Escuchaba al periodista mientras hablaba, cuando menciono lo de Maki se le vino una idea a la cabeza -¿Y si esa es una forma para contagiarte? Parece que tiene mucho interés en usted, puede que desee contagiarle- luego dejo de hablar parecía pensativo -pero si nuestras sospechas sobre el profesor son ciertas, ¿si él tenía el virus por qué murió? y si talvez a los adultos los afecta de una forma diferente, talvez quiera hacerlo como un experimento, ella estaba muy interesada en la maestra Tamura, o por su embarazo, talvez ella no sepa muy bien como reacciona el virus y quiere experimentar como se comporta en diferentes individuos- el chico pasaba de una idea a la otra como en una charla consigo mismo y parecía ajeno a los demás en la sala.
Con tan solo ver la expresión de su rostro, era evidente que la cosa no marchaba bien. Cuando explicó lo que había pasado, Nao hizo una mueca de horror. Y, cuando mencionó que había tratado de besarlo, se quedó completamente pálida.
—¿Trató de besarle…? —susurró, inquieta—. Sí. Es probable que esa sea la forma con la que contagia… —Pero había algo más preocupante aún en lo que había dicho—. Si al asistente le ha ocurrido eso y a usted le ha intentado contagiar… ¿Quiere decir que van a ir a por todos los que estén investigando esto? Entonces… ¿Nosotros también estamos en peligro…?
Todo parecía ir de mal en peor. La policía no hacía nada, y los pocos que trataban de investigar eran quitados de en medio. Cada vez todo se parecía más y más a una pesadilla…
Paso la mirada de uno a otro, con la preocupación creciendo dentro de mí con cada nueva información. Abro la boca varias veces para hablar, pero acabo cerrándola cada vez, incapaz incluso de estar de acuerdo o de desacuerdo con ellos. Solo puedo pensar en Maki y en cada uno de los infectados, y en el método de contagio. Lo peor es que siento una especie de dejavú. Como si no fuera la primera vez que haya pensado en esto.
-Pero besar es...-no puedo terminar la frase, mis mejillas enrojecen. Incómoda por el giro de la conversación, no me queda más remedio que cambiar de tema.
-P-por cierto, t-tengo algo que contaros.-me levanto a toda prisa y compruebo que las puertas y ventanas estén cerradas, queriendo evitar que nadie fuera de aquí se entere de lo que tengo que decir. Aunque me tomo mi tiempo para hacerlo, pues también es una excusa para darme tiempo a calmarme.
-Sé que Oshima-san, la enfermera del instituto ha sido también contagiada.-digo volviendo a mi sitio.-Me la encontré fuera de la cafetería, y no noté que estuviera mal de salud. O los efectos negativos tardan en aparecer, o como dice Murasaki-san, dependen del adulto.
-Pero sobre todo...-y cuando llego a lo más importante, me desinflo. Cuando miro a Nao y a Rin, siento que no puedo guardármelo para mí. Pero cuando miro a Sata, lo único en lo que puedo pensar es en el código deontológico profesional. Me acobardo y bajo la mirada al suelo, dándome cuenta de que no lo tengo nada claro.-Si os cuento algo, ¿podéis prometerme que no se lo diréis a nadie? Le prometí que lo mantendría secreto, pero somos un equipo, ¿verdad?
Sata escuchando lo que decían los chicos parecía tranquilizarse un poco. Seguía viéndolo todo negro, pero el escuchar que se “había salvado del contagio” parecido animarle un poco, a lo dicho por Rin dice:
Todo es posible… la única forma en la que podemos saberlo es si analizamos o bueno… alguien nos analiza el cuerpo del profesor.
Después mira a Nao y asiente:
Me temo que sí, que puede ser peligroso para todos nosotros. Maki sabe perfectamente que estamos tras ella, pero dudo mucho que haga nada si hay testigos delante. Tenéis que procurar no estar nunca a solas ni con Maki ni con cualquiera de los infectados… de hecho deberíamos hacer un listado de los que sabemos que están infectados.
Fue cuando escucho las palabras de Mieko, y noto la preocupación de esta, le mira preocupado y dice:
Claro, no te preocupes
El chico en principio no quiere hablar y también baja la mirada, pero logra reunir fuerza y la mira -¿Es acaso sobre Fukui San?- dijo finalmente.
-¡Tienen que haber otras maneras! ¿No podríamos conseguir sangre u otras muestras de otra forma?-la idea de desenterrar a un muerto sigue poniéndome los pelos de punta. Aunque ante las advertencias de Sata sobre no acercarnos a ningún infectado, parece que no tenemos tantas opciones. Bajo la cabeza, asintiendo para darle a entender que estoy de acuerdo. Lo principal era mantenernos a salvo. Saco de mi mochila el papel de la cafetería donde había apuntado antes varios nombres y los leo.
