Partida Rol por web

Creación: Legado.

El mundo.

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10/03/2012, 20:25
Lena, Maestra del éter

Fascinada con las últimas creaciones de sus hermanos, Lena comprendió que para dar el paso final había que crear criaturas agresivas con las que equilibrar el medio. Y ahora, gracias a sus hermanos Shegorath y Arkantos sabía qué camino tomar.

Volvió rápidamente a sus zonas experimentales, y empezó a introducir organismos carnívoros. Adquirió algunos Enjirach Nocturnae de su hermano Shegorath, y consiguió adaptarlos al medio. Quería que fuesen pocos ejemplares, ya que eran grandes y letales, y además de hábitos nocturnos. También dedidió añadir dos seres más de su propia creación, y así fue como añadió a los Glaucus y a los Cheetan al medio, de manera exitosa.

De esta manera, consiguió un conjunto en perfecta armonía. Añadió algunos Elktres y algunos Treegth al medio, para añadir variedad vegetal, repartió fuegos fatuos por toda la zona para darle más colorido, añadió unas pocas familias de Shadatianos, y observó como algunos Rarkan visitaban su zona, ya sea para anidar en la zona superior de las Querculias más altas, o solo para alimentarse. Al principio tendían a marearse debido a la mano del caos, habiendo casos en los que caían al suelo y eran devorados por los Cheetan, pero poco a poco se fueron adaptando, y ahora es bastante común ver alguno sobrevolando la zona.

Decidió que ya había llegado el momento de detenerse. Tomó por finalizado el proyecto, que le había costado varios siglos de adaptaciones biológicas, pero por fin todo encajaba. Decidió llamar a estas anteriormente llamadas zonas de experimentación, Bosques de Cristal, debido al colorismo del mismo, rodeado de aguas cristalinas de ríos y Ghaks, que nutrían a las plantas, y a todo tipo de brillos y efectos que daban vida a todo el ecosistema.

 

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12/03/2012, 10:35
Shegorath, el Dios sin Rostro

Shegorath había estado ocupado, pero estaba satisfecho con su trabajo... pero no del todo. Si bien había creado fauna y flora suficientes para poblar tres mundos como aquel, había tres piezas de su plan que no habían visto la luz. Primero alzó la mirada al cielo, y comprobó que apenas había bestias que lo poblaran. Sólo un par de especies sobrevolaban la tierra desde las alturas, y eso no convenía a sus intereses. Así que con pereza, como alguien que retirara una mota de polvo de su hombro, se sacudió, haciendo que todo su cuerpo temblara. Pequeñas esporas surgieron de su cuerpo; esporas que flotaron al aire y que crecieron, transformándose y mutando. Y nacieron los skreeves, que recorrieron el mundo con sus alas de piel.

Quedaba una penúltima cosa que hacer, y era vital que Shegorath prestara atención. Para ello descendió a las profundidades marinas, allí donde las esferas de Lena no iluminaban siquiera, y donde el frío inundaba todo. Allí Shegorath desprendió una parte de sí, que flotó como un hoja en el viento.

Crece... 

Y como si eso sólo fuera necesario, ese trozo sanguinolento de materia creció y le surgieron aletas, escamas y colmillos, y una mirada inteligente y curiosa apareció en su rostro. Y Shegorath desapareció sin más.

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12/03/2012, 21:16
Arkantos, Portador de la Tormenta

      Para evitar estrellarse, Arkantos canalizó una ingente cantidad de energía sobre el mar, el cual se secó por completo, quedando un inmenso desierto de sal sobr el cual se posaron los pies del dios. Arkantos miró a su alrededor y sonrio, el entorno era más que adecuado para proteger su obelisco, más aún que el fondo de un mar poco profundo... pero no era suficiente, y, por ello, decidió crear una nueva especie que terminase de convertir el lugar en el entorno más hostil sobre la faz de Terra Mundis: los llamó "Fauces", y los creó increiblemente agresivos y poderosos... y en gran número, aunque pronto pudo contemplar como muchas morian entre las garras de sus hermanas y otros, los menos fuertes, abandonaban el lugar buscando desiertos en los que pudiesen sobrevivir sin terminar muertas a manos de sus iguales.

      Satisfecho, Arkantos comenzó a caminar, y paseó durante años, admirando la creación, los bosques de cristal, y otros muchos entornos maravillosos. Por el camino, iba tomando en sus manos crias de diversas criaturas, pues tenia un plan para ellas... incluso se permitió tomar una considerable cantidad de siderita, murmurando - con permiso... - pero sin aguardar la autorización de su hermana. Finalmente, llegó a una zona de valles y montañas con un suelo excepcionalmente rico y una considerable cantidad de agua y arroyos, en el centro del cual se alzaba otro de los principales obeliscos. Encontrandose en este entorno, y ya junto al obelisco, depositó a todas las criaturas en el suelo y alzó sus manos, liberando la siderita de tal forma que copió las estructuras cristalinas llamadas ghaks creadas por su hermana.

      Creado esto, concentró sus poderes para multiplicar la cantidad de agua y acelerar el crecimiento de la vegetación. Una exhuberante jungla comenzó a crecer a su alrededor, pero pronto fue abatida por la furia de los rayos que él mismo originaba y que, con tanto oxígeno, produjeron incendios descomunales. La cantidad de materia orgánica en el suelo propició que el equilibrio se recuperase solo y la jungla volviese a crecer gracias a las energías del dios, pero éste, para evitar que el suceso se repitiese, creó un nuevo organismo que contuviese los rayos: los flotantes. Estos, atraian la energía eléctrica y la utilizaban para flotar, haciendo inofensivos los rayos.

       Finalmente, el dios decidió buscar una criatura que le resultase especialmente entretenida, y asi creó unos roedores que a él se le antojaban adorables... pero les dotó de una considerable energía mágica y de la astucia necesaria para saber emplearla con eficacia... y, consciente del peligro que podian suponer para el ecosistema, les hizo también terriblemente competitivos y agresivos entre si, de modo que ellos mismos se asegurasen de que su población nunca fuese excesiva. Creados, al fin, decidió adaptarlos a diversos climas y los liberó por todo Terra Mundis, en un nuevo paseo de varios años antes de volver a la jungla.

      De vuelta en la jungla, maravillado por la belleza y peligro del entorno, decidió añadir un toque más de letal belleza, y creó unas peligrosas mariposas capaces de emplear la electricidad que tanto gustaba al dios, y estas conformaron inmensos enjambres en toda la jungla e incluso algunas la abandonaron, buscando otros hogares. Finalmente, el dios buscó un lugar elevado y cómodo cerca del centro para sentarse a contemplar su creación, y vio como esta crecia hasta encerrar en sus peligrosas profundidades otros dos obeliscos mas. Desde su privilegiada posición, apreció como en algunas zonas, tal y como él habia previsto, diversas explosiones o expulsiones de gas, originadas por su propia creación y la de su hermano Shegorath, acababan con la vida en un amplio radio, solo para extinguirse poco después por su directa exposición a los astros luminosos... de modo que, con tanto material organico en descomposición, la vegetación volvía a crecer con rapidez, reiniciandose un ciclo eterno que tardaba varios años en repetirse pero, inevitablemente, siempre volvia al punto de origen...

