no entendía cómo los chicos podían comportarse de un modo tan extraño en tan poco tiempo. A Aoi le había llevado más tiempo comportarse así de raro. No, debía ser incluso previo a la excursión.

Pensó que debía avisar al recepcionista del hotel, pero llegó a pensar que hasta el personal del hotel estaría infectado. ¿O solo infectaría a menores? Tenía que escapar de ahí y avisar a la policía. Eso se había vuelto algo demasiado grande. Es que eran inmortales superpoderosos. ¿Cómo se vencía a alguien que no podía morir? Además incluso si intervenía la policía no les dispararía; no dejaban de ser niños. Y posiblemente esos chicos se habían vuelto más fuerte que cualquier ser humano.

Quería hablar con Yuka para intentar acceder a lo más profundo de su ser, ya que sabía que no podía aceptar lo que estaba pasando allí, pero no sabía cuánto quedaba de ella. ¿Y si le ponía a la gente en contra? El lavado de cerebro de Maki había superado todas las expectativas. Buscó respuestas en las miradas de los chicos, desesperada.

Lo que más había temido Seiji desde que había comenzado a investigar todo aquello con sus compañeros era lo que ahora mismo sus ojos estaban observando. Maki lo había conseguido, ellos lo sabían y aun así no habían conseguido pararla.

El chico observaba a todos sus compañeros, como deseaban esa Inmortalidad que la chica nueva les estaba ofreciendo. Se podía imaginar que le entregarían a cambio pro aquel poder que ya había podido comprobar en Aoi. Todos los presentes comenzaban a sangrar por la nariz, alentados por una Maki que animaba a las masas a seguir sus ideales.

Era la primera vez que veía a la chica con esa energía, ese empuje ante algo o alguien. Estaba claro que su propósito era ese, el convertir a todos, tal y como la chica había insinuado en todo momento desde que le habían conocido aquel primer día de clase.

Instintivamente pasó su mano por la nariz, rezando mentalmente no estar sangrando, y lanzando una fugaz mirada a sus dos compañeros, supo que la cosa estaba peliaguda.

— Tenemos que hacer algo — llegó a susurrar. — No tenemos ni idea como parar esto…  ¿habrá descubierto algo Den? — miró a Ouchi y luego a Amaya. — Tenéis que intentar poneros en contacto con ella…

Su interior era una montaña rusa de sensaciones, llena de subidas y bajadas. Tenía miedo, valentía y nervios a partes iguales, sin saber bien que tenía que hacer o que decir.

— Amaya, os daré algo de tiempo… Pero tenéis que intentar poneros en contacto con Den e informar de lo que está sucediendo… Todo aquí ya está perdido — miró a su compañera sabiendo la relación que tenía con Yuka.

Tras esos segundos dio un par de pasos, dirección a la gran masa de compañeros que alentaban a Maki y rodeaban a los profesores. Si se percataban de la acción de Amaya o Ouchi, él saldría al paso intentando dar tiempo a sus dos compañeros.

_Ven con nosotros, Seiji. Son demasiados, y muy fuertes. Podrás frenar a algunos, pero no a todos. Vamos a vuestra habitación. Llamemos por teléfono a Sata y al detectve, y veamos si ya tenemos señal. Si no, pedimos un teléfono en la recepción del hotel.

Amaya se dio la vuelta para salir del comedor de la manera más sigilosa posible. Ya fuera de la vista del resto tomaría su celular para ver si ya sin la tormenta de la noche anterior tenía señal de teléfono y/o de internet para comunicarse. Si por algún motivo no tenía, iría a la habitación de los chicos si iban con ella, y si no, a la recepción.

Los chicos parecian asustados y se disponian a actuar, pero justo en ese momento delante de ellos se planta Aoi, la chica deja pasar a Yuka y cierra la puerta del comedor dejandoles fuera de la sala, sin mediar palabra coloca algunos muebles que habia alli en el pasillo para bloquear la puerta, pese a que mantiene aquellos rasgos extraños tiene una expresión diferente, les mira y dice:

Si queréis salvaros seguidme… rápido, solo hay una forma de poder detener a Maki… venid conmigo rápido si no queréis morir o convertiros en eso

Dice la chica mientras empieza a correr

Amaya sentía su corazón como si hubiera corrido un maratón y se sentía como tras una vuelta en una montaña rusa. Los últimos segundos habían sido sumamente intensos y no encontraba oportunidad para recuperarse.

Al ver a Aoi cerrándoles el paso se paralizó, pensando que hasta ahí llegaba su huida. ¿Qué iba a hacer con Aoi? ¿Luchar? No tenía ningún sentido. Fue recién tras escucharla que pudo notar cómo una gratificante oleada de esperanza la invadía. ¡Aún quedaba algo de la vieja Aoi! Tuvo deseos de ir a abrazarla pero la chica no le dio tiempo y se lanzó a correr. Ni siquiera miró a los otros, estaba segura de que irían con ellas. Le costó salir de esa parálisis que la embargaba, pero finalmente pudo correr tras Aoi y posiblemente la única oportunidad de frenar todo aquello.

