Partida Rol por web

Los sanitarios empiezan a llevarse a Aoi de allí, la cubren con una manta termina mientras la chica apenas reacciona, los dos hombres parecen muy preocupados por ella y la llevan con extremo cuidado.

Subiendo apresuradamente un hombre que ya habían visto con anterioridad aparece, se trata del doctor al que le preguntaron cuando fueron al hospital, el hombre parecía preocupado y al ver como Aoi caminaba llevada por los dos sanitarios se sorprende:

Pero como… ¿que ha? Rápido, llévenla al hospital con cuidado

Entonces observa el estado de Nao y se agacha frente a ella, mira a Sata y a Mieko y dice:

¿Sabéis si tiene alguna clase de trauma o similar? Esta en un autentico estado de Shock…. Deberíamos alejarla de aquí, ¿podeis ayudarme a bajarla?

Comentaba el doctor mientras se acercaba a Nao y empezaba a examinarla

Sata mira a Mieko interrogante mientras se acerca a ayudar al doctor dice con gran preocupación en su forma de hablar:

No lo se, Mieko, ¿sabes si tiene un trauma o algo? ¿Y tu, como estas?

Decía mientras esperaba a que le doctor terminara de examinarla dispuesto a cargar a la chica en brazos para bajarla a la planta de abajo.

Rin pudo ver que el inspector estaba en el baño, observándolo todo, se había puesto unos guantes y miraba el lugar, con cuidado enciende la luz y Rin puede ver como el interior del cuarto de baño es toda una carnicería, sangre de esa negra por todas partes, cuchillos, tijeras, cuters, todos llenos de sangre, al igual que la bañera, cualquiera que lo viera podría pensar que allí habían desangrado y asesinado a varias personas, o al menos la cantidad de sangre que había allí hacia pensar eso.

Maki caminaba tranquilamente, cuando le dice lo de los besos no puede evitar reirse casi a carcajadas, extrañamente Sota se sentia un poco ofendido con aquello:

¿Curativos? Nunca he dicho que sea algo curativo… mas bien

Maki se detiene y se coloca justo delante de Sota, con una mirada bastante inquietante, la chica acerca de nuevo su rostro y dice:

Te has unido a la oscuridad junto a mi, pronto iras conociendo lo que es la oscuridad… pero no te preocupes… pronto todos seremos amigos.

Se vuelve a girar y reanuda su marcha con tranquilidad, cuando este le adelanta y le pregunta a donde le lleva:

Han dicho que tenemos el día libre ¿verdad? Y los días libres se pasan con amigos ¿no?

Maki hace un gesto con la cabeza para que mire y Sota puede ver como allí no muy lejos están Aki, Eiko la enfermera y Yui, comienza a caminar y dice:

Ademas, tengo que ir a ver a la que sera mi nueva amiga dentro de poco

Aunque fuera la primera vez que la veía reír de aquella manera, teniendo en cuenta el motivo Sota no pudo evitar sentirse molesto, como si acabara de burlarse de él. Por suerte ese breve malestar se sustituyó rápido por la confusión que le producía la chica, ¿oscuridad? ¿Algún tipo de secta? Teniendo en cuenta la aparente fascinación por la muerte que tenía no le sorprendía verla con uno de esos libros satánicos con frases en latín, haciendo rituales con copas de vino fingiendo ser sangre en el sótano de su casa.

Agradecería que fueras menos críptica, es complicado entenderte.- A pesar de todo siguió caminando a su lado hasta que le indicó una dirección, alzando una ceja al comprobar el extraño trío que llegaba por el sendero.

Estaba acostumbrado a ver a Aki y Yui fuera, aunque no en este tipo de sitios y muchos menos con la enfermera como si fueran amigas del alma, ¿tal vez se había perdido algo? Le pidió un segundo a Maki por educación para saludar, aunque en realidad quisiera saciar parte de su curiosidad.

¿Aprovechando el día libre? – Una vez se acercó, saludó con un rápido asentamiento de cabeza mientras guardaba una sonrisa.

Aunque el chico ya había estado en el horror que había en el baño, la situación era aun peor con las luces encendidas, parecía la escena de una película gore extrema, tanta era la impresión que le causo que tardo unos minutos en poder abrir la boca para dirigirse al detective:

-Kashiwagi San, Hay algo que dijo Aoi Chan antes de que llegara, ella dijo “No importa lo que haga, no consigo morir”- dejo las palabras en el aire y simplemente espero a ver la reacción del hombre.