      Y, sonriente, el dios dejó caer una lagrima de felicidad desde su normalmente inexpresivo rostro, acarició a un Sciurius que pasaba por alli el cual, sobresaltado, trató de fulminarle con una descarga eléctrica (lo que provocó lo nunca antes escuchado, una potente carcajada de Arkantos) y se desvaneció, de vuelta a Ruth Adum.

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14/03/2012, 12:00
Shayblet, el Filo del Conflicto

Shayblet estaba aburrido, desde hacia siglos sus compañeros llevaban una racha de exitosas creaciones y tenia la sensación de estar quedándose atrás, un pensamiento que le mosqueó mucho pues el dios lo percebía todo como una competición. Asta ahora todo lo que había creado era unos pocos animales y planta, así que decidió hacer una visita al mundo y ver de cerca algunas de las creaciones de sus hermanos.

El dios de la guerra fue desmontando las placas de armadura, o lo que era lo mismo, su cuerpo. Cada parte desmontada y que dejaba caer no llegaba a tocar el suelo, se materializaba en el mundo y revestía la esencia del dios que se encarnaba en el recién habitado planeta.
Cuando solo quedó el yelmo sin nada que lo sujetara, la luz de sus ojos y la negrura del interior desaparecieron y cayeron para terminar de formar el cuerpo físico.

Una vez entero en el mundo el dios marchó rápido y ruidosamente como un ejército hacia su destino, los bosques de espina. Esta creación había captado su interés y a regañadientes tubo que reconocer el ingenio de su hermana Noir ¿Como no se le había ocurrido aquello a él? Se suponía que él era el dios de la guerra, no ella. Así y todo vio aquello muy monótono, si aquellas cosas se alimentaban de la sangre y de los cuerpos de los muertos el crearía una planta capaz de alimentarse del espíritu, creando así el Arbolemortis.
Terminada creación vegetal el dios abandonó este bosque, prometiéndose a si mismo regresar dentro de unos siglos para ver como había crecido.

Cansado de tanto bosque el dios aprovechó para visitar el mar. Los peces, colares y demás especies acuáticas salieron espantadas o se escondieron en sus conchas al verlo llegar. Este recibimiento molestó a la deidad e hizo que decidiera crear una especie mas amable y atractiva.
Shayblet tomo como base las criaturas marinas que ya habían por la zona y creó una que no pareciera tan feroz, al menos en apariencia. El dios, que había orientado su obra en hacer una compañera agradable para la vista y capaz de vivir en el agua terminó por crea a las sirenas, un pez carnívoro capaz de cambiar su aspecto por el de una atractiva mujer, una habilidad que daría sus frutos para la caza de marineros, mientras tanto solo servia para contentar al dios.

Tras crear a estas compañeras y terminar harto de soportar la presión del mar sobre su cuerpo de metal, optó por un cambió radical, cambiando el mar por la basta inmensidad del desierto, había uno en concreto que deseaba visitar. El dios estaba cansado de caminar y su última visita la mar le había dado muchas ideas, una de ellas era crear peces que en lugar de nadar pudieran volar. La deidad creó esta vez un ser grande y ridículamente redondo capaz de flotar, los grobulus.

El dios voló hasta el impredecible desierto de Kharos en su nueva montura. Cuando llegó el ser empezó a deshincharse y morir hasta que al final se estrelló contra la arena. Aquel impredecible clima y la falta de los microognanismo de los que se alimentaban resultaban impredecible para la vida del animal. Una se estrelló, la deidad tubo que seguir andando por el caótico desierto.

El cambio constante del lugar y los risueños curiosos gatos que le perseguian resultaba muy molesto, pero aquel lugar tenia un algo que le gustaba, un material, por llamarlo de alguna forma, que le atrajo. Cojió parte de aquella esencia e hizo un titánico esfuerzo por darle un "orden", intentando crear un nuevo ser de ella. Si aquella cosa era capaz de adaptarse a aquel lugar debia ser capaz de hacerlo en otros lugares. De este experimento surgieron los mercuriales, un ser amorfo que engullia toda clase de materia orgánica capaz para aumentar su tamaño. No era lo que el diós tenia en mente, pero parecia ser practico y facil de criar si el engendro no se comia a su cuidador al confundirlo con comida.

El viaje del dios terminaba ahí, solo por el momento. Siguió andando por el desierto mientras su cuerpo se desmontaba otra vez poco a poco, empezando esta vez por el yelmo y terminado con las piernas, dejando que cada parte se ocultara bajo la arena para reaparecer en la morada de los dioses.

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21/03/2012, 18:56
Lena, Maestra del éter

Despúes de terminar su obra culmen, los bosques de cristal, Lena vió la amplitud total del mundo, y que podía seguir adornádolo con paisajes acordes y en armonía.

Así fue como cogió los Treegth de mayor tamaño y los juntó a todos en un mismo bosque. Después cogió segmentos de siderita y empezó a entrelazar una maraña de fibras sideríticas alrededor de las ramas de éstos, uniendo a todos los Treegth y haciendo esto a diferentes alturas, tal como una abuela haciendo calceta. Una vez tuvo la estructura terminada añadió hiedras para dar consistencia al terreno y añadió tierra y minerales de por medio, de modo que había conseguido un suelo a cientos de metros de altura. Cogió algunas de las especies creadas y las subió a los diferentes estratos, dando así por finalizado el proyecto, al que llamo El Paso Elevado.

Lena vió que Shayblet estaba moldenado uno de los puntos calientes del planeta, pero con un ambiente hosco, muy oscuro, propio del señor de la guerra. Pero Lena no actuaba de esta manera, y sabiendo que el segundo punto caliente estaba libre, empezó a hacer pruebas en dicho terreno. Hay que decir que todo lo que hacía aquí le salía mal: que añadía un vegetal... se le moría; que añadía un animal... se le moría; que le decía a Kharos que se sentara a tomar el sol... se iba corriendo diciendo no se qué de un sombrero perdido, que por cierto llevaba puesto todo el rato... Al final decidió coger uno de los metales que creó Shayblet y mirar que consistencia tenía el suelo cuando ambos se mezclaban. El resultado fue un suelo con estados sólido y líquido inestables, de modo que parecía un suelo de gelatina. Además el color rojo del suelo le dió la idea de llamar a este paisaje La isla de Sangre, una lástima que conforme avanzábamos hacía el sur de la isla las temperaturas no eran tan extremas como para mantener el paisaje, así que solo el norte de la isla fue bendecido con ese nombre.

Para finalizar, y visto que Arkantos solo poblaba el sur del continente oeste, dispuso algún bosque de cristal y paso elevado adicional. Vió en su viaje un magnífico terreno tallado en piedra, digno del mejor de los escultores, pero que estaba allí, perdido en la nada, así que pobló la zona con árboles y trepaderas, y más tarde añadió un poco de fauna variada, así fue como terminó su última creación, el Bosque de Piedra.