Sabía que estaba todo perdido, que todo lo que estaba ante sus ojos era la peor escena que jamás había vivido. Miró a Amaya tras pedirle que le fuera con ellos, pero sabía perfectamente que si no les daba tiempo a ella y Ouchi no llegarían a dar aviso a nadie. Maki sabía perfectamente que el grupo estaba siguiéndole los talones y que no les daría tregua.

Pero cuando Aoi lanzó ese rayo de esperanza Seiji afirmó con la cabeza. No parecía una trampa al estar todo el grupo en aquel comedor, vitoreando las palabras de Maki. Su compañera, que hacía pocas horas quería morir en paz, ahora bloqueaba el comedor para que ellos tuvieran una oportunidad.

Rápido le ayudó a colocar un par de muebles y, tras Amaya, salió corriendo, siguiendo los pasos de Aoi. Seiji estaba asustado y nervioso, pero Aoi les acababa de abrir una pequeña puerta para detener todo eso.

Aoi les lleva corriendo hacia lo que parecían ser las oficinas del lugar, por allí la chica abre una puerta que les lleva a unas escaleras que descienden, esto les lleva al sotano un pequeño refugio seguramente de la segunda guerra mundial en donde Aoi cierra justo después de que entren, la chica les mira directamente:

Tenéis que quedaros aquí… no quiero que sufráis daño… Maki se ha vuelto loca y va a matar o convertir a todo el mundo. Pero aquí estaréis a salvo.

Mira entonces de nuevo a los tres y dice:

Yo puedo ocuparme de todo… puedo intentar detenerles… creo que si detengo a Maki quizás pueda detener al resto poco a poco

Cuando llegan puede ver que la zona esta realmente tranquila, Sata mira a Den y dice:

Esto esta demasiado tranquilo... deberiamos encontrar a alguien, vamos

Es justo en ese momento que pueden ver por una ventana cercana como los chicos corren detras de Aoi, la chica los ha llevado a lo que desde fuera parecen las oficinas del lugar. Sata señala una pequeña ventana que sin duda da a una especie de sotano y dice:

Parece que estan ahi... deberiamos ir a 

Justo en ese momento pueden ver como un chico camina hacia ellos, el chico sonrie levemente mientras camina, Sata se tensa y mira a Den de reojo mientras se coloca delante de ella, le lanza una de las mochilas y dice:

Rapido... ve a contarles todo a los chicos... mira, parece que hemos llegado tarde

El chico estaba sangrando profusamente por la nariz pero con aquella extraña sangre negra y se dirigia hacia ellos mientras Sata cogia uno de esos inyectables

Amaya se dejó guiar por Aoi hasta ese lugar que parecía un refugio antibombas.

¿Cómo habrá conocido este lugar?

Le agradó escuchar a la antigua Aoi, la que se preocupaba por los demás y procuraba cuidarlos. Sin embargo Amaya se preguntaba si su plan no se encontraba por encima de sus posibilidades.

_¿Cómo piensas detener a Maki? Ella es así... desde hace mucho más tiempo que tú.

Entonces como un rayo le llegó un pensamiento.

_¿Te has vuelto más poderosa que ella? Después de la última vez fuiste sometida a tratamientos más intensivos, ¿no? De todos modos no te dejaré hacer esto sola. ¿Cuál es tu plan y en qué puedo ayudarte?

Seiji siguió en todo momento a Aoi, en cierta medida algo nervioso por lo sucedido en su casa la noche en la que intentó ayudarla para que perdiera la vida. Pero ahí estaba, intentando ayudar a que todo aquello se terminara de una vez por todas.

Tras las palabras de Aoi y Amaya en aquel "refugio", Seiji asintió con la cabeza.

— Estoy con Amaya, no dejaré todo el peso sobre tus hombros, ¿en que podemos ayudar?

Por fin habiamos llegado al campamento pero algo estaba mal, habia demasiado silencio; mire la hora, no era muy tarde por lo que era extraño tanta tranquilidad y como ya me habia imaginado estabamos sin cobertura.

Sata y yo salimos del coche y comenzamos a caminar hacia lo que parecia la estancia principal pero en aquel momento vimos en una de las ventanas a los chicos corriendo detras de Aoi OUCHI!! SEIJI!! AMAYA!! les grite con la esperanza de que me oyeran pero alguien mas lo habia hecho pues uno de nuestros compañeros se acercaba a nosotros, automaticamente Sata se coloca delante mio protegiendome mientras yo cojo la mochila que me acaba de tirar.

Cita:

Asiento con la cabeza Ten cuidado le digo mientras me coloco la mochila y salgo corriendo hacia el sotano que hacia tan solo unos minutos me habia señalado Sata y el cual parecia la unica entrada al lugar en el que habiamos visto a nuestros amigos antes, cogo uno de los inyestables y lo dejo en mi mano por si me encuentro a alguien mas en ese estado poder actuar rapido.

