Partida Rol por web

Ledger permaneció en silencio mirando como las cartas se iban poniendo rápidamente boca arriba, las reticencias de la tripulación de la Excalibur, los intentos del Capitán para con la tripulación. El Teniente Comandante se mantenía apartado de las palabras que se cruzaban los oficiales, la única otra manera de conocerles era en el puente durante una crisis. Tenía miedo de que el Excalibur no estuviese a la altura, demasiadas dudas y demasiados resquemores en unos oficiales a los que no parecía que tuviesen en mucha estima la cadena de mando.

Miró un momento a la Doctora curiosamente le interesaba lo que ella pensara más que cualquiera de los sentados en la mesa. Inclinó un momento el cuello para observar como se comportaba.

La doctora escuchaba atentamente y asentía sonriente, realmente era raro verla con otro humor, aunque en su interior seguía pensando en la enfermedad y las circunstancias que se llevaron a su anterior capitán, pero solo alguien muy observador y que estuviese centrado en ella podría verlo claramente, o tal vez el nuevo capitán, pues podría leer sus pensamientos con facilidad si así lo desease.

No le importaban mucho los lugares a donde irían, o las mejoras de la nave, ella estaba como siempre mucho más preocupada por la tripulación, para ella eran su prioridad, sabía perfectamente cuál era su trabajo y cómo hacerlo, pero siempre creaba vínculos mucho más fuertes con su tripulación. Seguramente debido a sus creencias, de que el alma de cada ser vivo perduraba para siempre y muchos de esos vínculos también.

Trató de pensar en otras cosas, y relajarse, cuando sintió la mirada de Ledger, y se volvió hacia él, topándose con su fuerte y profunda mirada azul.

La respuesta mental fue breve:

"No creo que haya nada de que preocuparse. Algunos parecen hambrientos de gloria, y otros solo desean cumplir con su deber. Pero de todos podemos sacar algo bueno. Creo que están tan ansiosos por comenzar la misión como nosotros. Y eso es bueno. Hay ganas."

El comandante seguía pendiente de la teniente. Por alguna razón, creía que debía atraerla a servir en la Excalibur. Aunque, en realidad, esto era un pensamiento bastante egoísta. Tomó asiento con los oficiales, y pidió algo de comer. Muy sencillo. Una hamburguesa humana.

-La propondré como consejera, teniente. No sea tan humilde.

Miró a sus hombres y sonrió un momento. Quería mostrarse más cercano que el capitán, más conciso. Iba al grano.

-Misión de exploración y patrulla. Comenzamos por Calder II. Vamos a investigar por que murió su capitán, así que vamos a necesitar lo mejor de usted, Doctora Nerys. Lo mejor de todos ustedes. Zona neutral, un territorio apropiado para cometer desmanes, para el contrabando, para vendettas personales... Hay que estar preparados para todo.

La misión era para discutirse en un espacio apropiado Mertens.  Protocolos de seguridad y todo lo correspondiente.  Por eso dije que lo discutiríamos después.  -el joven ocampa sintió el equivalente a un topetazo klingon mental.  No se me adelante. 

Bien, teniente Daerx, parece que inevitablemente la conversación siempre nos lleva a la naturaleza de nuestra siguiente misión.  Sugiero entonces que, si ya todos han terminado de comer, y no faltara algo más -los voltea a ver a todos respetuosamente en forma de pregunta- vayamos a la nave, o algún lugar apropiado, a tener nuestra primera sesión de trabajo.  

¿Tenemos algo de tiempo para ello antes de la ceremonia de toma de posesión con el Almirante Paris, o vamos directo a la sala de teletransportadores?  

La teniente no pudo evitar darse cuenta de que el primer oficial había revelado la misión antes de lo previsto, nohacía falta ser telépata para darse cuenta de que el capitán estaba molesto, y con razón.
Miró hacia los lados como para ver si había alguien cerca, por suerte eran casi los únicos en el comedor y los que almorzaban allí estaban alejados.
-Claro capitán, puedo proveerles una sala para su reunión, el almirante no nos ha llamado todavía y creo que si no lo ha hecho es porque algo más lo tiene ocupado -explicó con una sonrisa divertida, ¿Acaso la situación le causaba gracia? -Síganme, por favor.

Kunaar nota como el primer oficial desvela parte de la información sobre la misión.

Inapropiado. Información de esta naturaleza debe discutirse en el marco adecuado. Esto es un argumento más a favor de lo comentado en la reunión con el Almirante.

La comandante, escucha la sugerencia del capitán mientras observa las bebidas y alimentos del resto de oficiales. Ella no ha pedido nada, al acabar de incorporarse a la mesa.

Su sugerencia parece el procedimiento más acertado, capitán. Yo por mi lado estoy ya preparada para seguirlo, pues no estaba ingiriendo alimentos.

Le agradó comprobar que él no era el único sorprendido por la forma de actuar del pequeño comandante. Al parecer sus dudas eran compartidas por varios miembros de la tripulación. Mantuvo los hombros cuadrados, aquello no era bueno y más si era aquel tipo de misión, cerca de la Zona neutral y hacía lo que sin duda llevaría a un tipo de conflicto u otro. De todas maneras elegir capitán y primer oficial no era nunca democrático así que se limitó a levantarse en posición de firmes tras la sugerencia del Capitán Jor-tova'Daq. 

Eclecson tomó un momento para exponer las ideas que tenía pensadas para aumentar el rendimiento y la capacidad de viaje de la Escalibur, pero no tuvo ocasión. al estar todos reunidos en la mesa y con diferentes temas de conversación era obvio que esta iba saltando de un lugar a otro. No obstante, el primer oficial les sorprendió a todos revelando parte, si no toda, la información de su siguiente misión.

