Partida Rol por web

Raiza se mantuvo a distancia de su hermano, aunque sabia que esa distancia podia cubrirse en un segundo.- Antes que nada quiero que sepas que no me arrepiento de lo que paso... pero no puede repetirse... por mas que lo deseemos.

Su tono cambio de subito y se giro con una sonrisa malefica.- Ellos no nos entienden, no comprenden nuestra situacion ni nuestro dolor porque no lo han sufrido. Toman a los orkos como malvados cuando no han hecho nada que no hiciera cualquier otra raza... y quiero vengarme de Serune. Serune me a traicionado dos veces... es hora de que aprenda la leccion. Ella tiene "Deseo" yo puedo encenderla con una pasion que la consuma. Quiero que sepa lo que es y lo que se siente y si crea una raza nueva malvada podremos enfrentarla a los orkos y mantener ambos problemas controlados.

Cuando el dios del fuego se acerco, Khalis se incorporo como si de un mulle dispusiera y se alejo por la baranda del balcon cuanto pudo entre risas, aunque escucho a su hermano.

-El buen Khalis pide perdon por sus palabras, no por su sentido, si no por su mala pronunciacion. Lejos queda mi interes en procurar la ira de uno de mis hermanos, si no todo lo contrario, mi deseo es unir.

Con un pequeño brinco descencio a suelo firme.

-Lo unico que querian provocar mis palabras era que pronunciaras esa frase... ¿Como ha sido? La sangre se paga con sangre. Por un momento se me ocurrio que tenias en demasiada estima a esos orcos, grave error por mi parte. Me alegra comprobar que los ves al igual que todas las razas.. Entre ellos se defenderan, nadie interferia mas de lo que interferira con sus propios hijos.

Miro al resto de dioses para ver en sus miradas si corroboran esas palabras.

-Tus ordenes han sido claras, ahora ve... Toda una Diosa te espera, no pierdas el tiempo con un pobre diablo.

Frente al balcón de su cuarto, hay alboroto de pronto, aunque Medusa y Airlia estaban con ella, se levanta y sale, mira a sus hermanos, Tabahätta, Raiza, a la cual mira muy brevemente...no quiere encontrarse con sus ojos por miedo a su hermana...a ver el odio allí, el sentirse traicionada, como lo vió cuando fue a verla.

-Khalis, hermano, todo el mundo te malinterpreta, esfuerzate en ser más claro, tan solo para evitar malentendidos y situaciones tensas. Los errores...se pagan.- se calla un instante. -Mide tus palabras mordaces, por más que las veas como verdades, tal vez no lo sean.-

Suspira armándose de valor.

-Hermana..¿podemos hablar ahora? Por favor...-

Es claro que se dirige a Raiza.

- Debo encargarme de mis hijos ahora.-dijo tajante, mirando a Tab, esperando que comenzara a andar. Tenian mucho que discutir sobre el tema de los orcos.

Tendremos tiempo para hablar, hermana... toda la eternidad si mal no recuerdo. No es apremiante nuestra charla, ni la deseeo en este momento.

Una sonrisa sádica y retorcida deformó la máscara del Dios del Fuego cuando ambos se alejaron para charlar y escuchó lo que Raiza tenía que decirle.

- Ahh... mi amada Raiza. Saben las Estrellas que vine con la intención de pedir tu perdón para Serune. Pero... ¡oh! ¡Que se raje ahora mismo el Infinito si no soy mucho más feliz escuchando tus palabras!

El Dios brillaba de alegría, y sus llamas azotaban el suelo con premura.

- ¿Qué podría hacerme más feliz, que ver este mundo cambiar? ¿Qué es mejor para eso que el Fuego y la Guerra? Quizás lo sucedido no fuera un error, hermana. Quizás nuestros endemoniados hijos sean la primera chispa del incendio que arrasará todo. Los demás no nos entienden, Raiza, mi amor.

Y tomó a la diosa entre sus brazos, tierno y protector.

- Se relajan, crean árboles, y animales indefensos que lo único que hacen es estorbar, abotargarse y molestar. Y sin embargo, mira tus Bárbaros, educados desde pequeños para el conflicto. Y mira los míos, felices en mi Reino Inferior. ¿Qué más necesita este mundo, Amada mía?

