Partida Rol por web

      Arkantos escuchó con atención todo lo que su hermana decia, cabezeando afirmativamente de vez en cuando. Cuando conclulló, se dirigió a ella de nuevo con su voz monocorde, aunque una sensación de aprecio parecia llenar la sala, emanando desde su poderosa figura.

Vine aqui para hablar contigo hermana, eso inclulle escuchar tus preocupaciones, al igual que exponerte las mias... aunque esto no será necesario, pues ya lo has explicado tu muy bien. La impetuosidad y belicosidad de algunos de nuestros hermanos, al igual que de sus hijos, puede poner en peligro la forma de vida de los nuestros... En previsión de esto, ya me aseguré de hablar con Shayblet para que inspirase a mis hijos algo de espíritu guerrero que pueda despertar de darse la necesidad, pero se que con esto no bastará... Es por ello que queria hacerte una propuesta. - Arkantos paró de hablar apenas unos instantes, que aprovechó para extender la mano ante si. La magia flulló creando sobre su mano un disco que parecia un mapa sobre esfera, concretamente sobre el contienente en que se encontraban sus hijos - Nuestros hijos dominan ahora el continente, y considero que, juntos, pueden afianzar ese dominio y asegurarlo... decidiendo a quién permiten o no pisar sus costas, dependiendo de las intenciones del intruso. Es por ello que queria proponerte algo... queria proponerte un compromiso entre tu y yo, el compromiso de apoyarnos y protegernos, y el de velar juntos, pase lo que pase, por el bienestar de nuestros pequeños... y, para garantizar el entendimiento también entre ellos, podriamos propiciar un encuentro que lleve el comercio y el intercambio de cultura e ideas a sus pueblos...

      Mientras hablaba, el continente parecia cambiar, y podia verse cómo un pequeño contingente de keltoi avanzaban hacia el norte hasta toparse con los Shukis, y cómo estos parecian hablar y alcanzar algún tipo de acuerdo. Poco a poco, el tránsito entre las dos ciudades comenzó y todo tipo de vienes circularon de un lado para otro, cada vez en mayor número. Entonces, Arkantos cerró la mano y dejo caer el brazo y la "ventana" desapareció.

¿Qué te parece, querida hermana?

      Arkantos irrumpió en el salón de bastante mal humor, no podia apreciarse en su rostro, pero si en el aura que le rodeaba, pues todo alrededor de su ser parecia cargado y a punto de estallar en un trueno descomunal, como nunca antes se habia visto. Miró con ira contenida y ojos relampagueantes el sombrero en el mismo momento en que Kharos lo tomaba, y después miró sucesivamente al dios y al orbe, y nuevamente al dios, para finalmente mirar a Noir.

Kharos no me lo ha robado, y desde luego eso no es mio... Pero no me gusta nada la idea de que otro, o otra cosa, juegue con MIS dominios.

      Con estas palabras el dios se aproximó al orbe y lo estudió con detenimiento, considerando si debia fulminarlo con un rayo, golpearlo, o intentar estudiarlo... Se sentia tan ofendido que no pensaba con la claridad habitual.

El orbe paro poco a poco, y se detubo en medio de la sala, ya habia actuado antes usando las propiedades de un dios, antes que esta demostracion de dominio de las tormentas, era extraño, de un tacto liso y no tan oscuro como cuando Kharos lo encontro, ahora era Blanco, se mantenia flotando un metro y poco del suelo, su tacto era frio ademas y parecia estar cargado de electricidad estatica.

Nendor se limitó a observar con fijeza aquel orbe... Parecía haber alterado todo Ruth-Adum, pero él verdaderamente poco podía hacer... Como recién llegado, no sabía cual sería la reacción del resto de sus hermanos ante esa clase de cosas, o si alguno se encargaría, y verdaderamente no quería interponerse en aquello. 

Una sonrisa se fue formando en el rostro del dios del vacío a medida que la iluminación (o lo que el consideraba como tal) acudía a su mente.

-Creo que esta preguntando por ti. -Dijo señalando descaradamente a Arkantos.- Llevatelo y examínalo, pero ves con cuidado a mi casi no me deja escapar y ya viste lo que se apena todo el mundo cuando un hermano desaparece.

Añadió sin el menor rasgo de sarcasmo en su voz, y lanzo un guiño cómplice a Noir que había sido la única que le había ido a buscar.