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22/03/2012, 15:40
Ishama, la tejedora onirica

Ishama se habia mantenido a la espera, observando como sus hermanos creaban y daban color al mundo, ella tenia un gran plan, era algo retorcido para la mente y a la vez magico y hermoso, cuando creyo que el momento habia llegado, y sin darse cuenta de que habia estado desgastandose al igual que sus hermanos, con la diferencia de que ella no estaba dejando huella en el mundo, se precipito a este, frenando la caida en un ultimo momento en un apartado rincon del mundo, donde solo habia mar... se quedo alli, flotando, y remolinos de ideas, sueños y pesadillas surgieron a su alrededor, posando uno de sus delicados pies en el suelo, la tierra de debajo del mar se elevo, hasta poder proporcionarle un apoyo solido y seco en aquel mar, empezo a caminar, y la tierra fue levantandose a su paso.

Camino durante largos ciclos de los astros, hasta que por fin, hubo levantado una gran superficie, torcio la boca y removio su alborotado pelo, dejando caer algunas de las semillas que este portaba, las cuales, como si tubieran vida propia, empezaron a enterrarse en aquel suelo que se habia levantado solo para complacer a la diosa de la naturaleza.

- Ashuna kitalae- pronuncio y despues se sento en el suelo, como si fuera a meditar, el remolino de sueño, se extendio como si de una explosion se tratara, y ella fuera lo que estallara, se propago por toda la isla, cubriendola con un manto nocturno, el cielo se ilumino entonces solo con la luz de los astros mas alejados, bloqueando la de los mas cercanos, creando la noche infinita, donde Ishama soñaria eternamente, y mientras ella lo hacia, poco a poco, varios hongos de colores empezaron a crecer de las semillas que ella habia dejado plantadas tiempo atras, en un principio debian ser plantas, pero por alguna extraña razon, Ishama estaba soñando con Hongos, y eso altero su creacion, algunas de sus anteiores creaciones tambien crecieron alli, pero lo mas fascinante quizas de el lugar eran aquellos hongos gigantescos, que tomaban formas extrañas y bailarinas...

Nadie sabe con ciencia cierta cuanto tiempo permanecio Ishama alli, solo se sabe, que años antes de lo que estaba apunto de ocurrirle, empezo a tener pesadillas, que alteraron el manto protector, y un dia, la fragil Ishama abrio los ojos, repitiendo aquellas palabras- Ashuna kitalae- y entonces desaparecio... dejando el manto de noche perpetua en aquella isla de misteriosos hongos.

Notas de juego

w-37-38-39-40
x- 37-38-39
y- 37-38

la isla.

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27/03/2012, 15:03
Director

terminado el ciclo de creacion de animales y moldeado el terreno, los dioses empiezan a sentir la necesidad de crear razas inteligentes, cada uno a su modo y desde su perpectiva, pero la debilidad ante tanta creacion se siente en cada dios, ya no brillan con tanta fuerza y eso puede ser un problema a largo plazo, puesto que las fuerzas les avandonan poco a poco...

Notas de juego

Turno 1

hasta el domingo dia 1 a las 22:00

en este primer turno cada dios empieza con 20 puntos de fe, que deberan ser gastados en una raza y su avance religioso, dando a entender que el dios los crea y les ordena la adoracion.

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29/03/2012, 19:41
Lena, Maestra del éter

Desde el balcón de Ruth-Adum, Lena seguía dándole vueltas a la palabra adoración. Mientras el fuego fatuo revoloteaba a su alrededor, de repente una gran idea le vino a la mente. Si había sido capaz de crear vida... ¿por qué no iba a poder ser capaz de crear vida inteligente? Cogió el fuego fatuo, y empezó a modificarlo... lo estiraba por aquí, le daba presión por allá... llegó un momento en el que era tan inestable que toda la sala del trono (que era la más cercana al balcón en el que estaba) se iluminó totalmente, de modo que, apuntando a Terra Mundis, lanzó fuertemente la esfera lumínica que había ocasionado todo aquello. Lena se giró de forma inocente, para ver si alguno de sus hermanos se hubiera percatao de lo sucedido, aunque tanto Kharos, como Shayblet y Shegorath parecían lo suficientemente ocupados para molestarse por aquello.

- Ups... que violento... - se aventuró a decir - si me disculpais... Rápidamente se dirigió hacía Terra Mundis, hacía el lugar dónde cayó su esfera modificada. La esfera cayó en 13/G, y la fuerza del impacto hizo que el aire impregnado en esa zona también tuviera partículas de mano del caos, ya que estaba cerca de un bosque de cristal.

Una vez allí, le dió los últimos retoques, hasta que consiguió crear un ser, al cual le dió la capacidad de razonar y le otorgó un cierto aspecto antropomórfico. Creó varios individuos para que pudieran formar una primera colonia, con formas diferentes y ambos sexos, y llamó a estos seres Shuki.


 

Lena les otorgó varios dones. Su aspecto era espectral, fantasmagórico, pero totalmente tangibles. Además, les otorgó la facultad de levitar y de adquirir un cierto brillo. También les otorgó otras facultades, pero tendrían que evolucionar como raza para poder comprender los límites de poder a los que podían aspirar.

Creados a partir de un fuego fatuo ancestral, este organismo originó a un núcleo de poder localizado en el interior de cada uno de los Shuki, distribuidos al azar en cada Shuki, que actua a modo de centro de funcionalidad interna, de manera que se encarga desde de mantener todo el cuerpo unido, como si tuviera un esqueleto interno, hasta a metabolizar el alimento y en el aspecto reproductivo de la raza.
Son omnívoros, alimentándose sobre todo de carne, frutas y pescado, que obtienen de los bosques cercanos.
Cuando están en época fértil, las hembras Shuki adquieren una especie de velo largo que se distribuye alrededor de su cuerpo a modo de prenda de vestir, que ocultará tanto al varón como a la mujer en el momento de la cópula, para formar un nuevo núcleo de poder que dará lugar a un nuevo Shuki.

Una vez creados, la propia Lena en persona se decidió a manifestarse al frente de sus creaciones. Al principio estaban un poco confundidos, pero poco a poco empezaron a confiar en la figura que tenían delante.

- Mi nombre es Lena, diosa de la Luz y el Conocimiento. Soy vuestra creadora, y seré vuestra protectora, si así lo deseais. Si os comprometeis con mi causa, yo os ayudaré con todos vuestros problemas y aseguraré vuestra supervivencia.

Los Shukis allí presentes sintieron el aura que emanaba de ella. Brillante en su totalidad, los Shukis no pudieron rechazar aquella propuesta por parte de su creadora, y el júbilo se propagó en todos ellos.

- Adorarme - finalizó Lena - y sereis capaces de lograr cualquier meta. Lena conjuró de la nada un manuscrito enorme, sin apenas escrito alguno - Si sois leales conmigo, yo lo seré con vosotros, y así lo reflejaré - y dicho esto, dejó el manuscrito en las manos de uno de los Shukis, cuyo título era "El escrito del Alba", y desapareció en pequeñas partículas, hasta llegar de nuevo a Ruth-Adum.