Y de repente, la luz alrededor de ambos se apagó, como si la presencia del Dios absorbiera todo.

- Nada...

Observo la situación desde su posición, apunto de decir algo como si una bombilla se le encendiese, pero se quedo con el consejo de su hermana.

-A veces no se mantener mis palabras en la boca, pero por esta vez callare... Ya compartire mis opiniones con oidos mas receptivos... Los de mis sabuesos quizas.

Con la mirada fija en Khalis, aún furioso por haber tenido que explicarse doblemente, el Señor del Fuego caminó tras Raiza, dejando sus llameantes pasos grabados en la piedra, que no tardarían en recuperar su estado original.

Pues esa era Ruth-Adum, la Casa del Cosmos, y estaba anclada en el Tiempo y en el Espacio.

- ¿Ella te lo pidio? ¿Tuvo el valor de pedirte un favor despues de...?.- Raiza se mordio el labio y nego con la cabeza.- Bien.. por lo menos estas de acuerdo conmigo. Serune es una niña, no madura, llora por tonterias y busca culpables a sus acciones. En lugar de pedir perdon se mueve sibilina pidiendo favores...

Dejemos de hablar de ella, es momento de trazar un plan. Quiero darla a probar su medicina... con todo lo dulce y todo su amargo... pero no quiero lastimar a ningun inocente. No imagino quien pudiera compartir su lecho con ella...Mas conociendo las consecuencias.

Mire a Tab pensativa, intentando centrarme en pensar un plan pero deseando volver a sus brazos.- Tenemos que hacer que desee imitarnos, tenemos que contarle lo maravilloso que fue y empujarla a los brazos de... ¿De quien? pregunto Raiza dandose cuenta de que habia andado el pequeño espacio que les separaba y casi estaban tocandose. Bajo la vista consciente de que no podia permitirse caer en su propia trampa y apoyo su frente sobre el pecho de su hermano.-Tiene que sufrir como nosotros para darse cuenta de lo que a ha hecho.

Khalis devolvio la mirada a su hermano mientras se alejaba, su rostro era un misterio pues no habia rasgo alguno tallado en el y su tono de voz siempre era agudo y burlon. Era dificil discernir el estado de animo de este dios, si es que alguna vez cambiaba.

Espero a que los dioses se alejaran para arreglar sus asuntos antes de empezar a caminar por la habitación con libertad, agito su mano sobre las huellas del dios del fuego, y el suelo volvio a su estado original, limpio y pulido.

Con un par de giros se aproximo hacia Serune.

-Ante la desgraciada negativa de tu hermana, ¿concederias a este bufon una breve audiencia? -Inclino su cabeza en una reverencia, y estiro sus brazos señalando la habitación de la diosa.- No te robare mucho tiempo. 

Medusa enfurruño el gesto ante la poca necesidad que tenia alli

-Bueno, volvere a la sombra del arbol donde estaba puesto que parece que no nos tiene nada que decir Airlia, tiene otras preocupaciones en mente por lo que parece...

Medusa se giro soltandose de Airlia y volvio a la sombra de aquel arbol donde habia estado momentos antes, que sentimiento tan extraño sentia, queria estar con Serune, pero al estar ella con otros sentia como si no pudiera verlo. Meneando un poco la cabeza Medusa se recosto en la misma sombra de antes dejando volar a su imaginacion, llevandole hasta su querida raza y pensando en lo siguiente a realizar y el peligro de aquella maldita raza que habia sido creada.

-Claro, hermano.- Asiente a Khalis, volviendo a entrar a su cuarto, aunque allí están Airlia y Medusa., al parecer marchándose ya.

¿Se siente mal Medusa? Otro "logro" de Serune...

El cuerpo del Dios se estremeció cuando la frente de Raiza se posó sobre su pecho, e instantáneamente, su mente recordó todo lo que habían pasado, lo que habían sentido, y con la rapidez de un pestañeo, nuevamente recobró la forma con la que había tomado a la Diosa de la Guerra.