Justo en ese instante se escucha como unos cristales se rompen, se trata de una pequeña ventana que hay en el sotano que apenas cabía alguien, un par de bolsas caen pesadamente al suelo y es cuando arrastrandose entra alguien, se trata de Den que llega con una mochila

Sata sonrie con seguridad a la chica y añade:

Aunque no lo parezca se defenderme, no te preocupes y ten cuidado

Cuando la chica se aleja puede ver que hay una pequeña ventana por la que podra entrar, a su lado hay una piedra con la que puede romper el cristal, al entrar puede ver que Aoi esta con los chicos hablando

Aoi da un par de pasos hacia atrás mientras mira a los chicos y dice:

Pero vosotros estáis en peligro…

De fondo podían escuchar sonidos de pelea y ruidos, Aoi les mira unos momentos y dice:

Muy bien… pero antes tengo que contaros algo… yo fui quien mato al profesor… estaba con el y me sentí muy celosa por como miraba a Komi y algo dentro de mi… una gran rabia se apoderaba de mi y le ataque no pude controlarme… estoy segura que eso es lo que les controla a todos. Lo que hace que no puedan distinguir

La llegada de Den no ayudaba a ordenar las ideas. Parecía que a cada segundo aparecían componentes nuevos para esa historia. ¿Sabría en qué se estaba metiendo y qué estaba ocurriendo allí? Era mucha casualidad que arribara en ese momento.

_¿Den, qué haces aquí? ¿Estás bien?

Como si no tuvieran bastante, siguió la confesión de Aoi. Amaya se preguntó cómo se lo tomarían los otros. Ella ya sabía del amorío con el profesor, y lo de su muerte... lo había contemplado como posibilidad. Se acercó a la chica y la abrazó. Luego retrocedió.

_No fuiste tú, Aoi. Así como no se puede culpar a alguien resfriado por estornudar, no se te puede culpar por todo lo que has vivido en los últimos días. Estoy contigo, como siempre. Dime qué debemos hacer.

Seiji miró a Ouchi unos segundos al ver que la persona que había roto la ventana y estaba entrando en aquel sótano era la mismísima Den. No sabía que hacía la chica y justo cuando iba a preguntar, Amaya se adelantó, lanzándole la misma pregunta.

Rápido ayudo a Den a bajar mientras Aoi seguía hablando referente a lo sucedido con el profesor. Aquella revelación no pilló de nuevas a Seiji, que ya se olía que aquel acto no estaba tan lejos de Aoi.

— Es eso que Maki hizo contigo, eso fue lo que hizo que actuaras así, nosotros lo sabemos… ¿Quieres decir que controla a través de la rabia o la venganza? — tras eso respiró profundamente unos segundos. — ¿Cómo llegó a convertir a todos menos a nosotros?

Rompi la ventana y entre y al hacerlo vi como mis compañeros estaban hablando con Aoi, Seiji me ayudo a bajar de la ventana mientras Aoi confesaba que ella habia matado al profesor y que era eso basicamente lo que les habia hecho Maki, que su rabia los controlara y se volvieran locos hasta el punto de matar a alguien.

Gracias le dije a Seiji mientras acababa de bajar y tocar el suelo, mire con desconfianza a Aoi y luego me acerque a Ouchi Os encontrais bien dije sin saber bien como reaccionar delante de Aoi Podemos hablar con con libertad??

Tenia muchas ganas de contarles todo lo que habia sucedido pero no sabia hasta que punto podia fiarme de Aoi por lo que agarraba con fuerza el vial que aun mantenia en mi mano por si la cosa se complicaba

Ahora parecia algo sorprendida, la chica podia verse que estaba sorprendida en su mirada y en cierta forma emocionada, a las palabras de Amaya dice

Si fui yo... fue mi ira y la oscuridad que hay dentro de mi... pero la he podido controlar... gracias

Asiente a las palabras de Seiji y dice:

No sois los unicos... hay muchos mas que no estan contagiados, solo estan contagiados los que visteis en el comedor, pero por lo que dijo... estoy segura que va a intentar contagiar a mas gente o matarlos... y bueno... no es que Maki controle a la gente... ella lo que hace es que te mete esa oscuridad... pero ella no te controla... lo unico es que sabe como influir a esa oscuridad... pero sigues iendo libre... pero esclava de tu propia oscuridad... como si un demonio se metiera en tu interior

Despues mira a Den y lo que tiene en la mano unos momentos y añade:

Si quereis puedo marcharme para que podais hablar.

Era un absurdo para Amaya que tras la exposición de Aoi, de su relato de lo difícil que era controlar esa oscuridad, de repente quisieran hacerla a un lado. Incluso podía ser un disparador para volver a caer en ella. La tomó de la mano con fuerza. Si ella se iba, también Amaya.

_Podemos hablar con libertad, ¿no? -dirigió su vista a los dos varones-.