La Oscuridad es la Luz que no ves   ("El escrito del Alba, capítulo 1")

Turno 1
- Creación de raza inteligente
- Avance religioso

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29/03/2012, 23:05
Shayblet, el Filo del Conflicto

La isla que Shayblet había modificado fue reclamada como suya, como único y absoluto amo. La tierra se estremeció y los volcanes entraron en erupción. De las montañas ígneas empezó a salir lava y rocas de metal negro, las cuales volaron kilómetros de distancia antes de colisionar contra el suelo. Tras el estremecimiento, seguido de la lluvia de fuego y metralla, las rocas de metal empezaron a ser moldeadas por una mano inmortal, hasta el punto de que el duro materia se reblandeció para ser moldeable hasta el punto de convertirse en carne, con marcadas venas negras. De ella surgieron unos seres bípedos que, aunque teniendo cuerpos blandos, su sangre negra delataba su linaje y el favor del padre del metal.

Confusos, los recién nacidos (o moldeados) miraron en todas direcciones, intentando comprender donde estaban o para reconocer a los otros individuos que tenían cerca como sus semejantes.

Una vez mas la tierra se estremeció, y para cuando hubieron recuperado el equilibrio se percataron de la presencia de un gigantesco can de dos cabezas con la crin de cuchillas. Montado sobre él había una armadura negra que no cubría ningún cuerpo físico, sino que protegía a una luz carmesí, armada con una lanza color azabache que tenia gravadas runas de mortecina luz en la pulida empuñadura.

Aquella cosa, según aclararían los futuros teólogos, era la manifestación del dios Shayblet, mas exactamente uno de sus ojos carmesí, el cual había adoptado aquella forma de armadura negra debido al material extraído de aquel mismo lugar (una teoría que, de ser cierta, cabria explicar que fue del otro ojo, donde estaba y que contemplaba en aquel mismo momento).

El jinete los observó orgulloso, aunque lo que el yelmo reflejó no fue aquel sentimiento tan propio de un padre, sino las caras de aquellos seres, un ejercito indisciplinado y anonadado, incapaz de marchar como uno solo sin chocar los unos contra los otros.

-Mi nombre es Shayblet, recordadlo bien porque vuestra existencia se debe gracias a mi. -Grita con voz metálica bajo el siniestro casco, haciéndose escuchar por encima de las explosiones. -Desde hoy seré vuestro padre, comandante y ante todo, dios. Habéis nacido del metal aunque ahora vuestros cuerpos son imperfectos y están desnudos. En el futuro aprenderéis el arte de la forja, vestiréis armaduras y armareis un ejército tan grande que no le bastarán los límites de vuestra patria y tendréis que conquistar nuevas tierras. Viviréis y moriréis gracias al acero y cada trabajo forjado, cada enemigo muerto en combate, será una ofrenda a mi. Servidme y marchad en mi nombre, a cambio conseguiréis mayor fama, fortuna y fuerza de las que podáis llegar a imaginar.

Tras despertar las motivaciones de aquellos seres y convertirlos a la fe de Shayblet, el emisario arroja la lanza azabache entre él y la sorprendida multitud, clavando su filo en el suelo y causando pequeñas explosiones al rededor de esta. De las grietas formadas empezaba a surgir un humo negro cargado de olor a azufre.

-Vuestro pueblo se alzará aquí, rindiendo culto alrededor de este arma. Algún día llegara el que sea capaz de extraerla y blandir, mientras tanto descifrad sus runas, en cada una encontraréis respuestas, pero también más dudas...

Tras esta revelación el humo negro envuelve a la encarnación del dios de la guerra y a su can, para dejar solos y desnudos ante su nuevo monumento a la raza de los ogros.

Tras aquello la figura de Shayblet de Ruth-Adum se mueve de su posición pensativa al "abrir" un ojo y, unos segundos mas tarde, el izquierdo acompañado de una queda risa metálica.

Raza Ogros:

Notas de juego

Turno 1
-Creación de Raza Inteligente:
Ogros
-Avance religioso: Lanza del oráculo
 

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30/03/2012, 19:47
Shegorath, el Dios sin Rostro

Los dioses del panteón de Ruth-adum estaban desplegando su poder en Terra Mundis (así había decidido bautizarla Noir-Capra, la diosa de la Tierra, y nadie había opinado al respecto) y el eco de sus obras llegaba hasta la morada divina. Mientras los poderosos Ogros caminaban por primera vez en las volcánicas tierras del sur, los etéreos Shukis observaban el mundo a su alrededor con curiosidad. Kharos, Arkantos, Noir-Capra y Shegorath aún no habían movido ficha, y mientras tanto, en la habitación tras la puerta del fulgor azulado, Ikist seguía administrando la luz de las estrellas.

Sin previo aviso, y como si aquella reacción no fuera más importante que si hubiera ardido repentinamente en llamas, el Padre de la Evolución, el Dios sin Rostro, se levantó (por aplicar un verbo semejante a lo que verdaderamente hizo, ya que un dios que no tenía una forma definida, y su cuerpo estaba cubierto por unas destrozadas vestiduras no tenía brazos o piernas para incorporarse) de su asiento y se acercó hacia la ventana. Se mantuvo allí en silencio, mientras los aullidos de los brutales Ogros llenaban la noche en Terra Mundis, agitando sus tentáculos como si paladease el aire que le rodeaba.

Un espectador experimentado (y dado que todos en Ruth-adum lo eran, pasaremos a explicar lo que sucedió) no se habría quedado allí, sino que habría dirigido su atención hasta Terra Mundis, especialmente hacia la latitud Sur-Sureste, a una pequeña isla aislada que había sido abandonada por la mano de la creación. Allí, un borlund había quedado relegado del resto de la manada, y vagaba sin rumbo fijo mientras un grupo de carroñeros esperaba al momento justo para devorarlo. De repente, la figura del borlund se detuvo, empezó a agitarse violentamente, a hincharse y a retorcerse, y finalmente explotó en una lluvia de excrementos, sangre y huesos. De sus restos surgió la máscara de bronce del Dios sin Rostro, tras la cual apareció el resto de su cuerpo.

- Vives en manada... no te separes de la manada... ¡ju, ju, ju! - resonó la voz del Padre de la Evolución en la zona, mientras se arrastraba lejos de los restos, dejando tras de sí un reguero de sustancias desconocidas.

Los depredadores huyeron despavoridos, pero el dios no les prestó la menor atención.  Pareció vagar sin rumbo, entre los arbustos y los árboles, deleitándose por la vida que allí había crecido con fuerza. Finalmente, se detuvo junto a una roca sobre la cual se había quedado aletargado un papilio cresfontes. El dios se inclinó sobre él y se estremeció de placer.

- Te estaba buscando. ¿Sabes que eres muy difícil de localizar? - dijo, mientras se escuchaba un sonido de mil huesecillos romperse al unísono, y del pecho (o donde debería estar el pecho) de Shegorath surgió un apéndice nuevo (o quizás no tanto), que recordaba a la pata de un insecto.