El cuerpo rojo fuego, con sus cabellos color ceniza cayendo rebeldes sobre sus hombros y los ojos chisporroteantes, quería abrazar a su amante, besarla nuevamente y acariciarla. Pero ambos sabían que eso no podía ser.

Y Tabahätta volvió a recuperar su armadura divina, se giró, y alejándose de ella y apoyando las manos en la balconada, miró al Infinito. Raiza supo que no la rechazaba, sino todo lo contrario. La diosa sabía que el amor que él sentía por ella no podría apagarse jamás, pero cada vez que su piel rozaba la de Raiza, le bombardeaban las imágenes de los Orcos naciendo de la sangre de sus hijos. Y no podía soportarlo.

- Tenemos a Loke, Gálmaro y a Khalis. También tenemos a Medusa, pero es más difícil. El Guardia de Acero está más pendiente de sus enanos que de cualquiera de nosotros, y Khalis es excesivamente listo como para engañarle.

Paseó por la balconada, mientras el Espacio alrededor de ambos fluctuaba y vibraba, como cuando un observador externo observa un fuego. El Dios del Cambio sabía cómo mantener sus conversaciones de manera secreta.

- Creo que Loke sería una buena elección, y ahora está agotado. Aunque Medusa también sería un interesante peón, Amada mía. Tú podrías inflamar su pasión por la vida y convertirla en algo más... interesante. Y últimamente tiene mucho interés en tu gemela.

El Padre del Caos se giró, con Souris brillando tras él, oscureciendo su figura, y miró a Raiza.

Al ver que Khalis y Serune querian hablar a solas, les dijo:

-¿Os molesto? Si quereis me puedo ir.

Serune mira a Khalis, como preguntando si le importa, ya que no sabe lo que le quiere decir. Pero se sienta en su cama, tirando de su hermana  para sentarla a su lado y abrazarla.

Acompaña a ambas diosas a la habitacion de Serune, abriendo la puerta para que pasen antes.

-¿Molestar? No, pero dudo de mi... Con estos dos ojos apenas puedo contener la belleza de Serune, quizas ahora necesite cuatro, para dos bellezas.

Cerro tras de si las puertas, con un leve chasquido. Se quedo ahi, junto a la puerta.

-Serune, -Dijo extendiendo sus brazos hacia ella.- tu nombre apartir de ahora sera para mi sinonimo de felicidad, Raiza y Tabahätta vuelven a compartir estancia, cuentame como te fue con nuestro hermano de fuego, presumo que bien pues acudio al palacio de inmediato.

Raiza se aparto hasta el otro extremo de la habitacion, quedando casi en sombras. Entendiendo que asi deberia ser por siempre y la rabia le ardio en el pecho mas haya de cualquier cosa imaginable.

- Pero Loke no nos ha hecho nada... ni Loke, no seria justo... ni prudente involucrarles en esto. Piensa que nuestras criaturas podrian sufrir las consecuencias de tener el mar en contra y mis barbaros necesitaran del acero... Es un tema complicado. 

- Te confieso que por un momento se me ocurrio que tu podrias hacerlo, quieres vengarte tanto como yo y se que... extrañas aquello que paso entre nosotros tanto como yo...Pero no puedo pedirte que sacrifiques a mas de los tuyos.

Raiza resoplo.-Es un tema complicado... Se me ocurre que podria lanzar mi pasion sobre Serune y que fuera ella quien la dirigiera hacia su "predilecto" si el afortunado la acepta... sera su propia decision. Si la rechaza entendera el dolor de desear a alguien y no poder tenerlo...

Ire a hablar con Serune, la abrazare haciendola creer que me has convencido y la perdono, pero al hacerlo le trasmitire tanta pasion que el deseo que habita en ella la llevara casi a la locura. Necesitara de un varon. Sus alternativas seran el incesto o bajar buscando a alguna de sus criaturas..pero lo que a creado no podra complacerla. Es cruel pero merecido.

Raiza cayo buscando la respuesta de su hermano.