-Los infectados que tengo apuntados son. Seto-san, Aoi, la madre de Yuki y su enfermera, Oshima-san y... eso es lo que tengo apuntado.
Claro que no era tan simple. No quería revelarlo demasiado rápido, no hasta que todos hubieran prometido mantener el secreto, pero las palabras de Rin me sorprenden. Asiento despacio con la cabeza, preguntándome cuando habrían hablado los dos.
-Sí. ¿A ti también te lo dijo...?
Ante la sorpresa de la chica su valor se vio mermado y su cabeza volvió a mirar al suelo, se sentía sin palabras, pero se forzó a si mismo a hablar -No- su voz apenas tenia fuerza -No he hablado con él, pero creo sospechar algo del asunto, el otro día en el callejón vi algo en el suelo que me dio una idea de lo que quieres contarnos- no entro en detalles y no se atrevía a mirarla a los ojos.
Nuevamente, salía el tema de tomar muestras del profesor, lo que disgustaba y asqueaba a Nao. Apartó la mirada, sin comentar nada.
Por otro lado, parecía que Mieko tenía algo que comentar. Y Rin debía de sospechar algo al respecto. Nao miró a uno y a otro, confundida e intrigada. —¿De… De qué se trata? ¿Qué ocurre con Fukui-san…? —preguntó. Ella no había notado nada en el callejón, por lo que no tenía ni idea de lo que estaban diciendo.
-¿Dices hoy, después de la cafetería?-pregunto, preocupada por cuantos días podía haber pasado desapercibido el estado de Sota. Me giro hacía Nao, sin saber muy bien como empezar. Durante un momento había esperado que la información de Rin me ayudara a aclararlo todo, pero parecía que todo dependía de mí.
-Ha sido infectado.-me decido por ir al grano, asegurándome así de no andarme con rodeos.-Me lo dijo cuando me lo encontré en el callejón-- bueno, no, no me lo dijo.-suspiro. Al final si me iba a ir por las ramas.
-Pidió hablar conmigo, y empezó a comportarse de manera extraña. Quería que le pegara, que le insultara, para poder explicarme algo que sino no podía contarme. Yo me lo tome a malas, porque pensaba que había alguien vigilándonos, pero entonces...
Me detengo. Necesito un momento para recordar lo que vi, para poder explicarlo mejor.
-Algo le pasaba. Empezó a temblar, como si estuviera luchando contra algo, y entonces le sangró la nariz, con sangre negra. Era muy extraño. Normalmente, los infectados parecen adorar a Seto-san, pero Fukui-san no. Quería contármelo, aunque no pudiera. Solo a mí.-subo la mirada desde mis manos, que juguetean nerviosos, hasta ellos. Les miro a los ojos, pidiéndoles atención y comprensión.-No podéis decírselo a nadie, pero confío en vosotros.
-Lo siento- es lo primero que salió de la boca de el chico -no puedo prometer, no contarlo- tomo una gran bocanada de aire, no quería decirlo, pero luego de lo ocurrido en los últimos días con ellas era mejor decirlo -no puedo prometerlo porque ya se lo dije a alguien, el detective Kashiwagi Jin, se lo dije poco después de lo del callejón, por eso no volví a la cafetería, le lleve lo que encontré y le dije de mi sospecha, justo cuando ustedes salieron del lugar vi la sangre negra en el piso y la tome en un pañuelo- no quería mentirles, pero sentía que las había traicionado al haber hecho eso sin decirles nada, el no era una persona muy social y este tipo de situaciones le eran muy difíciles de manejar, por eso aun mantenía sus ojos fijos en el suelo.
Miró a Mieko, desconcertada. —¿I…Infectado? —Necesitó apoyarse en la pared para no caerse. ¿Es que todas las personas que conocían iban a acabar contagiadas?
Todo lo demás que decía sobre Sota era muy extraño. Al parecer, se comportaba de forma diferente al resto de infectados, y había pedido que lo golpearan… No entendía nada.
—Pues… creo que recoger un poco de sangre fue buena idea. Así ya tenemos muestras, y no tenemos que… robarlas —susurró, con mirada ausente. De pronto, se le ocurrió algo—. Chicos… ¿Habéis pensado que… a lo mejor… el virus no afecta de la misma manera a chicas y a chicos? —Hasta donde ella recordaba, solo tenían constancia de dos posibles hombres infectados: Sota y el profesor. Y ambos parecían actuar o mostrar síntomas diferentes del resto—. De hecho, parece que... se han quitado... de en medio al ayudante del doctor Seto, ¿no? ¿Por qué hacer eso en vez de simplemente contagiarlo?