A la velocidad a la que Nao está respirando, me temo lo peor. Me empiezan a temblar las manos, mientras me fuerzo a recordar algo de medicina, lo que sea necesario para ayudarla. Para empezar, intento apartarle las manos de la cara, pero Nao se resiste con fuerza.

—¿Y si se ahoga?—le pregunto a Sata asustada, justo cuando el médico del hospital entra. Por un momento, temo que el doctor Seto aparezca detrás de él, pero por suerte solo él sube. Su pregunta me aturde. ¿Un trauma?

—Yo...—miro a Nao, intentando recordar algo, algún detalle, algún comentario, que nos pueda ayudar. ¿Es posible que tuviera algún trauma y que no supiéramos nada? O... ¿y si yo era la única que no lo sabía? Siempre había tenido la sensación de que ser delegada te hacía enterarte de ciertos cotilleos y rumores, pero justo aquellos que menos probabilidades tenían de ser verdad. No, para saber algo tan íntimo tenías que ser muy cercano a esa persona, y yo no había sido precisamente muy cercana a muchas personas. Entre la delegación y los estudios no había tenido mucho tiempo para eso.—No tengo ni idea.

Bajo la cabeza avergonzada. Si hubiera cualquier otra persona aquí presente, ¿podría haber respondido su pregunta sin dudar? ¿Habrían podido ayudar a Nao?

Fue la enfermera la que hablo, la mujer parecía mas sonriente de lo habitual, ademas Sota pudo ver que tenia ojeras, al igual que Aki y Yui, la mujer miraba a Sota y este sentía algo, como una especie de conexión con ella:

Ya debes sentirte mejor, ¿verdad? Supongo que ha sido hace poco, pero pronto empezaras a notarlo aun mas

La mujer da un par de pasos hacia atrás como dejando sitio a Aki y Yui

Aki y Yui estaban frente a Sota, ambas tenían una amplia sonrisa, y fue la primer la que empezó a hablar:

Vaya, nos alegramos mucho que te hallas unido a nosotras… la verdad que era bastante aburrido siendo solo nosotras

Aki empieza a reír a carcajadas, incluso se dobla de la risa, tras algunos segundos vuelve a hablar, sin embargo, en esta ocasión Sota puede ver como adopta esa posición que tantas veces le ha visto adoptar justo antes de pegar a alguien:

Pero sabes una cosa… me apetece mucho hacer esto

Dice mientras lanza una patada contra el estomago de Sota riendo como una loca

Yui que permanecía en silencio pero riéndose todo el tiempo al ver como Aki lanza una patada no se queda atrás y se dispone a pegar un puñetazo a Sota. Este notaba como la adrenalina le subía en gran medida y sentía una gran agresividad en contra de las dos chicas, tenia grandes ganas de pegarles, de dejarles en el suelo.

Maki permanecía en la distancia en silencio observando, la chica miraba con poco interés lo que estaba sucediendo y con los brazos cruzados, mirando de vez en cuando el reloj, muy posiblemente no tardaría demasiado en marcharse de allí

El detective mira sorprendido a Rin, parecía que no creía lo que había dicho, sin embargo, mira a Rin con atención y dice:

¿Que no puede morir? ¿Eso quiere decir que ella quiere morir y no puede hacerlo? Pero toda esta sangre… si es sangre, porque es demasiado oscura para ser sangre

El hombre se rasca la cabeza, parecía en cierta forma aturdido, mira a Rin y dice mas para si mismo que para el chica:

¿Que coño esta pasando con esta chica?

Entre ambos hombres llevan a Nao a la planta baja en brazos, la colocan en un sofá y el medico la examina:

Creo que es un shock, si, estoy seguro, fisicamente esta bien, es solo el shock

En la mesa había dejado un maletin del que toma una jeringuilla con un tranquilizante y se la inyecta a Nao, mientras lo hace dice:

Deberíais llevarla a un sitio tranquilo y estar con ella, no tiene nada físico.

Sata mira a Mieko y le coloca una mano en el hombro mientras con preocupación le pregunta:

¿Y tu? ¿ Como estas? Se que eres una chica muy fuerte, pero lo que hemos presenciado también lo es. En cuanto baje Rin nos vamos de aquí, yo os llevare a vuestras casas, ¿podrías quedarte esta noche con ella? Creo que os vendría bien estar juntas, o si prefieres podéis veniros a mi casa a descansar si vuestros padres os dan permiso

Se notaba que Sata estaba bastante preocupado por lo sucedido y por el estado de los adolescentes.

