Partida Rol por web

El Titán no se sorprendió de la repentina presencia de su Hermano junto a él en el Vacío. Probablemente, nunca supo que él siempre le apoyaría. Eso no importaba. Las violentas llamas anaranjadas de su cuerpo, del mismo color que la esfera destructora que había creado, ahora eran verdosas y azules, apagadas y sin alegría.

- Todo esto es nuevo para mí, Hermano. Creo que a este sentimiento lo llamaré "Decepción".

Y diciendo esto, se miró la garra de metal divino, como si fuera la primera vez que la veía. Quizás fuera así.

- Todos vosotros podéis... "crear" algo. Yo sólo puedo destruir. Si Serune tiene razón, y Él nos amaba... ¿por qué yo soy diferente a vosotros? ¿Por qué Existo?

Quizás fuera el cansancio, o ese sentimiento que había decidido bautizar como "Decepción". Nunca lo sabría, o quizás sí. Eso era algo nuevo para él.

Ya no estaba seguro de nada.

-¿No puedes crear dices? ¡No digas tonterías! -dijo casi indignado- Sin fuego no existirían muchos tipos de minerales. Sin olvidar la luz y el calor. Sin ello, todo lo que pudiéramos crear se acabaría convirtiendo en hielo... menos mis creaciones claro. -añadió con una sonrisa- Pero tu poder es el que provoca que ése mundo pueda cambiar, pueda tener "vida". -le dio una palmada en la espalda- ¡Anima ésa cara! ¡Seguro que pronto encontrarás nuevas formas de usar ése gran potencial que tienes! ¡Mira yo! -dijo señalándose ostentosamente al pecho- Aún no hice nada. ¡NADA! Personalmente me reservo para cuando terminen los demás...

La gran bola de fuego iluminaba la bola dejada por Él, ahora, bastante cubierta por el azul del cuerpo de Loke, y las bellas formas blancas de Airlia.

Pero algo no estaba bien.

Solo una mitad se encontraba iluminada, la otra no.

-Algo falla ¿No? ¿Por qué una parte debe ser achicharrada por el fuego de Tab, y la otra no? Sería mejor si el calor de ese fuego, se disipara en la oscuridad...-

Con ese pensamiento en mente, Serune da un paso adelante, ya no está ahí, sino qu es gigantesca, del tamaño de la esfera de tierra y agua, mayor en realidad, estira sus manos, y la sujeta por la parte superior con una, con un dedo, como poniendo un punto, justo en el centro. La otra mano se apoya en la esfera, y se mueve, arrastrando la esfera...que empieza a girar, y girar....nunca parará, de alguna manera, eso queda claro.

-¡Ya está! Ahora todas las partes tendrán...tendrán ¡Día y noche! Aunque la noche, sin ese fuego, me parece más agradable.-

Aparecieno junto a sus hermanos, se deja caer de rodillas. -Es...cansado, si.-

Salte para abrazar a Tab por detras.- La creacion necesita destruccion, la destruccion conlleva creacion.-Le susurre antes de dejarme caer al suelo. Con la cadera le di un golpecito jugueton en la pierna.- Yo tengo en mente hacer otra cosa...antes quiero ver lo que hacen los demas.

Veo a Serune desfallecer y corro a cogerla entre mis brazos con una abrazo cariñoso.- Te dije que era agotador crear, hermanita. Descansa un poco antes de seguir... ¿Quieres que te trence el pelo?

Al sentirse arropado por sus Hermanos, Tabahätta dejó de pensar en su situación y se deleitó mirando (¿o acaso sólo era una visión?) cómo Serune se hacía tan grande como la Existancia misma y hacía girar las dos esferas entre sí. Era hermoso a su modo, como si ambas creaciones bailaran la una con la otra, alejándose y acercándose. Sonrió a través de su máscara de metal divino, y pensó que quizás la Diosa del Amor algún día usaría esa Noche para sus propios fines.

- Día y Noche - dijo para sí, quizás repitiéndoselo para no olvidar.