Sata permanecía en silencio, sin duda pensando en lo que iban diciendo. Finalmente empieza a hablar:
Entonces si Sota esta infectado, creo que deberíamos de partir de la idea que Maki sabe lo mismo que el, y con su visita es algo que diría es así. Decís que actúan diferente… bueno, en cuanto al profesor no lo sabemos porque realmente no vimos si actuaba igual que los demás o no, ya que murió.
Se lleva la mano el mentón y empieza a pensar y a mirar a los chicos:
A lo mejor… Maki es capaz de ejercer cierto control sobre los que infecta y… Sota está resistiéndose… no sé, a lo mejor como ella es una chica le es mas sencillo controlar a las chicas que a los chicos… a fin de cuentas somos diferentes.
Después mira a Rin y añade:
Estoy seguro que el detective investigara la sangre. Con el iba a reunirme al mismo tiempo que con el asistente del doctor Seto, pero como este no ha venido se marchó muy enfadado, quizás el también este investigando y avanzando.
Parecía que había recuperado su curiosidad periodística, mira a los chicos y dice:
Tenéis que tener mucho cuidado… si no recuerdo mal, mañana teníais esa excursión. Creo que es un buen momento para que observéis a los infectados, pero con mucho cuidado
No le apetecía mucho ir a la excursión, mas aun con el estado actual de su amiga, pero no podía negar que era una oportunidad para ver a los infectados y analizarlos mas -Hay que evitar estar solos, eso nos dejaría más vulnerables- dijo tímidamente.
-¿Conseguiste sangre? ¿Y ya están analizándola?-miro con interés a Rin. Aunque él parece preocupado, el que hayamos conseguido una muestra me alivia. Quizás sea una pieza importante para resolverlo todo, asegurándonos de que nosotros no nos ponemos en peligro.-Dile que en cuanto sepa algo, nos lo diga.
-Eso tendría sentido. ¿Qué más hombres han sido contagiados? ¿El profesor de gimnasia, el ayudante y Fukui-san solo que sepamos, no?-levanto la mano y cuento un dedo por cada nombre, esforzándome en recordar más personas. Pero si las hay, no las conozco. Solo tres dedos levantados, pero me llenan de preocupación.-Esperad, ¿creéis que le pasará lo mismo a Fukui-san?
Saco el móvil y abro la aplicación de mensajería, pero me detengo al ver que todavía no ha habido ninguna respuesta. Me debato entre escribir algo o no, hasta se me escapa una mirada fugaz a Rin y a Sata, aunque las aparto antes de que me puedan ver. ¿Qué habría pasado si hubieran sido infectados? ¿Hasta que punto estaba Fukui-san en peligro?
-Pero en la excursión...-aunque esté creando más preocupaciones y peligros a una situación ya de por sí complicada.-¿Qué hacemos si les vemos contagiar a más gente? ¿Hasta que punto podemos ayudarles...?
—¿Que le es más fácil controlar a las chicas…? Entonces… ¿quieres decir que quizás los controla directamente? —Si eso era cierto, entonces sería como si Maki tuviese ojos en todas partes.
Asintió mientras Mieko hacía el recuento. —Sí. No ha habido ningún otro más que yo sepa. —Luego, ella teorizó algo sobre Sota—. ¿Lo mismo? ¿Quieres decir que podrían… matarlo? No veo por qué… Esperemos que no.
Cuando Sata mencionó la excursión, Nao sintió un escalofrío. Iban a estar lejos, y cerca de quién sabe cuántos infectados… Iba a ser peligroso. Y lo que Mieko comentó la puso más nerviosa aún. —No lo sé… Quizás lo mejor sería… Vigilar a Maki todo el rato… Pero eso sería muy peligroso. Podría intentar contagiarnos a nosotros…
-Es extraño eso de controlar- lo dice bastante incrédulo, porque la sola idea de ello le parece ilógica, pero en contradicción hay demasiadas pruebas que lo demuestran -tengo en mente varias teorías, pero cada una es mas loca que la anterior-
Su mente le atormenta con el recuerdo de su amiga -puede que realmente no sea un control como tal, talvez los infectados tiendan a empatizar mas con otros infectados y dada la personalidad de Seto San parezca que los controla, o quizás sea por el miedo, tal vez allí reside el que le hagan caso o eviten hacer algo en contra de ella-
Podía notarse como la contradicción a la lógica le tenía incomodo -también pude ser que sus antiguas personalidades estén luchando por el control de sus cuerpos y el virus este tratando de sobrescribirlas- no encontró otro termino, pero como fanático de la computación este le parecía bastante adecuado -Tal vez no sea el caso por ser hombre o mujer, sino el hecho de tener una personalidad con mas convicción o mas desarrollada, a la mayoría de adultos el virus le costaría controlarlos-
Suspiro con tristeza antes de continuar -pero veo dos coincidencias en el caso de Seto San y Aoi Chan, ambas “murieron”, según el artículo, Seto San murió en el lugar del accidente y …- le pensaban las palabras, pero se obligó a continuar -por el accidente de Aoi Chan es probable que fuere igual y la infectaran luego de … morir, esto tal vez afecto a sus personalidades de una manera diferente a la de los demás, por las imágenes Seto San parecía mas ¿amigable?- solo era una impresión algo superficial, pero sentía que el virus la había cambiado de alguna forma.