La esfera perdio rapidamente el interes en Arkantos, y su color se volvio rojo, para pasar rapido a un palido rosa, y despues un azul piel podrida...que cambiaba rapidamente al morado claro y despues oscuro... realmente no se definia por ninguno de los colores, hasta que por fin, asomo un ojo el cual se quedo mirando a Shegorath.

Saliendo de su temblor, el Dios sin Rostro se quedó mirando (o eso parecía, por culpa de la máscara de bronce) al nuevo aspecto del orbe, y agitó los tentáculos nervioso.

- Vayavayavaya - dijo, acelerado - Qué curioso cambios en los acontecimientos... parece que hasta los misterios insondables tienen algún interés en el pobre Shegorath...

Y como una exhalación, los tentáculos del padre de la evolución se lanzaron contra el orbe, enroscándose en su superficie hasta envolverlo por completo y lo trajo hasta sí, introduciendolo en su ser. Si el amorfo dios hubiera tenido boca, se podría haber dicho que se lo había comido.

- Perdonad mi arrebato - dijo, temblando - Sabéis que soy un curioso empedernido...

-Eugh...- Dije con gran asco, mientras sacaba la lengua fuera. Si la manera de mi hermano, para saciar la curiosidad era llevarselos a la "boca", daba a gracias a mi, que no me encontrara tan interesante.- Shegorath, no deberias hacer eso. No sabes donde ha estado esa cosa, ni lo que es, aparte de que es inteligente, y tiene poder divino. Perfectamente, podrias explotar en mil pedazos, si vuelve a soltar relampagos, y aunque seria un espectaculo digno de recordar, no quiero mancharme los zapatos.- Lo cual, realmente no seria para tanto, creo que aqui todos somos inmortales, pero alguno que otros, dejamos restos mas pringosos, en cuanto heridas.- ¿Estais seguro, que primero no quieres consultar a Ikist, sobre este artefacto, antes de analizarlo, querido hermano?

No podía decir que el espectáculo del dios de la evolución fuese agradable, pero tampoco le disgustaba especialmente. La muerte tiene la curiosa capacidad igualar a todos mediante la descomposición, así que aquello no era sino una más de las cosas desagradables de la realidad. 

Sin embargo, el orbe le intrigaba levemente, así que la máscara de su cara quedó orientada al dios de la evolución, observando atentamente en busca de cambios... O de algo. 

Al absorver el orbe no ocurrio nada, era como si ubieras cogido cualquier parte de Ruth adum y ubieras decidido degustarlo para comprender su sabor y su forma, pues esto no tenia sabor y tenia la forma perfecta, la esferica, por mas que lo tocaste no te transmitia nada, pero quizas, no le estabas formulando las preguntas necesarias, ¿que eres? ¿de donde vienes? eran preguntas vacias para aquella esfera.

Finalmente, derrotado por algo tan simple como aquello, te preguntarse, ¿tan debil soy que no puedo obtener una respuesta de un simple orbe? y entonces encontraste la respuesta -no- porque aquello no era un orbe normal, y tu eras un dios, asi que el orbe debia obedecerte si fuese capaz de contestar, llegaste porfin a la conclusion, el orbe no contestaba porque no tenia la capacidad de hacerlo, pero si que te habia rebelado parte de ti mismo, eras un Dios, poderoso y capaz de arrasarlo todo si se enfadaba, tus Xel naga eran una raza formidable, ¿porque no usarla para plagar todo el mundo? ...si, era una buena opcion, un mundo asimilado para la evolucion final...

habrias cerrado los ojos para degustar aquella vision si realmente los ubieses tenido, pero la razon, ¿era la razon o la cobardia? fuera quien fuese, volvio a ti, y tus pensamientos volvieron a su linea normal, quizas ya sabias quien o que era aquel orbe.

Shegorath se mantuvo completamente en silencio durante un largo rato, lo que era de por sí algo sorprendente. Ni movió los tentáculos, ni su cuerpo segregó ninguna enzima de fétido olor, ni ninguna parte de su estructura se separó para buscarse la vida lejos del hogar. Símplemente, parecía que se había quedado completamente paralizado. Pasado un tiempo, ya fueran minutos, horas o eones (uno de los problemas de no tener un Dios que vigilara el tiempo era precisamente eso), Shegorath sacudió la cabeza, desparramando fluídos por doquier y miró a uno y otro lado.

- Vaya... er... - dijo, confuso - ¿llevo mucho así? ¡Ju, ju! Qué situación tan extraña y sorprendente.