Pero la pequeña esfera de tierra seguía vacía, apenas llena en parte por la esencia de su hermano Loke, y cubierto por el manto que la joven Airlia había creado. Aún así, había algo que fallaba. Tanto él como el resto de Dioses, se complementaban entre sí, pero hasta ahora sólo la Diosa del Aire había unido sus fuerzas con otro para dar forma a la esfera de tierra. ¿Sería por eso que quedaban tan agotados?

Medusa miro expectante como poco a poco cada uno de sus hermanos daba algo a esa gran roca, luz intermitente debido a un periodo de giro, la esencia de la tierra, del agua y del fuego ya estaban presentes. Algo como un puzzle empezo a tomar forma en su cabeza, era como si uniendo todo ello una imagen clara y divina se dibujara en su mente. Primero aparecio en su mente una especie de forma extraña, luego otra ...otra ...otra más. Tomaba partes de Loke respecto al agua, partes de Tabahätta para darle calor, partes de Airlia para darle energia, parte de Galmaro para darle consistencia al todo y las dos partes finales de Serune y de Raiza para darle un sentido a eso que estaba creando. Notaba como su energia poco a poco desaparecia, su trono empezaba a resquebrajarse, su existencia se tambaleaba, pero finalmente todo se unio en un uno...

-Celula...

Su cuerpo se tambaleo y se arrodillo en el suelo. Nunca penso que algo tan pequeño pudiera costar tanto, en su mente se habia dibujado clara, diafana y facil , pero el interior, la mezcla de las esencias de todos sus hermanos habia parecido excesivo para su cuerpo divino. Su respiracion era forzosa y rapida. 

El mundo habia tomado algo de forma, zonas calientes y frias, tierra y agua.. y pequeñas celulas flotando en su grandeza... pero, seguian faltando cosas... algo... os encontrabais debiles... agotados los que ya habiais creado, ademas, con la inundadion de loke, la tierra que quedaba a la vista era totalmente llana... sin ningun relieve.

De pronto algo extraño comenzó a suceder, no afectaba al plano físico, en el que los Dioses estaban trabajando, si no a un plano mucho mas superior, la realidad parecía estar plegándose en una zona muy concreta y con cada pliegue, la energía se acumulaba hasta que finalmente.... Se desplegó de golpe volviendo a la normalidad, salvo por una cosa, algo nuevo había aparecido Khalis.

Sonido de cascabeles resonó en el aire disipándose lentamente, mientras el Dios se observaba a si mismo y seguidamente observaba a los entes que tenia ante el, de algún modo ya los conocía y sabia que ellos le conocían a el.

-Vaya.. Asi que... Aqui sois asi... Yo soy... -Se lo penso- Khalis, vuestro hermano, hermano pequeño supongo. Y estoy aqui para serviros.

Y casi antes de terminar la frase Khalis ya no estaba allí, estaba haciéndole una reverencia a cada uno de sus hermanos y besando con delicadamente la mano de cada una de las diosas, a cada uno al mismo tiempo. Para un instante después estar observando lo que se había creado.

-Ummm... Esto esta mal... Le falta movimiento. Por que vosotros creis que se mueve, pero solo se mueve por que sois Dioses y vuestra voluntad piensa que deberia moverse pero os dire un secreto -Niega con la cabeza- No se mueve, no de forma natural.

Dio una palma que pudo oírse por todo el universo, si hubiese habido alguien mas para oírlo, y nada parecío cambiar y a la vez todo cambio. El tiempo había sido creado, ahora el movimiento en la creación tenia mas sentido.

- A ti no te recuerdo...-Afirme mirandole con desconfianza, mi mano fue a la empuñadura de Ragna, nadie habia dicho que no pudieramos tener enemigos.- Si eres uno de los nuestros... ¿Por que nos hablas como si fueras diferente.?

El tipo me empezaba a enfadar, parecia saber mas que todos nosotros juntos. Pero lo que me exaltaba era que dijera que no habiamos hecho nada... bueno.. yo no habia hecho nada pero mis hermanos se habian dejado el culo para hacer ese pegote deforme de tirra arida marron en un centro de agua mojada... Vale, tampoco habia salido algo fantastico pero no era quien para tirar nuestro trabajo.