Al final de la pata había una pequeña hoja afilada que goteaba un líquido amarillento, y que siguió haciéndolo cuando, sin ceremonia ni preaviso, el Padre de la Evolución introdujo el instrumento en la blanda carne del papilio. Se produjo un siseo mientras la criatura se retorcía y mutaba, y así se escuchó decenas de veces mientras Shegorath repetía una y otra vez el proceso en otros ejemplares.

Pasados unos minutos de intensa expectación, las nuevas y amorfas criaturas, semejantes a papilios pero más hinchados y torpes, rodearon a su creador, palpando sus ropajes con unos pedúnculos similares a los que tenía Shegorath sobresaliendo de la máscara.

- Escuchad mi voz. Reconocedla y guardadla en el Código. Soy el Primero - dijo, sin más ceremonias. Tras ello, las criaturas, que más tarde serían conocidas como los Xel´naga emitieron un leve siseo de aprobación.

Al parecer complacido, el Dios sin Rostro se deshizo en una papilla de sustancias nutrientes que alimentó la flora y fauna de los alrededores, que acudieron a ella como las moscas a la miel.

Notas de juego

Turno 1

- Creación de Raza Inteligente: Xel´naga

- Avance Religioso: Shegorath, la Mente Prima

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31/03/2012, 13:12
Arkantos, Portador de la Tormenta

      Una vez más, negros nubarrones se habian acumulado sobre la jungla resplandeciente, pero ahora la tormenta parecia particularmente violenta, y de no ser por los flotantes probablemente habria incendiado varios arboles. De pronto, un rayo particularmente violento golpeó de lleno un flotante de grandes dimensiones que quedó moribundo, y poco a poco fue perdiendo capacidad de vuelo. Junto con el rayo, habia aparecido sobre la plana superficie del Flotante la imponente figura del portador de la tormenta, que aguardó con calma hasta que la planta se posó con suavidad sobre el suelo, quedando alli tendida para morir y alimentar a futuras generaciones.

      Paseando ya por el suelo de la jungla, con las cajitas bajo su brazo, Arkantos contemplaba el paisaje que le rodeaba. Habia elegido uno de los mejores lugares de la jungla, rodeado por las lagunas y las altas montañas, era uno de los lugares con más posibilidades defensivas y a la vez uno de los más peligrosos debido al atractivo que ejercia el agua sobre predadores y presas por igual. Finalmente, se detuvo en las proximidades de una gruta bastante amplia que se abria en uno de los acantilados cuyas alturas poblaban los Rarkan, depositó con suavidad las cajitas en el suelo, y se introdujo unos pasos en la gruta. Una vez dentro, el dios libero un pulso eléctrico que eliminó toda forma de vida en el interior y volvio a salir junto a las cajitas, abriendolas una a una y sacando su contenido con mimo y suavidad impropios de su aspecto.

      Las figuritas que iba sacando eran unas criaturas bipedas que recordaban vagamente al Hrakkar o a su propia forma natural. Cuando terminó de desplegarlas sobre el suelo, se arrodilló ante ellas y fue tocandolas una a una. Cuando lo hacia, un brillo iluminaba la zona y, al instante siguiente, la figurita habia crecido en tamaño y reposaba en el suelo, dormida, pero con el pecho subiendo y bajando suavemente. Cuando terminó, unas 30 criaturas dormian frente a él, y Arkantos hablo con suavidad, despertandolas.

Despertad, hijos mios... - simultaneamente, todos abrieron los ojos y comenzaron a incorporarse, mirando a su alrededor con expresiones de curiosidad, desconcierto, temor... pronto se miraron entre si y reconocieron a sus iguales y, finalmente, volvieron la mirada hacia su creador, aproximandose al sentirse seguros en su presencia, atentos a sus palabras - Escuchad lo que he de deciros, pues será la clave de vuestra supervivencia. Vosotros sois los Keltoi, hijos de Arkantos, el portador de la tempestad, y esta jungla sera vuestro hogar. Los peligros que debereis enfrentar serán numerosos y terribles, pero yo velaré por vosotros, cuando veais la tormenta y escucheis el rugido del trueno no debereis temer, pues sabreis que mi poder solo os protegerá, nunca deberá causaros daño. Serán más los descubrimientos que hareis vosotros y vuestros hijos y nietos, y quizá alguna vez vuelva para dar alguna indicación... Mas no lo olvideis: mientras me venereis adecuadamente, sereis libres y, por tanto, debereis encontrar vuestro propio camino y vuestro destino...

      De entre todas las criaturas, destacaba uno por su tamaño. Este se aproximó hasta Arkantos y extendió su garra, posandola con suavidad sobre la mano que el dios extendió para tomarla afectuosamente. Este, reconocido por su creador como el primero, se giró hacia el resto y lanzó un rugido. Todos inclinaron sus cabezas ante él... y Arkantos sonrio.

Bien, ya habeis tomado vuestra primera decisión, y ha sido una sabia decisión... la sabia guia de la casta de los lideres os llevará hacia un glorioso futuro. - Entonces Arkantos se giró y señaló un inmenso pilar de roca con extrañas runas en el que ningun Keltoi habia reparado antes - La tormenta no es el único signo de mi poder, fijaos en ese obelisco. Hay muchos repartidos por el mundo y, con el tiempo, aprendereis a controlar y canalizar las descomunales energias mágicas que emiten, siempre con mi beneplacito... Recordadlo, esos obeliscos son pilares de mi eterno poder y amor por vosotros, cualquiera de ellos será para vosotros un lugar sagrado y alli debereis venerarme, y yo sabré recompensaros. Ahora debo marcharme... haced que me sienta orgulloso, hijos mios.

       Y, sin añadir nada más, el dios soltó la garra del macho alfa y se apartó unos pasos, para adoptar repentinamente su forma natural y volver su mirada por última vez hacia ellos. Sorprendidos, todos los keltoi se entusiasmaron a ver su similitud con su creador, y rugieron con entusiasmo. Sus rugidos quedaron momentaneamente atenuados por el estruendo del trueno cuando Arkantos desapareció, regresando a Ruth-Adum, pero continuaron alterando la engañosa paz de la jungla por largo rato, aterrando incluso a numerosos depredadores que eligieron alejarse. Finalmente, ante la proximidad de la noche, el macho alfa olisqueó y detectó la gruta limpiada por su creador, y guió hacia el interior a su "manada"...

Notas de juego

Creación de Especie Inteligente (Keltoi (S,15)): 10 puntos

Avance Religioso (Obeliscos Sagrados): 10 Puntos

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01/04/2012, 04:51
Kharos, Portador de Nada

Uno a uno sus hermanos habían ido bajando a Terra y dado vida a sus hijos, pocos quedaban por hacerlo. Pero Kharos no descendió, simplemente se apareció allí. Ni siquiera el propio señor del caos se dio cuenta de que ya no se encontraba en el palacio, si no en el desierto que el mismo había creado.

