Partida Rol por web

Sata se interpone entre el director y los chicos mientras dice:

Vamos… no lo dudéis… no son como Aoi… pero acordaros lo que ella dijo… que le liberáis

Su mano aprieta con fuerza el inyectable mientras mira al profesor en quien tanto confiaba -¿Cuánto llevas de su lado Yoshi Sensei? ¿Ya eras su siervo el día que fui a hablar sobre lo sucedido con Aoi Chan?-

Su amiga les había contado lo que sentían los infectados y como sus instintos pujaban por controlarles, por eso intentaba que se alterara, intentando que actuara impulsivamente como una bestia y no inteligentemente, era arriesgado, pero su defensa podía generar una apertura y con algo de suerte liberarle de su sufrimiento.

-¡Exacto!-exclamo tras las palabras de Nao, todavía la mano extendida hacía delante. Lo siguiente que sé es que Seto-san grita, llamando a la oscuridad y deseándonosla, para a continuación abalanzarse sobre mí. El sobresalto es tal que retrocedo, intentando apartarme de su camino. 

La conversación había terminado para dar paso a la acción, comprobando que Maki parecía tener cierta fijación con ir por la delegada.

Sota no había caído en el resto del mundo que le rodeaba, no le importaba ni consideraba que fuera más importante que aquello, por lo que corrió para interponerse entre ambas mujeres para intentar frenar eso, esperando que el resto pudiera apañárselas sin él. Su intención era apartar a Takenaka o frenar a Maki, lo primero que pudiera, aprovechando la fuerza y velocidad nueva que había adquirido.

—Pero… ¡si actúas así solo harás que el mundo sea aún más injusto! —exclamó Nao, a la desesperada. Sabía perfectamente que el mundo no era justo. Pero eso se debía precisamente a formas de pensar como aquella.

«Pero nosotros no te hemos hecho nada» quería responder Nao a continuación, pero, justo entonces, Maki se abalanzó sobre Mieko. Nao gritó. Con lo fuerte que era, ¡le haría mucho daño sin que nadie pudiese hacer nada!

Al mismo tiempo, Yuka se lanzó hacia ella. Nao no fue capaz de decir nada. Todo sucedía demasiado rápido y, de todas formas, tampoco sabía qué decir. Instintivamente, agarró con fuerza el inyectable que sostenía en su mano izquierda, oculto junto a su costado.

Muchas cosas empezaron a suceder en pocos momentos, por un lado el profesor Abe mira a Rin y le habla:

No soy siervo de nadie… ha sido toda una liberación

El hombre coge las gafas y las lanza lejos mientras dice:

Esta misma noche ha sido cuando Seto san me ha mostrado el mundo, me ha dado un regalo… puedes tenerlo tu también. Sera liberador, ya lo veras

Decía el profesor mientras se acercaba al chico

Yuka se encara a Nao, la chica tenia un aspecto extraño e inquietante con la sangre negra que le salia por la nariz, con aquella sonrisa típica suya dice:

Vamos, Nao… solo tienes que dejarme que te de mi sangre… no te dolora, vamos

La chica se acerca en actitud tranquila mientras extiende la mano como para invitar a Nao

Sata viendo las intenciones de Sota da un salto y se interpone entre los profesores mientras dice:

Sota… confío en que vas a ayudarnos… protege a los chicos. Yo me ocupo de los adultos… chicos… sabéis lo que tenéis que hacer

Sata se coloca delante del director que era el que estaba mas cerca, el anciano da un salto pero Sata lo esquiva y le clava el inyectable, sin detenerse corre hacia la enfermera con otro inyectable.

El director que había atacado a Sota mira el inyectable y sonríe levemente, sin embargo, a los pocos segundos empieza a sufrir espasmos, el hombre dice:

¿Que? ¿que es esto?

Y cae al suelo fulminantemente

La enfermera observa el inyectable y lo que sucede con el director y dice:

¿Que? ¿Que es eso?… así que por eso el profesor no… maldita sea… ahora veres

Dice mientras parecía aun mas enfadada y se lanza dispuesta a enfrentarse a Sata, aunque ahora claramente sera mucho mas prudente

Gracias al empujón de Sota Mieko evita el ataque de Maki, la chica cae a orcajadas sobre Sota y le observa unos segundos mientras dice:

Al final me traicionas… Prefieres unirte a estos humanos que nos han hecho sufrir tanto… maldito seas tu también

Maki agarra a Sota por la cabeza con fuerza y empieza a darle fuertes golpes contra el suelo

-Entonces, sabias bien sobre como tu ama había lanzado a Aoi Chan desde la azotea y al presentarme mis dudas sobre lo ocurrido, simplemente dices que solo son imaginaciones mías, de verdad te lavaron el cerebro con ordenes- Rin continúa intentando hacerle perder los estribos a su profesor, creyendo que solo así podrá tener una posibilidad de luchar contra su fuerza, pero también intenta estar atento a Yuka, quien parece querer atacarle a Nao y a él.

