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Crónica de la Vara: el Comienzo.

El incidente de los extraños viajeros.

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05/06/2013, 00:14
Zeleste

Aquellas dos últimas horas, Zeleste estuvo en silencio... Últimamente hablaba poco y la desesperación que sentían no ayudaba.

Levantó la mirada al escuchar las voces de la mujer rubia y miró en esa dirección, intentando averiguar qué ocurría. Los soldados iban lentos, pero parecía que había algo que les asustaba... 

- ¿Qué ocurre...? - Preguntó mientras su corazón latía con fuerza. ¿Estaban siendo atacados...?

- Tiradas (1)

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 13

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05/06/2013, 08:38
Director

Por el rabillo del ojo notas un movimiento en el suelo. Te fijas un momento y descubres qué es lo que pasa. La arena esta inclinándose hacia abajo, deslizándose. Es ya tarde cuando los guardias que hay a tu alrededor también se dan cuenta.

De repente, el primer carro es tragado por las arenas, que forman un oscuro remolino al fondo. Los hombres al fin reaccionan, intentando alejar a los caballos que tiran de la caravana, pero éstos están demasiado intranquilos y se encabritan con facilidad, haciendo más difícil la tarea de los guerreros.

Algunos directamente han echado a correr olvidándose de sus compañeros.

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05/06/2013, 13:18
Zeleste

- ¡La arena nos va a tragar! - Exclamó la joven mientras miraba horrorizada lo que estaba pasando más adelante. Los guerreros intentaban tirar de los carros hacia atrás, pero muchos de ellos huían cobardemente. 

Zeleste miró a Hamah con los ojos completamente abiertos. Se acercó a él y empezó a tirar de sus cadenas, intentando liberarlo de sus ataduras. Apretó los dientes y tiró con todas sus fuerzas. Sentía sus músculos arder, sentía como sus manos se desollaban pero no le importó, continuó tirando...

- Tenemos que salir de aquí... -

- Tiradas (1)

Motivo: Fuerza

Tirada: 1d20

Resultado: 19(-1)=18

Notas de juego

He tirado por tirar, con un - 1 ya ves... Y segurísimo que con la kaka de fuerza que tengo no consigo nada... Pero, weeeee... ¡Un 19! xDDDDDDD

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06/06/2013, 12:27
Hamah

Hamah también se da cuenta del movimiento de la arena y estira desesperado de las cadenas, aunque su cansancio le impide tener éxito. Cuando tu le ayudas el estira de nuevo y aunque no hace mucha presión, tú si que la haces, logrando que el barrote de madera se quiebre por la mitad.

- Vamos, vamos. - Grita él desesperado, pero el carro empieza a inclinarse y el caballo, encabritado por el caos, resbala, arrastrando el transporte consigo.

Veis ahora el fondo, donde varios hombres y el segundo carro están desapareciendo entre el remolino de arena. Unos pocos guerreros han conseguido salir del círculo, pero la mayoría resbalan por detrás vuestro, junto al cuarto carro que lucha por salvarse.

- Tiradas (1)

Motivo: Estirar

Tirada: 1d20

Resultado: 2

Notas de juego

Aparte de lo que hagas, tírame avistar.

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06/06/2013, 13:04
Zeleste

Zeleste no terminaba de creérselo. Había estirado con todas sus fuerzas y había conseguido liberar a Hamah... Lo miró con los ojos abiertos e incrédulos, pero no podía perder tiempo en regocijarse por su proeza. 

- Nos hundimos... - Dijo con la voz sobrecogida... Se acercó a la puerta y empezó a zarandearla, intentando arrancarla de sus goznes. Pero tras el esfuerzo que había hecho con el barrote donde estaba sujeto Hamah, ahora había perdido la fuerza y tan sólo la zarandeaba débilmente, sin conseguir su propósito...

- ¡¡¡Sacadnos de aquí!!! - Histérica, empezó a gritar para que alguien les abriera la puerta... Aunque todos estaban con los mismos problemas, ella no cejó en su empeño... - No quiero morir... Sacadnos... - Las lágrimas habían empezado a correr por sus mejillas...

- Tiradas (2)

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 7

Motivo: Abrir puerta

Tirada: 1d20

Resultado: 5(-1)=4

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06/06/2013, 13:16
Director

Hamah intenta pasar las manos por delante del cuerpo para ayudarte, pero no lo consigue debido a los zarandeos que da el carro.

Éste finalmente se vuelca, tirándoos hacia el fondo y aplastando a uno de los guardias que patinaba por la arena. Su sangre y parte de su cuerpo os salpica. La arena empieza a engulliros. Al principio levantáis la cabeza, pero finalmente sentís como el caliente terreno os arrastra. Atisbas por un último momento el rostro de Hamah. Sus ojos azules son la última imagen que llega a tu mente antes del irremediable final.