Las llamas del Dios se tornaron verdosas cuando su amante pronunció las palabras que tanto temía, y extendió su mano en un gesto de súplica:

- ¡No! - luego se recompuso, y apareció frente a ella, desdibujando el espacio y cruzando la distancia entre ambos en un instante - No me pidas que haga eso. No podría yacer con ella, no podría fingir sentir por ella...

Dejó la frase a medias, pero Raiza sabía cómo terminaría. No podía fingir sentir por ella lo que siento por tí, decía su silencio. Luego se dio la vuelta, observando el devenir de las estrellas, que se movían ajenas a su voluntad.

- Tú y yo sabemos, amada mía, que todo lo que nos ha sucedido es por culpa de Serune, porque ella nos regaló su Don. Y si haces lo mismo, ella lo sabrá... y no quiero una guerra abierta entre nosotros. Aún no. Hay formas más sencillas de empujar a alguien a su propia perdición. Serune me quiere porque le dije que perdonaba su ofensa, y confía en mí como el hermano que cree que soy. Quizás mis palabras en su oído resulten más convincentes y discretas que un abrazo de la Diosa de la Pasión.

Tabahätta cogió las manos de Raiza entre sus garras, acariciándolas con timidez. En ocasiones se sentía terriblemente anciano, pero cuando estaba con ella, sus llamas se tornaban furiosas, agitadas y rebeldes. Como un corazón joven.

- Hablaré a Serune de nuestro amor secreto. Eso la hará sentir dichosa, y a la vez, la hará desear lo que nosotros tenemos. Porque así es el amor, o al menos... así nos lo ha enseñado ella.
 

-Me perdonó tras escucharme. En realidad...en realidad no estaba furioso conmigo, solo que np se dió cuenta hasta que le hablé y comprendió que no era mi intención hacerle mal.-

Ya que la simple idea de que Serune desee mal es aberrante, más aún sin una ofensa previa.

-Pero...insiste en que debería devolver mi don a las creaciones, dejar que el amor se extienda. Yo...no sé si debo. Es peligroso.-

- No.-dijo rotunda.- Ella a retirado el amor a mis criaturas, si nos ve sufrir por amor es capaz de arrancarlo de nuestro corazon. Si hace eso la matare.- susurro con determinacion

- ... le hablaremos de algo que ella no a probado. Ella es amor y lo siente mas que ninguno, igual que yo siento la guerra de un modo mas completo que cualquiera de vosotros o tu conoces las llamas...Se me ocurre que sus criaturas tan puras podrian descubrir placeres. Ella los mira y sentira curiosidad, nosotros podriamos ocuparnos de contarle lo intenso que fue y las sensaciones que....

Raiza miro a Tab con cara de "me cuesta un infierno estar junto a ti y no poder tocarte"

Se dio un segundo y trago saliva.- Por otro lado tenemos a nuestros hijos, todos los ven como una amenza pero creo que lo que hara madurar a las razas es el peligro que representan. No voy a dañarles y si esta en mi mano, les ayudare si lo necesitan. No dejare que los masacren. Si caen en una pelea justa no dire nada pero permitire que se les extermine por lo que son... Aunque nuestros hermanos desean una conclusion mas dura contra ellos. ¿Que te parece si les conducimos a una tierra donde no se crucen con otras criaturas y puedan procrear tranquilos. Su gusto por la guerra se encargara llegado el momento de conducirles a su encuentro.

Asintio ante tales palabras con el consiguiente sonido de sus cascabeles.

-Sabia que asi ocurriria, y cuando hables con Raiza esta tambien te perdonara... Y lo ara en cuanto ambos hablen, y el le cuente que fueron tus palabras las que le hicieron volver a verla. Respecto... Al otro asunto...

Se separo lentamente de la puerta, caminando por la habitación.

-Estoy seguro que Airlia estara de acuerdo tambien, que privar a las criaturas del amor seria como privar a una flor de su olor, ha quedado patente que el poder de tus sentimientos es poderoso. Creamos a nuestros hijos para que ellos mismos pudieran crear.. Sin sentimiento estaran incompletos. Que ha algunos les haya hecho mal tu don, a primera vista, no quiere decir que sea malo.