Um... creo que te mereces mi sinceridad. Me encanta tu idea, y espero poder llevarla a cabo, pero he de decir, que las rutas comerciales ya habían abierto el rumbo de antemano a Velis Vel. Si la cooperación no es un impedimento para ti, imagino que no habrá problema alguno. Por supuesto, no quiero que involucres a tus Keltois en nada que no quieras, pero en estos momentos es posible que otra raza esté dispuesta a llegar al continente. Creo que es lógico que tú, hermano mío, estés al corriente de todo lo que pase en nuestro continente.

Lena cogió aire para proseguir de modo que, una vez sabes esto, espero que tu idea inicial continue manteniéndose, asi pues... ¿deseas mantener relaciones comerciales entre Aleco y Velis Vel?

El cambio de actitud del propio orbe confundia a Lena y al resto de sus hermanos, y como pareció adoptar las características de Shegorath, no se le ocurrió nada mejor que "tragarselo".

No se de donde haya salido este orbe... pero es posible que pueda adoptar algunas de nuestras características... ¿no es maravilloso? Me pregunto si no llegó aqui desde una ruta parecida a la que tomó Nendor... Fascinante... puede que incluso tenga conciencia propia...

¿Qué tal sabe? ¿es dulce o más bien amargo? bromeó Lena al ver que su hermano volvía en sí mismo ¿Has sacado algo en claro?

¿Has sacado algo en claro?

Dijo la diosa de dos rostros gemelos y a su vez opuestos. El comentario habría dibujado en el rostro del dios de la guerra un amplia sonrisa burlona de no ser porque tenia oculta la cara bajo el casco militar. A todo lo dicho por su hermana se le ocurrían comentarios chistosos, pero sin embargo no los compartió todos.

-No se como será el aparato digestivo de nuestro hermano, pero si sigue un orden natural, creo que para cuando la "saque" no estará precisamente limpia...

Shegorath no parecía saber bien qué responder respecto al orbe, porque la pregunta de Lena le había dejado confundido.

- No sabría decir a qué sabe, hermosa Lena... pero sí puedo decir sin miedo a equivocarme que es la Esencia Materializada de Ishama - dijo, alzando un tentáculo cubierto de una baba viscosa - Parece que la aparición de Nendor ha desestabilizado el equilibrio, rompiendo el frágil tapiz que la separaba de la no existencia.

El dios fijo su atención en Shegorath, ante lo último que acababa de decir. Por lo que sabía, aquella era una diosa que había existido antes que él. Así que, ante una respuesta mejor, simplemente dijo:

-Sería de esperar que con mi irrupción en el mundo, desde el plano en el que me encontraba, y que visitaban todas las almas de los fallecidos, se haya deslizado algo más. 

      La revelación si pilló por sorpresa a Arkantos, aunque su rostro no lo dejase traslucir. ¿Quién sería el misterioso "compinche" de su hermana? ¿Quienes habian emprendido viaje al continente? No tenia problemas con la mayoría de sus hermanos, pero sabia bien que había unos pocos cuyos hijos dificilmente se llevarían bien con los keltoi...

No tengo problema, en principio, en cooperar con nadie... No obstante, quisiera saber quiénes son esos nuevos "inquilinos" que acogerá el continente, pues la cultura keltoi puede chocar fácilmente con muchas otras...

      Arkantos se habia mantenido en silencio, al principio habia contemplado la esfera con ira y, al ver cómo "perdía interés" en él, él habia perdido interés en ella... pero las palabras de su hermano Shegorath le inquietaron.

¿Quieres decir, hermano, que Ishama sigue... "viva"?

El Padre de la Evolución se revolvió inquieto y se retorció un poco, como si tuviera algo en la garganta. Claro que eso sería posible si en algún rincón del cuerpo amorfo de Shegorath hubiera un sistema digestivo, o algo similar a una boca.

- Soy demasiado simple para entenderlo, mi señor Arkantos... pero eso es lo que me ha dejado claro al asimilarlo... ¡ju, ju!

Kharos se levanto un poco el sombrero y se rasco la cabeza, escuchando sobre las conclusiones a las que se llegaba sobre la esfera.

-Puede que sea cierto que eres demasiado simple para entenderlo Shegorath, yo también he estado en contacto con esa esfera y el poder que alberga nada tiene que ver con Ishama. Si fuese parte de cualquiera de nuestros hermanos, lo habría sentido al tenerla. Lo que a mi me hizo, es totalmente imposible que Ishama o cualquiera de vosotros fuera capaz de hacer.