Seguía sentado en su trono, y había materializado con el un fragmento de la mesa en la cual seguía jugueteando con esa especie de monigotes, el gato de cheshire se encontraba por allí, y Kharos comenzó a contarle su plan..

-Bueno, si el problema es la adoración es simple, tan solo tienen que ser unos seres que sean capaces de tener un pensamiento racional, pero que evidentemente solo piensen en adorarme y dediquen su vida a ello si... eso seria perfecto...

Sus palabras cobraron vida y se crearon seres de pura luz.

Dieron sus primeros pasos, mirando alrededor desorientados sin saber ni que hacían allí, ni cual era su sino. El ser que los había creado no les prestaba atención, y no se atrevían a importunarlo. Ademas parecía que tenia algo que decir.

Kharos miró a los ojos del gato, y el animal negó levemente.

-Tienes razón... Unos seres así no sobrevivirían, serian presa fácil. ¡Ya se! Lo que en realidad necesito son seres que sean pura pasión, desenfadados, instintivos, ardientes, luchadores capaces de cualquier hazaña, que no conozcan rival... Umm... Se terminarían destruyendo a si mismos...

El dios se mesó la barbilla pensativo.

-En ese caso, deben de ser estables, equilibrados, incluso tozudos... Pero tener las ideas claras. La idea es que no se dejen avasallar, que defiendan lo que es suyo. Claro que igual en ese caso apenas saldrían de sus dominios, se enfrascarían en si mismos.... 

El gato que comenzaba a cansarse de los desvaríos del dios, busco un buen sitio donde echarse.

-Ya se, que sean espíritus libres, Terra Mundis sera su hogar, que viajen que se muevan que no conozcan las ataduras... Aunque claro, algo así haría que no se preocuparan demasiado por lo suyo... ¿no crees? En realidad tendrían que ser... Flexibles, capaces de fluir de adaptarse a las situaciones, sacar provecho y avanzar gracias a nuevos conocimientos como si...

Un maullido le desconcentró, se dio la vuelta, y vio a medio centenar de seres que lo observaban incrédulos. Pues sin ser consciente de lo que hacia les había dado vida a todos ellos, con las características deseadas.

Ya tenia hijos, ahora lo educado era presentarse. Se saco el sombrero con rapidez y lo devolvió a su cabeza.

-Saludos, hijos míos, yo soy Kharos, vuestro padre y creador. Como podéis ver, sois muy diferentes unos de otros y en vuestro fuero interno sabéis que tenéis objetivos distantes. Pero todos sois hijos míos, yo os he creado y ahora debéis vivir juntos y suplir unos las carencias de los otros, si lo hacéis tal y como os digo sera muy probechoso para todos.
Mis 5 hermanos y yo somos seres de infinito poder que hemos creado un mundo entero para vosotros, cada uno de mis hermanos tiene sus propios hijos que algún día conoceréis. Pero como hijos míos me debéis vuestra lealtad, ojala pudiese deciros que si me adoráis os concederé grandes dones y privilegios pero no puedo... Haré todo lo que este en mi mano por favoreceros por supuesto pero en estos momentos lo único que puedo garantizaros es que si no me adoráis os borrare de la existencia de la misma forma que os he creado.

Los seres se miraron unos a otros, preguntándose si hablaría en serio y lo hacía.

-Sois los Antiguos. Pues muchos otros tienen que venir después vuestro y también serán diferentes, haced lo que mejor sabéis cada uno y pulir los defectos de los demás, y recordad siempre quien os ha creado... En este mundo mis representantes son estos gatos. A ellos tratarlos como si fuera yo... Y sobretodo, procurad que no me aburra.

Y sin mas Kharos ya no estaba, al igual que su trono o el fragmento de mesa, tan solo el gato quedo, que miraba con su siniestra sonrisa a los Antiguos, mientras lentamente se desvanecía como si se evaporase.

Notas de juego

Creación de raza: Los Antiguos (10 puntos) [5,V]

Avance religioso: Animal sagrado (10 puntos)

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01/04/2012, 19:53
Noir-Capra, Reina de la Plaga

La primera y ultima raza:

En los albores del tiempo, habia seis hermanos, que a si mismo, fueron siete antes del comienzo de las razas, cada uno de ellos creo sirvientes en la tierra, que adoraran y sirvieran a su dios, desde los luminosos y cursis criaturas de luz de Lena, los Shuki hasta los raritos y lunaticos Antiguos de Kharos, exceptuando una de ellas. Noir-capra, que se negaba a contruir una raza, entristecida y deprimida por la muerte de su hermana, la No-Adorada, Ishama.

"¿Para que voy a crear nada, si todo lo que creo, debe morir algun dia?" Se lamentaba noche tras noche, lamentandose en la oscuridad que era su querido bosque, el Santuario de Espinas, llenando lagos y estanques con sus lagrimas, hasta que, apartandose las lagrimas de sus ojos rojos, se vio a si misma, sujetandose su querido cetro lleno de gemas, un cetro diseñado para durar toda la eternidad. Y tuvo una idea, una muy mala idea, y no en sentido moral. Creo a los "Ultimos".

No pienso hablar de los Ultimos, recordarlos, es una herejia, y agradeced a las diosa, si no vuelven para dar mas problemas, solo dire, que no eran "naturales", eran seres creados con materiales sin vida, acero, hierro, gemas preciosas por ojos, y engranajes en vez de corazon, eran la tierra dada voluntad, diseñados para nunca morir, nunca pudrirse, nunca pararse. Le costo mucho trabajo a nuestra diosa, tanto como gemas en su cetro, teniendo que gastar casi todas sus queridas almas en aquellas abominaciones artificiales, quedandose solo en el rubi en el extremo, para darles vida a estos.

Y eran perfectos, no eran herbivoros, depredadores, ni omnivoros, sino devoradores de almas, diseñados para devorar y estar sobre toda criatura, Noir habria ganado la gran partida de los dioses con su ayuda, o eso penso emocionada, pero alas, no dio los frutos que ella esperaba. Los Ultimos, se consideraban eternos y mejores a toda criatura, toda, incluida dioses, cuando Noir intento contactar con ellos y que la adoraran, estos reaccionaron agresivamente, aclamando en su lengua, que era un insulto creer que alguien como Noir pudiera, siquiera se atreveria decir, creer que era superior a ellos, y que para demostrarlo, devorarian su esencia, y se alzarian como los verdaderos dioses.

Ella estaba indefensa, debil por el esfuerzo que habia supuesto crearlos, y ellos ahora usaban esa energia para hacer un matricidio, Noir lloro y chillo asustada, temiendo que su destino se veria como el de Ishama, pero ningun dios acudio en su ayuda, en su lugar, fuimos nosotros. El chillido, retumbo en el bosque, y en sus criaturas, muchas sintieron miedo y pavor, pero nosotros no, acampados junto un lago, mientras intentabamos pescar la comida del dia, oimos el grito, y algo desperto en nosotros, tristeza porque nuestra querida madre estaba sufriendo, pero sobre todo, ira, mucha ira, contra los idiotas que osaban atacarla. Habiamos reconocido la chispa que toda raza necesita para ser tal, reconocer la linea entre Fe y Herejia.