-Jujujuju... Menudo caracter Raiza.

El bufon retrocedio varios pasos al ver la mano cerca de la empuñadura.

-Recapacita sobre tus palabras, somos Dioses y nuestra voluntad es ley, un solo pensamiento sirve para crear... Al menos de eso estamos de acuerdo. ¿Os hablo como si fuera diferente o tu piensas que os hablo como si fuera diferentes? Si es lo segundo... Quizas tu pensamiento es voluntad, y yo no tengo mas opcion que cumplirla, quizas...

Sus movimientos eran fluidos y precisos, se ayudaba mucho del leguaje de todo su cuerpo para explicarse. Pero lo inquitante es que a intervalos de tiempo diferentes estaba desplazado mas hacia un lado o mas adelantado o era mas grande o mas pequeño, un tanto desconcertante.

-Quizas solo sea que el tiempo no existia y por ello no guardabas recuerdos de mi... Ahora existe y os podeis acordar de mas cosas, las cosas pueden evolucionar por si solas.... Y por supuesto el arma no es necesaria, ni siquiera tengo con que defenderme, ni de ti, ni de nadie.

Como ejemplo se subio las mangas y se levanto los pernales del pantalon, para demostrar que no ocultaba nada.

Y con la misma aleatoriedad con que su nuevo Hermano se movía, apareció Tabahätta detrás suyo, tan grande como la misma Existencia, encendido en llamas y con la cabeza justo sobre su hombro. Tenía una sonrisa maliciosa en su máscara de metal, y el fuego que siempre desbordaba por las fisuras de su armadura había recuperado los tonos naranjas y rojos.

- Calma, mi pequeña Raiza. Démosle una oportunidad al recién llegado - dijo, posando las garras sobre sus hombros - Está claro que sólo ha venido para ayudarnos. Él es el Tiempo, y quizás se acuerde de algo que nosotros ignoremos...

Retorció el cuello en un giro imposible y miró a Khalis - ¿Verdad, pequeño?

-Ah, hola Khalis. Llegas tarde, te has perdido casi todo lo que ha ocurrido, y te has quedado sin habitacion-fue lo unico que le dijo a Khalis en un tono cariñoso. Despues de todo, era su hermano. Pero no le presto mucha mas atencion, porque igual que le enfurecio a Raiza, tambien podria a ella, y no seria bueno.

Mando un poco de su aire a la esfera, y el agua se movio. Algunas zonas de agua salpicaron la tierra, dejandola en algunas partes azules.

-Asi esta mejor, y no cansa tanto, ya que no he creado desde cero. E igual que mi anterior creacion, por ahora no le pondre nombre, a no ser que se os ocurra algo.

Aun asi, se sentia cansada por su antiguo invento. De repente, su trono aparecio y se sento en el, dejando sitio a los que quisieran, ya que su trono tenia la capacidad de que podia hacerse mas grande, justo para que todos sus hermanos estuvieran comodos en el.

Sonrei con malicia.- Mi arma esta hecha de voluntad convertida en materia, del pensamiento de la guerra misma, forjada con las llamas del caos. Mi espada puede acabar con cualquier existencia, incluso con la de un dios... porque si eres el tiempo sabras que nada es eterno, que todo tiene un final... hasta tu.

Le miro desafiante, sigo sin recordarle... puede que fuera como yo y Serune, que se desprendiera de otro... que en origen fuera parte de otro... o que fuera el primero y no lo vieramos hasta hoy pero continua sin gustarme.

- Entonces dinos ¿Que hacemos mal?¿como tenemos que hacer las cosas segun tu?

Gálmaro miró un momento a Khalis para ignorarlo al poco, ni siquiera se molestó en saludarle. ¿Para qué?

-No te preocupes Airlia, hay habitaciones de sobra... van a pareciendo a medida que son necesarias. -dijo mirando a la creación inacabada- ¡Y dejaos de tonterías! ¡Hay que acabar ésto y ahora que ya tenemos tiempo se nos hace tarde!