Suponía que a la mayoría le había desagradado la iniciativa de Mertens. Peroa Eclecson le gustó. Les había transmitido con esas pocas palabras que estaba dispuesto a confiar en ellos y a que estos dieran lo mejor de sí mismos. O por lo menos eso entendió él. Además, el que parte de la misión fuera averiguar qué le sucedió al anterior capitán también le gustó. No sabía de quién había sido la idea de ello. Pero fuera de quién fuera tenía su agradecimiento. Ya averiguaría más tarde de quién había sido idea.

Como el capitán se puso serio, y quisó ir enseguida a un lugar más privado para seguir hablando, Ecleson se levantó al igual que Ledger. Pues ya había terminado.

Yo estoy listo Capitán. Cuando guste.

La doctora estaba mirando a Ledger cuando escuchó las palabras quizás desapropiadas del primer oficial, o quizás no. El caso es que se abrieron sus ojos de par en par y se volvió para mirarle algo más que sorprendida, después su cara cambió a un estado de satisfacción máxima.

- Parece que hayan leido mis pensamientos, se le escapó, ya que la reunión parecía tan informal. Se levantó, descartando seguir comiendo, con la mitad había sido más que suficiente, ahora había algo mucho más importante. Estoy más que preparada Señor. Y aunque debía dirigirse al Capitán y además le miraba... en su mente tenía al anterior Capitán. Esto no quedará así Señor, le vengaré de alguna manera, aunque solo sea sabiendo qué ocurrió.

Mientras seguían a la teniente Daerx, Jor buscó otro tema de conversación para evitar el silencio que habría en el camino entre ellos, pues entendiblemente querrían saber más de la misión pero no platicarían de ella hasta llegar a la sala segura. 

Así que dígame teniente, ¿Daerx cuantas vidas de nosotros lleva?   Para usted doctora -se volteó hacia ella- como bajorana, la idea de los trill debe parecerle una interesante base biológica en que se expresaría la reencarnación de las almas, ¿no? 

El silencio era un agradable compañero de viaje cuando no se tenía nada que decir. Le sorprendió la verborrea del capitán y el intento de llenar el silencio. El capitán Worf lo hacía solo con su carisma sin necesidad de hablar aunque claro... El no era medio Betazoide y provenía de una raza que podía remontarse a sapos.

Aún así le sorprendió que se demostrase tan culto y conocedor de las especies, preocupado de temas filosóficos, de la reencarnación de las almas... Hablar de ese modo un Capitán Klingon se haría un nudo en la lengua. Siguió el paso a ver que nuevas sorpresas depararían los dos nuevos oficiales.

No se porque tanto revuelo por el hecho de que el Comandante Mertens haya hecho un pequeño avan... un avance sobre nuestra misión. Estábamos casi solos en el comedor y no creo que nadie nos oyera. Pero en fin, tambien es cierto que algo de esa índole es mejor hacerlo en un ambiente no tan distendido y de forma más oficial.

Mientras voy en el grupo por el pasillo, veo como el capitán intenta otra vez ser confraternizar con su séquito hablando de banalidades varias.

Casi hago un chiste sobre el hecho de que una mujer tenga algo dentro de su cuerpo, pero me callo. Hay una delgada linea entre el humor y el mal gusto que es mejor no cruzar, o al menos no en este momento y con esta gente.

La teniente los llevó a una sala de reuniones algunos niveles más abajo del comedor, en el interín pasaron por la zona de laboratorios, allí vieron un grupo nutrido de científicos trabajando agitadamente, compenetrados con sus asuntos a tal extremo que ni siquiera los vieron pasar; sin embargo no pudieron dejar de notar que la base estaba a rebosar de personal y que todos sin excepción parecían tener algo en qué trabajar.
Cuando Daerx accionó la puerta se encendieron las luces de la sala, parecía un poco antigua comparada con el resto del complejo. Había una mesa semicircular y asientos dispuestos alrededor de ella, -Aquí podrán hablar sin ser interrumpidos, el resto de las salas las usan los jefes de sección para dar conferencias o clases a sus subordinados -aclaró -Como no soy de la tripulación me quedaré en el nivel por si me necesitan, pero no estaré presente en vuestra conversación -habló en general, parecía que al capitán pero miraba a todos alternativamente -Son todos suyos capitán... y comandante -sonrió haciéndose a un lado para que ingresaran al salón.

- Me agrada saber que esta estación tiene algun toque vintage.

Observo la sala y cojo asiento. Ahora espero que el capitán suelte todo lo que tenga que decir y nos pongamos al corriente de la misión que nos han encomendado.

Kunaar sigue al grupo hasta la sala. Cuando pasan por los laboratorios mira interesada como cada grupo desempeña su trabajo tanto como le permite la velocidad de marcha del grupo.

Sería de especial interés poder pasar unos días por aquí para poder evaluar como estructuran su trabajo y en qué proyectos están investigando...

Cuando llegan a la sala, Kunaar toma asiento al lado de Lightman en silencio, y espera en silencio.

Pudiste ver, aunque a las corridas y a distancia, que había unos 4 o 5 científicos alrededor de una piedra algo más grande que una pelota de rugby, de color amarillo terroso con vetas de hierro. La roca estaba levitando en un campo de fuerza y los científicos parecían estar aplicando distintas variedades de líquidos y gases. No pudiste dilucidar si se trataba de un arma o qué pero era sin dudas una curiosa imagen la que daban. 

Ledger repitió la mecánica a la que estaba acostumbrado, se sentó en silencio contra una de las pared de modo que pudiese observar en todo momento la puerta de entrada. Satisfecho del resultado de su posición siguió con la mirada a la doctora curioso de donde se setaría.