Acudimos en horda, y atacamos como tal, no teniamos nada a nuestro favor y numero, aparte de la sorpresa, eramos mas debiles, mas idiotas, menos astutos, pero vencimos, nuestros palos y garras mermaron el frio e imprenetable metal, potenciado por la furia y la fe, algo que los Ultimos no podian comprender, incapaces de usar el potencial de los regalos divinos, sin robarlos o devorarlos como bestias. El combate fue corto y caotico, dejando cascaras metalicas y muelles a nuestro paso, solo unos pocos Ultimos sobrevivieron al ataque, desapareciendo de nuestra vista y la del mundo, malheridos y malditos. Sin una diosa que los proteja, no duraran mucho, y es nuestra esperanza, que esta fuera la ultima vez que den problemas.

Noir, nuestra divinidad, estuvo impresionada por nuestra gesta, arrepentida de habernos rechazado en primer lugar, y emocionada, llorando de felicidad, cuando la perdonamos, y le entregamos una corona de huesos de roedor, nuestro regalo y oferta de que nos aceptara en su seno. Y asi lo hizo, besando y abrazando a varios de los nuestros, prometio cuidar de nosotros como sus elegidos, y llevarnos hacia la inmortalidad. Comenzando, con el don de la palabra, para que pudieramos relatar a nuestros sucesores, nuestra historia y la de nuestros ancestros, y permanecer eternamente en la memoria de nuestra raza, la primera de todas, aunque la ultima en alzarse.

Mi nombre es Yaya Ceranueva I, pronto fallecere e ire a la Senda del Diablo, para ganarme el derecho a la vida una vez mas, pero os cuento esto como conte en el primer dia, y asi hareis vosotros hasta el fin de vuestros dias con vuestros nietos, hasta el fin de los tiempos. Larga vida, al primer Gremio de los goblins, el gremio de los Archivistas.

Notas de juego

Creación de raza: Goblins (10 puntos) [30,F]

Avance religioso: Gremio de Archivistas (10 puntos)

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01/04/2012, 23:37
Director

Los dioses habian emprendido el doloroso pero gratificante camino de la creacion inteligente, algo que desgastaba muchisimo a un dios, pero que por el contrario, se veria rapidamente compensado con una estabilidad de energia, de fe, tal y como se conoceria a partir de ahora a esta divina fuerza que recorria a los dioses.

Las razas inteligentes empezaban a poblar el mundo curiosas, con ansia de descubrir crear... con dudas... pero sobretodo con devocion hacia sus creadores...

Notas de juego

Turno 2

del año 10 al año 19

Desde hoy 1-4-12 a las 22:00 hasta el 5-4-12 a las 22:00

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02/04/2012, 14:28
Shayblet, el Filo del Conflicto

Shayble estaba satisfecho de sus adoradores. Eran fuertes, eran violentos eran... como su padre. Aún estaba lejos de que llegaran a ser un gran pueblo y un mayor ejército, solo requería de tiempo y dirigirlos correctamente con cada avance.

La deidad de la guerra vio como algunas clanes de goblins que habitaban en su tierra empezaban a mostrar signos de inteligencia. Los planes que la deidad tenia para ellas pronto se desbaratarían si su Hermana Noir-Capra las reclamaba como suyas. El dios le había tolerado demasiado, ya que algunas de las creaciones de esta amenazaban con cruzar la frontera del cargo que ocupaba como dios. Primero habían sido el bosque de espina, que crecían tras cada guerra y después unas criaturas "perfectas" compuestas de hierro. El dios soltó un resoplido despectivo ante la idea... ¿Como iban a ser perfectas si habían sido derrotados por goblins? No permitiría que ahora también invadiera su preciada isla.

Tras meditarlo con calma el dios decidió conceder un avance a sus recién formadas tropas y dar una lección a su hermana, concediendo que sus Rúnicos de la Lanza, su recién creada orden, descifraran la primera de sus órdenes y avanzaran.

Los años venideros tras descifrar el secreto oculto en la Lanza del Oráculo, los goblins desaparecieron por completo de la isla y pasaron a formar parte de los muros de huesos que fortificaban la pequeña ciudad y que decoraban sus estacas y techos.

Notas de juego

Avance arquitertónico: Muro de muertos.

Canción de guerra:
"¡Que vengan a asediarnos! ¡Para cuando la batalla termine nuestros muros serán mas altos!"

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02/04/2012, 19:37
Noir-Capra, Reina de la Plaga

Gremio de Matriarcas:

Una vez declarado el primer gremio, los goblins decidieron vital, adoptar el sistema de gremios para cada oficio disponible, asi, cada trabajo u habilidad, seria transmitida de padre a hijo, y de hijo a nieto, y de familiar apto a familiar no apto que moriria de manera horrible, pero siempre habia mas hijos, y alguno de ellos seria apto, todo era cuestion de probar y selectividad.

Entre los primeros gremios, se creo uno dedicado a propagar y vindicar las ordenes y señales de la diosa, videntes y lideres, que llevaran por buen camino a la tribu de los goblins. Todos ellos formadas por mujeres, capaces de canalizar la fertilidad y conexion con la madre tierra, de Noir.

Nina Tetasalaire, fue la primera, y quizas sea la ultima, bendecida por la longevidad por la diosa, ha creado muchas sacerdotisas bajo su mando, usando su poder como elegida de la diosa, para canalizar en las nuevas reclutas y hacerles mas facil obtener visiones sobre el deseo de la diosa.

Otra funciones secundarias de las Matriarcas, son supervisar el flujo de recursos y lujos de la tribu, y que pueden sacrificar o que no a la diosa, y ser comadronas para los partos, ademas de supervisar las festividades y rituales de apareamiento, para asegurar que haya una nueva generacion y sea mas fuerte que la anterior.

 

 

 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Creacion de Heroe: Nina Tetasalaire, elegida de la diosa (6 puntos)

Creacion de sacerdote: Creacion de sacerdote (3 puntos)

Avance religioso: Gremio de matriaras ( 10 puntos)

Total: 1 punto.

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02/04/2012, 20:32
Arkantos, Portador de la Tormenta

      Los primeros Keltoi se encontraron con un sinfin de duras pruebas. Durante los primeros meses la población se vió drásticamente reducida en casi un tercio de la población. El entorno en el que el dios les había dejado era extremadamente agresivo, y cualquier Keltoi que se adentraba en la vegetación corria el riesgo de no regresar nunca más... cosa que le sucedió a más de uno, hasta que aprendieron a moverse siempre en grupos para defenderse de las criaturas, o confundir a las más feroces corriendo todos en distintas direcciones.