Los salpicones de Airlia rompían algo lo monótono del conjunto. Lo cierto es que le gustaba más cómo estaba al principio... ¿se enfadarían sus hermanos si hacía un borrón y cuenta nueva? Además... aquella esfera... prefería los ángulos... tierra... tierra... Se le ocurrió una idea magnífica, pero quizá no gustaba... él la aplicaría, y si a los demás no les gustaba, que se encargasen ellos. Tampoco espero explicaciones de Khalis sobre lo que deberían hacer o no.

Primero, sobraba tierra en ése lugar. Alargó la mano y arrancó gran parte de su masa, agua incluida. La amasó entre sus manos, formando una nueva esfera, más pequeña que la primera. La situó orbitando a la esfera de tierra original. Era un nuevo mundo hermoso, y aunque más pequeño que el anterior, era como su hermano pequeño. El viento y el agua dibujaban hermosas formas en él.

-Ejem. -carraspeó con orgullo- La luna.

La primera esfera había quedado con un gran agujero. Solo aquellas masas de tierra que sobresalían a las aguas habían quedado indemnes. Entonces Gálmaro rehizo la esfera. La esfera se requebrajó mientras se adaptaba a su nuevo tamaño. Las tierras en ella se separaron por algunas partes, por las otras chocaron, elevándose en altas montañas. Aquellas fricciones provocaron que su centro se calentase y que con el tiempo, el mundo tuviera la facultad de cambiar por sí solo.

Algunos fragmentos sobrantes que habían quedado suspendidos en la nada, cayeron sobre él, atraídos por la gravedad. Sus impactos sembraron de cráteres ambas dos esferas. Algunos eran pequeños, otros, enormes.

Gálmaro dio un paso atrás y observó. Se sentía agotado, pero ni quería dar muestras de ello, ni sentía que ya hubiese terminado.

-Con permiso Loke. -dijo. Y entonces, tomó el hielo que ya había comenzado a formarse en los extremos fríos del mundo. Lo trituró entre sus manos, formando un fino polvo y lo lanzó al espacio vacío. Se acumuló en órbita al mundo, creando un hermoso anillo de brillante hielo a su alrededor.

Volvió a mirar de lejos la creación. Ahora sí se sentía satisfecho.

En la "Luna" predominaban las llanuras y las colinas, y su gravedad era más baja, pues su tamaño era mucho menor.

En el mundo original predominaban los océanos y las altas montañas, además los suelos temblaban de vez en cuando, pues estaban vivos.

Se fue a sentar con Airlia, pálido, aguantando el tipo, pero muy satisfecho.

Sonrío ante la ayuda que me da raiza, pero enseguida pasan muchas cosas...¡El tiempo que nos trae nuestro nuevo hermano! La idea de Gálmaro.

El cansancio se me ha pasado, ya que en realidad no he creado nada...solo he hecho que la creacion se mueva.

Mi contemplación de la creación me mantiene muy entretenida, lo que Medusa creó, la célula. Los demás no parecen haberlo notado pero, ya no hay una ¡El agua está llena! Se dividen y dividen y dividen y dividen....pero...nada más.

Lo que un instante era contemplación deleitada, al siguiente es frustración.

-Yo...yo quiero algo que...- se calla. -Esas células son muy interesantes, no las entiendo del todo...quiero que haya algo que pueda...¡Si! Algo que pueda hacer como nosotros. ¡Que pueda crear!-

Serune, llevada por su entusiasmo, estira la mano y coge algo de agua, con millones de celulas en ella. Se visualiza a si misma, ve como es su forma, y coge un poco de si misma, soplándolo sobre las células del agua, que empieza a crecer y crecer, con un gesto, la envía al a creación. Observa atentamente como esa masa de agua, crece y crece.

Finalmente, una copia de Serune, pálida y mustia en comparación con la diosa, se yergue de pie, desnuda, en un paisaje de tierra y agua*.