Rin agacha la cabeza, como si hubiera dicho algo deshonroso y aun con este gesto dice -Solo el doctor Seto y Seto San los saben- y sin decir más hace una reverencia para despedirse y sale del baño, y de la casa, y se detiene en la entrada donde se derrumba contra el muro al lado de la puerta, y su mirada se pierde en el firmamento como buscando algo, algo que seguramente no encontrara.

Todo el cúmulo de nuevas sensaciones era tan desconocido para Sota que se sentía visiblemente confuso. Era cierto que sentía cierto cariño hacia la enfermera, el mismo que puedes sentir por alguien que sabes que te cuida aunque nunca se lo hubieras dicho en voz alta, pero aquella conexión era demasiado para él.

Sí, mucho mejor, pero siento que cada vez esto es menos real.- Recordaba perfectamente levantarse, medicarse, vestirse y desayunar algo ligero antes de caminar hacia el instituto, la noticia de la muerte del profesor, el beso inesperado con Maki y ahora esta caminata, pero tenía una ligera sensación de estar en un sueño donde la cabeza te hacía ver o sentir lo que la mente quisiera.- ¿Vosotras también? – Teniendo en cuenta que él empezó a sentir aquello después del beso, ¿qué había ocurrido para que ellas también estuvieran en la misma tesitura? O eso decían.

Se giró hacia Maki con la intención de preguntarle qué les había hecho a ellas cuando sintió la patada. El muchacho, sorprendido por la inesperada agresión, se encorvó para apretar la zona afectada mientras se retiraba.

¿¡Qué coño haces!? – Traición, dolor, rabia, confusión… de nuevo cientos de sensaciones se agolpaban, sobre todo al ver que la otra persona que consideraba su amiga tenía la intención de seguir con los golpes. ¿Nadie iba a pararlas? ¿Ni siquiera la enfermera?

Aunque su pecho se hinchara de aire y visualizara la cabeza de las dos chicas aplastadas contra el suelo, Sota se consideraba por encima no sólo un caballero, sino alguien cuyo genio nunca llegaba a una agresión física, mucho menos a la gente que consideraba “amiga”.

Sin intención de hacerles daño, intentó esquivar los golpes con la intención de inmovilizarlas, no queriendo ocasionarles más daño del necesario.

Nao seguía sin reaccionar a lo que ocurría a su alrededor. Incluso cuando la cargaron en sus brazos continuaba completamente ausente. Una vez abajo, tras la inyección, empezó a sentirse poco a poco más tranquila. Al fin separó las manos de su rostro, y su respiración adquirió un ritmo más normal.

—Mi hermano… Él… por mi culpa… Él me salvó… Pero… Debería haber muerto yo… —murmuraba, a nadie en particular, con la mirada perdida. Más bien hablaba sola.

Estaba más calmada que antes, pero aun así no estaba recuperada. Necesitaba descansar.

-Estoy bien.-esquivo la pregunta de Sata, aunque una cosa es decirlo y otra mostrarlo. No me he separado en ningún momento, incluso le he agarrado del brazo mientras el médico le ponía el tranquilizante. Algo que tendría más sentido si Nao estuviera consciente y se hubiera quejado de tener miedo a las agujas, pero que a mí me tranquiliza. No me extraña que Sata lo haya notado.

-Bueno... todo es un shock, pero... creo que estoy bien. Al menos si lo comparas con...-No lo llego a decir, pero creo que es evidente a quienes me estoy refiriendo. Sobre todo Nao, de quien no me separo hasta que la inyección hace efecto, asegurándome antes de que esté cómodamente recostada.

-Voy a preguntarles.-añado mientras saco el móvil. Aviso rápidamente a Yoichi de que estaré estudiando en casa de una amiga hasta tarde y que no me espere despierta. Con la misma rapidez salgo de la aplicación y me vuelvo hacía Sata, intentando poner una sonrisa que parezca genuina.-Dicen que no hay problema.

Todavía no guardo el móvil. Las palabras de Nao, aunque podrían ser delirios resultados del tranquilizante, me han alarmado. Por sus palabras parece que algo le pasó a su hermano... No sé como se llamará él, pero sí conozco su apellido, así que aprovecho a buscar sobre su familia en internet. No sé si tendré suerte, pero quizás me ayude a entender porque ha reaccionado así, y así poder ayudarla.

Sota esquiva sin demasiadas dificultades el puñetazo de la chica, la cual le mira molesta y dice mientras se lanza a darle otro puñetazo:

Mierda… ¿porque no dejas que te peguemos? Responde idiota

El puñetazo de Yui es fácilmente esquivado por Sota que puede notar como la chica parece realmente molesta.