      Al final del primer año, los supervivientes estaban ya curtidos y demostraron ser criaturas sagaces y muy capaces de defenderse a si mismas o de desaparecer rápidamente antes de ser devorados. Asi, cuando comenzaron a reproducirse, adoptaron la medida de transmitir sus conocimientos a los retoños, de forma que pronto la población superó a la original. Sin embargo, uno de los Keltoi menos musculosos pero más sabio y avispado que sus congéneres, pronto comprendió que su cueva no seria para siempre un lugar seguro y que su especie no podria sobrevivir debido a la alta mortandad infantil... a no ser que adorasen a su creador debidamente para que éste mantuviese a los depredadores a raya y velase por sus hijos.

      Asi, Gilduin (los Keltoi habian comenzado a llamarse por distintos nombres para reconocerse), comenzó a llevar consigo a los varones y crias que mostraban una mayor sutileza y profundidad de comprensión y empezó a hablarles sobre sus dudas y problemas. Con mucha frecuencia acudía en solitario al obelisco, a pesar del evidente riesgo, y meditaba durante largas horas... nunca le sucedió nada, pero pronto tuvo una revelación. Ese mismo dia reunió en torno al obelisco a sus favoritos, y les habló largamente sobre lo que habia descubierto. Todos asintieron entusiasmados, y acudieron a revelar la nueva verdad al resto de la incipiente colonia: aunque todos debian adorar a Arkantos, era necesario crear un grupo de sabios devotos que dedicasen su vida entera a la adoración y a la eterna búsqueda de comprensión de los misterios divinos. Asi nació la primera hermandad de los druidas keltoi, los custodios del obelisco, liderados por un sumo sacerdote, cargo que en lo sucesivo ocuparian los descendientes de Gilduin, que guiarian todos los asuntos religiosos de los primeros hijos del portador de la tormenta.

Notas de juego

Avance Religioso (Religión Organizada): 10 Puntos

Creación de "héroe" (en adelante, sagas) Religioso (Sumos Sacerdotes): 6 Puntos

Creación de "sacerdote" (en adelante, orden druídica): 3 puntos

Total: 19/20

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03/04/2012, 11:14
Shegorath, el Dios sin Rostro

Las eras continuaban, y poco a poco los recién nacidos Xel´naga se movían por el mundo. A simple vista no eran más especiales que las demás bestias que les rodeaban, así que no llamaban mucho la atención. Pero su estilo de vida empezaba a peligrar, porque su lento desplazamiento no permitía capturar a otras criaturas con patas, que trepaban a los árboles o volaban por los aires. Se arrastraban por el suelo, dejando tras de sí una sustancia viscosa, que las hacía unas presas fáciles, aunque su desagradable sabor pronto evitó que fueran rápidamente diezmadas.

Un día, un orondo ejemplar había desistido de perseguir a una glota especialmente inteligente, que parecía disfrutar con el pequeño juego de persecución que mantenían. De repente el Xel´naga se detuvo, agitando levemente los pequeños tentáculos de su apéndice bucal. Algo se encendió en su interior, y pareció llegar a la conclusión de que, si quería alimentarse debidamente, debía de desarrollar unas extremidades que le permitieran trepar a los árboles, correr más rápido y sujetar a las presas. Así que empezó a agitarse y temblar, a hincharse como un globo, y de improviso, con un sonido desagradable, unas patas musculosas surgieron de su cuerpo.  Su cuerpo se adaptó, desarrollando tendones que unieran las patas al músculo, así como un primario sistema cartilaginoso que le permitiera más movilidad.

La glota, paralizada por la sorpresa, no pudo hacer nada cuando, una vez que el Xel´naga había acostumbrado su sistema neuronal  a la novedad que había desarrollado su cuerpo,  saltó sobre ella dispuesto a probar sus garras.

Notas de juego

Turno 2

- Avance de Transporte y Colonización: Desarrollo de Extremidades

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03/04/2012, 12:58
Kharos, Portador de Nada

En los primeros años de vida los antiguos discutían entre si, tratando de descubrir el sentido de su existencia, ya que su padre no había sido demasiado específico, cada uno de los tipos de antiguo que existían deseaba sus propios intereses y era imposible ponerse de acuerdo, hasta que finalmente una voz sobresalió sobre el resto.

-Soy Caronte, y fui el primer creado.

Guardo silencio, esperando que alguien contradijese su palabra. Nadie lo hizó pues nadie recordaba haber nacido antes.

-Es normal que discutáis, nuestro padre dejo muchos enigmas sobre nosotros, pero eso es por que quiere que seamos libres, que vivamos nuestra existencia como deseemos. Pero solo una cosa dejo claro, debíamos adorarle a el. Podéis continuar discutiendo sobre cuales tienen que ser nuestros pasos... Pero yo y los míos comenzaremos a hacer lo que se nos encomendó en nuestro nacimiento.

Los que controlaban la luz se unieron, sabían lo que tenían que hacer pero no como hacerlo. Se dieron cuenta de que podían sentir la energía divina que existía alrededor y atraerla para si en forma de luz. Pero el verdadero avance fue cuando se dieron cuenta que formando grupos, se potenciaban unos a otros y eran capaces de recolectar y canalizar esa energía de forma mas rápida y eficiente. En forma de grandes pilares de luz.

Caronte no pudo evitar reír a carcajadas al darse cuenta del poder que emanaban, se giro al resto de antiguos.

-¿Lo veis? Esto es lo que pasa cuando se deja las discursiones a un lado y se actúa como un solo ser.

 

Notas de juego

Creación de héroe: Caronte (6 puntos)

Avance Religioso: Canalizadores (10 puntos)

Creación de sacerdote (3 puntos)

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03/04/2012, 17:17
Shayblet, el Filo del Conflicto

Mas allá de los recién terminados muros estaba, sobre un trono de huesos goblins, el terrible Ohr-Yurk, un enorme y aterrador ogro bicéfalo. Aquel monstruo, incluso entre los suyos, había sido el responsable de la masacre de los goblins. Ohr-Yurk, que contaba con el intelecto combinado de sus dos cabezas, había sabido como manipular y organizar a los ogros en su tarea, exterminando a sus vecinos a la vez que saciaba su apetito. Aquello sumado a su violencia y fuerza, que también parecía la de dos individuos unidos, habían bastado para ganarse el respeto y el puesto de jefe de la tribu.

Muchos se preguntaban porque Ohr-Yurk tenia dos cabezas. Algunas teorías afirmaban que, como Madriarka tenia genes animales, entre ellos mercurial, el ogro había empezado un proceso de mitosis desde la cabeza pero que antes de pudiera completarse y crear dos hermanos gemelos el cascarón había eclosionado, naciendo así con dos cabezas. Otros afirmaban que Ohr-Yurk era el elegido de Shayblet y las dos cabezas del ogro eran una marca de su protector, simbolizando sus dos ardientes e independientes ojos.

Sea como fuere, ninguno de los ogros bajo su mandato ponía en cuestión que Ohr-Yurk, de proponérselo, seria capaz de extraer algún día la Lanza de Oráculo para llevarlos a la ultima y mas grande de las batallas.

Ohr-Yurk, El Bicéfalo.

Notas de juego

Avance arquitectónico: Muro de muertos (10 puntos)
Creación de héroe: Ohr-Yurk, El Bicéfalo (6 puntos)