Partida Rol por web

Cuando llegáis al taller - armería, oís golpes metálicos y el aparato que antes estaba tapado ahora está destapado y parece un medio de transporte algo peculiar...

Me cuesta alcanzar el paso vigoroso de Zael, parece que el fuego interior que tiene no se haya calmado aún; quizás ha sido lo mejor sacarle de la vista de Matt. Si hubiera seguido escarbando, no se si al final se hubiera quemado.

- Bueno, ya estamos aquí Diosa, - miro el extraño aparato expuesto a la vista - hacia dónde nos dirijimos y - señalo con el bastón el aparato tan peculiar - ¿presumo que ese es nuestro "autobús"? -.
 

- Autobús??, estas llamando a mi aerodesilzador autobús? - chasquea la lengua - que mal está el mundo... de verdad... siempre trabajando...

Al entrar en el taller, no esperaba oir tanto ruido. Una gran maquina me llama la atencion. No importa lo que sea, ni como le llamemos. Esta cosa nos va a dejar en el lugar donde lucharon por ultima vez, no?

- Bueno y ¿quién conduce ese cacharro? ¿Es automático?

- Ustedes deciden... si quieren conducirlo pueden... sino es tan senzillo como poner el destino en el piloto automatico...

- Supongo que eso es irrelevante. Entremos y que Zael decida, es la única que sabe dónde vamos, por otra parte - me encamino al aparato aún no muy seguro de como acceder a él.

- Por cierto diosa, ¿qué hay de relevante en ese lugar para que lo visitemos? - termino encogiendome ligeramente de hombros.

- Toda muerte deja un rastro. Deberia saberlo... - te dice directa - 

Colocandome dentro de la maquina Bueno, que esperamos? Partamos.

Zael entra en el aerodeslizador y mira al resto para que suban

Subo al aparato volador con paso rápido, animando con un gesto leve a los demás. Un vez arriba, me acomodo en algún asiento que parezca confortable.

Subo al aparato, siguiendo las indicaciones de Zael y los pasos de Tanatos. Al entrar en el artefacto volador, reviso el interior para localizar "el lugar" donde nos acomodaremos para el viaje.

Frank observa admirado la máquina y no puede evitar sentarse en el asiento del piloto.

-¿Os importa si lo conduzco? -después mira a Zael-. Indícame qué debo hacer, mi atractiva diosa.

El anciano se acerca al improvisado piloto y da a un botón

- Eso es el radar, el GPS, esta palanca es el control de vuelo. Esa de ahi los motores y por lo que más quieras... ese botón no lo pulses. - levanta el dedo - Nada de preguntas al respecto, no lo pulses. Es una orden.

- Creo que eres el más indicado para conducirlo Frank, por mi parte no sabría ni como empezar  manejar este... - miro a Benjamin Torres con una ligera mueca (¿una sombra de sonrisa?) - "autobús". Haremos caso al señor Torres no obstante, ¿nada de botones, ¿verdad? - comento de pasada, mientras me dirijo a los pasajeros.

Tras eso acomodo mis cosas, ya que aparentemente vamos a ir al aire libre en este artefacto volador.

Frank mira el ominoso botón que de pronto parece destacar sobre el tablero de instrumentos.

-De acuerdo, señor Torres ¿Algo más que debiera saber? ¿Está armado este vehículo?

- Aún no... ahora solo sirve de transporte.

-Pues venga, larguémonos de aquí.

Frank enciende los motores y saca el vehículo de allí.

La "nave" desciende por el techo abierto que da al taller de la Base