-Creo que Fukui-san se arriesgó mucho al contarme lo que le había pasado. ¿Y si le han descubierto? ¿O si quería avisarme porque sí sabía que le iba a pasar algo?-respondo a Nao sin dejar de mirar el móvil, refrescando la aplicación como si eso fuera a hacer que un nuevo mensaje llegara. Me estoy mordiendo una uña, temiendo la posibilidad de que mis temores se confirmaran.-Estuve hablando antes por Line con él, pero hace ya unas horas que no sé nada de él.
Escucho con temor las teorías de Rin. Cada vez que parecía que avanzábamos, surgían más preguntas a las que todavía no podíamos responder.
-Son teorías probables.-no sé muy bien que añadir. El recuerdo de las fotos antiguas de Seto-san, en las que parece una chica totalmente normal, me distrae y entristece.- Hasta que sepamos más, deberíamos tener cuidado en la excursión e intentar ir juntos, sobre todo si vemos que nos intenta contagiar.
Sata había estado todo el tiempo en silencio, pensando y analizando, entonces parece que decide hablar:
Por el momento sabemos que Maki era una chica normal… murió y estuvo un tiempo hospitalizada en EEUU bajo el cuidado de su padre, un investigador que investigaba junto a un doctor en EEUU el tema de la regeneración de órganos, sin embargo, cuando Maki ha vuelto tiene esa extraña personalidad. Por otro lado, tenemos a Aoi que era normal y tras llamémoslo accidente se ha empezado a comportar de forma extraña y tiene sangre negra. También tenemos a los demás que habéis dicho
Se queda unos momentos pensando y mirando la libreta donde había estado tomando apuntes desde el principio, tras unos momentos dice:
Esta claro que el profesor se ha tenido que infectar a partir de Aoi y que ha tenido que infectarse antes de muerto con casi total seguridad… pero, ¿Por qué no ha despertado y sigue muerto? Creo que mientras estéis en la excursión aprovechare para abordar al padre de Maki… será el momento menos peligroso para poder hablar con el… ya que no me extrañaría que quizás la chica tenga cierta influencia sobre su padre.
Después mira la hora, dándose cuenta que era bastante tarde y dice:
También hablare con la policía… pienso que deberíais iros a descansad y como habéis dicho, tened mucho cuidado en la excursión y vigilad a Maki, intentad que nadie se quede a solas con ella.
-Es difícil saber como el virus puede entrar en nuestro sistema, pero creo que es a partir de intercambio de fluidos, o eso pienso por el doble intento de Seto San por besarlo- dijo dirigiéndose a Sata -por lo que vimos el día de la carrera el virus podría hacerlos mas rápidos y no descartaría que más fuertes- se sentía en medio de una tira cómica, todo parecía irreal -Entre mas sepamos de ellos mejor podremos evitar terminar contagiados-
Las ideas de Rin hacían que Nao se sintiera incómoda. Todas las posibilidades que mencionaba eran aterradoras. Y lo peor era que, teniendo en cuenta lo que habían presenciado hasta entonces, todas ellas eran perfectamente plausibles.
Ante la preocupación de Takenaka sobre Sota, abrió la boca pero no llegó a decir nada. Si estaba infectado, podría haberle pasado cualquier cosa. De hecho, ¿cómo sabían si podían confiar en él? Podría convertirse en una persona completamente diferente en cualquier momento.
—Sí. En la excursión, deberíamos estar todos juntos todo el rato… —mencionó, simplemente.
Cuando el periodista les aconsejó irse a descansar, ella asintió. No tenía sentido que siguiesen dando vueltas al tema. Debían descansar y, sobre todo, tener mucho cuidado.