Serune habla, sabe que su voz será escuchada por su creación.

-¡Te llamaré "mujer"! Puedes pensar y usar todo lo que encuentres para vivir en la casa que te doy.-

Contenta tras haber hecho lo que ha hecho, el cansancio le llega. Casi se desmaya, todo lo que una divinidad puede desmayarse. Cae casi desplomada en el trono de Airlia, pero no deja de mirar la Creación. Se siente...mermada, claro que, ha puesto algo de ella en lo que ha creado.

Dar sin pensar en recibir, esa es, eso es, Serune.

Tabahätta miró con una amplia sonrisa el trabajo que había hecho su pequeño hermano. Los sombríos sentimientos que antes le colmaban habían dado paso a una felicidad plena. Así era el Padre del Caos, impredecible. Observó cómo la "Luna" giraba en torno a la gigantesca esfera, que ya no era de tierra, sino que también estaba cubierta por la esencia de su Hermano Loke.

Pero había algo que aún no terminaba de gustarle, y era que le faltaba algo. Todos ellos, poderes infinitos de La Creación, tenían algo que los hacía moverse, sentir. Quizás nunca sabría si tal cosa existía, pero pensó que si Loke bañaba constantemente su nuevo objeto de trabajo, por mucho que la gran esfera aniquiladora que él había creado la calentara, terminaría convirtiéndose en un sitio frío.

A él no le gustaba el frío, así como no le gustaba el silencio.

Y tan rápido como un parpadeo, ya no estaba alli con sus Hermanos, sino que estaba en el centro mismo de la gran esfera. Y no oyó nada, y no vio nada. Y no le gustó.

- Quiero que las raíces de este mundo sean para mí - dijo para sí.

Y extendiendo su esencia, tomó la propia materia que la Conciencia del Guardia de Acero había creado y la unió con la suya. Y vió que la tierra y la roca se convertían en una versión más viscosa y poderosa que el manto de Loke. Comprobó cómo se extendía como pequeños ríos a lo largo de todo el interior del mundo. Y eso ayudaría a que los bloques que Gálmaro había dejado se movieran con facilidad, y no se rompieran al chocar unos contra otros.

Y le gustó, puesto que ese líquido hirviente siseaba y bullía, y le hablaba. Le reconocía como su creador, y le llamaba "Padre". Y Tabahätta estaba satisfecho de por fin escuchar algo más que la voz de sus hermanos. Pero si él se marchaba, el líquido se enfriaría, y todo su trabajo no habría servido de nada.

Así que llamó a Gálmaro y a Serune, con una voz tan atronadora que apenas se pudo oir.

- Hermana mía, Hermano mío, os necesito...

Cuando sintio las manos del Dios del fuego sobre sus hombros Khalis parecio estabilizarse, dejo de vibrar en el espacio y su cuerpo tomo una tonalidad mas anaranjada como adaptandose al Dios. Con grandes gestos asentia a cada palabra de Tabahätta.

Cada vez que hablaba conseguia que me doliera la cabeza. Podia ser que mis hermanos le reconocieran, podia ser un hermano mio pero insoportable.

- Deja de enrollar con palabras y de tejer preguntas confusas. Tu estas aqui ahora y mi mente no te a creado, porque si yo te hubiera creado no tendria ganas de coserte la boca. Pareces un loco y tal vez seas el rey de la locura pero no vuelvas a dirigirte a mi a menos que no lo hagas con palabras claras.

-No sabría explicarlo Khalis...solo...me dejé llevar. Miraba las células y...bueno, son tan iguales y no hacen nada...Tabahätta dijo que debiamos crear, no quedarnos sin hacer nada...así que lo que creemos...también debe poder hacer algo ¿No?-

Su voz es débil, cansada.

-¿Os parece bien a los demás? Quiero decir...la creación que Él nos dió...no es solo mía...si no queréis que ella pueda hacer cosas allí...lo entendería...-

- No puedo estar en contra de nada que se parecca a ti, hermana. Me parece bien tu... tu... ¿Como la llamas?