La cabeza de Sota golpeando el suelo. Seto-san encima de él. El grito de Nao. Sé perfectamente que si no hubiera sido por él, ahora mismo podría ser yo. Y puede que Sota sea más fuerte, pero seguro que le sigue doliendo. 

El resto todavía están sanos físicamente, pero estamos rodeados de contagiados. Ahora más que nunca es evidente que la elección es entre Seto-san o mis amigos. Y no puedo permitir que nadie les hiera.

En medio del horror, se hace la claridad en mi mente. Sata me defiende del director, Nao de Yuka, Rin del profesor de informática. Solo yo tengo el camino libre hacía Seto-san. Alcanzo el inyectable que tenía guardado. La chica parece estar enfrascada con Sota. La oportunidad perfecta. Corro hacía ella, mi dedo sobre el émbolo. Solo necesito acercarme lo suficiente para poder clavárselo. 

El profesor observa a Rin y le escucha, parecía que poco a poco iba enfadándose:

¿Ama? No, te equivocas yo no tengo ningún ama ni nada por el estilo…

Se quita las gafas y las lanza a un lado para decir:

Vamos… dejate de decir tonterías… cuando te de esta bendición compreneras el porque de muchas cosas, vamos

Sata esta preparado para el ataque de la enfermera, el chico esquiva a la mujer, pero esta rápidamente vuelve a esquivar el ataque del periodista que tenia un inyectable en cada mano, estaba claro que la cosa iba a ser mas difícil a partir de ese momento en el que sabían que hacían aquellos inyectables

Justo cuando Mieko iba a inyectar a Maki esta da un salto y gana algo de distancia dejando a un ensangrentado y algo mareado Sota en el suelo:

Así que habéis encontrado una forma de detenernos… quería que te unieras a mi y que sintieses esta oscuridad, porque ex-delegada se que hay mucha oscuridad en tu interior… intentas ser la chica perfecta, pero yo se que no lo eres

Sonríe mientras camina ahora acercándose a Mieko, apenas esta a un palmo y dice:

¿Vas a matarme? ¿A asesinarme a sangre fría? Piensas convertirte en una asesina… ¿porque? Por ese periodista y esos que dicen son tus amigos… parece que no solo yo llevo oscuridad en mi interior

Yuka se acercaba a ella, con la sangre negra brotando de su nariz. Nao dio unos pasos atrás, asustada.

—No… ¡No! ¡No te acerques! —gritó, alejándose de ella, pero al mismo tiempo sosteniendo el inyectable en su mano izquierda, preparada para usarlo si era necesario.

Mientras tanto, Maki se había levantado e iba acercándose a Mieko, acorralándola. ¡Tenía que ayudarla! Pero no podía hacer nada sin antes librarse de Yuka.

Desesperada, Nao se lanzó hacia delante y trató de clavar el inyectable a su excompañera. No había tiempo para pensar.

Sota estaba en el suelo, abatido, con tanta sangre que apenas lograba ver qué tenía delante. Aun así escucha y lo que denota no es bueno, buscando fuerzas necesarias para incorporarse como pudiera y seguir las voces, queriendo localizar a Maki.

No necesitó hablar, simplemente si podía se abalanzó sobre Seto con intención de retenerla el tiempo suficiente como para dejarla expuesta y que el resto pudiera inyectarle ese extraño remedio que parecía poner fin a todo.

-¿Son tus palabras o las que esa asesina puso en tu boca? o acaso no vez como poco a poco desaparece aquella persona que eras y eres devorado por la oscuridad, remplazado por algo más-

Con sus últimas palabras noto como le había alterado, aunque le doliera decirle eso a su maestro, a una persona que le había ayudado tanto, sabía que debía hacerlo, inyectarle le causaría mucho dolor y seguramente dejaría una marca en su alma, mayor a la que ya habría causado Yui, pero sentía que la persona que el conocía ya había muerto, a diferencia que sucedió con Aoi, frente a sus ojos solo estaba el cascaron de su antiguo ser, siendo devorado lentamente, desde adentro.

-Prefiero morir como humano a vivir como un esclavo de Seto San- le dijo mirándole directamente a los ojos, quería dar la impresión de seguridad, pero sus piernas temblaban.

-No es verdad.-odio su sonrisa mientras habla de mi "oscuridad", mientras se acerca. Odio como no parece temer que pueda matarla, como si no creyera que fuera capaz. de ello. Pero la verdad es que ya me ha esquivado una vez, y sé que puede hacerlo una segunda vez.-¡No es verdad!

-No quiero hacerlo. Lo he intentado todas las veces que he podido, no quería que nadie muriera, ni siquiera tú.-mis palabras empiezan calmadas, intentando apelar a la parte razonable que sé que Seto-san todavía debe tener, pero el oír los gritos de mis amigos hacen que acabe casi suplicando, gritando-. Pero son mis amigos y no quiero que mueran. Mira a tu alrededor. Mira lo que has hecho,  ¡y dime qué puedo hacer sino para salvarlos!

Y viéndola tan cerca de mí, me lanzo sobre ella, esperando que esta vez, pueda inyectárselo.